Capítulo 6: Celo

Con su café matutino en su mano camino entre los estudiantes para poder llegar donde estaba su amigo.

- Buenos días Todoroki -saludo sentándose en frente del aludido.

-Buenos días -devolvió el saludo- ¿Te encuentras bien? -pregunto viendo la impresión del rostro ajeno- Estas algo pálido y ojeroso -mencionó en un tono leve de preocupación.

- Estuve estudiando hasta la madrugada -rió nervioso bajando la mirada esperando que le creyera la mentira.

Suspiro algo cansado, Todoroki Shoto lo conocía desde que fue cambiado a una escuela con mas prestigio y para niños de familias con gran sustento económico. A sus diez años no era fácil para el hacer amigos, sin embargo el alfa de cabellos bicolor no era arrogante ni altanero como sus pares, por lo que catorce años después seguía siendo uno de sus amigos mas valiosos. 

- ¡Chicos! -escucharon una voz femenina y miraron hacia la dirección de donde provenía- Me quedé dormida -decía entre risas la castaña mientras se sentaba al lado de Izuku.

- Estas muy animada -comento Todoriki observándola.

- ¡¿ Cómo no voy a estarlo?! -dijo contenta- Pase el examen práctico, todavía no puedo creerlo -comentaba abrazando al pecoso de la emoción.

-Felicidades -hablo Izuku algo apretado por el abrazo.

Le alegraba aquella felicidad, Uraraka Ochako al igual que Todoroki, fue su compañera de salón y fue la primera amiga que hizo en aquella institución. Aquella beta con su carisma y simpatía, hizo que el peliverde le agarrará un gran cariño, casi como a la de una hermana.  

Sonrió, sabia el esfuerzo aplicado durante las últimas semanas. Su dedicación lo asombraba, pero sabía que detrás de ese empuje, estaba el sueño de su amiga de convertirse en enfermera.

- Tengo que irme -interrumpió el bicolor levantándose.

-Doctor Todoriki lo llaman desde el quirófano -bromeó Uraraka mientras este se iba.

El peliverde se río y olvido por unos momento lo que estaba viviendo, sin embargo su amiga lo sorprendió con su pregunta.

- ¿Por qué no contestaste mis mensajes? Estaba preocupada -dijo mirándolo.

- Lo lamento -respondió apenado bajando la mirada.

- ¿Ocurrió algo? -pregunto con algo de miedo.

- Mi mamá se fue de viaje -mencionó, le contaría una parte de la verdad- Por lo que durante este tiempo me quedaré con un conocido -dijo desviando sus ojos hacia su café.

-¿Conocido? -dijo algo escéptica clavando sus ojos en el nervoso peliverde, para luego concluir sus preguntas. 

La jornada de la mañana paso con extrema rapidez, luego de dejar a Ochako en la biblioteca con sus compañeras y aprovechar de dejar algunos libros, se dirigió a la facultad de derecho. En donde lo estaba esperando su amigo Iida, con el cual tenían que terminar unas de las tantas tareas que les daban sus maestros.

A la hora del almuerzo y ya reunidos los cuatro, disfrutaron y recargaron fuerzas para la larga jornada de clases que se avecinaba. 

Por su lado, Katsuki se dirigía hacia su empresa. Aunque era un mafioso del bajo mundo, desde hace unos años tuvo la idea de invertir algo del dinero en algún negocio legitimo, es así como llego a la cabeza una variedad de entidades.

Sin embargo, aquella estrategia tenía otros fines, como lavar el dinero que generaban su parte ilegar y conseguir información de forma eficaz y fehaciente.

Todo el pasar de las horas tenía una cosa en la cabeza y esa era Izuku. No lo entendía, era como si su cuerpo y su mente lo ansiara como el aire que respiraba. Se maldecía a si mismo por no poder auto-controlarse, era Katsuki Bakugou por todos los demonios. Él no caeria por nadie, ni siquiera por un omega de cabellos verdes y ojos esmeraldas.

Pero decirlo es mas facil que hacerlo.

Su mano escribía lo más rápido que podía, tomar apuntes era una fase importante en la clase del profesor Yamada.

Era el mejor de su clase, le tomo varios años decidirse que estudiar. No habían muchas opciones ya que por ser un omega sus posibilidades estaban reducidas, pero aun así y contra los estereotipos, ingresó  a la escuela de derecho, en donde en un semestre estaría egresado.

El profesor pregunto algo a sus alumnos, pero el único en alzar la mano fue él.

Las miradas de sus compañeros no se hacían esperar, siempre era lo mismo, lo despreciaban por ser como es. No obstante, su amigo Iida le dio un codazo para que respondiera. Si no fuese por él, sus clases serían difíciles de llevar.

Arreglo su mochila y se puso su chaqueta, mientras iba caminando hacia la salida de la facultad, Ochako y Todoroki aparecieron.

- ¡Vamos a comer algo! -dijo entusiasta la castaña.

-Yo no puedo -bajo la mirada.

- No vengas con eso Izuku -su amiga lo tomo de las manos- Me costo bastante convencer a Todoroki -apunto al nombrado- Di que sí -miró al pecoso con suplica, algo que sabía que afectaba a la conciencia de su amigo.

- Esta bien -suspiró y pensó que salir por la otra entrada del campus sería lo mejor. Evitaría encontrarse con su denominado chofer.

Los locales empezaban a llenarse cuando el sol se despedía. Ingresaron a su lugar favorito, además de servir una exquisita comida por un buen precio, ofrecía un ambiente calido para divertirse con los amigos.

Pidió su plato favorito, entre conversaciones y risas, sintió como su teléfono empezo a vibrar, pero al mo conocer el número y la insistencia de este seguía, opto por silenciarlo y dejarlo en su mochila.

La castaña empezo a beber algo de cerveza, lo cual al pasar de las horas le empezó a afectar. 

Tanto él, como Todoroki e Iida estuvieron de acuerdo en que la junta se daba por terminada.

- ¿Estas seguro? -preguntó el de anteojos-¿Podemos irte a dejar? -mencionó en tono de preocupación.

-Estaré bien -comento saliendo del lugar- Todavía es temprano, además Uraraka debe llegar sana a su casa -solto una risa al ver como su amiga balbuceaba algunas incoherencias recargada en el bicolor.

El frío recorrió su cuerpo, para entrar en algo de calor metió sus manos en sus bolsillos de la chaqueta y emprendió rumbo hacía su cautiverio.

Las calles estaban algo desiertas, la mayoría de las personas disfrutaban al interior de los bares, algunas tiendas de comida o karaokes.

Sumido en sus pensamiento de tomar un taxi o caminar, no percibió que lo estaban siguiendo, hasta que una mano le tapo la boca y lo jalaba hacía entre medio de los edificios.

Nervioso intentó ver las caras de sus atacantes, pero la poca luz hacía difícil la tarea.

- Mira que tenemos aquí -dijo una voz que le causo asco- Un lindo omega -acerco su nariz para percibir el aroma del peliverde.

-No te diviertas tu solo -habló su compañero.

- ¡Callate! -gruño y volvió a poner su atención en Izuku, el cual con sus manos intentaba soltarse del agarre.

Las manos de su atacante empezaron a tocar su cintura, era un toque frío que le causaban ganas de vomitar, era todo lo contrario a lo que sentía cuando Katsuki lo tocaba.

Sus ojos esmeraldas reflejaron tristeza y miedo al sentir como esas manos se colaban por su ropa. Con sus manos intentaba alejarlo, pero no tenía la fuerza suficiente.

Sus lagrimas rodaron por sus mejillas y rogo que alguien lo salvara. Se sentía tan vulnerable.

El contrario acerco su boca a su cuello, intento patearlo pero no le hizo nada.

Cuando pensó que todo estaría perdido, el sonido de unas pisadas lo alarmo.

Lo siguiente que sintió fue que el agarre que lo tenía prisionero, ya no estaba.

- ¡Los mataré¡ -gruño el rubio ceniza con sus instintos a flor de piel. Sus golpes eran centeros y dañinos, su sangre hervía de rabia- ¡Les enseñaré a no tocar lo que es mío¡ -gritó antes de darle una patada en el estómago al atacante de Izuku.

Sus rodillas había tocado el suelo, no podía apartar la mirada de aquel cuerpo. Era como si sus suplicas le habian llegado, que lo necesitaba como cuando lo defendía de los bravucones en el parque.

Katsuki arreglo su abrigo mientras dejaba a dos cuerpos inherentes tirados en el cemento. Se acerco al pecoso y le tendió la mano para ayudarlo a levantarse.

Lo guió hasta el vehículo, donde Shinsho los estaba esperando.

Durante el camino ninguno dijo ni una palabra.

Al estacionarse, el primero en bajar fue el peliverde, el cual a paso rápido se dirigió a su cuarto.

Iba a cerrar la puerta cuando alguien se lo impidió.

- Me debes una explicación -Katsuki hablo con un tono serio.

Izuku retrocedió  y dejo su mochila a un lado. Procedió a mirar los ojos rubí y sus barreras se desplomaron, causando que las lágrimas bajaran sin restricción.

- Kacchan -susurró- Lo siento -tapó su cara con ambas manos.

- ¡Te dije que alguien iría por ti! -se acerco- ¡Maldita sea! -gruño antes de atraer a sus brazos el frágil cuerpo de Izuku, el cual sin importarle nada lo abrazo.

¿Porque en sus brazos se sentía protegido? Aquel calor que emanaba lo hacía sentir tan seguro, tan a gusto.

Un calor desde el fondo de su ser empezó a quemarlo, se aparto bruscamente de los brazos de Katsuki al comprender lo que ocurría.

El rubio cenizas lo observó sorprendido, para luego inspirar el delicioso aroma que estaba saliendo del cuerpo del menor.

-Estas... -dijo mirando las mejillas sonrojadas y aquel deseo en los ojos esmeraldas- Entrando en celo... -murmuró sintiendo la atracción y la necesidad de satisfacer el cuerpo de Izuku.

Continuará...

¡Yei! Por fin pude terminarlo 😧😧😧
No se si la historia esta avanzando muy lento o no, por favor diganme 😭😭😭😭😭
Espero que les haya gustado el cap y gracias por darme la idea de que iban a estudiar cada uno de los personajes 😘😘😘
Antes de despedirme les dejo una pequeña guía Omegaverse, en lo que me basaré para escribir 👇👇👇Si se me olvidó mencionar algo, no duden en comentarlo:
👉Pequeña guía Omegaverse 👈

✔Alfas: los que estan en la cima de los tres géneros. Sea varón o mujer tienen la capacidad de fecundar, cuentan con los organos sexuales para eso.
Tienen un período de celo aproximadamente de un día cada seis meses.
Cuando un alfa muerde el cuello de un omega se crea un Lazo, la marca jamás desaparecerá. Sin embargo se puede romper si uno de los dos muere.
✔Betas: son humanos comunes, no tienen un olor notorio.
✔Omegas: Tanto varones como hembras poseen aparatos reproductores femeninos y son capaces de concebir cuando son fecundados por un alfa y rara vez un beta.
Su celo es cada tres meses y dura aproximadamente tres días, sus niveles hormonales se disparan y se sienten necesitados en buscar un alfa para "aparearse" 👌👈
Desprenden un olor muy característico, al igual que los alfas y permite identificarlos entre sí.
Existen supresores, pastillas para ayudar a los omegas en ocultar su aroma y evitar embarazos.

Para mas información pueden leer esta guía de donde resumí : https://letrasdelfanworld.webnode.es/guia-omegaverse/

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top