Bienvenido al inició de la crueldad en la historia. Al comienzo de lo perturbador. A una pesadilla que esta fuera de los sueños. Los inquietantes párrafos de lo inhumano. Avanza para que puedas encontrarte con el miedo.

Y como el horror se propagaría sin dejar a su paso marcas. Sin afectar a individuos. Este horror se extiende mediante las víctimas. ¿Pero un segundo? Aquí solo quedan menores a merced de este sádico hombre. Todos menores que tenían edades que variaban de ocho a catorce.
Todo parte del plan del sujeto. Por eso se había apropiado del establecimiento.

Era muy tarde de la noche, casi todos estaban dormidos, algunos cuantos no podían conseguir el sueño. La intriga parecía un remordimiento que perturbaba muchas mentes.

En lo que eso transcurría. El hombre estaba acabando una “Lectura rápida" en la oficina principal. Una lectura a los archivos y expedientes de los huérfanos. No tomo mucho en decidirse con que empezar. Seleccionó uno de los archivos que vio, fue algo casi al azar, para el las vidas ajenas eran insignificantes.
Dentro de uno de varios papeles estaba la información sobre uno de muchos niños.: Fred, ese niño al igual que muchos tenia 9 años. Pero en especifico. El cumpleaños de este era el 23 de agosto, y algo más, por un terrible accidente antes de llegar al orfanato, se le amputó parte del brazo izquierdo.

Aun así, después de aquello que lo dejo en el pasado su extremidad. Fue transferido poco después de ese Hospital a este Orfanato. Y encontró la felicidad. Sin importar como este. Fue feliz...
Oh no, pero aquí la felicidad llegaría a su fin. Toda una lastima que en esta noche fuese el momento en que todo se fue por la borda. Pero lo que inicio esto fue un horror.

En lo que la luz de la luna era lo único que alumbraba por las ventanas. Inesperadamente en la habitación 536, habitación donde este niño descansaba tranquilamente. El hombre abrí el seguro e irrumpió sin previo aviso. Sin palabras ni expresiones en sus oscuros ojos que demuestren un “Porque". Simplemente con una fuerza grotesca con un puño firme tomo a Fred por su cabello que era algo corto. Y de un tirón muy rápido saco a Fred de su tranquilidad. Llevándoselo entre gritos de dolor y alaridos de confusión, arrastro al niño por el piso sin voltear a verlo, sin dejar de halarlo tan fuerte que por si ya era una tortura.
Este pobre niño desprevenido que podía hacer. Solo se retorcía del dolor y gritaba.
Pero no tenia claramente otra opción, no tenia la menor idea de la situación, al igual que cualquier otro, era capaz de sentir miedo. Ser consumido lentamente por este jodido miedo.

Este sujeto lo dirigió asta las entrañas de este oscuro lugar. Descendiendo al pequeño contra su voluntad en las escaleras. Llegando asta el subsuelo que orgullosamente considerada un “Laboratorio", el cual no se asemejaba a uno real, y se alejaba a una cruel sala de interrogatorios nazi.
Por fin liberando su agarre feroz, incluso algunos cabellos se desprendieron de la cabeza del niño, por un momento se encontraba retorciéndose en ese suelo, pero no por mucho, la siguiente acción que hizo este agresor fue colocarlo en la silla presente en la habitación. En la cual con unas correas inmovilizo su brazo derecho, la cintura y su cuello contra la espaldera.
Todo esto llegaban a ser confucianos para Fred, y no se hubiera imaginado la pesadilla en la que se volvió en un segundo. En lo que no podía girar la mirada y sentía simplemente paso detrás suyo, una mano lo sujeto del cuello y  una fría pieza recorrió su cabeza. Una navaja que parecía ser manejada con ira y descontrol. En distintas direcciones este artefacto lo despojo de su cabello, aunque es había sido lo rápido e indoloro.
Prosiguió al dirigirse lentamente a lo que tenia preparado. Un apartado para lo que simplemente se consideraría ilógica pura. Pues en un estante, ya hacia un martillo... y muchos clavos gruesos y largos en los que se distinguía un oxido sobre estas piezas macizas de metal.

Se dirigió a ese cráneo por detrás, sujetando ese martillo firmemente y tenían un clavo en la otra mano...y comenzó su prueba.

Inicio lo extraño. El hombre apunto el clavo en una de las partes de la cabeza de Fred, casi a un costado, y con un impulso lleno de agresividad con el otro brazo dio un golpe que hundió profundamente este metal filoso, habiéndose paso entre la carne e incluso dejando una ruptura en el hueso. Por afuera de esta herida una linea de sangre caía, mientras los gritos de sufrimiento ahogaban todo, unos gritos fuertes que expresaban el dolor más puro de su vida.
Pero no fue todo, según este psicópata faltaba para concluir, en su cara estaba una expresión de agresividad y nada que se asemeje a la piedad o lastima de sus actos.
Siguió con esta horripilante tortura, con más de estos clavos. Fijándolos en partes distintas sin ningún patrón o orden. Este maldito estaba loco.
Daba golpes llenos de agresividad, golpes que lanzaba  repetidas veces en un mismo lugar a propósito, para satisfacer esta locura.
Uno...dos...tres...cuatro...cinco...seis clavos más, como se podía ser tan cruel, como una persona era tan enfermiza. No sentir nada por otra vida inocente, no tener piedad por ese niño que lloraba y gritaba mientras emanaba sangre de estas heridas en su cabeza.
La agonía de sentir que pronto moriría se expandió asta el cuarto piso del lugar. Con gritos tan estresantes que te quitaban el sueño. En todas partes la preocupación era inmensa por lo que ocurría, un misterio que la imaginación llevaba a pensar cosas espantosas.
Este sufrimiento parecía eterno, para la víctima el tiempo estaba casi detenido. Parecía que ese dolor lo atormentaba por horas para el. Sus fuerzas se estaban agotando poco a poco, se sentía más débil, en puntos distintos de su cráneo que el sentía como resquebrajado, tenia la percepción de ser saturado con un dolor inimaginable, unas perforaciones que le ardían de dolor. Junto a gruesos metales fríos como la sangre que hacia contacto con estos. El temor estaba comiendo su corazón,  por si estaba como otro clavo invisible que lo lastimaba.

Hasta que por fin, se detuvo, la macabra prueba con fines desconocidos. En el sujeto se reflejaba una energía violenta, un estado mental dudoso para haber cometido todo esto. Aunque dejo el martillo a un lado. El daño ya estaba echo: el daño emocional de un trauma por la intensidad de esto, y el daño irreparable de su herido cuerpo. Con 17 de estos horribles artefactos ya fijos que formaban una  imagen tétrica, un desorden de estos empapados en sangre.
Aunque sea dudoso si por suerte o por desgracia que Fred aun estaba con vida...

Este maniaco desato al niño, que cayo de la silla, y lo llevó a rastras dejando un camino goteante de sangre, asta llegar a uno de las “habitaciones" que eran los pequeños depósitos de esa planta. Lo arrojo adentro sin ningún sentimiento, con un pequeño golpe de ese lugar. Sólo lo miro por un corto instante como si apreciara su retorcida obra.
Y bloqueo la puerta, dejándolo para sufrir en la oscuridad.

Al final, subió hacia el piso de arriba, rumbo a la oficina principal. Donde se sentó cómodamente como si no hubiera cometido algo espantoso. Se podría decir que estaba orgulloso por su primer experimento. Era el orgullo de un sádico. Parecía la más oscura felicidad.
Tomo una libreta de cuero negro, que era algo pequeña, lo curioso es que todas sus hojas estaban en blanco, sin ningún apunte ni número. Fue entonces se dedicó a escribir cómodamente en su primera hoja. Para el era como si estuviera escribiendo algo asombroso, pero no lo era. Estas notas, informe, o lo que diablos sea en específico eran los reflejos de la muerte.
En esa primera hoja había una letra peculiar, forjada con el pulso con la que violentamente torturo a ese niño. Eran palabras escritas tan rápido y sin sentido que no se podía entender mucho exactamente. Entre lo que si era legible al menos a primera vista. Eran palabras que resaltaban al comienzo de la hoja blanca tenia este contenido:

“Exoerimento 1
EXITOSO
Head
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**********************
********************
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Después de acabar lo que parecía garabeatear. Guardo esa libreta, y ahora se prepararía para su segundo nuevo mejor éxito.

El miedo se sembró en almas inocentes a que les deparaba algo horripilante. En este establecimiento la sangre corría. Siendo la satisfacción del terror, siendo el elemento debajo del suelo, en el núcleo de la maldad que aguardaba en la oscuridad. Un mal que tenia la forma de un cuarto de torturas.
Fue este día, con este perturbador inicio, que un orfanato era un recuerdo lejano. Esto tuvo una metamorfosis de la bondad a la pesadilla viviente que crece con sangre. Un futuro en el que la alegría no existiría, en su lugar estaría la agonía, el sufrimiento, y estar cerca de padecer con la violencia salvaje que satura la triste y miserable vida dentro de estas paredes.

Continuara...