Capítulo 22
Estaba en mi habitación leyendo la lista que había hecho con los
con los posibles candidatos, ya Malfoy había subrayado los que serían futuros mortifagos.
Escuché como tocaron la puerta, pero no me levanté de mi cama, las otras chicas estaban ahí, me sobresalte al ver como abrían las cortinas de mi cama de forma rápida.
—Dulzura —canturrio mi novio sonriendo.
—Por las barbas de Merlín, me vas a matar de un infarto Sirius —murmuré y le arrojé una almohada.
Él rió mientras la esquivaba, se sentó en mi cama y cerró las cortinas.
—Hals tienes que tomar un descanso de todo esto, recuerda que al fin y al cabo eres solo una adolescente —mencionó Sirius quitandome la lista de las manos.
—Por favor Black, no estoy para juegos, Albus fue muy amable en darme los espedientes de los estudiantes, tengo que leer bien quien podría ayudarnos, esto es importante —susurré para que las chicas no me escucharan y traté de quitarle la lista, pero el estiró el brazo.
—Nonono mi pequeña, hoy solo seremos dos estudiantes normales de gryffindor, así que quitate tu pijama, ponte mas bonita de lo usual y salgamos de aquí —sonrió y abrió las cortinas.
Me quejé y rodé los ojos mientras buscaba que ponerme.
_____
—Por las barbas de Merlín, Sirius ¿a donde me llevas? —pregunté confundida.
Sirius había atado un pañuelo en mis ojos y me llevaba a no se dónde.
—Vamos primor, es una sorpresa —dijo divertido mientras agarraba mis manos para guiarme.
—Sirius Black te juro que si me caigo en la próxima vez que duermas te quedaras calvo —gruñi.
Seguimos caminando unos minutos, hasta que Sirius paró, me quito el pañuelo y vi confundida los jardines
—¿Vinimos a ver los jardines de noche? —pregunté haciendo una mueca.
—No tonta, esta es tu sorpresa —dijo y caminamos hasta ver su motocicleta —. Te llevare a una cita a un restaurante muggle, se lo difícil que han sido estos meses desde que te enteraste de la profecía, pero enserio mereces un descanso de esta locura —dijo agarrando mi cintura.
Sonreí enternecida y besé su mejilla
Sirius me guió a la motocicleta, él se subió primero y luego me ayudó a subirme, me agarré de su estómago mientras veía como nos elevabamos.
Cerré los ojos, ya que le tenía un poco de pánico a que Sirius estuviera conduciendo, aumento la velocidad, así que me agarré de forma fuerte para no terminar cayendo, este rió de forma divertida.
Luego de unos minutos, vi como llegábamos a las "calles muggle", ya era de noche, así que no teníamos que preocuparnos porque nos vieran.
Sirius aparcó frente a un pequeño restaurante, se veía bastante acogedor.
—Es una pizzeria, vine con Cornamenta una vez, la comida es deliciosa —dijo cuando nos sentamos.
—¿Cuando viniste con mi hermano? —pregunté curiosa.
—Fue un día en vacaciones de tercero, según James tu estabas en casa de la loca ravenclaw —se encogió de hombros.
Lo vi seria y le di un golpe en la cabeza, haciendo que este se quejara.
—Se llama Pandora, no seas grosero Sirius, ella es una de mis mejores amigas —lo vi seria.
—De acuerdo, de la no cuerda Dora —rió.
—Sigue con esos chistes y te quedaras sin novia —reí sarcástica.
Este negó y sonrió.
Luego de pedir una pizza de pepperoni, esta llegó a los minutos.
Sirius y yo reíamos contandonos historias, luego de unos minutos trago un pedazo de pizza y me vio serio.
—No quiero que estos momentos acaben —murmuró tomando mi mano.
—Lo sé Sirius, tengo miedo, no entiendo porque de todos los magos posibles, yo tengo que ayudar a vencer al señor tenebroso ¿qué tengo que ver yo en esto? ¿por qué soy una pieza importante para vencerlo? —murmuré —. Además, sigo sin entender bien la profecía ¿hasta que él llegue? ¿quién es él? —lo vi confusa.
—Yo tampoco entendí ¿tu tienes que ayudar a vencerlo, pero él será el que lo maté? ¿quién carajos es él? —dijo haciendo una mueca —. ¿La persona que te dio la profecía no te dijo algo más? —preguntó.
—No, sólo sabía sobre mí, hasta le pregunté a Albus, pero este tampoco sabía nada —me encogí de hombros.
—¿Eso significa que tenemos que hacer de héroes hasta que él llegue? eso es estúpido —rodó los ojos.
—Al parecer será así —asentí cansada.
—Bueno, no importa, en cada paso que des no estarás sola, siempre estaré a tu lado para ayudarte, que la profecía diga lo que quiera, nosotros lo venceremos —dijo agarrando mi mano mientras la apretaba suavemente.
Me acerqué a mi novio y besé cortamente sus labios.
—Gracias por esto Canuto, por absolutamente todo, no sabes cuanto te quiero —sonreí enternecida.
Este sonrió con amor y me abrazó.
—Estaré para ti hasta que me lo permitas mi pequeña Jade, te quiero tanto —murmuró besando mi cabeza.
_____
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top