Era una mañana soleada y fresca de primavera. Como todas las mañanas, una joven despertaba de su sueño para comenzar las labores del hogar, donde su madrastra la había enviado tiempo atrás. Esta jovencita se llamaba Sakura. Ella era una joven de cabellos rosados y ojos verdes, y nadie en aquella villa podía igualar su belleza. Tampoco es que aquello le sirviera de algo, puesto que los harapos que vestía no daban mucho que desear.

Aquel día, había decidido quitar las malas hierbas que amenazaban la estética de la casa. Su tutora, Tsunade, había insistido en que ésta estuviera en óptimas condiciones para que los clientes que vinieran no se fueran con una mala impresión.

Mientras arrancaba matas de hierba, encontró una flor de crisantemo. Su sonrisa apareció de repente, con la certeza de que aquella flor podía servir para calmar los dolores de cabeza o para curar una gripe o un catarro. Feliz por su descubrimiento, lo guardó en una pequeña bolsita que llevaba consigo, a escondidas de su malvada tutora.

Pasaron así las horas, cuando al fin pudo terminar de arrancar las hierbas. Tomándose un pequeño descanso, caminó hasta un pequeño pozo bajo un árbol de cerezo para beber algo de agua. En el camino, oyó el quejido de un animal. Preocupada, buscó el lugar hasta encontrar un halcón herido. Su ala doblada le impedía alzar el vuelo.

—Oh, pobrecito...—dijo preocupada—. ¿Te has doblado el ala? Déjame que te cure.

El halcón no se fió de primeras, pero al notar que la muchacha no parecía una mala persona, se dejó coger. Sakura, con cuidado, lo llevó en sus brazos y se sentó en un pequeño banco, junto al pozo. Esperando que nadie la viera, utilizó su Palma Mística curando el ala herida.

No muy lejos de allí, un joven ninja caminaba por el bosque, buscando a su compañero de viaje cuando vio una cabaña entre la espesura, adornado con un árbol de cerezo. Con algo de discreción, se acercó a ésta, esperando encontrar a alguien. No tardó mucho en hacerlo, puesto que a unos metros delante de él, la pelirrosa le daba la espalda.

Miró a su alrededor por si hubiera más gente, pero no, solo estaba ella. Se acercó unos pasos cuando pudo ver en sus manos a su halcón. Ella estaba aplicando ninjutsu médico en el ala del animal, para curarlo. El chico se sorprendió por la habilidad de la chica y se quedó observando, hasta que ella acabara.

—No te preocupes, en nada tu ala estará como nueva—unos segundos después, la chica sonrió y dejó de utilizar su ninjutsu—. Listo.

—¿Qué haces?—preguntó él de repente, asustando a la chica y, por lo tanto, al halcón.

El animal salió volando y se posó en el hombro del joven, mientras que ella respiraba entrecortada por el susto que se había llevado. Al levantar la mirada, vio a un chico de pelo y ojos negros que la miraba evaluándola. Sakura se incorporó aún asustada y lo miró con una ceja alzada.

—¿Quién eres tú? ¿Qué haces en mi casa?—preguntó curiosa.

—Soy Sasuke. Sólo venía buscando a mi amigo—habló señalando al halcón. Sakura asintió y notó que él le tendía una mano, preocupado—. ¿Estás bien?

—Sí, es solo que... me has dado un susto de muerte—habló ella con reproche, pero luego miró al halcón, que extendía su ala normalmente, por lo que rió—. Encontré a tu "amigo" cerca de aquí. Tenía un ala rota y no podía volar. Pensaba que estaba solo...

—Entonces, agradezco que lo curaras, etto...

—Sakura. Me llamo Sakura—se presentó ella con una sonrisa.

El chico asintió y la miró. Su pelo estaba recogido en un pequeño moño y sus ropajes estaban sucios y desgarrados por algunas partes. No parecía alguien de buena familia, pero aún no podía negar que la chica era bonita. Entonces, tuvo la curiosidad de saber cómo había aprendido ninjutsu médico.

—¿Cómo aprendiste ninjutsu médico?—preguntó.

—Ah... Bueno, fue hace muchos años, pero no lo utilizo mucho—habló nerviosa. No quería hablar mucho sobre eso ya que su tutora podía oírla—. Olvida que me has visto hacerlo, en serio.

—Tienes habilidad. ¿Por qué no sigues practicándolo? Quizás... puedes ganarte la vida con eso.

—No puedo, de verdad. Ahora, si no vienes a que Tsunade-sama te ayude, es mejor que te vayas. No quiere visitas... inoportunas—declaró mientras empujaba al chico hacia el bosque.

Él alzó una ceja, notando los nervios de la chica y miró hacia la casa, dándose cuenta de la presencia de alguien más. Sakura parecía muy apurada, por lo que decidió hacerle caso y no meterla en un problema. Sin esperar más, se despidió de ella y se alejó unos metros, viendo cómo ella terminaba de limpiar la entrada de la cabaña y se sacudía las ropas antes de entrar en la casa. Pensativo, decidió marcharse. 

Mientras, Sakura se escondía tras la puerta con un leve sonrojo en sus mejillas, pensando en lo guapo que era aquel chico y en el casual encuentro que habían tenido, como si fuera una historia romántica. Una leve sonrisa apareció en su cara, esperando volver a verlo. Estaba segura de que se había enamorado.

Mientras, Tsunade paseaba por la cabaña, ordenando sus hierbas y mejunjes y recordando lo que el día anterior había hablado con su informante, Jiraiya. Aún no podía creer lo que había dicho. Ella era la mejor ninja médico del mundo, ¿cómo podía siquiera nombrar a esa maldita niña? Era cierto que la joven había crecido demostrando un gran don en el control de chakra y un gran amor por la medicina, pero por eso mismo decidió apartarla del camino ninja y también del médico para que su fama no se viera opacada por ella.

FlashBack

Ante su presencia se encontraba Jiraiya, un hombre que conocía todo lo que ocurría en el mundo shinobi gracias a su compleja red de informadores. Ella, quien miraba por las ventanas de su despacho, le preguntó:

—Jiraiya—lo llamó y él la observó, esperando su pregunta.

—Sí, Tsunade-sama...

—Dime, ¿quién es el mejor ninja médico del mundo shinobi actualmente?

—Es cierto que eres una excelente ninja médico, Tsunade. Pero me temo que alguien más te está superando en habilidad.

—Para su desgracia...—murmuró con rabia—. ¿Y cuál es su nombre?

—Ella es joven aún, sus cabellos son como flor de cerezo y sus ojos como la hierba en primavera.

—Sakura...—gruñó.

Fin del FlashBack

Con rabia, caminó hasta la puerta escuchando unas voces. La primera de ellas no la reconoció pero la segunda sabía perfectamente que se trataba de Sakura, la joven que le estaba quitando su fama. Escuchó la conversación y supo en ese momento que la niña había utilizado el ninjutsu médico sin su consentimiento.

Furiosa decidió llamar a uno de sus ninjas, aquel le había sido fiel por tantos años y que había quitado de su camino los obstáculos que la perjudicaban. No tardó mucho en aparecer, así que, aprovechando que la pelirrosa limpiaba el jardín trasero en aquel momento, hizo lo que debió hacer mucho tiempo atrás.

—Kakashi, quiero que te la lleves lejos de aquí. Ya no la soporto más.

—Sí, Tsunade-sama.

El ninja estaba en posición de marcharse, cuando la rubia lo interrumpió con una gran sonrisa.

—Y luego, quiero que la mates—ordenó llamando la atención de Kakashi, quien ahora la miraba algo sorprendido.

—Pero Tsunade-sama, ella es la heredera de...

—¡Silencio! Ahora yo soy la que manda y sabes las consecuencias de no acatar mis órdenes, Kakashi—el peliplata bajó la mirada y suspiró, asintiendo—. Y para confirmar su muerte, debes traerme su corazón.

Kakashi, asombrado por la orden que le habían mandado, preparó todo para llevarlo a cabo. Caminó hasta el jardín y la vio limpiando los asientos de madera. Ella era una chica joven aún, la había visto crecer todos aquellos años... pero una orden, era una orden. Con un suspiro caminó hasta ella y la llamó.

—Sakura—la pelirrosa se dio la vuelta para mirarlo—. Tsunade-sama me ha pedido que te lleve al bosque a recoger hierbas medicinales. Cámbiate de ropa y vayamos.

Sakura se sorprendió por la noticia, puesto que su tutora nunca la dejaba tocar sus hierbas medicinales, ni tampoco salir así como así. Pero si ella lo decía, podía aprovechar para aprender un poco más sobre sus efectos al coger también muestras para ella. Sakura finalmente asintió y dejó los bártulos a un lado para dirigirse a su habitación.

Tiempo después, mucho más alejados de la cabaña, Kakashi supervisaba a la pelirrosa, quien buscaba con concentración las matas que necesitaba. A medida que la chica iba caminando, Kakashi se acercaba a ella, con intenciones de matarla, pero en el último momento se daba cuenta de que no podía hacerlo.

Al final, decidió asustarla, avisarla de que tenía que huir de su tutora y crear ella su propia vida. Mientras Sakura recogía crisantemos, Kakashi se acercó por su espalda con un kunai en alto. La sombra del shinobi alertó a la pelirrosa, que al mirar hacia atrás, provocó que sus ojos se abrieran de par en par aterrorizados.

—¡Kakashi! ¿Pero qué...?

—Yo... ¡No puedo hacerlo!—dijo cayendo de rodillas frente a ella, agarrando el kunai con fuerza—. Perdóname, Sakura...

—Pero... ¿por qué ibas a matarme? ¿Qué te he hecho?

—Es una orden de Tsunade-sama... Ella te envidia por tu habilidad en el ninjutsu médico. Está tan enfocada en su fama que no quiere que nadie se lo arrebate.

Sakura no podía entender nada. Tsunade-sama siempre la había despreciado, la había tratado como una criada alejándola de toda la medicina... No sabía cómo había creído ella que la podía superar.

—Pero yo... Tsunade-sama no quiso que yo estudiara ninjutsu médico, nunca me dejó aprender. ¿Por qué querría matarme ahora?

—He visto cómo curabas animales y plantas con tocarlos, Sakura. Tienes un don... ¡Eso es lo que ella detesta! Ella se esforzó años y años en saber lo que sabe ahora mientras que tú... sólo con tocarlo puedes curar...

Entonces ahí estaba el problema. Si era así, ¿por qué no se lo había dicho ella misma? 

—Hablaré con ella, le diré que...

—¡No! Márchate... ¡Márchate y no vuelvas! Si ella te ve te matará ella misma... Por favor, Sakura-sama...

Sakura se sorprendió al escucharlo decir su nombre, pero se tranquilizó y asintió preocupada. No quería marcharse, pero confiaba en Kakashi y, si él le decía que era peligroso, lo mejor era marcharse.

—Gracias, Kakashi. Gracias por todo.

Fin de la primera parte de: Sakura y los 7 shinobi
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ambién están disponibles las partes II, III y IV para que podáis leerlas ^^

Espero que os esté gustando ^^

- Luthien -