—Necesito hablar contigo —mencionó Snape al verme salir de la clase de historia de la magia.

—No tengo nada que hablar contigo —dije pasando a su lado, chocando su hombro.

—Yo... solo quiero agradecerte, por lo que hiciste por Lily y por mí —dijo apenado.

Levanté una ceja y paré de caminar, él se puso frente a mí.

—¿Solo eso? —pregunté cruzando los brazos.

—Y lamento haberte tratado mal aquel día, solo quisiste ayudar y fui un completa idiota —murmuro y asentí con una pequeña sonrisa.

—Me deberás un favor —dije y él asintió.

—¿Que necesitas? —preguntó curioso.

—Eso puede esperar, solo recuérdalo —dije y besé su mejilla para irme.

Caminé al bosque, necesitaba relajarme.

Me senté en una roca mediana y vi los árboles, eescuché un ruido, me levanté y vi al lado.

—Lo siento, no quise asustarte Hals —mencionó Dora saliendo detrás de un árbol —. Estoy buscando torposoplos —dijo enseñándome unos divertidos lentes.

—¿Torposoplos? ¿qué es eso? —pregunté curiosa

—Son pequeños invisibles que se menten por tus oídos y confunden tu cerebro. Tienes uno en tu cabello —dijo y asustada mire hacia arriba mientras quitaba lo que fuera que sea eso —. Listo —dijo y suspiré.

—Necesito saber más de las criaturas, si quiero trabajar en el departamento de regulación y cuidado de criaturas mágicas —mencioné suspirando.

—Bueno, tengo un libro lleno de información de estas criaturas, mi familia a cuidado de este libro durante años, estarían felices de que te ayude —dijo y tomó mi mano para correr a su habitación.

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Veía interesada el libro mientras caminaba por los oscuros pasillos.
Debía estar en las habitaciones, pero quería leer así que voy camino a la torre de astronomía.

Subí las escaleras, pero paré al escuchar unos ruidos.

Alguien estaba llorando. Subí despacio y vi a Sirius llorando con la cabeza entre sus piernas.

Por Merlín nunca había visto a Canuto llorar.

Me acerqué y me senté junto a él, abrazándolo, él se sobresaltó pero al ver que era yo me devolvió el abrazo.

—¿Qué ocurre? —pregunté suavemente mientras frotaba su espalda.

—Halston.. no... no es nada  —suspiró bajando la mirada.

—Vamos, no estas llorando por nada, dime que te sucede —dije limpiando sus lágrimas.

—Estoy harto de mis padres, desde que entré a Gryffindor he sido la burla de la familia Black, la deshonra, un bastardo. Estoy harto de que siempre feliciten a mi hermano, Regulus aquí, Regulus allá, simplemente ya no puedo estar en esa casa —dijo desahogándose.

Lo vi impresionada, nunca lo había visto en ese estado. Siempre se portaba tan fuerte.

—No tienes que volver —dije y él frunció el ceño.

—No tengo donde quedarme, no puedo dormir en mi motocicleta, sería incómodo —mencionó sorbiendo su nariz.

Reí divertida y besé su cabeza.

—Te equivocas, puedes vivir con nosotros —dije y él me vio sorprendido.

—¿Qué? no —dijo negando.

—¿Por qué no? mamá te adora —contesté sonriendo.

—Pero es diferente pasar las navidades ahí, que pasar a estar todos los días en su casa —dijo y acuné su cara entre mis manos.

—Te lo diré de está forma Sirius Orion Black, no te lo estoy preguntando, te irás a vivir a nuestra casa, en las navidades llevarás tus cosas y serás parte de nuestra familia —ordené seriamente.

Él me vio impresionado.

—Tendré que hablar con Cornamenta  —murmuró y alejé mis manos.

—Sabes que dirá que si —admití sonriendo.

—¿Que haría sin ti? —preguntó y besé su mejilla tiernamente.

—No, que haría yo sin ti —dije y él me abrazó.

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