Capítulo 1: Ochako.
Sus ojos son tan brillantes como las estrellas en plena penumbra nocturna, de un color verde que solo puede compararse con el césped recién cortado.
Lo conozco prácticamente desde que me mude a este pueblo ¿Su nombre? No lo sé, solo se que es una persona completamente misteriosa para mí, solo puedo decir que es un año mayor que yo y eso puedo explicarlo gracias a que también estudia en la misma universidad que la mía en una clase avanzada.
Desde hace casi dos años cruzamos miradas por los pasillos, el suele sonreír de una forma intensa mientras que yo me sonrojo de formas estúpidas sin poder corresponder a su sonrisa ¿acaso es tan difícil acercarse a una persona y decirle "Hola, ¿mi nombre es Ochako Uraraka?" Pues es evidente que sí.
Pueden llamarme loca, pero a veces cuando estoy distraída en los pasillos siento que él me observa. Incluso cuando estoy en clase, lo cual es extraño ya que no coincidimos en ninguna.
En fin, mis días son prácticamente así, en los que me oculto de él por vergüenza a dirigirle una palabra mientras que por otro lado siento curiosidad sobre su persona, como si tuviéramos una conexión inexplicable... o tal vez debo dejar de leer libros de fantasía.
El pueblo donde vivimos, se llama Stepwood y es el lugar más aburrido en la faz de la tierra, la gente tiende a ser bastante común sin nada interesante para conversar y es por eso que no tengo tantos amigos aquí a pesar de que vivo desde prácticamente toda mi vida, hace precisamente dieciocho años.
Un fuerte aroma a vainilla y caramelo envuelve el ambiente de la ciudad, por supuesto que es algo sumamente normal en el lugar más popular del condado gracias a sus "Gallewoods" que son prácticamente galletas de vainilla con chispas de caramelo, cuya fama es tan grande que incluso en una buena temporada suele venir muchísima gente a visitar solo para comprarlas.
Sin embargo, quienes somos habitantes de este lugar aquel aroma dulce ya nos resulta bastante nauseabundo, es decir la popo de un perro me parece más interesante que ese empalagoso aroma.
En fin ¿Qué estaba contando? Ah sí, estudio en la Step Wood Universiy, queda a unas calles de mi hogar. Es un edificio completamente enorme, con unas escaleras de aproximadamente setenta escalones en subida para poder ingresar a la entrada principal.
Su arquitectura parece un templo de dioses griegos, aunque en realidad solo es una simple institución en la que las personas de este horrendo pueblo intentan formar un futuro. Y digo horrendo pueblo porque siento que mi futuro va mucho más allá de este lugar ¿Alguna vez les ha pasado? Porque yo siento que no pertenezco aquí, la gente me mira como si yo fuese una criatura extraña ¿Es por mi cabello? ¿Es por mi manera de vestir? ¿o tal vez porque siempre opino diferente que mis profesores y se los hago saber? Sea cual sea el motivo, siento que no logro encajar aquí.
Mis días en la universidad son bastante normales, tengo la rutina de comprarme un café de la máquina expendedora. Voy a la biblioteca por una o dos horas a leer libros sobre criaturas mitológicas, mientras que las otras tres horas me la paso encerrada en un enorme salón con más de ochenta alumnos escuchando a un profesor que intenta imponerme sus ideas retrogradas.
Si no fuera por mi mejor amiga Momo Yaoyorozu los días serian aburridos, ella es mi única amiga en todo este caos de adolescentes con hormonas alborotadas que intentan convertirse en adultos cuerdos para lograr un futuro brillante.
Sí, repito mucho la palabra futuro ¿No lo creen? Es que simplemente me espanta, tener dieciocho años y estar parada en un pueblo en el que no encajo y no poder imaginarme viviendo en ningún otro lugar y el solo imaginarme trabajando en la horrenda fabrica de Gallewoods o siendo una comerciante en este pueblo simplemente es algo que me espanta.
Este día en particular, mi profesor está dando clases sobre las mujeres en la antigüedad, las funciones que cumplían en la sociedad y el nivel de machismo que se abarcaba en ese entonces. Por supuesto que ahí estoy yo levantando mi mano dispuesta a discutir como todas las clases, pero fue entonces... que escuche la voz de dos de mis compañeras del fondo del salón susurrar.
-¿Acaso puede ser más rara?
Un susurro que llego a mi como una fuerte ventisca me hizo reaccionar, baje mi mano y me levante de mi asiento saliendo del salón sin decir más. A pesar de que suele valerme madres lo que las demás mujeres opinen sobre mi persona, no pude evitar sentirme completamente triste ¿Cómo es posible estar tan sola y no darme cuenta de ello? ¿Cómo es posible no encajar en el único lugar que se supone es mi hogar?
Como voy tan concentrada en mis pensamientos me doy cuenta que me golpeo contra alguien, al levantar mi cabeza mi mirada se encuentra con aquellos penetrantes ojos verdes de los que suelo huir y a la vez adorar en secreto.
-Lo siento ¿Estas bien?
Él es el primero en hablar, se está disculpando por mi torpeza y yo siento que me voy a derretir.
-Estoy bien, perdón no me fije mientras corría.
-¿Vas a la biblioteca?
¿Cómo lo sabe?
-¿Cómo lo sabes?¿Tan obvia soy?
-Te he observado, Ochako Uraraka.
Al decir mi nombre mi piel se erizó y sentí como mis pupilas se dilataron de repente ¿Acaso todo este tiempo mis sensaciones eran ciertas?
-No se tu nombre.
-Con el tiempo tal vez lo sepas.
No puedo evitar sentir curiosidad sobre su persona, después de todo es la primera vez que hablamos desde que me mude a este horrible pueblo.
-¿Puedo saberlo?
-Puedo mostrarte si quieres, sígueme por favor.
Camina en silencio hacia la biblioteca, no entiendo absolutamente nada de lo que esta sucediendo ni porque está dirigiéndome la palabra, pero aun así decido seguirlo hacia la biblioteca.
Caminamos entre los grandes estantes de libros, lentamente hacia una parte que luce completamente luminosa, entonces él voltea y me observa dedicándome una sonrisa que parece bastante macabra mientras siento mi cuerpo completamente inmóvil.
Se acerca lentamente hacia mi oreja, susurrando lentamente.
-Despierta.
Entonces abro mis ojos a gran velocidad y me doy cuenta que estoy en mi habitación en plena oscuridad y que todo fue un sueño. Traigo mi cuerpo sudado, como si hubiese salido a correr, es la última vez que leo fantasía y mitología antes de dormir, por el amor de dios.
Esa mañana desperté con más ojeras que de costumbre, no pude descasar bien después de ese extraño sueño. Peine mi cabello frente al espejo con ayuda de mis dedos, me vestí con un bello vestido color gris, tome mis libros y los arroje con fuerza dentro de mi mochila intentando que cierre de alguna manera.
Baje las escaleras prácticamente rodando, estoy llegando tarde a la primera clase del día. Mi madre preparo un desayuno, me está mirando seriamente esperando que me siente a comer con ella ¿Cómo explicarle que no tengo tiempo? Bueno, en aquel momento creía que en cualquier momento de mi vida podría sentarme a desayunar con ella como si nada. Pero eso no viene al caso porque aún no he llegado al momento en el que me encuentro ahora mismo.
- ¿Otra vez llegas tarde a la STU?
Su mirada acusadora era todo lo que necesitaba para terminar de atrasarme hoy.
-Sí, me quede dormida.
-Ochako ¿Otra vez te desvelaste leyendo?
Sí, como mi madre lo indico mi nombre es Ochako Uraraka, nombre que me pusieron en honor a mi tátara abuela materna quién fue acusada de bruja desde hace muchos años atrás (sí, una tierna y hermosa historia). Era de esperar que yo saliera con cierta admiración por los mitos y las creencias mágicas ¿No creen? Aunque a mi madre no le gusta demasiado que consuma esa clase de lectura.
-¿Qué estabas leyendo?
-Cosas para la universidad, por cierto, madre se me hace tarde.
-Deberías desayunar.
-Lo sé- Agregue llevándome uno de los wafles que mi madre preparo - Te veo luego- intente responder con la boca llena y sin decir más corrí en dirección al garaje de mi casa por mi bicicleta.
No puedo eliminar ese sueño de mi mente, estoy constantemente pensando en la sensación que me produjo. No suelo tener miedo a absolutamente nada y sin embargo, me levante completamente asustada como si hubiera visto una especie de monstruo, es decir mi vecino... aquel chico tan lindo cuyo nombre desconozco tiene la sonrisa mas dulce que he conocido ¿cómo es posible que con un estúpido sueño lo imagine de una forma macabra? Definitivamente debería ir al psicólogo.
No me doy cuenta mientras voy con mi mente ocupada y me golpeo contra alguien en el pasillo dejando caer mi mochila en el suelo, sin mirar contra quien me golpe decidí agacharme para recoger mis cosas. Después de todo, en este pueblo la gente tiende a ser bastante mal educada y no disculparse por este tipo de cosas.
Al levantar mi mirada choque contra sus ojos, me di cuenta que a quien me había encontrado era ese chico que ha sido mi vecino por años. Mi corazón late muy fuerte, y quisiera decir que es por la emoción de que es un buen momento para hablarle, sin embargo, tengo miedo... su mirada me da mucho miedo ¡Maldita pesadilla!
-¿Estas bien?
Pregunto él extendiendo su brazo para ayudarme a levantar, sin embargo, decido levantarme por mi propio medio, asiento con la cabeza mientras me doy media vuelta y continúo caminando mientras me tiemblan las manos.
Ingreso dentro del salón donde tengo mi primera clase del día, estoy en silencio esperando a Momo para contarle sobre mi horrible pesadilla, sin embargo, noto que alguien ocupa el lugar que estoy reservando para ella.
Dispuesta a discutir con aquella persona con el ceño fruncido me doy cuenta que mi vecino esta sentado en mi lugar ¿¡Cómo es eso posible si no cursamos materias juntas!? No puedo evitar dar un gran salto por el susto que recibo al cruzar mirada con sus intimidantes ojos verdes.
-Este lugar está reservado.
Intento mantenerme seria y no perder la compostura.
-¿Acaso te hice algo?
Carajo.
-Este lugar esta reservado para mi mejor amiga.
Sueno super hostil, pero por dentro estoy super nerviosa.
-Ya veo, pero ya comienza la clase y por lo que veo ella aún no ha llegado.
Responde apoyando su codo sobre la mesa mientras apoya su cabeza sobre la planta de su mano con una media sonrisa.
-Siempre llega tarde, a demás tu no cursas esta clase.
Quede como una maldita Stalker.
-¿Acaso me has observado, vecina?
Es evidente que sabe quién soy.
-Vivo al lado de tu casa desde hace años y prácticamente te cruzo por los pasillos, a demás conozco a la mayoría de los que cursan esta materia conmigo.
-Dime el nombre de alguno de ellos.
Esta desafiándome, que fastidio.
-Momo es una de ellos.
-Sí ya entendí, tu amiga. Pero... ¿Cómo se llama el muchacho de allá?
Interrogo mientras con su dedo acusador señala a uno de los chicos de delante mío ¿Cómo mierda se supone que lo sepa? Si prácticamente no me gusta conversar con nadie de este pueblo.
-Se llama Luís.
- ¿Ah sí? ¿Y si apellido?
Parece divertido, no me agrada a pesar de tener una mirada completamente angelical y adorable.
-Luis Jonap.
Él comenzó a reírse a carcajadas mientras que yo decido fulminarlo con la mirada y es que es la primera vez que decidimos hablarnos en estos años y ahora me doy cuenta que parece ser un papanatas al igual que todos los integrantes de este maldito pueblo.
-Su nombre es Denki Kaminari, si ni siquiera sabes como se llaman tus compañeros no puedes estar segura de que yo no curso esta materia contigo, a no ser que seas una Stalker de mi vida.
Es un maldito engreído.
-Bien, no lo conozco ni a él ni a nadie. Pero no me interesa si compartes esta clase conmigo o no solo quiero guardar este lugar para mi amiga en paz.
-Esta bien gruñona, te devolveré el lugar cuando tu amiga aparezca, pero primero respóndeme algo...
-¿Qué?
-¿Te llamas Ochako Uraraka, verdad?
Mi piel se eriza al escuchar que menciona mi nombre, al igual que sucedió en mi pesadilla. Sin embargo, trago saliva e intento responderle con la máxima naturalidad posible.
-¿Y yo soy la Stalker?
-Eres mi vecina, era obvio que sabría tu nombre ¿Me dirás que tu no sabes el mío?
-A decir verdad, no lo se.
-Pues... si quieres saberlo- Agrego acercándose a mi oreja en un tono susurrante-¿Qué te parece si te lo digo cuando estemos camino a la biblioteca?-
Siento mis pupilas dilatarse, me tiemblan las manos ¿Estoy soñando de nuevo?
-¿Qué te hace creer que quiero ir a la biblioteca contigo?
-¿Eres tonta o qué?¿No oíste al prefecto?
Repentinamente reaccione, mis compañeros del salón están saliendo del aula en dirección a la biblioteca.
-No estaba escuchando porque tu no parabas de molestarme.
-El prefecto aviso que tenemos la clase en la biblioteca, deberías ser más atenta torpe.
Agrego levantándose del asiento.
-Por cierto- Agrego antes de darme la espalda y continuar caminando- Mi nombre es Izuku Midoriya.
Luego de eso continúo caminando sin volver a dirigirme la mirada, mientras que yo sigo estúpida observándolo mientras me tiembla el cuerpo. Hasta que mi mirada se cruza con la de Momo , por fin maldita sea ya me sentía muy incómoda.
-¿Se puede saber dónde estabas?
Gruñí.
-Estaba en la biblioteca, me llego un correo de la universidad avisándome que la clase sería ahí.
-En mi bandeja de entrada no hay nada, que extraño ¿Me mostrarías ese correo?
Momo me mostro su email desde su móvil, efectivamente era un mensaje avisándole que la clase se dictaría en la biblioteca de la universidad, sin embargo al observar el destinatario encontré algo muy sospechoso "SpucampusAmidoriya.com" ¿Arroba el apellido de Izuku? ¿Acaso el tuvo algo que ver?
-¿Te encuentras bien? Deberíamos ir al salón, la clase comenzó hace un tiempo.
Interrogo mi amiga.
-Momo, hable con mi vecino.
-¡Oh por dios! ¿Ya sabes su nombre? Esto es muy emocionante.
-Es extraño... a noche soñé con él y desde entonces tengo miedo de mirarlo a la cara ¿suena tonto verdad?
-Sí pero vamos a lo importante ¿Cómo se llama? ¿Lo invitaste a salir?
-¡Claro que no! Se llama Izuku, y no es mi tipo definitivamente. Es muy engreído , como todos los estúpidos hombres de este horrendo pueblo.
-Tu siempre le encuentras defectos a la gente, claro a excepción de mi que soy la mejor amiga de todo el puto universo.
-Por supuesto, eres la única que vale la pena aquí.
Después de una larga y densa tarde de clases por fin puedo caminar en dirección a mi bicicleta para irme a mi casa a descansar. Mientras que intento eliminar el candado de la rueda siento que me observan, al levantar la mirada me doy cuenta que efectivamente los ojos de mi odioso vecino están sobre mi mientras esta apoyado contra la pared con una estúpida sonrisa.
-¿Vas a casa?
Imbécil.
-Sí.
-¿Quieres que te lleve?
-No gracias.
-Si cambias de opinión estaré en el estacionamiento en la parte de autos, Stalker.
-No me llames así, imbécil.
Se alejo mientras reía de forma irónica, no puedo creer que estuve tantos años intrigada por su persona. Lo que tiene de lindo lo tiene de bruto, sin duda el mal de Stepwood lo tienen casi todos sus integrantes.
Cuando por fin logro eliminar el candado de la cadena de la bicicleta decido montarla, claro hasta que me di cuenta que la rueda delantera esta pinchada ¿Es en serio? Solté un suspiro de frustración, si sabia que esto me iba a pasar le hubiese pedido a Momo que me alcanzara a mi casa.
Es obvio que no quiero pedirle ayuda al papanatas de mi vecino, sin embargo, es obvio que esto no es coincidencia así que camino en dirección al estacionamiento. Él esta fumando un cigarrillo mientras se apoya sobre el capo mientras que con su mano libre revisa sus redes sociales.
-Si fuiste tú, te juro que te cortare las pelotas.
Gruño echándole la culpa de todo.
-No te creas tan importante, Stalker. Hace un rato vi a Katsuki Bakugou pinchar tu rueda y las de algunos más, sabía que necesitarías mi ayuda.
-¿Por qué mierda no lo detuviste entonces?
-Porque esto es algo que tiene que ocurrir.
Susurro de forma misteriosa.
-No me interesan los motivos que tú dices, llévame a casa.
-¿Olvidas la palabra mágica?
-En este estúpido pueblo nadie dice por favor.
-Y es por eso que eres amargada, Stalker.
Sonrió mientras abría la puerta del acompañante para que yo suba, me he comportado muy hostil todo el día con él. Tal vez es solo una persona que intenta ayudarme o ser mi amigo y yo con mi estúpido carácter lo estoy tratando indiferente por una estúpida pesadilla sin sentido.
Por suerte estamos solo a unas calles de mi casa, así que el viaje fue bastante corto. Izuku va en silencio mientras escucha música, el mismo estilo de música que suele gustarme a mi así que me dejo llevar también y por primera vez admiro el pueblo mientras lo recorro en su auto.
-Ahora pareces más dócil.
Agrego rompiendo el silencio.
-Estoy muy cansada, fue un día largo de clases.
-¿Qué harás esta noche?
-¿Esta noche? Es miércoles Izuku, planeo leer libros y dormir temprano ¿qué más crees que puedo hacer?
-¿Salir como una adolescente normal?
-Es miércoles.
-Hay fiesta todos los días, es solo que tienes que conocer los lugares indicados para ir.
-Pues no, solo planeo quedarme leyendo.
-¿Qué te gusta leer? A demás de mis redes sociales, Stalker.
-Nada importante, solo leo cosas fantasiosas sobre mundos míticos y criaturas sobrenaturales.
-Me interesa ese tipo de lectura ¿has aprendido algo interesante sobre alguna criatura en particular?
-Hay muchas, a decir verdad.
No puedo creer que esta conversación fluya.
-Aunque disfrute conversar contigo y noto que tienes tantas ganas de hablar conmigo debo decir que ya llegamos a tu casa, pequeña Stalker.
-¿Tan obvia soy?
-Sí, en fin, me alegro de haberte traído... ¿Quieres ir a una fiesta esta noche?
-¿Estas invitándome a salir? A penas me conoces.
-Relájate velozcita , solo te invito a divertirte un poco ya que considero que tus planes para esta noche son bastante típicos.
-Los prefiero, antes que estar embriagándome con gente estúpida.
-Es un buen punto, en fin, espero que algún día accedas a venir a divertirte conmigo, si quieres mañana puedo pasar por ti y llevarte a la universidad de nuevo.
-¿Por qué eres amable conmigo? Es decir, vivimos en la misma calle hace años y jamás te habías ofrecido o me habías dirigido la palabra.
No puedo evitar preguntarlo, este pueblo me ha hecho muy desconfiada.
-Pues... digamos que desde a noche tuve curiosidad sobre tu persona.
Estoy un poco en shock ¿Desde a noche? Quiero preguntarlo, pero nuevamente recuerdo ese horrible sueño y me quedo petrificada así que solo lo saludo de lejos y me bajo del auto prácticamente corriendo a la puerta de mi casa.
Esa noche fue muy extraña, no podía conciliar el sueño. Intente leer y tampoco podía concentrarme, aún no soy consciente de todo lo que paso en este día. Por primera vez en toda mi vida mi rutina se rompió, estoy acostada en la oscuridad y por alguna extraña razón continúo sintiendo la mirada de Izuku sobre mi a pesar de que él no está aquí.
Otra noche sin poder pegar un ojo, pero si de algo estoy segura es de que mi vecino tiene muchas coincidencias relacionadas al sueño que tuve a noche ¿Sera posible que solo sea mi imaginación?
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