Calipso (PJo)
Calipso estaba feliz en el campamento, ayudaba en los campos, ya que estaba acostumbrada a cuidar las plantas, se hospedaba en la Casa Grande y tenía su propio cuarto, aunque lo que más amaba era escabullirse para ir al bosque, ella adoraba ir al bosque.
Se le daba bien esquivar a las arpías.
Pero aquella noche, sería la última que veria el bosque.
Como siempre, estaba en el puño de Zeus, aunque seguía sin entender el nombre, era una roca bastante cómoda para observar la naturaleza.
Estaba tranquila, era una noche fresca, sin nubes, estrellada y sin monstruos.
De repente, oyó una voz femenina, suave y dulce, sintió unas ganas incontrolables de encontrar a su dueña.
Corrió a través del bosque, paso árboles y arbustos que conocía al dedillo, pasó arrolló y claros, se sentía confundida, la voz parecía cambiar de dirección, sus sentidos se sentían a tintados, no oía nada más que la canción que entonaba la voz hipnótica. No veía nada más que árboles y el camino, olía el rocío y las hierbas.
Antes de que se diera cuenta, estaba en mitad de la nada, en un claro, un lago lo ocupaba casi en su totalidad, y una chica enmascarada sentada de espaldas al lago, mirándola fijamente, esperándola.
Algo le dijo que esa chica era peligrosa pero entonces la enmascarada volvió a entonar la canción y toda señal de peligro desapareció, Calipso se acercó a ella, encantada, y medio dormida.
La chica se levantó gracil y lentamente.
Calipso la siguió hacia el lago, quiso dejar de caminar tras llegar a la orilla, pero la chica seguía andando entonando esa canción tan hermosa, Calipso decidió seguirla, no quería dejar de escuchar la melodia, intentó coger aire antes de que el agua la cubriera por completo, la chica estaba bajo el agua, y seguía cantando, algo en ella resplandecia, y hacía que una tenue luz blanquecina envolviera su piel.
Quizás el hecho de que la chica estaba cantando bajo el agua sin parecer notar la ausencia de aire o que su piel brillava e iluminaba el fondo del lago debería haberla alertado, pero Calipso estaba bien, no notaba la ausencia de oxígeno, parecía que una burbuja de oxígeno la envolviera, ella notaba el aire entrar en sus pulmones.
La chica empezó a bajar el tono de voz, hasta que paró del todo, entonces Calipso volvió en sí, la canción, tras dejar de escucharla parecía haber desaparecido todo el aire, no, no era eso, era el lago, no había aire ahí dentro, debía salir, necesitaba respirar... Pero también necesitaba oír la canción de nuevo, y si quería hacer eso, debía llevarse a la chica consigo...
Calipso intentó nadar hacia ella, pero sus pies estaban anclados y sus brazos no le respondían.
Entonces sintió un fuerte pinchazo en su muslo, una criatura extraña se estaba alejando, y su sangre estaba flotando lejos de ella, gritó, y vió las burbuja de aire salir y alejarse de ella, empezó a entrar en pánico.
Sus sentidos estaban aún dormidos, y ella empezaba a perder la consciencia, no podía hacer nada, ese era su final...
Hizo un último esfuerzo y abrió los ojos en busca de algo, cualquier cosa que la sacase de ahí, y vio a la chica.
Su cabello color caramelo tenía destellos plateados y azules por la luz, estaba flotando a su alrededor, llevaba una blusa blanca y unos pantalones cortos blancos también, resaltaban la piel algo morena de la chica y todas sus cicatrices.
Calipso intentó llamarla, pero solo perdió más aire.
La chica se quitó su preciada máscara y la miró con sus ojos entre azul y plata, del mismo tono que el lago. Le sonrió y, aunque estaba algo lejos y bajo el agua, Calipso la oyó perfectamente decir
-Me llaman Moon, saluda a mi padre en el reino de los muertos.- y empezó a flotar hacia la superficie.
Calipso se encontraba aterrada, le quedarían unos segundos de consciencia, y pasó, la tierra empezó a tragarla, enterrandola.
Calipso dejó de sentir.
Su corazón dejó de latir.
Murió.
/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\
Leo estaba en su cabaña, hacía semanas que nadie sabía de él.
Sus hermanos intentaban tranquilizar a todos pero no parecia surtir efecto, sus amigos no dudaron en entrar por la fuerza en su cabaña.
El chico estaba deprimido, nadie sabía porqué.
-Caliiiiipsoooooo- era lo único que decía cuando le preguntaban que pasaba, y lo hacía llorando...
-Te ha dejado? - preguntó Piper
Leo asintió.
Hazel fue corriendo a abrazar a su amigo, le preguntaron como era posible, él solo les señaló un papel arrugado encima de su cama.
-Quidero... Eol... FRANK!! Lee tu por favor. - dijo Percy.
El gigantesco chico intentó alcanzar la carta pero no cabía con tanta gente ahí dentro, así que Hazel se escabulló dentro y le alargó la carta.
Frank se aclaró la garganta para que todos hicieran silencio y empezó.
"Querido Leo,
Lo siento mucho, pero me he de ir, estos meses contigo han sido muy agradables, pero no consigo acoplarme a esta... Sociedad tan moderna, además que ya no funcionabamos, tu estabas siempre enfocado en tus inventos... Y yo... He conocido a alguien... Nos hemos enamorado, y nos hemos fugado a mi isla, pero ni siquiera intentes volver a por mi, al regresar recuperaré mi magia y haré desaparecer esta isla, será una isla ambulante de esas que vimos una vez.
Espero que no me odies,
Tu conocida, Calipso."
-¡Como se atreve! ¡Por carta! ¡¿Y QUIEN NARICES ES ESE OTRO Tipo?! - gritó Piper, causando que Leo lloraste aún más fuerte.
-Pipes... Tranquilizate. - pidió Jason.
No tuvieron tiempo a hacer mucho, pues unos campistas les dijeron que debían irse a otro lado, que debían trabajar.
Frank se echó a Leo al hombro y salieron todos, Hazel revoloteaba alrededor de Leo y Frank.
Annabeth y Piper discutían como era posible, ya que parecía muy enamorados.
Y Jason y Percy... Bueno, ellos solo querían saber quien era el chico con el que Calipso se había fugado.
Llegaron a la entrada, Quirón llegó hasta ellos y les pidió que dejasen a Leo.
Él volvió a su cabaña.
Pronto encontraron mejorías en él. Salía todos los días, se osdwaba por los campos de fresas, los establos, saludaba a todos y les sonreía con felicidad.
Algunos pensaron que fingía para no preocupar a nadie.
Pero no sabían que en su ordenador (invención suya, los monstruos no lo detectaba) guardaba unos emails que había intercambiado con una chica latina, se habían conocido por una red, y decidieron hablarse, él había decidido hacerse llamar valdez.06.herrero la chica era
BookPower00g7.
Piper decía que las relaciones a través de la red eran falsos, pero Leo se volvió a sentir pleno...
¿Eso era amor? Esperaba que saliera mejor que con... La otra...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top