263. Solución con desventajas

 —¿Eeehhh? ¿Me lo dices en serio, bruja? No juegues con mis sentimientos, que puede que esté muerto, pero eso ni significa que esté muerto por dentro —dijo Lorenzo mirando fijamente a Muma con aquellos que ardían fieramente.

—Primero, no me llamo bruja sino Muma. Espero que te acuerdes, esqueleto. Y segundo, no estoy bromeando. El último hechizo del libro es uno que te permite teletransportarte de un lado al otro —dijo la boca hipopótamo y le enseñó la página en donde nacía el susodicho encantamiento, página cubierta por una letra pequeña y complicada, acompañada del dibujo de una mujer que, atravesando un portal, iba de un árido desierto a un bosque frondoso.

—Ya veo, ya... Y por cierto, yo no me llamo esqueleto. ¡Soy Lorenzo! Aunque ahora que lo pienso ese nombre no me gusta demasiado, ahora no tengo pintas de Lorenzo y uno bien puede argumentar que la muerte no es más que un nuevo nacimiento. Vamos, que no me llames Lorenzo. Tengo que buscarme un nuevo nombre, ¿pero cuál? —se preguntó el esqueleto, pero en aquellos momentos su cerebro se encontraba vacío de ideas.

Muma ni siquiera escuchó el primero nombre del esqueleto, nombre que lanzó a la basura sin miramientos, pues se encontraba demasiado ocupada leyendo el hechizo y terminó con un chasquido de lengua.

—Nos vamos a poder ir de aquí, ¡pero desgraciadamente no podremos elegir el destino!

Las llamas de los ojos del esqueleto se redujeron hasta convertirse en dos puntos de color rojo.

—¿Entonces para qué molestarse? Quizás lo mejor sea quedarnos aquí y ya está, ¿para qué luchar contra el destino cuando él no quiere que degüelle al mentecato de Zaltor?

—Mejor fuera que aquí, idiota. El que escribió el libro dijo que no quería gastar demasiado espacio con un hechizo complejo de teletransporte, así que puso una más o menos cutre. Resumiendo, acabaremos en un lugar en donde haya alguien que necesite ayuda —dijo Muma, nada contenta con ese giro del encantamiento.

—¡Pero eso es genial, Muma! Gente que necesite ayuda... ¡Gente que necesite ayuda! ¡Creo que ya sé cuál es mi destino! Ser de nuevo un agente del bien, recuperar el orgullo de ser un Hijo del Sol, ayudar a los necesitados y exterminar a los malvados —rugió el esqueleto y recuperó la intensidad de las llamas, que fluían con voluptuosidad de las vacías cuencas oculares.

—Ya, pero yo solo quiero dos cosas en la vida: darle su merecido a Zaltor y estar junto a Muma. ¿Para qué quiero ayudar a la gente? —refunfuñó.

—Amiga mía, cuando era un desgraciado que quería matar a todo el mundo no te creas que era demasiado feliz. No, que va... era un desgraciado y por eso usé ese adjetivo. Pero ahora que sé que no soy un asesino de mujeres, estoy más contento...

—Cállate la boca que voy a poner en marcha el hechizo este —dijo Muma, arrancando de la Corona de Margaritas un pedazo de magia y poniéndolo sobre la página del hechizo. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top