el pecho empieza a apretarme fuertemente, no quiero ver aquella escena, me causa repulsión y la odio tanto tanto.

No sabes cuánto.

Apretando mis manos en un puño intento ir hacia aquella habitación donde está mi novio con su ex novia conversando para poder separarlos y decirle aquella mujer víbora que ese hombre ya no era suyo.

Pero ¿realmente lo era? Pensándolo bien el nunca la dejo formalmente solo se fue para dejar ese lugar que ya no consideraba su hogar ni un lugar donde ya no la consideraba el amor de su vida.

Y donde me conoció, pero acaso ¿aún guardara aquellos sentimientos? De solo pensarlo me causa tanto daño y siento que podría morir en cualquier instante.

¿Yoongi me amaba o solo era su lugar de escape por un tiempo para volver a lo de antes?

Sin seguir con mis pensamientos empiezo avanzar hacia aquella habitación pero una mano delicada se posa sobre los hombros dejándome parado. Miro hacia atrás y veo a la señora Min con una sonrisa.

— No lo ves aún Jimin — frunzo el ceño y niego hacia ella — este es el mundo de Yoongi aquí es donde debe estar ahora y para siempre junto aquella bella dama que ves — miro hacia las agujetas de mis pastillas y cierro los ojos — no donde estás tú — trago grueso y la miro — no puede ser el mismo cuando está contigo, no le gusta esperar, no le gusta salir a la feria con gente tan corriente, no le gusta salir a ningún lado y menos contigo que por cierto ya debes darle vergüenza por el como te vistes, tu rostro, tu cabello mal teñido, tú... cuerpo tan gordo y deforme dios hasta yo sentiría pena por ti — las lagrimas empiezan a aparecer con gotas tristes deslizándose por sus mejillas — debes volver a la realidad Jimin —

Ella mira hacia la habitación donde estaban Minsoo y Yoongi con una cara sonriente y lentamente me da vuelta. El corazón empieza a latir con una rapidez inigualable y dios se cumplió lo que menos quería.

Aquellos dos se estaban besando.

— Donde claramente no estás tú y jamás lo estarás — ella sigue con sus palabras ofensivas e hirientes.

Y tiene razón. No estoy en la realidad de Yoongi porque somos totalmente distintos. Apretando los puños fuertemente me doy vuelta donde ella y la encaro.

— De acuerdo vieja decrépita ganó— ella se ofende abriendo la boca y los ojos — gracias a usted no volveré a estar en la vida de Yoongi, pero sabe que aliviado estoy por una parte por no volver a ver su cara asquerosa nunca más en mi vida, espero esté muy contenta cuando se de cuenta que su linda bella dama que usted tanto dice está con usted solo por su sucio dinero y se muera de la vergüenza cuando le quite todo cuando se case con Yoongi, su linda vida hecha de rosas se ira a la mierda cuando todo esto suceda y no sabe la alegría que me da eso — pausando un momento miro por última vez a Yoongi y sonrío — le deseo lo peor en este mundo adiós —

Con una sonrisa corro hacia la habitación que me estaba quedando guardando con rapidez mis cosas y mirando por última vez aquellos días que estuve en este infierno.

Todos los guardias me odiaban, los sirvientes me odiaban, las mucamas, las nanas y todo aquel lugar me odiaba.

¿Para que seguir ahí? Estaba tan claro todo.

No fue una experiencia para repetirla porque se que esté no es mi mundo y nunca lo será.

Antes de salir de aquella gran mansión espero unos segundos para ver si Yoongi me persigue y quiera explicarme lo sucedido, espero con ansias su llegada pero nunca llegó.

Eso me aclara totalmente todo. El no estuvo enamorado de mi y recién me di cuenta. Aquel cuento de hadas se había terminado.

Yoongi se separa de Minsoo y la mira con un asco totalmente.

— !¿Que mierda haces eh?! — la separó con fuerza de mi lado y me doy vuelta queriendo salir de esta habitación asfixiante.

Cuando veo a mi madre afuera de la habitación mirando hacia la salida del lugar. ¿No puede ser ella vio todo esto? Miro hacia donde está Minsoo y la veo seria mirando a mi madre.

¿Pero porque no está sorprendida?

— ¿Qué haces aquí? — mi madre se asusta y me mira. — ¿tú planeaste esto? — ella empieza a tartamudear y la sangre me empieza a hervir en furia.

Ellas querían arruinar mi relación con Jimin maldita sea porque tuve que seguir a Minsoo en su puro juego.

— Son unas víboras no quiero volver a ver sus caras nunca más me escucharon — ellas se miran mutuamente y la sangre me hierve mucho más.

Intento salir pero Namjoon aparece de la nada y me sujeta de los hombros con fuerza llevándome hacia una silla. Lo miro confundido.

— Namjoon que ocurre maldita sea — cuando me levanto el me empuja nuevamente.

— Cierra la puerta con llave para que no salga Namjoon — escucho la voz de mi madre y abro la boca.

Veo salir a todos y corriendo me voy hacia ellos pero solo me cierran la puerta en la cara fuertemente. — ¡Heeey déjenme salir! ¡Puta mierda! —

Golpeo lo más fuerte la puerta de la habitación, empiezo a patearla cada vez más fuerte pero esta no quiero ceder. Porque esto no me huele a nada bueno.

Jimin donde estás amor mío, que está pasando.