Narradora

Año xxxx   hora desconocida

Xxx: joven amo a dónde nos dirigimos -decia mientras se adentraban en uno de los largos pasillos del subterráneo de la mansión una zona por la cual casi no se habitaba y se negaba el paso a cualquiera ya fuera de la familia o no -

Ciel: silencio Sebastián y camina -ordena serio el joven conde mientras cargaba una linterna que le ayudaba en su camino-

El pequeño conde y Sebastián se dirigían a un punto específico de la mansión que estaba justo en lo profundo el subterráneo ubicado en aquella mansión, al llegar el conde se detuvo delante de una gran puerta polvorosa y de apariencia antigua y tocó puerta de la punta de su dedo delineando una suave y delicada línea en su superficie

Ciel: la puerta está muy dañada no es como la recuerdo -menciono observando dicha puertas que se encontraba dañada y con algunas telarañas- Sebastián as algo con la puerta intenta dañarla lo menos posible, hay algo importante dentro que quiero ver

Sebastián: ¿algo importante?

Ciel: si Sebastián, mis padres nunca me dejaron pasar de esta puerta, nunca me dijeron que había dentro,pero eso cambia hoy, SEBASTIAN ABRE LA PUERTA ES UNA ORDEN -Decia quitándose el parche de su ojo-

Sebastián: yes my lord

Después de lo sucedido Sebastián comenzó a abrir la puerta, al poder ingresar en aquella habitación, Ciel entro y encontró algo que nunca se hubiera imaginando.
En su interior de aquella habitación se podrían  apreciar muebles muy empolvados y algo viejos pero la habitación de mantenía con aire que parecía fresco aún estando en las profundidades en dónde ni siquiera había ventanas que pudieron trasmitir ese recurso, el conde al observar un poco más de cerca apoyándose de la poca luz que podría producir aquel objeto, se acerco a la que parecía  ser una cama que estaba en el centro de la habitación, al acercarse un poco noto algo fuera de lo común, era lo que parecía ser un bulto en la mitad de la superficie plana tapado completamente

Ciel: pero que es esto -decia sorprendido cuando retiro la suave sabana de seda descubriendo lo que posaba en aquella cama-

En la cama se encontraba postrada una joven que parecía tallada en la piedra más fina y hermosa que jamás había visto con una expresión calmada que demostraba como si solamente estuviera disfrutando de un gran y profundo sueño, su fina silueta y pequeña estatura era lo que más resaltaba del pequeño ser, parecía que estuviese dormida a pleno día o en lo que para ella era pudiera ser su noche eterna gracias a la oscuridad, su vestimenta consistía en un camisón largo hasta los tobillos de colores obsidiana brillantes que lograba relucir gracias a su larga y suelta melena.

Ciel: ahora que me pongo a pensar... esto tiene más de 30 años aquí abajo encerrada en dónde nadie puede verla ¿cual era el propósito de conservar esto en donde nadie la puede ver?- decía incrédulo -

Sebastián: Usted sabía algo de esto joven amo

Ciel: casi no, mis padres nunca me quisieron explicar nada reservaban demasiadas cosas, nada más me dijeron que encontraron algo raro hace más de 30 años y decidieron ponerlo en el sótano después de exhibirlo en una fiesta, pero nunca supe que ocultaban, ¿Creo que alguna vez fue un humano? Está demaciado detallada para poder llegar a realizar algo a tan nivel y conserva algo de calor en sus mejillas

Sebastián: siendo sincero joven amo,  creo que sí pero no podría determinado con exactitud , tiene una apariencia tranquila pero nada fuera de lo común y no siento ninguna onda de calor saliendo de cuerpo, no podría se un demonio ya que no tiene energías demoníacas desprendiendo de ella y mientras indicios alrededor de la habitación, pero tampoco en un angel, si es que fuera algo ya no se encuentra vivo o este bajo un encantamiento que la mantenga dormida, pero hasta donde yo conozco ninguno petrificada a su víctima

Ciel: bien ya está decidido, Sebastián prepara el carruaje iremos al puedo con undertaker y recoje esa cosa que está en la cama no me quiero ensuciar