𝐂apítulo ⅩⅩⅩⅤⅠ: puerco, cochino, marrano
Corrió hasta donde su amigo Fishlegs trabajaba. Era una temporada alta en enfermedades, pero curiosamente, su sanatorio estaba solo.
—Soy un pervertido. —declaró, luego de haberle contado la vergonzosa situación.
—Eres hombre, Hiccup. Nuestros instintos son carnales. Que seas el vikingo más débil de la aldea no te hace menos hombre —Hiccup lo miró con los ojos entrecerrados —. Bueno. Eso cambió. Pero para todos eres el mismo.
— ¡Pues sí! —emitió, alterado —. Pero debo dejarla tranquila... ¡el dragón no puede despertar cada que amamante a mi bebé!
—De hecho, podrías ser de muy buena ayuda. Los primeros días los bebés sacian su hambre muy rápido por lo pequeño que es su estómago. Eso querrá decir que Astrid tendrá repentinas ocasiones los senos llenos de leche —rebuscó entre sus cosas —. Si nadie succiona esa leche, dolerá. Y le puede incluso causar Mastitis.
— ¿Eso es?
—Obstruye el ducto por donde pasa la leche. Es muuuuy doloroso —enfatizó y le entregó un frasco con un líquido viscoso y amarillento —. No sabes cuántas mujeres llegan con este problema durante la lactancia. Había estado aplicando pomadas, pero nada dio santo remedio hasta que pensé como hombre...
— ¿Pensar como hombre? —levantó una ceja.
—A unos les pareció una fantasía tremendamente sexy. Otros no tanto, pero era lo único que le daría mejora —señaló el líquido espeso —. Te recomiendo que succiones sus senos cuando el bebé todavía no pida leche. ¡Pero cerciórense bien que esté satisfecho! porque si tomas esa leche, deberán esperar otro rato en que vuelvan a llenarse.
— ¡¿Estás loco?! Eso es... —meditó un rato. Se sentía un cerdo por sentirse atraído a esa práctica —. Dioses, ¡eso es jodidamente excitante y enfermo a la vez! —comentó, con culpa.
— ¡Eres su esposo! ¿Cuál es tu maldito problema? ¡Ah! primero estimula. Masajea sus pechos. Y cuando sorbas, no lo hagas como una bestia desaforada. Lento, como bebé. Ya que, la leche sale a demanda. Los sorbos de los bebés son pequeños y delicados, por eso sale la leche que él requiere. Pero si succionas como adulto, terminarás por tener una vaca, y no una mujer.
— ¿Y para qué es el agua de limón con piojos? —Fishlegs rodó los ojos.
— ¡No es agua de limón! Y qué bueno que me recuerdas... ¡Sin falta debe Astrid untarse ese dote! Desinfecta sus pechos y los deja limpios para que vuelvan a ser comestibles.
— ¿Para el bebé o para mí?
— ¡Para el bebé, Hiccup! ¡No debe estar en contacto con tus babas! Que un adulto mame a su mujer era una práctica insalubre para el bebé. Pero en vista que solo eso calma el dolor y evita la Mastitis, tuve que rebuscar en hierbas medicinales.
Hiccup negaba. ¿Era buena idea seguir los consejos de Fishlegs? En realidad, no mentía. A su mente parecía algo verdaderamente excitante. Pero también le era incómodo apropiarse del alimento de su hijo. Aunque ese par de pechos solo eran prestados.
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Regresó a su casa. Al parecer, ya habían instalado a Astrid en su habitación. Hicieron una limpieza a la casa de pies a cabeza.
Ella descansaba plácida en la cama, durmiendo. Revisó el moisés de Nuffink y se espantó al ver que su bolita no estuviera ahí. Pero antes de alterarse, trotó a la sala y lo encontró.
Su madre lo tenía en sus brazos y lo miraba con mucho amor. Es que el pequeño era una verdadera belleza.
—Oh, hijo —se levantó con el bebé en brazos —. Siento si te asusté. Astrid debe reposar al menos estos dos días. No debe cargar cosas tan pesadas aún —miró a Nuffink, dormido —. No pesa tanto. Pero es un esfuerzo para ella.
Procedió a darle un beso en la frente y seguido, acarició sus pómulos con ternura.
—Gracias por cuidarla. ¿Y Zephyr?
—Con Oliver, hijo —comentó, desanimada —. Sé que no hay mejores manos que las de su tío... pero no permitió que nosotros la cuidáramos. Piensa que, si algo le sucede a su sobrina, nosotros volveremos a callar...
—Ay, no —bufó —. Madre, ¡me sorprende que tú y Heather se dejen por un berrinche de Oliver Hofferson!
—Es un buen chico, Hiccup —expuso, con una mirada firme —. Además, creo que Heather... —calló.
— ¿Qué? ¿Qué Heather qué? —Valka suspiró.
—Creo que lo ama...
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Heather se estaba quedando en la casa de Berk de Oliver, junto con Astrid y Zephyr. Se había prometido mantenerse ahí mientras Astrid la necesitase, pero no podía quedarse mucho tiempo más.
La indiferencia del muchacho le dolía todos los días. Ser testigo de cómo no le dirigía la palabra, de cómo esa amistad que estaba floreciendo simplemente marchitó.
Es que ella sentía que ambos iban por los mismos caminos, por la misma dirección... Nunca se había permitido abrir su corazón de esta manera. En nadie confiaba ciegamente como en él y en ninguna otra persona posó tantas esperanzas e ilusiones.
Heather... nunca llora. Y ahora sus ojos eran un diluvio. Quería ir hasta donde él y arrancarle la cabeza. Hacerlo ver del daño que le estaba provocando.
Simplemente, creyó que después de tanta búsqueda, encontró el hombre ideal. Y no, no se apresuró. De hecho, por nada del mundo aceptó que empezaba a sentir algo por él, hasta que este pleito se presentó.
Ya estaba preparando sus cosas. Ahora que Astrid se reconcilió con Hiccup, posiblemente ella sería un estorbo. Como siempre lo ha sido. Con sus padres. Con su hermano, su esposa Mala y sus hijos... ella solo era una arrimada. Con Fishlegs. Astrid. Hiccup. Berk.
Heather sentía que no terminaba de entender que ella solo sería huésped de muchos lugares, pero ninguno sería su hogar.
—Despídeme de Zephyr. —Llegó y soltó. En su rostro había únicamente frialdad.
— ¿Qué? —cuestionó, extrañado del semblante de Heather. Siempre había sido un tanto seria, pero nunca de esta manera —. Por... ¿Por qué no lo haces tú? —preguntó, titubeante.
—Odio las despedidas —se abrazó a sí misma —. Y adiós, Oliver —Se despidió, duramente.
—Eres patética, ¿sabes?
Él era explosivo. No era justificable. Sin embargo, eso cargaba en su personalidad. Deseaba que con todos esos insultos a su persona la hicieran aborrecerla. Pero por más que ella haya hecho algo que no le gustó, por más defectos y más consecuencias que ve en ella, no se retiraba esa molesta atracción. Lo mejor es que ella se fuera. Y que se fuera odiándolo.
— ¡Cierra la boca! —gritó, llorando —. ¡Estoy harta de tu trato! ¡Sí, Oliver! ¡Te oculte algo muy importante, pero ya estoy cansada! ¡Y fui más tonta por pensar que lo entenderías! —se iba a retirar, hasta que recordó muchas cosas atoradas en su mente. Dio un paso atrás y lo miró de nuevo —. No solo eso, ¡me arrepiento cada segundo de haber dejado crecer un sentimiento así! ¡Lo detesto! ¡Detesto cada momento en que te abrí mi corazón y me enamoré de ti! —Al percatarse de lo soltado, abrió los ojos con sorpresa. Sin embargo, ya nada la detenía. Ya no tenía miedo. Esto ya no era posible.
Sin explicación alguna, salió.
Y él comprendió que no era esta manera en la que las cosas debían terminar.
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—Lo siento, jefe... —Snotlout tomó una bocanada de aire —. Liv está muerta.
— ¡¿Qué?! —gritó el matrimonio.
Salto juerte de escena xd. Pinshe capítulo está más tutifruti que mis playlist de música. Comedia, ternura, drama, insensibilidad xd.
Sí, sí. Yo sé. Quiero darle "misterio" a la reacción de ambos, pero preferentemente de Hiccup.
Por cierto, ocupaba decidir las facciones de Oliver Hofferson (sí tengo planeado) pero me gustaría saber, ¿cómo se lo imaginan ustedes? es decir, color de cabellos, ojos, complexión uwu.
Los estaré leyendo uwu.
Pd: perdón el título. Siempre intento ser suuuuper profesional con mis historias, pero los memes me pueden. Más adelante sabrán por qué se llaman así los capítulos uwu.
Pd2: ¿quién entendió el albur del dragón? xd
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