7. El plan

Una vez más tuve que soportar el ensordecedor ruido de la puerta al abrirse, y aguantar todas las miradas puestas en mí, todas excepto la de Felicity, lo que supongo que estaba bien, yo tampoco podía mirarla a la cara después de lo que acaba de pasar. Para ese momento todos se encontraban sentados alrededor de la arruinada mesa, menos mi padre y Edward. Cuando finalmente me senté, el padre de Jax dirigió una larga mirada a todos los presentes y tomo una gran bocanada de aire.

—Muy bien, ahora que estamos todos, es momento de empezar.

—Como tenemos a uno nuevo, creo que es conveniente repasar todo lo que tenemos hasta el momento —dijo mi padre, a lo que todos respondieron asintiendo con la cabeza, excepto Malcom, quien suspiró exageradamente, ganándose más de una mirada de desaprobación—. Muy bien entonces...

—Daniel, ‒comenzó Edward— como ya sabes, nosotros somos la Insurgencia, nuestro objetivo es restaurar la libertad derrocando el gobierno totalitario instaurado por el ser más poderoso que habito este planeta desde Apocalypto.

—Este grupo está formando personas que se cansaron de las opresiones de Cíclope y no está dispuesta tolerar por un segundo más contribuir a un régimen que exprime a las personas hasta la muerte, pero creo que necesitas saber un poco más de cada uno de nosotros —continuó mi padre—. Ya conoces mi identidad de Archer, y deberías saber que Edward, durante la época dorada de los héroes, fue conocido bajo el nombre de "Gladiador", en su adolescencia estuvo en prisión, lugar donde fue sometido a una droga experimental que le otorgó fuerza sobre humana, la cual decidió utilizar para el bien de los demás, este lugar donde estamos solía ser su base de operaciones.

—Al resto ya los conoces —dijo el padre de Luke reclamando nuevamente la palabra—. Mi hijo Luke, descubrió mi identidad por accidente y decidió que quería seguir mis pasos; Los hermanos Green eran unos huérfanos de este barrio que un día tu padre descubrió robando comida de un camión del gobierno para repartirla entre las casa de los más necesitados y decidió traerlos; Emma es hija de uno los altos funcionarios del gobierno, recientemente escapó de su casa debido a... unos problemas con su padre, y fue dada por muerta, pero en realidad nosotros la encontramos y la ayudamos; Malcom y Felicity son los únicos dos que tenemos en el grupo que nacieron con poderes, Malcom es capaz de controlar el fuego a voluntad, don que utilizó básicamente para molestar a los soldados y escaparse cuando lo perseguían; Felicity, como ya pudiste comprobarlo, tiene una fuerza sobre humana y es capaz de afectar su propia gravedad, confiriéndole el poder volar, sin embargo desconocemos su origen... y ella también, fue entregada a un orfanato cuando era bebé y nunca supo nada de sus padres ni de ningún pariente.

Por primera vez desde la pelea levanté la vista para mirarla. Por su rostro pude darme cuenta de que no le gustaba que hablaran de ella, y mucho menos de algo tan personal como eso. Se notaba a la legua que era un tema sensible para ella, y todos lo sabían, razón por la cual decidieron terminar la charla ahí.

—Bien, suficiente con las presentaciones —declaró mi padre—. Doctor Wells, es hora de que discutamos el plan.

De repente todas las miradas estaban puestas sobre el desgastado Científico, quien con toda paciencia empezó a hojear una carpeta que tenía delante de él, y luego se levantó de su silla haciendo un esfuerzo impresionante, por un minuto creí que su cuerpo no iba a poder soportarlo y se iba a desplomar nuevamente sobre su asiento.

—Bien, el plan no es demasiado complejo, pero si es arriesgado —comenzó diciendo el científico con su voz ronca que delataba que alguna enfermedad que le estaba consumiendo los pulmones—. Sabemos que Cíclope no sale de su palacio a menos que sea totalmente necesario, que no es muy a menudo, razón por la cual es necesario que provoquemos un alboroto tan grande que lo obligue a salir a la luz. La información que nos iba a ser entregada por el señor Murphy sobre los experimentos en los campos de concentración pudo haberlo logrado... —se tomó un momento para dedicarme una mirada, y nuevamente sentimientos de culpa surgieron en mí—. En fin, una vez que Cíclope salga a la calle vamos a utilizar esto, —dijo mostrando el plano de alguna especie de arma— para inutilizarlo.

El silencio ocupó nuevamente la sala, evidentemente todos estaban tratando de procesar el plan, y sinceramente parecía sencillo, pero aun así, había una pregunta que el profesor no respondió y que casi con seguridad estaba molestando a más de uno. Como para confirmar mis pensamientos Jax se adelantó y expuso las dudas que me surgieron.

—Si Cíclope es tan poderoso, no veo como un arma puede ayudar a detenerlo —comentó, mirando primero los planos y luego al viejo científico—. Me imagino que a algún genio ya se le habrá ocurrido dispararle hace veinte años, y todos sabemos que eso no funciono.

—Está en toda la razón, joven Luke —respondió Wells, mientras una sonrisa se formaba en su rostro—. Pero esta vez no le vamos a estar disparando simples balas, le vamos a estar disparando proyectiles de Marcum, el metal más extraño del planeta y la única debilidad conocida de Invictus... por lo cual esperamos que tenga los mismos efectos sobre Cíclope.

—Si bien el plan parece sencillo —continuó mí padre—, hay que tener en cuenta que solo tenemos una posibilidad, ya que solamente tenemos suficiente Marcum como para un solo proyectil, y no debemos perder de vista que Cíclope cuenta no solo con el ejército más grande que la tierra haya visto, sino que también tiene antiguos Guardianes y un gran grupo de supervillanos apoyándolo y, si lo que el señor Murphy nos informó es cierto, es posible que los experimentos con los prisioneros tengan el propósito de crear más personas con poderes al servicio del régimen...

—Y ahí es donde entra en juego la iniciativa Nuevos Héroes... Como ustedes saben —dijo Edward dirigiéndose a nosotros, los más jóvenes—, Alex y yo ya estamos casi entrando en los cincuenta, y si bien nuestras habilidades se mantienen, ya no podemos luchar con la misma eficacia con la que lo hacíamos cuando éramos jóvenes, y mucho menos podemos enfrentarnos a algo tan global como es esto, razón por la cual, es necesario que otros surjan para tomar nuestro lugar —concluyó Gladiador.

—El Doctor Wells desarrollo una droga que va a otorgarle habilidades... especiales —soltó de repente mi padre tratando de sonar lo más tranquilo posible, pero notaba en su voz que había algo que le molestaba— a aquellos de ustedes que no tengan poderes, dándoles la posibilidad de equiparar un poco la pelea en contra de las legiones de Cíclope.

—Sin embargo hay un problema —dijo Howard, como para confirmar mis sospechas sobre que algo atormentaba a mi padre—. Esta nueva droga... si bien estoy absolutamente seguro de que les va a otorgar nuevas habilidades, no puedo decir concretamente qué habilidades puede darles... Lo que quiero decir es que, como de este "experimento" pueden salir los humanos más poderosos de la tierra, también ocurrir una catástrofe.

—¿Qué sería "una catástrofe" para usted? —se adelantó a preguntar Kevin, al ver la cara que su hermano ponía al escuchar la descripción del Doctor Wells.

—Me refiero a que hay alguna posibilidad de que alguno resulte muerto... o peor...

—¿Peor que muerto? —preguntó con incredulidad Jax.

—Si... Puede ser que, tras el experimento, vivan, pero terminen transformados en... para ponerlo de manera sencilla, podrían terminar como monstruos. Desearía poder perfeccionar más la droga, pero si Cíclope está creando súper humanos en los campos de concentración, entonces tenemos menos tiempo del que esperábamos —explicó el anciano—. Si Cíclope logra crear superhumanos a su antojo, que le sean totalmente leales, sería imparable.

Nuevamente un silencio pesado se arrastró dentro de la habitación. Los hermanos Green se pusieron pálidos, Emma estaba temblando, e incluso Jax tenía un semblante serio que casi lo hacía parecer otra persona. Por mi parte podía sentir las gotas de sudor rodando por mi cara. La tensión en la habitación era demasiado evidente, y que todos estuvieran mudos no hacía nada para arreglarlo.

—Muy bien —recomenzó Edward, apoyando sus enormes manos en la mesa—, ya todos fuimos informados del plan, y los riesgos, ahora todo queda en manos de ustedes.

El antiguo héroe nos dedicó una mirada a cada uno de los que no poseíamos poderes.

—Ustedes son los que deben decidir si quieren tomar el riesgo, o salirse de todo esto, y deben saber una cosa: si optan por la última opción, no los culpamos... fueron lo suficientemente valientes como para venir hasta aquí y por eso ya estamos agradecidos. En una semana se va a llevar a cabo el experimento, tienen hasta esa fecha para pensarlo, dicho esto, doy por terminada la reunión.

Si bien era hora de que nos paráramos y volviéramos a nuestras casas, Jax, Emma, los Green y yo no nos movimos de la mesa. Debíamos tomar la decisión más importante de nuestras vidas en menos de una semana, y una vez hecha no habría marcha atrás...

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