CAPITULO 78
Van varios días en estos meses que he visto a Alonso de mano de Ximena, su embarazo ya está bastante avanzado y eso me duele.
-Yo pude darle un hijo antes y ahora él no estaría con ella... pude hacer algo y... él estaría conmigo... no pasara, él ya no es mío... pero tampoco será de ella.
Saque otro cigarro y lo encendí... solo quería olvidarlo todo. Pero recordar lo que tenía que hacer y él porque me lo impedían. Me levante y volví al edificio. Llegue y mire a Marcus, el dueño del edificio. Era un chico de más o menso 25 años, alto, piel blanca y cabello negro.
-Hola Marcus.
-Hola preciosa.
-No me digas así-quite mi capucha dejando ver mi cabello mojado-. ¿Cómo vas?
-Todo tranquilo... hey te ves mal ¿no quieres que llame a un medico?
-Y ¿Con que lo pagaría? ¿Sexo? No, gracias Marcus.
-En serio, me estoy preocupando por ti, además tú quisiste hacerme eso para que te dejara quedar aquí.
-Sí, en un sótano.
-No podía darte una habitación sin paga.
-Eres el dueño si quisieras lo haría s.
En eso una pareja llego y me tuve que hacer a un lado. Seguía fumando mientras el tipo me veía de arriba abajo.
-¿Se te perdió algo?
El tipo solo se rio y abrazo a la chica a su lado y se retiro con ella hacia una habitación luego de hacerme una señal obscena.
-Cerdo.
-¿Eh?
-Nada-me levante de la silla donde estaba y camine hacia la puerta-...
-Oye... la habitación 32 en el piso dos está libre.
-Y ¿Cómo esperas que te pague?
-Ya sabes.
-Entonces me quedo en el sótano.
Salí del motel y me dirigí al callejón para poder entrar pero él me siguió.
-Déjame en paz Marcus.
-Solo quiero hablar.
-Ajam-entre-...
-En serio-entro detrás de mí-. Vaya, esto es un basurero.
-¿Qué esperabas? Es un sótano.
-Oye-se sentó en el colchón-... te he oído...
-¿Qué?
-Lloras por las noches, golpeas los muros, tienes un arma, dime... ¿A quién quieres matar? Y no digas que a nadie.
-suspire profundamente dejándome caer a su lado-... Es una larga historia. Además no entenderías.
-Tratare.
-Había una vez una chica dolida, abusaron de ella varias veces. También había un chico, él trato de ayudarla... y se enamoro. Pero la chica tonta no sabía cómo llevar una relación y creía que si le daba celos con alguien más lograría que él se quedara a su lado. El chico la dejó.
-Entiendo.
-Ella... busco las maneras más tontas de recuperarlo. Inclusive involucrarse con un tipo que... la hizo perder la cordura, no de la manera romántica, la maltrataba, la violaba, ella poco a poco... el dolor ya no le dolía, la tristeza ya no la hacía llorar, la comida no la satisfacía y el sexo era una tortura-me levante de su lado y me acerque a una pared-...
-¿Quién es ese chico?
-Alonso... te juro-me arrodille frente a él-, te juro que no hago esto por obsesión, yo lo amo, es en serio.
-Tranquila... si pasaste por todo esto porque... no buscas ayuda.
-No necesito la ayuda de nadie... estoy bien.
-Está bien, calma... y ¿Qué planeas hacer?
No se lo digas, te llamara loca y no te conviene.
-Solo... lo asustare un poco, solo quiero acercarme de nuevo a él.
-Mm, ya veo-dijo no muy convencido-... Bueno, debo volver a la recepción, descansa ¿Okey? Ya sé que casi no duermes-se levanto y acaricio mi cabeza-. Hasta mañana.
Se dio media vuelta y se fue.
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