Matías Recalt
Estaba en la estación de trenes de Madrid, ayer fue la gala de los Goya y por culpa de los aviones, ya que yo estaba haciendo unas prácticas de trabajo en Holanda, no pude llegar a tiempo para ir a la gala con los chicos. Me dio muchísima pena perderme este momento importante para Mati. Encima ganó el premio a Mejor Actor Revelación y nos dedicó el premio a su padre y a mí. Todavía me acuerdo cuando en el proceso de casting, me llamó para darme la terrible noticia. Después de la gala estuvimos hablando durante horas y le pedí perdón mil veces por no haber estado allí, de veras que me sentía fatal. Sabía que no estaba enfadado conmigo pero yo me sentía muy mala persona.
A lo lejos vi como los chicos empezaban a llegar y fui a recibirles, Enzo y Bayona fueron los primeros en abrazarme y en contarme un poco de la experiencia. Juani y Agustín estaban todavía muy empanados porque se durmieron durante el viaje y no asimilaban que yo había venido a sorprender a Matías. Por fin entró Mati en la sala que les había puesto el equipo para no lidiar con las fans y sin dejarle casi ni apartar sus cosas, me lancé a sus brazos. Enterré mi cara en su cuello y a ambos se nos saltaron las lágrimas. A mí por verle y que todas mis emociones con respecto a ayer salieron y él, porque no se esperaba que yo estuviera allí. Nos separamos y cogí su cara entre mis manos.
—Mati, de verdad que lo siento —llorando—. Estoy muy orgullosa de ti, tenía que haber estado a tu lado.
—Eu, ni se te ocurra culparte. Vos sos lo mejor que tengo y nada me hará cambiar de opinión. Lo de ayer fue un quilombo con la aerolínea y ya está. Te amo demasiado como para enfadarme por esta idiotez —me besó y me abrazó aún más fuerte—.
Con esta escena, nos dirigimos al hotel, todavía tenían que estar una semana más en Madrid así que me quedé con ellos. Me acogieron estupendamente cuando Mati me llevó al set y me presentó como su novia, eso que nos llevábamos más de tres meses cuando empezaron a rodar, se habían convertido en unos grandes amigos para mí. Al principio, Matías se preocupó por mi trabajo ya que llevaba 2 días sin ir y él pensaba que me podrían despedir.
—Tenés que irte, ¿qué dirán en tu trabajo?
—Si quieres me voy —dije mientras me encaminaba hacia la puerta dejando al argentino sentado en la cama de la habitación con la cara descompuesta por mi respuesta.
—No no no. No quise decir eso —me alcanzó y se arrodilló en el suelo agarrando mis muslos—. Sabés de sobra que sos lo mejor que tengo. Solo que no quiero que te echen la bronca en el trabajo —subió por mi cuerpo hasta llegar a estar cara a cara—, si por mí fuera vivirías viajando conmigo y sin preocuparte por nada.
—Te adoro pero yo no quiero ser una mujer florero, además —le abracé por el cuello— he pedido un mes de vacaciones, te recuerdo que me las debían.
—¿Un mes? No voy a estar en Madrid un mes.
—No estás entendiendo nada Mati. Después de estar en Madrid, vas a ir a casa de tu madre —le miré—. En Argentina.
—Claro, y luego te prometí acompañarte a Holanda, después de un mes —se quedó bloqueado hasta que por fin lo entendió—. Madre mía, vas a venir a Argentina conmigo. ¿Estás de joda? No, no lo estás. Te amo tanto, sos el amor de mi vida enserio.
Agarró mis mejillas y mientras nos besábamos, caímos en la cama. Empecé a reír ya que él me hacía cosquillas y dejaba pequeños besos en mi cuello.
—Mati, por favor —no podía parar de reír— para por favor. No puedo respirar —Matías paró de hacerme cosquillas y equilibró nuestras caras para estar a la misma altura.
—Te amo muchísimo. Me hace refeliz que me acompañes a casa. Mi madre te va encantar y la comida —su cara expresaba un brillo que no había visto nunca—, cielo la comida te va a encantar. Estoy tan emocionado.
—Yo también te amo Mati, eres el mejor novio del mundo. Nadie se había emocionado tanto porque yo fuera a estar a su lado.
—¿Estás loca? Voy a pasar a tu lado lo menos 2 meses seguidos y encima 2 semanas después de que me vaya, volvés a España y no será tanta distancia.
—Hombre cielo, de España a Argentina sigue habiendo distancia —me abracé a su pecho.
—No me jodás el discurso por favor te pido —besó mi frente y apretó el abrazo.
Pasado un tiempo estando abrazados, empezamos a besarnos, lo que fueron unas caricias y besos cortos, se transformó en besos largos, apasionados y caricias duras. Por parte de Mati, mi culo estaba más amasado que un pan y mis manos no se separaban de su pecho. Nuestras respiraciones empezaron a entrecortarse y el argentino aprovechó la situación para introducir su lengua en mi boca. Sus manos apartaron mis bragas y me masturbó mientras seguía encima de mí. Nuestros gemidos se silenciaban con nuestros besos y algunas marcas que dejaba en su hombro. Estábamos de puta madre hasta que Juani y Enzo entraron por la puerta.
—Hola muchachos —menos mal que la habitación tenía un gran pasillo antes de llegar a la cama y nos pudimos apartar para fingir—. ¿Qué andan haciendo?
—Nos estábamos quedando dormidos —dijo mi novio mientras se levantaba a saludar a sus amigos—. Se va a quedar un mes más, me acompañará a Argentina.
—¿Qué decís? —Enzo me abrazó para celebrar la noticia—. Eso es increíble. Vístanse y salimos de joda para celebrar.
—Dale, nos vemos en recepción al rato.
—Chao.
Los dos amigos salieron de la habitación y camino a la suya frenaron para comentar lo que habían visto.
—¿Se piensan que somos pelotudos?
—Matías tenía un chupón de acá a China, y ella estaba roja como un tomate.
—Ambos temblaban y no por metiche pero Mati tenía una tienda de campaña en el pantalón.
—Ay Enzo, no seas marrano —río Juani.
—Haremos como que no pasó nada.
Holiiiii, primero que todo perdón a cualquier persona que le pueda ofender. He leído varios fanfics de Mati y me he quedado con algunas expresiones, pero no aseguro que sea perfecto. Tenía muchas ganas de escribir sobre él y así ha resultado. Os quieroooo
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top