42. El secreto de Eon

Estando todos listos, incluso Elliot, cuya pierna ya se había recuperado totalmente, aunque su rostro expresaba unas pequeñas molestias cuando se movía, empezamos a avanzar nuevamente en dirección a la edificación que habíamos encontrado hacía algunos minutos, eliminando a cualquier Mejorado rezagado que aún no hubiera llegado junto a sus compañeros.

Con Felicity a nuestro lado la tarea fue muchísimo más fácil, y no pude dejar de agradecer que llegara en ese momento tan complicado, si no lo hubiera hecho probablemente no hubiéramos vivido para contarlo.

Ahora estaba seguro de que se trataba de ella, y me recriminaba internamente no haber confiado en ella antes, aunque tenía mis motivos. Sin embargo, verla con esa armadura negra, aquella que Kali solía usar en sus combates, hacía que un escalofrío recorriera mi espalda, uno que me sacudía inmediatamente para continuar con la pelea.

En cuestión de segundos cruzamos el manto invisible que nos había impedido ver la estructura desde la distancia, y pudimos apreciar cómo los últimos Mejorados cruzaban la extraña puerta, desapareciendo en su interior.

Cruzamos rápidamente la línea de árboles, en un desesperado intento por llegar antes de que las puertas se cerraran, pero fue inútil, Elliot me miró en plena carrera, indicándome que él podría lograrlo, pero no sabíamos que había allí dentro, y no podía arriesgarme a dejarlo ahí dentro solo, así que simplemente sacudí la cabeza. Nos vimos obligados a frenarnos, de lo contrario más de uno de nosotros se hubiera dado la cara contra la pared.

Parecía que todos los Mejorados habían logrado entrar, o por lo menos los que estaban fuera no se atrevían a acercarse a nosotros mientras Felicity estuviera a nuestro lado, de forma que no tuvimos ninguna interrupción mientras examinábamos la pared que hacía unos segundos había servido de puerta para los ocupantes de ese edificio, pero que en ese momento no tenía el menor rastro de tener una abertura que pudiéramos forzar.

-Oh, mierda... -murmuró nuestra salvadora a espaldas nuestras.

Ella se había alejado para dar una buena mirada al edificio, y por la expresión en su rostro no parecía que tuviera muy buenas noticias.

-¿Felicity? -pregunté, mientras la miraba con curiosidad.

-Creo que ya sé qué es esto... es La Incubadora de Eon -dijo ella, como si eso significara algo para nosotros.

Al darse cuenta de que ninguno de nosotros parecía entender de lo que se trataba, recapacitó y nos explicó.

-Eon quiere transformar La Tierra en una segunda versión de su planeta, eso ya lo está haciendo, pero el plan no termina ahí... quiere traer de vuelta a su raza, hacer nacer una nueva generación de Antiguos, tan poderosos como él, a los cuales liderar hasta que vuelvan a tener el poder que alguna vez tuvieron en la galaxia -explicó ella con paciencia.

-¿Un planeta lleno de gente tan poderosa como Eon? -preguntó Sandy con los ojos abiertos como platos- Justo lo que necesitábamos.

-Allí es donde los está creando -explicó Felicity señalando el tétrico edificio-, con tecnología de Los Antiguos y su propio ADN. Él nunca nos habló de esto... le escuché mencionarlo a la pasada en sus comunicaciones con algún pez gordo de los Shadows, pero siempre lo mantuvo en secreto.

-Bien, entonces supongo que es hora de irnos -dijo Alan golpeándose las manos tres veces, como si la tarea estuviera terminada-. Buen trabajo, equipo, a la vuelta yo invito el agua del comedor.

Dicho esto él se dio media vuelta y comenzó a volver por el bosque, hasta que, aún con cara confundida, lo detuve.

-¿A dónde vas?

-Bueno, esta era una misión de reconocimiento... ya reconocimos, encontramos La Incubadora, ¡bravo! -exclamó y alzó los brazos en señal de victoria-. Hora de volver y reportar.

-Esta sería una oportunidad genial para entrar y arruinarle los planes a Eon... por primera vez en semanas estaríamos combatiendo realmente contra nuestro enemigo -señaló Amy, y el resto del equipo asintió.

-Probablemente no lo detenga definitivamente, pero va a retrasarlo bastante -nos aseguró Felicity.

-¿A caso no recuerdan lo que acaba de pasar? -preguntó Alan, y ahora el que parecía confundido era él- ¡Casi nos matan a todos!

-Vamos, Phase, sabes que tú podrías haber hecho que las balas pasen a través de ti como si fueran nada -señaló Rebecca.

-¿Y qué hay del resto de ustedes? ¿Eh? -repreguntó él, dejándonos mudos a todos- ¿Qué hubiera pasado si Felicity, Kali o como sea que se esté llamando ahora no hubiera llegado en el momento justo y hubiera tenido que ver a mis compañeros morir mientras yo seguía sin recibir daño?

El silencio fue absoluto durante los segundos que siguieron. Alan jamás se callaba nada, era quién era, y esta vez nos había dejado sin palabras a nosotros. No estábamos acostumbrados, ni mucho menos esperábamos, oír eso.

-Phase, somos Los Vigilantes, estar en peligro es prácticamente la definición del trabajo -dije con una sonrisa confiada acercándome a él-. Si quieres irte, lo entenderemos, nos uniremos a ti en cuanto terminemos con la misión... pero somos más fuertes juntos.

Alan me miró durante algunos segundos y después observó detenidamente las miradas confiadas que tenían cada uno de nuestros compañeros en su rostro, lo que le hizo lanzar un bufido de frustración.

-Odio esta puta misión -declaró, haciéndonos sonreír aún más-. A un lado, por favor.

Dicho esto, retrocedió un poco e hizo un movimiento con las manos para indicarnos que nos corriéramos.

-¿Qué piensas hacer? -preguntó Rachel con una mezcla de preocupación y curiosidad, aunque todos parecíamos tener la misma duda.

-Por si no lo notaron, la puerta está cerrada, voy a entrar y abrirla para ustedes, maníacos suicidas -explicó él sin más.

-¡De ninguna manera! -dije en un intento de detenerlo- Nadie entra a ese lugar solo.

-Las balas no pueden alcanzarme ¿recuerdas? -señaló con una sonrisa confiada.

Todos los demás compartimos una breve mirada, y Rebecca incluso se encogió de hombros.

-Supongo que no tenemos un mejor plan... -dije por lo bajo con resignación-. Mantén siempre la comunicación.

Alan asintió, y todos nos corrimos de inmediato para dejarle el camino despejado a aquel valiente joven.

Viendo que tenía vía libre, Phase se lanzó corriendo contra el edificio, y, para nuestra sorpresa, no logro pasar, sino que se dio con fuerza la cara contra la pared y cayó de espaldas con un ruido seco y la nariz sangrando.

-¿Qué mierda acaba de pasar? -preguntó Elliot a su amigo, mientras rápidamente lo ayudaba a levantar.

-No... no pude pasar -dijo Alan con tanta confusión como el resto de nosotros- ¿Ya mencioné que odio esta puta misión?

-Eon debió de hacer algo a las paredes de sus puntos importantes tras el rescate a la prisión -señaló Felicity, que recorría con su mano la fría pared-. Siento una especie de fuerza que me repele...

Para comprobar lo que decía nuestra salvadora, Joel se acercó y tocó la superficie, pero de inmediato fue impulsado hacia atrás con una fuerza impresionante, que casi hace que trastrabille y caiga al suelo.

-¿Cómo diablos estás aguantando tanta fuerza? -preguntó el joven Green mirando a Felicity.

-¿Realmente es tan fuerte? -respondió ella con una sonrisa confiada.

-Presumida -acotó por lo bajo Alan, quien ya parecía haberse recuperado totalmente del golpe.

-¿Crees que puedas abrirla? -pregunté a Felicity.

-Podría intentar, pero hacerlo a ciegas sería lo mismo que nada, podríamos estar golpeando esto por horas, y no tenemos tiempo que perder.

-No tenemos por qué hacerlo a ciegas -dijo Joel de pronto, y apretó un botón al costado de su casco que hizo que el vidrio de este cambiara de color-. Wow... esta tecnología es... impresionante -declaró mientras observaba con atención la pared, seguramente con alguna especie de escáner-. Realmente no sé qué es lo que estoy buscando, pero... allí hay unos "cables", supongo, y parecen estar conectados a algo más grande.

-Bien... tal vez quieran retroceder un poco -nos advirtió Felicity, y no había señales de que lo estuviera diciendo en broma, de forma que todos dimos unos pasos atrás.

Cuando ella consideró que estábamos a una distancia prudente, asestó un poderoso puñetazo a la pared, y fue una suerte que nos hubiera hecho retroceder, de lo contrario, probablemente la onda expansiva nos habría tirado al suelo. Sin embargo ella no se movió de su lugar, y, sabiendo que su tarea no había terminado, continuó golpeando esa pared sin cesar.

Sus puñetazos sonaban con fuerza, y podría jurar que más de una vez hicieron que la tierra bajo nuestros pies temblara. Pero la seguidilla de golpes fue demasiado para la pared, la que terminó cediendo lo necesario para que ella la atravesara con su mano y arrancara los cables que Joel le había señalado.

Por algunos segundos todos nos quedamos en silencio, esperando ver que sucedía, y como no hubo señal de movimiento de las puertas, no pudimos evitar sentirnos bastante decepcionados. Pero, de repente, la tierra volvió a moverse, y lentamente una abertura empezó a aparecer frente a nosotros, indicándonos que nuestro plan había funcionado.

La lluvia de balas de los Mejorados que se habían quedado vigilando la entrada no tardó en llegar, y la mayoría de nosotros logró reaccionar con lo justo y lo necesario para lanzarnos al suelo y evitar ser impactados, pero no Elliot, él aún tenía una cuenta pendiente.

Antes de que pudiéramos decir algo, él se lanzó corriendo hacia adelante a una velocidad que jamás había visto antes, golpeando a cada uno de los Mejorados que se habían colocado en el estrecho pasillo que llevaba hacia el interior de La Incubadora. Para el momento en que alcanzó al último, su velocidad era tal que prácticamente lo desintegró en el lugar en el que estaba, llenando su traje de esa sangre negruzca que corría por las venas de nuestros enemigos.

-Diablos, que puto asco -exclamó el velocista, mientras sacudía sus manos para sacarse el viscoso líquido de encima.

Viendo el camino despejado, no dudamos un solo segundo y entramos corriendo al edificio, y al parecer lo logramos a duras penas, ya que ni bien el último de nosotros logró pasar, una especie de dispositivo de seguridad se activó, volviendo a sellar la puerta de entrada tras nosotros. Ya no había vuelta atrás, íbamos a tener que luchar para encontrar una salida.

La oscuridad ahí dentro era casi absoluta, pero parecía que no había nadie a nuestro alrededor. Todo lo que se escuchaban eran unos sonidos que parecían provenir de una maquinaria trabajando a su máxima capacidad, la cual con toda seguridad estaba produciendo el insoportable calor que hacía ahí dentro.

Rachel se apresuró a activar el sistema refrigerante de su traje, y a su vez encendió su mano con energía para que pudiéramos vernos a la perfección.

-Bien, recuerden que no tenemos información sobre la estructura de este edificio, así que vamos a estar actuando a ciegas la mayor parte del tiempo -dije mirando a mis compañeros-. Surfer, debe haber algún centro de comando en alguna parte, llévate un equipo y encuéntralo, vamos a necesitarlo para encontrar el lugar donde Eon está produciendo a sus clones, y sobre todo para asegurar nuestra salida de este infierno.

-Suena razonable -dijo el joven genio sin oponer demasiada resistencia-. Bien, Dune, Celerity, Feral y Phase conmigo.

-Genial, el resto de nosotros vamos a buscar la maquinaria y joderle los planes a Eon, ¿de acuerdo? -No hacía falta que preguntara, todos asintieron al mismo tiempo- Tengan cuidado, esta es una base del Antiguo, probablemente esté repleta de Mejorados por todos lados, y saben que son difíciles de derrotar.

Sin más nada que decir, avanzamos por el largo y oscuro pasillo, sin encontrarnos con absolutamente ninguna resistencia, aunque sabíamos que era solamente la clama antes de la tormenta.

Llegado el momento, cuando el pasillo se dividió en dos, cada grupo siguió su camino. Surfer examinó la pared y notó que había una especie de cableado que se dirigía a la derecha, y nosotros seguimos el sonido de la maquinaria que provenía de la dirección opuesta.

Avanzamos con cuidado, con Rachel iluminándonos el camino, y preparados para ser asaltados en cualquier momento por un enorme grupo de Mejorados. Por mi parte ya tenía una flecha cargada para cuando la inminente pelea que teníamos delante.

Cada segundo, cada paso que dábamos, no hacía otra cosa que aumentar la tensión en el grupo, y el silencio que se había instalado no hacía más que empeorarlo, eran situaciones como esas las que me hacían extrañar a Alan. Aunque probablemente lo que más tensión generaba era que Felicity estuviera con nosotros, sobre todo estando Amy también. Rachel estaba un poco al tanto de nuestra historia, y Frank parecía que se había dado cuenta que había algo allí, porque no emitió sonido y su cara estaba extremadamente tensa, no se quería ni girar a mirarnos.

De repente un sonido más adelante hizo que nos detuviéramos en seco, y al mirar hacia la profunda oscuridad que yacía delante, empezamos a notar que unos pequeños ojos negros aparecían delante, multiplicándose a cada segundo hasta que finalmente perdimos la cuenta de cuantos eran en realidad.

-Ya era hora -dijo Amy, dejando en claro lo incomoda que había sido la caminata hasta el momento, al tiempo que quitaba el seguro a su arma.

Inmediatamente alcé mi arco y disparé una flecha-bengala al techo, la cual iluminó los rostros de nuestros enemigos, quienes esperaban pacientemente al final del pasillo.

Al verse expuestos, los Mejorados se incorporaron, y al mismo tiempo lanzaron grito gutural casi inentendible, pero podría jurar que exclamaba "¡por Eon!", y dicho esto se lanzaron corriendo hacia nosotros disparando sus armas.

Ironside se apresuró a desviar los proyectiles, y esto abrió la oportunidad perfecta para que Stardust disparara una fuerte ráfaga de energía que barrió con la primera oleada de enemigos.

Por su parte, Midnight utilizó sus botas especiales para correr por la pared del pasillo, disparando su pistola contra los enemigos, para luego dar un salto y asestarle una patada uno en el rostro, cayendo en el medio del grupo. Si no fuera porque Felicity voló inmediatamente al lugar, golpeando brutalmente a una gran cantidad de enemigos en el camino, probablemente Amy se hubiera visto sobrepasada por la situación.

Mientras tanto, Frank y yo nos apresuramos a correr en dirección a los enemigos, él utilizando sus cadenas para golpearlos y sus poderes para desarmarlos, y yo disparando flecha tras flecha. El pasillo era bastante espacioso, de forma que podíamos avanzar en grupos sin mayores problemas.

Los Mejorados nos superaban ampliamente en número, pero la coordinación del grupo hacía que la pelea estuviera bastante pareja, aunque no sabíamos por cuanto tiempo íbamos a poder aguantarlo realmente.

Teníamos que forzarlos a retroceder, de lo contrario era solo cuestión de tiempo antes de que alguno de nosotros resultara herido, y si eso pasaba no nos cabía duda de que todos íbamos a terminar muertos.

-¿Crees que puedes hacerlos temblar? -pregunté a Felicity mientras disparaba a un Mejorado que había saltado y estaba a punto de caer sobre Amy, atravesando su cráneo con mi flecha.

-Supongo que estamos a punto de averiguarlo -respondió ella, al tiempo que tomaba a uno de ellos del cuello y lo arrojaba contra un grupo recién llegado.

Me giré y disparé una flecha-congelante a los pies de un grupo, fijándolos al suelo y permitiendo a Frank golpearlos con toda su fuerza.

-Stardust, voy a necesitar que los evapores -dije al instante.

-No es seguro, tal vez ni siquiera logre... -empezó a contestar ella.

-Lo harás, tienes que hacerlo -la interrumpí, al tiempo que eliminaba a otro enemigo, y ella simplemente respondió asintiendo-. Bien, ¿están listos?

Miré alrededor, y noté que todos ya se habían colocado a espaldas de Rachel, a excepción de Felicity, quien miraba al grupo de enemigos que se acercaba rápidamente a nosotros, y supe que ese era el momento justo.

-¡Ahora! -grité.

De inmediato, Felicity dio un poderoso puñetazos al suelo, que hiso temblar todo el suelo, frenando un poco a los enemigos, y de inmediato repitió la acción, esta vez desestabilizándolos totalmente.

Al ver esto, Rachel juntó sus manos y, con un desgarrador grito, disparó con su energía con una potencia impresionante, de forma que esta cubrió al pasillo en toda su extensión, y Felicity solo llegó a duras penas salir volando para ponerse fuera de la línea de fuego.

El poderoso disparo duró varios segundos, en los que Stardust no dejó de gritar por el esfuerzo, pero, para cuando finalizó, no había rastro alguno de los Mejorados. Todos habían desaparecido, habían sido desintegrados en su totalidad por la energía de Rachel, y esta, incapaz de sostenerse, cayó de rodillas al suelo.

Nos apresuramos a acercarnos y ayudarla a levantarse, y ella observó lo que había hecho con incredulidad, incapaz de entender como lo había logrado en primer lugar.

-Te dije que podías -le comenté mientras la ayudaba a ponerse de pie.

Rachel acababa de ponerse de pie, cuando Joel se contactó conmigo mediante el comunicador.

-Archer, ¿están todos bien? -preguntó él, entre jadeos, claramente no habían tenido más suerte que nosotros.

-Todavía respiramos, ¿qué hay de ustedes?

-Lo mismo, a duras penas... Escucha, encontramos el centro de mando, la tecnología alienígena es extraña y me va a llevar un tiempo descifrar como diablos abrir la puerta, pero, mientras tanto, encontré un esquema del lugar. Parecen que están muy cerca del centro del edificio, y sospecho que ahí es donde Eon debe estar haciendo sus clones, así que voy a poner a Dune en las comunicaciones para que los guie.

-Está bien, vamos avanzando entre tanto -respondí, entusiasmado ante las noticias.

-Bien, pero tengan cuidado, el plano en tiempo real muestra múltiples registros de calor en el camino... no están solos -nos aclaró Joel antes de pasarnos con Sandy, quien inmediatamente se dispuso a relatarnos la ruta hacia nuestro objetivo.

Y con la voz de nuestra amiga en el oído, marchamos por los enormes y oscuros pasillos, siendo los enemigos que aparecían desde cada esquina los únicos que lograban romper con la monotonía del lugar.

Oleada tras oleada, pudimos ir derrotando a los Mejorados que se interponían entre nosotros y la victoria, aunque no sin llevarnos unos cuantos cortes y moretones en varias partes del cuerpo, pero habrían valido la pena si lográbamos completar la misión.

Finalmente, tras largos esfuerzo, logramos ver una luz que provenía de más adelante, y supimos que habíamos llegado a nuestro destino, y, para nuestra fortuna, parecía no haber enemigos cerca, de forma que teníamos el camino absolutamente despejado.

Avanzamos lentamente, y al cabo de unos segundos nos adentramos en una gigantesca cámara redonda, en cuyo centro se encontraban una especie de pilar que iba hasta el techo, y del cual salían unos extraños tentáculos que iban hasta las paredes, y lo más singular de la habitación eran estas últimas, ya que las mismas recordaban a una especie de pecera, al ser traslucidas y dejar ver como los tentáculos que se desprendían desde los pilares parecían abrazar a unas extrañas capsulas rojizas, moviéndolas de aquí para allá dentro de ese gigantesco "acuario".

No pudimos contener la curiosidad, así que nos acercamos a una de las paredes del lugar para observar con más precisión lo que estaba pasando, y, al hacerlo, no pudimos evitar sorprendernos.

Dentro de aquellas cápsulas unos extraños cuerpos, tal vez de un metro cada uno, estaba siendo criado y desarrollado, y aparentemente los tentáculos tenían como misión alimentarlos y mantenerlos, asegurándose de que lograran ver la luz del día en algún momento.

-Supongo que hemos encontrado los clones de Eon... -comentó Amy por lo bajo, sin poder despegar la mirada de las extrañas capsulas.

-Tenemos que apresurarnos a destruirlos y salir de aquí, supongo que podríamos... -empezó a decir Frank, cuando, de repente, un tentáculo que se había arrastrado sigilosamente por el suelo, lo tomó de la pierna y lo alzó por los aires, haciendo que él lanzara un poderoso grito de sorpresa.

Inmediatamente todos nos dimos vuelta para hacer frente a esta nueva amenaza, solo para encontrarnos con que estábamos absolutamente rodeados por esa tecnología alienígena, incontables tentáculos se habían alzado en la sala y se preparaban para atacarnos, como anticuerpos a una partícula extraña que amenaza con destruir un organismo.

Sin perder tiempo, disparé una flecha-explosiva contra el tentáculo que sostenía a Ironside, y esta estalló en cientos de partes, dejando a nuestro compañero libre, aunque tuvo que esquivar otros varios tentáculos que intentaron atraparlo antes de que pudiera volver a nuestro lado.

-¿Puedes controlarlos? -preguntó Rachel a Frank, ya con sus manos cargadas de energía, como si conociera la respuesta.

-No son de metal precisamente son... algo distinto... -sentenció el ex militar, confirmando nuestras sospechas.

Todos sabíamos que nos había costado llegar hasta ese lugar, y de ninguna manera pensábamos retirarnos sin haber completado nuestro objetivo, así que no había otra opción, debíamos luchar una vez más.

De repente uno de los tentáculos se lanzó hacia adelante, y recibió el poderoso impacto de uno de los puños de Felicity, el cual logró destrozarlo casi por completo, pero, por supuesto, esto lanzó a todos los demás sobre nosotros.

Stardus reaccionó con rapidez, y con sus poderosos disparos de energía logró freír a varios de los tentáculos sin mayor esfuerzo; mientras tanto Ironside utilizaba una de las plataformas circulares de metal que solía usar para transportarse como una especie de cierra, con la cual cortaba en pedazos a múltiples tentáculos en cuestión de segundos, sin embargo, esto último no parecía poder evitar que otros los reemplazaran, tal vez más rápido de lo que nosotros podíamos destruirlos.

Por nuestro lado, Amy y yo corríamos por todo el lugar, a menudo utilizando la pistola de garfios o flechas-tirolesa respectivamente para balancearnos de aquí para allá, siempre tratando de evitar ser impactados por nuestros "enemigos", pero a su vez haciendo todo lo posible por destruirlos con cargas explosivas y flechas-congelantes.

-¡Lo tengo! ¡Puedo abrir la puerta! -exclamó Joel en mi oído.

-Estoy algo ocupado en este momento -respondí, mientras destruía con una flecha un tentáculo que se había enroscado alrededor de la mano de Rachel.

-Escúchame bien, Surfer dijo que no pueden destruir el lugar hasta que salgan de la cámara, se podría producir una explosión en cadena, ni siquiera llegarían a darse cuenta -anunció Dune al escuchar mis palabras-. Vamos en camino.

-¡No! -grité de inmediato- Salgan de este lugar, de inmediato, nosotros los seguimos.

-Archer, somos más poderosos juntos, tenemos que... -empezó a decir Celerity.

-Pero también somos más lentos, y no podemos darnos el lujo de perder tiempo -lo interrumpí de inmediato-, iremos justo detrás de ustedes, solamente asegúrense de que la puerta esté abierta y que el camino esté despejado, confíen en mí.

Dicho esto corté la comunicación y miré a Amy, había llegado el momento de hacer sufrir un poco a Eon.

-¡Cúbranos! -grité de inmediato, mientras me giraba para ver las gigantescas "peceras" que contenían los clones de Eon.

Inmediatamente, Ironside, Stardust y Felicity formaron una especie de perímetro a nuestro alrededor, manteniendo alejados a aquellos malditos tentáculos el tiempo suficiente para que nosotros cumpliéramos nuestro objetivo.

Sin más, empecé a disparar flechas-explosivas contra las paredes de mi sector, mientras que Amy simplemente corría por la pared, colocando pequeñas pero poderosas cargas explosivas sobre la misma.

Una vez que terminamos de colocar las cargas, compartimos una breve mirada, y nos unimos nuevamente al grupo, combatiendo a aquellos terribles tentáculos que parecían salir de todas partes.

-¡Felicity, ábrenos un camino! -grité, sin dejar nunca de disparar mi arco.

-A sus órdenes, jefe -respondió ella con una leve sonrisa en el rostro.

Sin más, ella juntó sus manos con toda la fuerza posible, y la onda expansiva fue suficiente para correr todos los tentáculos que había entre nosotros y la puerta, momento que aprovechamos para salir corriendo del lugar de inmediato.

Una vez fuera, Amy y yo pulsamos los botones que detonaron las cargas explosivas, y pudimos escuchar claramente el sonido de los cristales al destrozarse, dejando escapar aquellas extrañas capsulas, las cuales se estrellaron contra el suelo, y su color, alguna vez rojo vivo, se convirtió en una especie de marrón apagado, indicando que habíamos logrado nuestro objetivo.

Me permití sonreír por un momento, imaginarme la cara de Eon cuando llegara al lugar y se encontrara a sus monstruosas creaciones yaciendo sin vida en el suelo, como muchas personas habían encontrado a sus seres amados desde que él había asumido el poder. Pero probablemente estaba canté victoria antes de tiempo ya que, al instante, un tentáculo se envolvió alrededor de mi pierna, tirándome al suelo, y arrastrándome de vuelta hacia la cámara de clonación, haciéndome perder mi arco en el trayecto.

Todos se giraron para mirarme se arrastrado hacia ese infierno donde, con seguridad, encontraría mi muerte, pero me mantuve firme y asentí a mis compañeros. Si había llegado el final de mi viaje, estaba perfecto, me iba sabiendo que había ayudado a mejorar el mundo, y que este no podía quedar en mejores manos, después de todo, mis amigos eran Los Vigilantes.

Finalmente perdí de vista a mis compañeros, y los tentáculos empezaron a enredarse alrededor de todo mi cuerpo. Podía sentir que algo me mojaba, y no debía ser otra cosa que aquel extraño líquido que protegía a los clones, ahora dispersado por toda la cámara.

Sencillamente cerré los ojos y esperé la inminente explosión en cadena que me destruiría a mí y a mis captores, pero entonces, absolutamente de la nada, un poderoso brazo me tomó del traje y me alzó, arrancándome sin demasiado esfuerzo de entre aquel océano de tentáculos.

Cuando abrí los ojos, pude observar claramente a Felicity sosteniéndome con una mano, mientras que con la otra golpeaba sin cesar a los tentáculos que intentaban atraparnos.

-Los otros están saliendo, les dije que yo me encargaba -señaló sin mayor preocupación aparente-. Sostente, este va a ser un viaje algo movido.

Viendo que tenía el camino despejado, Feliciy alzó vuelto a toda la velocidad que podía, y comenzó a atravesar el techo, llevando su puño delante para ir destruyendo la estructura sin dañarme a mí, y parecía resultarle bastante sencillo. Joel luego me explicaría que había logrado desactivar el campo de fuerza que había mantenido a Phase afuera.

Finalmente, sentí aire fresco, y fue como despertar de un mal sueño. El sol comenzaba a brillar, y cuando abrí los ojos pude ver claramente a todos nuestros amigos observándonos en el aire con una sonrisa en el rostro, felices de que hubiéramos salido con vida de aquel lugar, pero esto último fue sólo a duras penas, ya que, ni bien pusimos un pie en el suelo, una fuerte explosión se escuchó y gran parte de la estructura se vino abajo, dejándola aún más deforme de lo que era antes, si es que eso era posible.

Todos observamos por unos pocos segundos aquel lugar desmoronarse antes de iniciar nuestra retirada hacia el bosque y la zona de extracción, la misión había sido un éxito total, tal vez mejor de lo que hubiéramos esperado en un principio.

Nos encontrábamos en camino cuando, desde atrás de un árbol, un Mejorado apareció de repente y abrió fuego contra el grupo, el cual se encontraba relajado y, lamentablemente, había bajado demasiado su guardia.

Todo sucedió tan rápido que apenas y tuve tiempo para ver lo que sucedía, sólo llegué a escuchar a Alan gritar:

-¡Cuidado!

Seguido del sonido de algo cayendo al suelo.

Para cuando logré percatarme de la situación, noté que Felicity sujetaba al Mejorado por el cuello, mientras que Alan yacía en el suelo, a los pies de Rachel, con una herida de bala en el hombro. Fue así como el hombre que no podía ser herido recibió un disparo por aquella extraña muchacha.

-¡Mierda! -exclamó él desde el suelo- ¡Esto duele! ¡Carajo! ¿Cómo diablos hacen ustedes para soportarlo todo el tiempo?

-Gajes del oficio -respondí, mientras que Joel se aseguraba de que la bala hubiera pasado de lado a lado sin tocar nada demasiado importante.

Cuando finalmente Alan dejó de quejarse y se dispuso a ponerse de pie, recibió inmediatamente un abrazo por parte de Rachel, a lo que él respondió abriendo los ojos como platos.

-¡Me salvaste! -dijo ella con una amplia sonrisa en el rostro- ¡No puedo creer que hayas hecho eso!

Inmediatamente Rachel le dio un suave beso en la mejilla a Alan, aumentando su total confusión, pero por lo menos había dejado de quejarse del dolor de su brazo.

-¡La mejor misión de la historia! -gritó cuando cayó en la cuenta de lo que acaba de pasar, al tiempo que alzaba los brazos, lo que llevó a que nuevamente volviera el dolor.

Todos sonreímos ante el cometario del extraño muchacho, y volvimos la mirada hacia Felicity, quien aún sostenía al Mejorado del cuello, y creo que, por primera vez en mucho tiempo, vi compasión en sus ojos.

-Lamento tener que hacer esto... pero déjame sacarte de tu sufrimiento -dijo ella por lo bajo, pero yo lo escuché claramente, lo que me permitió intervenir en el momento justo.

-¡Felicity espera! -exclamé- Lo necesitamos con vida.

Ella me miró algo confundida por unos pocos segundos, pero finalmente decidió confiar en mis palabras y simplemente noqueó al enemigo, al cual luego cargamos en el avión de extracción con el cual volvimos al campamento para entregárselo a Emma.

Sin embargo, ya en el aire, miré una vez más hacia la columna de humo que salía del frondoso bosque, preguntándome si Eon lloraría por la destrucción de sus creaciones, y me regocije pensando en que así sería.

Pero lo más satisfactorio fue ver cómo, lentamente, una ventisca corrió aquel manto de cenizas que cubría ese sector del bosque, permitiéndonos ver a un mundo destruido, sí, pero que también era posible de salvar, que merecía ser salvado.

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