Durante los primeros minutos de vuelo, el interior de la nave se mantuvo en silencio. Supongo que todos estaban intentando asimilar lo que acabamos de ver, y todo lo que eso significaba, por lo menos sé que eso es lo que yo estaba haciendo.

Caminé hasta la cabina, sin dirigir la mirada a ninguno de mis golpeados y desmoralizados compañeros, ni siquiera pude juntar las fuerzas para mirar a Amy, quien tenía mirada perdida en algún punto del espacio.

Me senté en el asiento del piloto, y observé por varios segundos el basto y clamado océano que extendía delante de mí, en ese lugar el mundo no parecía estar tan terriblemente cerca de su destrucción como realmente estaba.

Por algunos segundos deje que mi mente se perdiera en sus divagaciones. Realmente mucho había pasado en las últimas horas: El regreso de Drake, nuestro reencuentro con Kali, lo cual inevitablemente revolvió los sentimientos de todos los miembros del grupo, y lo más importante... El Antiguo había sido liberado luego de millones de años, y ciertamente no teníamos razones para pensar que podíamos derrotarlo.

Mi línea de pensamientos fue interrumpida por la voz de Wells, quien había permanecido en silencio desde que habíamos subido a la nave.

–Daniel, lamento molestar, pero debo preguntar ¿A dónde nos dirigimos? –dijo la Inteligencia Artificial, tan delicada como siempre.

–A casa –respondí por lo bajo, volviendo lentamente a la realidad.

Dicho esto, dediqué una última mirada a las pacíficas aguas que se extendían ante mí, y me levanté del asiento con seguridad y determinación. El mundo estaba en peligro, pero lo había estado también en situaciones anteriores, y siempre habíamos encontrado la manera de salvarlo, esto no era distinto.

Con un recientemente encontrado coraje, salí de la cabina y me dirigí a donde mis compañeros aún descansaban, y sin esperar a que ninguno de ellos se percatara de mi presencia comencé a hablar.

–El Antiguo esta libre, pero eso no significa que hayamos perdido –comencé–, todos ustedes lo vieron, aún es débil, vulnerable, lo que significa que tenemos que actuar rápido para poner fin a todos sus planes antes de que empiecen.

Lentamente, las perdidas miradas de mis compañeros se volvían hacia mí, y podía ver en el brillo de sus ojos y compartían mi sentimiento. Aún no estábamos derrotados.

–Vamos a salir de esto, cueste lo que cueste, vamos a ganar –dije tratando de sonar lo más convincente posible, y aparentemente funcionó.

Inmediatamente, Amy y Damien se pararon, y, luego de que la primera me diera un leve beso en la mejilla, ambos se dirigieron hacia la computadora y pidieron a Wells que les mostrara toda la información que pudiera encontrar sobre Lightning, Bones y Tsunami, si queríamos ganar, lo primero que debíamos hacer era conocer a nuestros enemigos.

Sin embargo, había uno de nuestros enemigos sobre quien no íbamos a encontrar ninguna noticia, ni siquiera un indicio de su existencia, y sabía perfectamente quien era: Revan, quien parecía ser el archienemigo de nuestro Guardián Rojo.

Con esta idea en mente, me acerqué lentamente a Drake, quien, tras mi pequeño discurso, había comenzado a afilar sus sables, claramente preparándose para el próximo e inminente encuentro con nuestros enemigos.

Me senté directamente delante de Drake, y clavé penetrantemente mi mirada en él, sin embargo el pareció no prestarme mayor atención, sin embargo no me cabía duda de que la razón por la cual hacía esto era porque sabía lo que yo hacía allí y claramente prefería no hablar del tema.

Pero él sabía bien que podía ser bastante testarudo cuando quería saber algo, así que tras algunos segundos más dejo a un lado sus espadas y clavó su mirada en mí.

–¿Qué quieres saber? –preguntó, aunque ya sabía la respuesta.

–Todo lo que consideres importante –respondí, tratando de contener la gran curiosidad que estaba surgiendo en mi interior.

Drake lanzó un largo y exagerado suspiro y miró una vez más sus espadas antes de empezar a hablar.

–Revan era un miembro de El Ojo, y no sólo eso, era un Guardián Rojo, diablos, tal vez haya sido el mejor de todos los tiempos –comenzó a decir, con ojos brillantes, mi querido amigo–. A pesar de ser solamente cuatro años mayor que yo, en su corta existencia guio muchas veces a nuestros guerreros a batallar contra Los Shadow.

–¿Y qué rayos pasó? ¿Por qué lo odias tanto? –pregunté sin poder aguantar la intriga un segundo más.

–¿Te parece que termine de contar la historia? –respondió Drake en un tono desafiante y algo furioso– Revan no sólo es uno de los mejores guerreros que jamás hayan caminado sobre la tierra, también fue él quien me empezó a entrenar cuando cumplí mis seis años, pocos meses después de que mis padres murieran.

"Él me convirtió en lo que soy hoy, y es gracias a él que estoy vivo para contarte esta historia. Con el tiempo, nuestra relación se fue afianzando, ambos éramos huérfanos, y sólo nos teníamos el uno al otro, así que pasé a considerarlo como mi hermano, y me gusta pensar que él sentía algo parecido respecto a mí.

El tiempo pasó, y yo me volvía no sólo un mejor luchado, sino también más inteligente y hábil para rastrear a nuestros enemigos y darles un descanso eterno. Y fue gracias a esas habilidades que él me enseñó que descubrí la horrible verdad...

Raven siempre fue un infiltrado de los Shadow dentro de El Ojo, y durante todos sus años dentro de nuestra organización siempre se encargó de mover el foco de nuestra atención hacia actividades menos importantes, dejando a sus verdaderos jefes con el camino despejado para llevar a cabo sus verdaderos planes sin que nosotros nos enteráramos. Cuando me enteré de esto él intentó convencerme de que me uniera a él... pero me negué rotundamente.

Inmediatamente me vi obligado a matar a mi mentor... a mi hermano, sin embargo, tras una larga batalla, él logró atravesarme de lado a lado con su sable, y me dejo allí pensando que había muerto, pero todo mi odio y mi sed de venganza se apoderaron de mí y me obligaron a levantarme y jurar que haría que Revan pagara por todos sus crímenes y por traicionarme. Y eso es todo..."

La historia de Drake era realmente impresionante, y mientras la relataba me pude dar cuenta de que Revan todavía significaba algo para él, a pesar de todas sus promesas de venganza. Nunca había visto a amigo tan vulnerable como en ese momento, y sentí que tenía que decir algo para consolarlo, pero justo cuando iba a hablar pude sentir que Wells ya se encontraba aterrizando suavemente en nuestra guarida. Tal vez fue para mejor, Drake no era precisamente famoso por ser un sentimental.

Sin nada más que decir, me levanté y esperé junto a mis compañeros pacientemente mientras que la escotilla se abría. Antes de que esta llegara a bajar del todo, pude notar que Edward e Ian esperaban a que empezáramos a descender. Sin embargo, pude notar que Gladiador no estaba nada contento, y tampoco tenía razones para estarlo, así que ni bien puse un pie en el verde pasto que estaba a nuestro alrededor, el gigantesco héroe puso el grito en el cielo.

–¿¡Qué diablos creyeron que hacían!? ¿¡De verdad intentaron derrotar a un dios ustedes mismos!? –preguntó a todos en general, realmente enojado.

–No tuvimos demasiadas opciones –respondió Emma sin ningún tipo de miedo en su voz.

–Pudieron haberme dicho a donde diablos iban, tal vez así hubieran evitado que El Antiguo escapara de su jaula... podría haber mandado refuerzos, haber detenido todo esto antes de que empezara pero...

–¡Suficiente! –grité y el silencio se instauró en el grupo– Esto no nos sirve de nada... podemos discutir toda la noche sobre lo que hicimos y lo que deberíamos haber hecho, pero la realidad es que El Antiguo ya está libre, y debemos encontrar la manera de derrotarlo.

Por algunos segundos, la tensión se sentía fuertemente en el aire, pero rápidamente se fue disipando, y Gladiador hizo todo lo posible por tranquilizarse, tomando grandes bocanadas de aire. Desde su encuentro con Beast había quedado incapacitado para el combate, a pesar de que podía caminar de manera totalmente normal, así que simplemente se quedaba en la base, monitoreando todo junto a Ian y enviándonos a misiones alrededor de todo el globo, sin embargo se notaba que la vida de "oficina" no le sentaba muy bien.

A demás de esto, el perder a su único hijo, Jax, nuestro antiguo líder, hizo que se empezara a preocupar en demasía por que no saliéramos lastimados, y en cierta manera lo entendía, después de todo, éramos la única familia que él tenía, y él había sido casi un padre para todos nosotros.

Cuando todos estuvimos más tranquilos nos adentramos en nuestra oculta guarida y nos apresuramos a quitarnos los trajes y darnos una ducha. Había sido una larga noche, y realmente me sentí feliz cuando pude abrazar a Amy debajo de ese chorro caliente de agua.

Luego de algunos minutos, ya un poco más relajados, todos nos fuimos reuniendo silenciosamente en la sala principal, y lentamente uno por uno fuimos ocupando los asientos de la mesa redonda que se ubicaba justamente en el centro de la mesa.

Había pensado en llamar a mi madre y a mi hermana, tal vez para advertirles del terrible peligro en que estaba el mundo entero, pero creí que lo mejor era mantener la calma, y hacer que ellas se enteren solo en caso de que fuera totalmente necesario, después de todo, mi madre ya no estaba para aguantar semejantes presiones, y mucho menos Laurence.

Una vez que Ian llegó a la mesa y se sentó, el silencio continuo por algunos segundos, pero rápidamente me vi obligado a romperlo para plantear el enorme problema que teníamos entre manos.

–Bien, creo que todos estamos al tanto de la situación, pero un poco más de información no nos vendría mal –dije, y dediqué una mirada a Drake–. Con seguridad eres la persona que más conoce sobre El Antiguo en el grupo, así que... ¿Qué puedes decirnos sobre él? Historia, debilidades, poderes, lo que sea.

Todos clavamos la mirada en el Guardián Rojo, y este inmediatamente comenzó a exponer todos sus conocimientos sobre el tema.

–Como ustedes ya sabe, Los Antiguos son una milenaria raza de extraterrestres, que, tras la destrucción de su planeta, llegaron a La Tierra y plantaron la semilla de la vida aquí, sin embargo, uno de ellos, al cual nos estamos enfrentando, no le alcanzó con eso e intento recrear su mundo aquí, cosa que sus hermanos no permitieron, de manera que se desató una guerra que terminó con la encarcelación de El Antiguo rebelde, y la muerte de todos los de su especie –dijo Drake, volviendo a relatarnos la historia que Athan nos contó aquella vez en el Himalaya.

–¿Con qué intentó recrear su mundo aquí? –preguntó curiosamente Ian.

–De acuerdo con la historia, El Antiguo utilizó su enorme intelecto para construir con tecnología de su raza una máquina terraformer –respondió Drake.

–¿Hay posibilidades de que la vuelva a usar? Digo... ese sujeto dijo que iba a terminar lo que había empezado –inquirió Rachel, quien aún se encontraba algo nerviosa tras nuestro breve encuentro con aquella criatura.

–Imposible, sus hermanos destruyeron esa máquina antes de que pudiera terminar su trabajo –volvió a contestar Paladín.

–¿Y es posible que construya una con nuestra tecnología actual? –agregó Damien a la conversación.

–Las posibilidades de que eso pasen son escasas, ni siquiera yo tengo la tecnología suficiente para hacer eso –respondió Ian–. Pero nos estamos enfrentando a algo totalmente nuevo, así que no podría estar totalmente seguro.

–Aun así, quisiera que intentaras imaginar que componentes necesitarías para construir semejante maquinaria –le dijo Gladiador al joven Dolent–, si algo de eso es robado en alguna parte del mundo sabremos quienes fueron.

–Drake, tu deberías decirle a tu gente que salga del escondite que nos mostraste en el Himalaya, Kali aún mantiene todos los recuerdos de Felicity, y es probable que vaya a atacarlos en poco tiempo –sugirió Amy.

–Eso no es problema, trasladamos nuestra base a nuestro escondite en Los Andes –respondió el Guardián Rojo.

–Vaya, ustedes sí que tienen una fascinación por las montañas altas y heladas –comentó Damien, ganándose una furtiva mirada de Drake.

–Ahora ¿conoces alguna forma de acabar con la vida de El Antiguo? –pregunté, ese era claramente el tema más importante– Tú nos dijiste que sus hermanos dejaron tecnología alrededor de todo el globo... ¿alguna vez se encontraron con alguna especie de arma o algo para volver a ponerlo en su jaula?

–Me temo que lo de volver a ponerlo en su jaula es una opción que debemos descartar –dijo Ian y apoyó su mano sobre la mesa, e inmediatamente un holograma apareció del medio de esta.

En este holograma se veía claramente como la enorme ciudad que había surgido de lo hondo del mar, se caía a pedazos, hasta que finalmente sus escombros se perdieron en la profundidad.

–La buena noticia es que Doomsday funciona a la perfección –dijo Ian, y quitó la mano de la mesa, de manera que la filmación de uno de sus drones desapareció.

–Muy bien, eso está descartado, pero ¿existe algún tipo de arma para detenerlo? –inquirió Gladiador.

–No que yo sepa, pero realmente no soy un experto en El Antiguo, realmente nunca creí que iban a lograr liberarlo pero... Athan, Athan creció con las historias sobre esa bestia, si hay algo para detenerlo, él es la persona a quien debemos preguntarle –respondió Drake con mirada pensativa.

–Bien, entonces tenemos que hacerle una visita cuanto antes –dijo Amy.

Lentamente, todos comenzaron a levantarse de la mesa, como si todo ya estuviera dicho, pero yo decidí quedarme, y rápidamente todos parecieron darse cuenta, ya que se detuvieron inmediatamente y clavaron sus miradas en mí.

–Creo que hay que ir a buscarlo –dije por lo bajo, con la mirada clavada en la mesa.

–¿Qué? –preguntó Emma, quien claramente sabía a quién me refería.

–Vamos a necesitar toda la ayuda posible, y... –empecé a decir, pero rápidamente fui interrumpido por Gravity, quien alzó su voz de repente.

–Él decidió salirse, y no tenemos derecho a pedirle que vuelva, es su vida y ya ha dado demasiado por esta lucha –dijo Emma, algo enojada.

–También dijo que si necesitábamos ayuda, podíamos buscarlo –replicó Rachel.

–Dijo que iba a volver si lo consideraba necesario, así que no es nuestra decisión, no podemos simplemente aparecer y exigirle que regrese, y confío en que si realmente llegamos al punto de necesitarlo, él va a aparecer sólo –continuó Emma.

–Em, lo entiendo –dije mirándola–, entiendo que quieras mantener a Joel lejos de esto, y créeme, si no lo creyera necesario no estaría planteando esto, sabes cuánto aprecio a ese sabandija, pero realmente estoy asustado, esto es algo como nunca habíamos visto antes, y vamos a necesitarlo si esperamos salir adelante.

–Si realmente lo apreciaras no le estarías pidiendo que ponga en riesgo su vida porque estas asustad –respondió desafiantemente Gravity.

El silencio se apoderó de la sala, y si bien sus palabras me dolieron, aún mantenía mi posición, Joel era una parte del equipo, y era la mente más brillante que existía sobre el planeta. Si alguien podía encontrar una solución a todo este lío era él.

–Emma, lo siento, pero voy a tener que estar de acuerdo con Daniel y los demás en esto, necesitamos a Joel –dijo Gladiador en un tono conciliador–. Simplemente busquémoslo, y preguntémosle que es lo que él quiere hacer, si decide quedarse al margen de esta historia, entonces respetaremos sus deseos.

Gravity suspiró frustrada, todos sabíamos muy bien que había dos cosas a las que Joel no podía resistirse, y esas eran la aventura y la posibilidad de ayudar a otro, pero, viendo que todo el grupo excepto ella estaba de acuerdo en ir a buscar al joven Green, accedió a las condiciones impuestas por Gladiador, e inmediatamente Ian se abalanzó sobre su ordenador para encontrar a El Vigilante perdido.

Por algunos minutos, las pantallas de nuestro nuevo genio se llenaron de imágenes de todas partes del mundo, claramente estaba intentando que su poderoso sistema de análisis de rostro lo ubicara en algún lugar del mundo, pero tras algunos segundos de intensa búsqueda, no se obtuvo ningún resultado.

Claramente Joel no quería ser encontrado, y si había alguien que era capaz de esconderse de la tecnología, era él. Sin embargo, Ian Dolent era realmente temerario, y no se desanimó bajo ninguna circunstancia.

Tras dos o tres intentos fallidos, su cara se iluminó repentinamente, y empezó a tipiar más rápido que nunca. Rápidamente los videos fueron pasando, hasta reducirse a un pequeño grupo, que, tras un último análisis, fue reducido a uno solo, en el cual se veía una pequeña calle atestada por personas, e inmediatamente Ian comenzó a reproducirlo.

Miramos pacientemente los tres minutos de video cortados por nuestro genio, pero todos estuvimos igualmente confundidos al no poder ubicar a Joel por ningún lado. Tampoco notamos ningún corte en el video, ni nada que pareciera indicar que el video estuviera alterado.

–¿Y bien? ¿Ya lo encontraron? –preguntó arrogantemente Ian, con una amplia sonrisa en el rostro, y al ver nuestro desconcierto siguió inquiriendo– ¿Realmente no lo ven? ¡Está justo delante de sus ojos!

Miramos el video hasta tres veces más, sin ser capaces de comprender que era lo que estaba fuera de lugar, y si Ian no nos explicaba, probablemente Drake hubiera perdido la paciencia y habría sacado su afilada espada para exigir respuestas.

–En la mitad exacta del video... –dijo Ian, adelantándolo hasta ese punto– ¿Ven a ese sujeto?

Dicho esto, señalo en la pantalla un tipo delgado, con la cabeza rapada y que llevaba unos anteojos de sol, y que realmente no destacaba entre el grueso de la gente.

–Ahora vean esto –dicho esto, Ian adelantó el video sólo unos pocos segundos, y pudimos ver a exactamente el mismo sujeto pasando entre el grueso de la gente, otra vez, sin destacar para nada, sólo que esta vez hablando por teléfono.

–Entonces... el calvo tiene un hermano gemelo ¿Cómo nos ayuda eso a encontrar a Joel? –preguntó Damien, aún algo confundido.

–Nos ayuda porque ese tipo no tiene hermanos gemelos, ya lo comprobé –respondió Ian con una sonrisa en el rostro– y, porque este mismo fenómeno se produce con distintas personas en distintas cámaras a lo largo de toda esa ciudad.

Para demostrar que tenía razón, Ian nos mostró una serie de videos, en los que claramente se demostraba su teoría. A veces eran mujeres, otras veces hombres, incluso niños, pero todas estas personas parecían tener un clon totalmente idéntico que las seguía.

–Ahora, puedo afirmarles con seguridad que la segunda persona que pasa en los videos es Joel Green –dijo Ian aun sonriendo ante su descubrimiento–. El tipo es un genio, y está usando ese teléfono que vemos en cada uno de los sujetos, para copiar en la cámara la imagen de otra persona, claramente esto sólo es visible para la cámara de video, y no estoy del todo seguro de cómo lo hace funcionar, pero yo diría que simplemente tomando una foto de la persona que quiere copiar puede enviar esa imagen y corromper la cámara, haciendo que esta muestre en el lente lo que él quiera.

No me sorprendía para nada de Joel, era típico de él usar tecnología para engañar a otras tecnologías menos poderosas que las que él diseñaba.

Rápidamente, Ian volvió a escribir en su computadora, y la imagen que nos mostró en el primer video cambió, y esta vez veíamos claramente a Joel hablando por teléfono. Sin embargo, costaba un poco reconocerlo, ya que una incipiente barba había cubierto su cara, y había crecido bastante en altura y musculatura, pero solo bastaba mirarlo a los ojos para saber de quien se trataba. Dirigí mí mirada a Emma y noté que sus ojos brillaban un poco ante la imagen del hermano de su difunto novio, aquel a quien le había prometido proteger a Joel costara lo que costara.

–Bien, eso fue bastante genial –le concedió Damien a Ian–, pero aun no nos dices en donde diablos está Joel.

–Sólo quería que entendieran lo increíblemente complicado que fue encontrar a Joel –dijo Ian, mientras nos miraba complacido de sí mismo–. Su amigo está en El Cairo.

Pensé por unos momentos que diablos era lo que estaría haciendo nuestro amigo allí, y rápidamente me di cuenta, y me terminé por sentir un tonto, pues debería haberlo sabido desde un principio.

Joel estaba allí, por una sola razón, y no era para ocultarse. El joven Green estaba allí por una bella mujer, y su nombre era Sandy.