capitulo 18

Lovie se despertó por los ronquidos de alguien en el lugar.

Se levantó y vió que solo estaba ella, Evan, Leo y Yuko.

Se quedó un rato largo mirando hacía la nada cuando se dió cuenta que Evan la estaba mirando.

Al parecer el también lo despertaron los ronquidos de Leo.

Evan solo se desperezó y se levantó a buscar a los demás.

Lovie estaba por acompañarlo cuando cambió de idea.

Fué hasta Yuko y la empezó a sacudir de manera suave. La pelirroja abrió un poco los ojos y bostezó.

Para Lovie fué suficiente.

Luego fué con Leo y empezó a sacudirlo también solo que con más brusquedad.

Cuando ambos chicos estuvieron levantados salieron todos juntos.

Afuera había un gran revuelo ante la visita de los híbridos y el resto.

Había brujos y brujas caminando acompañados de personas de piel morena, ropa andrajosa y descalza.

Los chicos se reunieron con Sasha, Daia y el resto.

-¿Durmieron bien?. Les preguntó Daia servicial.

Los chicos asintieron.

-Que bien, ahora dejenme un minuto que les traigo algo para desayunar.

Ellos asintieron y fueron hasta una mesa que había al aire libre, donde estaban todos sus compañeros de viaje.

En la mesa había una conversación tranquila y alegre.

-Bonita, eres una vampira ¿cierto?. Le preguntó a Lovie una anciana que se sentaba a su lado.
-Si señora. Le contestó Lovie.
-Llámame Erin, querida, ¿eres hermana de aquel chico?. Dijo la mujer señalando a Connor.
-Si Erin. Dijo Lovie extrañada con la pregunta.
-oh, eres la hija de Clarisse ¿no? Ella me contó que se había enamorado de un humano y incluso que deseaban tener hijos pero nunca pensé que nos visitarían. Dijo alegre la anciana
-¿Cómo sabe todo eso?. Preguntó Lovie.
-Clarisse y yo fuimos amigas desde que eramos adolecentes y, hasta que se fué, fuímos amigas muy cercanas de hecho yo la ayudé a ir al continente humano y le dí la pócima para convertirse en humana. Dijo sonriente.
-¿Como sabe que somos sus hijos?. Preguntó Lovie
- Tú y aquel chico- dijo señalando a Liam- tienen su pelo negro y el otro tiene sus ojos celestes. Dijo Erin sonriente.

Lovie se emocióno un poco; después de todo solo había tenido 4 años cuando su madre murió y tenía muy pocos recuerdos de ella y no le gustaba preguntarle a su padre sobre el tema.

Estaba por preguntarle más cuando Daia llegó con una gran fuente con bayas, manzanas y peras.

Pero también había una mano entre todas las frutas.

Lovie estuvo a punto de gritar y daba la sensación de que los demás tambien. En ese momento Daia se puso algo colorada y retiró la mano y la colocó en el muñon de su muñeca.

-lo siento, a veces se me escapan. Dijo tadavía ruborizada.

Los brujo y brujas se hecharon a reir mientras que los recién llegados miraron estupefactos la mano que se había incrustado Daia.

-Chicos, se que les impresióna pero relajense un poco, es normal en zombies como ella. Les dijo Sasha.

Pero todos seguían mirando con una, mezcla de horror y fasinación, la mano de Daia.

-Ustedes necesitan relajarse un poco más, vengan conmigo a las aguas termales. Ofreció Sasha al ver que seguían asombrados con el reciente evento.

A todos les pareció que podrían perder algo de tiempo y remojarse un poco, después de todo llevaban días sin bañarse.

Después de desayunar Sasha los llevó de nuevo a su casa.

-Les voy a pasar algunas ropas para el agua que tengo. Dijo y desapareció tras una puerta.

Se quedaron en silencio unos segundos hasta que Sasha volvió con varios trajes de baño, como les decían en el continente humano, pero eran muy chicos.

-Mmmm...veamos...talle 5 y 7 más o menos... para el un 8 estaría bien. Dijo mientras daba vueltas alrededor de ellos y los miraba meticulosamente.

En ese momento agarró una varita de rama gruesa y empezó a hablar en un idioma que nadie pudo entender:

-tenebris Dominus lux deam sua auxit placet mihi ut numquam sine. Dijo a la vez que formaba siluetas con la punta de la varita.

En ese momento, se empezaron a agrandar todas las prendas que Sasha había traído.

Una vez que terminaron de ensancharse, se las probaron por separado y les quedaban bien.

-Muy bien, ahora vengan; los llevaré a las aguas termales.

Entonces empezaron a caminar en dirección al lugar.

-Si estaban hablando en serio sobre la escuela, entonces lo mejor será que vengan a las aguas termales: muchos jóvenes de casi todos los clanes vienen aquí a pasar un buen rato.

En ese momento el camino se dividió en dos, Sasha les explicó que los chicos tenían que tomar el camino hacía la izquierda y las chicas a la derecha. Pero aunque hayan cambiado de camino al final de ambos había una esfinge que los estaba esperando.

Arión empezó a temblar ante la presencia de la esfinge.

Ambas esfinges les daban un acertijo que debían resolver, el acertijo estaba pensado para cáda género.

Las chicas lo pasaron rápidamente, pero los chicos...

-¡¡¡Eso quiere decir que la respuesta es fantasma!!!.
-Al reves mi nombre nada és...¡no, es la niebla, los fantasmas son una cosa pero la niebla no!.
-¿Qué?¡no, la respuesta es el ángel!.
-¡Los ángeles no tienen nada que ver en esto!.

Los únicos que no aportaban nada a la discusión fueron Evan y Connor, ambos ya habían resuelto el acertijo pero era imposible hablar con ellos con semejantes disparates.

Le dijieron su respuesta a la esfinge y ella los dejó pasar.

-Te dije que era la niebla.
-¿Qué?¡Si era fantasma!.
-Sigo opinando que era un ángel.

Cuando entraron al lugar que cuidaba la esfinge, a Liam le recordó a los vestuarios donde tenía natación; un montón de chicos charlando animadamente, tarros de agua a un lado de un montón de arbustos que oficiaban de duchas y el piso, de tierra, estaba completamente mojado y embarrado.

Se cambiaron y salieron hacía las aguas termales donde estaban las chicas.

-¿Cómo se cambiaron tán rapido?. Les preguntó Liam.

Las chicas solo lo miraron y se empezaron a reir.

Después de un tiempo todos se estaban divirtiendo; Yuko, Lovie y Evadne se hicieron amigas de una Súcubbo que era la novia de Yuki, Liam estaba salpicando a Evan y Connor que se habían quedado en la orilla charlando, Leo, Adele, Sasha y Daia estaban hacíendo una guerra de agua, Arión y Don se tiraban desde la orilla y Hope estaba charlando con una ninfa con un cuerpo algo inusual.

Cuando salieron de las aguas ya era tarde. Yuko convenció a Naomi, la Súcubo, de acompañarlas y Hope hizo lo mismo con May, la ninfa.

Nada más llegar comieron y se durmieron en tan solo pocos segundos.

Después de todo había sido un día agotador.

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