Bianca corría, su señora Artemisa la había citado antes de que salieran hacía el campamento Mestizo.

Supuso que iba a explicarle las normas de las cazadoras, y debía darse prisa.

-Mi señora Artemisa? He recibido vuestro recado... - en el claro no había nadie, pero ella juraría que la otra cazadora le había dicho que debían verse en el claro de detrás del campamento.

-No va a venir- dijo una voz

Bianca se giró y se puso en posición defensiva en dirección a la voz.

Se sorprendió al ver a una niña de su edad, más o menos, sentada en un árbol. No llevaba el uniforme de las cazadoras así que supuso que solo era una mortal curiosa, esperó que la niebla hiciera el efecto esperado y tapase el hecho de que llevaba un arco en sus manos con flechas plateadas.

-Hola... Que haces aquí? - intentó sonar despreocupada.

-Se quien eres, Bianca di Angelo, semidiosa, hija de Hades y cazadora de Artemisa. Yo soy Moon. No soy inmortal, pero tampoco soy una mortal corriente, y me han enviado a matarte. - la niña saltó, estaba a una distancia considerable del suelo, pero no afectó en absoluto a Moon. Que, al contrario, le sonrió.

Bianca estaba desconcertada, una niña había suplantado la identidad de una diosa para citarla y se paso le decís que iba a matarla.

-Si sabes que soy cazadora de Artemisa eso quiere decir que también sabes que el rwato están aquí cerca. Puedo avisarlas- comentó Bianca.

-Oh, pero entonces no sabrás lo que te quiero decir... Además, me planteaba no matarte. - Moon hizo un puchero.

Bianca se intrigó.

-Habla, y luego vete - demandó molesta.

Moon alzó las manos en señal de paz.

-Muy bien, primero te aviso que vas a morir. -

-Dijiste que no me matarías-

-No te mataré yo, ni tampoco será ahora-

-Bueno, todos morimos, pero yo tengo la inmortalidad de mi parte, y tú? -

-Tengo... Otro tipo de cualidades, la lucha, tortura, asesinato, espionaje y la actuación... También me gusta cantar, por si te interesa-se burló Moon.

-No estoy para bromas, si eso era todo me voy. -

-Eres egoísta. -

-¿Eso que tiene que ver? - preguntó Bianca, empezaba a hartarse de esa chica.

-Vas a abandonar a tu hermano, ahí, sin nadie-

-Pero va a estar con Percy... Estará bien, además, quiero ser libre-

-¿Acaso tu hermano es un peso para ti?- Moon hizo una mueca - Yo desearía que el mío siguiese conmigo- escupió

Bianca supo que se había equivocado de palabras.

-No es eso, solo que siempre hemos sido Nico y yo, desde que mi madre murió y mi padre desapareció siempre he cuidado de él, todos los días, desde hace años, y nunca he tenido un día libre, jamás he podido hacer una travesura peligrosa por mi cuenta, porque ponía en peligro a Nico, no es un peso, pero si que al final te cansas de estar ahí siempre. - explicó Bianca

-Bueno, no sé demasiado sobre familias, no sé cómo funcionan, yo tenía seis años cuando murieron todos, y mi hermano, dos, y aún y así le mataron, a él y a mis padres, enfrente de mí. - apretó sus puños y mordió su labio para retener las lágrimas.

-Pero bueno, no estoy aquí para explicarte mis desgracias, sino para echarte la bronca-volvió con un tono más jovial y alegre, obviamente fingido.

-Son mis decisiones, no debe tomarlas nadie más que yo. - insistió Bianca.

-Pero también repercuten en tu hermano, deberíais tomarlas juntos. - le recomendó Moon

-No tengo a nadie que me dé sermones, ¿vale? Así que perdona si mis decisiones te molestan- dijo ya enfadada Bianca.

-Nico tampoco tiene a nadie más que a ti, ¿has pensado en eso? No. Estará solo, en un lugar en que no conoce a nadie, asustado... Le dejarás allí y te irás con tu nueva "familia" por favor... El único que sale perdiendo es Nico, tu eres feliz de que te puedas librar de él. Es una molestia para ti - Moon sabia de sobras que estaba hiriendo a Bianca, y que esas palabras no eran ciertas en su mayoría, pero su trabajo era herir y matar, y estaba dolida, así que no iba a dejar de escupir veneno hasta vaciarse, y Bianca iba a enfrentarlo.

-¡¡E... ESO NO ES CIERTO!!- exclamó Bianca - ¡¡YO QUIERO A NICO, PERO ESTOY HARTA!! - sentía como su corazón dolía.

Eso no era cierto, ¿verdad? Ella quería a Nico, le adoraba. Solo... Quería poder ser ella misma...

Si, estaba siendo egoísta.
Si, estaba dejando a Nico solo.
Si, estaba siendo cruel.
Pero tenía derecho, ¿no?

Además, quería tener amigas...

-¿Sabes que la inmortalidad quiere decir que verás a tu hermano crecer, enamorarse y morir frente a ti, mientras tu sigues con este mismo físico?
Jamás cambiarás, serás así para siempre, hasta que te maten, que seguramente pasará en unos días. - dejó caer Moon.

-Tú piénsalo, piensa si te recompensa. Ya no hay vuelta atrás. Bienvenida a la vida eterna. Espero no tener que volver a verte, porque entonces querrá decir que debo matarte. Y quiero que te questiones tu decisión durante mucho tiempo. - entonces se dio la vuelta y desapareció en el bosque.

-¡Bianca! ¡Bianca! - Bianca dio un respingo y se giró apuntando con el arco, frente a ella estaba Nico, con unas cartas de mitomagia y sus figuritas.

-¿Q... que quieres, Nico? -

-¿Estabas... Llorando? -

-¿Qué? ¡No! Estoy emocionada por estar aquí, demasiado como para llorar... Esto... ¿Querías algo? - intentó cambiar de tema

-¡Ah si! Me preguntaba si tu tenías mis figuritas, me faltan algunas... -

-Oh, si, están en mi mochila. Ahora te las doy-

Sin duda Bianca habría estado preguntándose el porqué de sus acciones por siempre, si no hubiera muerto unos días después.

Moon volvió a su cueva, sin hablar con nadie, y escribió la carta.

"No la he matado, pero estará sufriendo en vida hasta que muera,  AlexChaseFierro ."