Capítulo 4: Fire

La presencia del rubio ceniza ocupo todos sus pensamientos, con lentitud se acerco a su madre para darle un último abrazo antes de ingresar al vehículo que se encontraba a su lado.

- Cuídate mi pequeño -dijo Inko acariciando la mejilla de su hijo.

Ingreso al transporte que lo llevaría a su prisión, inspiró todo el aire que sus pulmones podían aguantar en un intento de contener sus lágrimas.

Mientras tanto Katsuki se despedía con una inclinación de cabeza para luego entrar y posicionarse al lado de Izuku, quién por miedo se alejo hasta quedar pegado a la puerta.

El viaje fue silencioso solo interrumpidos por algunos sollozos del pecosos, el cual no dejaba de mirar a su exterior.

Los edificios, las tiendas, toda esa libertad que ahora era arrancada de sus manos para ser convertido en un ser sin autonomía, sin palabra.

Sus orbes esmeraldas observaron con interés una estación policial cuando el auto se detuvo en el semáforo. Una idea surgió de su mente, podría abrir la puerta, correr hacía el lugar y decir lo que le estaba ocurriendo.

- No serviría de nada -comento el oji-rubí leyendo su mente- La policía esta bajos mis órdenes -declaró.

- Eso es imposible -murmuro Izuku sorprendido.

- ¿Imposible? -hablo en tono de burla- ¿Como crees que consiguen dinero para su institución? ¿Para renovar sus armas? ¿Sus equipos? -al ver que el peliverde comprendía lo que decía concluyo- Todos tienen un precio, solo hay que saber cual es -metió sus manos en los bolsillos de sus pantalones.

Petrificado solo observó la actitud tranquila de Kacchan, cómo si todo le perteneciera y nada podría moverse sin su permiso.

Sentía una creciente rabia, en gran parte de su vida había combatido las injusticias por ser un omega. Obtuvo las mejores calificaciones, ingreso a una prestigiosa universidad, rechazó a los alfas que solo lo querían para tener bebés, hasta golpeó a uno al intentar propasarse con él.

Katsuki no la tendría fácil, no se lo pondría en bandeja.

La gran puerta se abrió, dejándolos entrar a la residencia, la cual se veía con más movimiento.

El primero en bajar fue el pelirrojo, quien abrió la puerta para que descendiera su jefe y luego el menor.

- Kirishima te enseñará tu cuarto -dijo antes de emprender marcha, sin embargo no contaba con que Izuku lo enfrentara.

-¡Alto ahí Kacchan! -grito furioso mientras se acercaba al rubio cenizas que se había detenido y lo miraba desafiante- Si crees que me quedaré parado recibiendo tus ordenes, estas muy equivocado -habló con desafío en sus ojos.

- Sacaste tus garras -mencionó acercándose peligrosamente- Me gusta -murmuró- Entonces dime, ¿Qué quieres? -pregunto a unos centímetros del rostro ajeno.

No iba acobardarse ahora, sin apartar la conexión de sus miradas habló.

- Seguiré asistiendo a mis clases, por tu culpa me retrasé en mis materias -gruño- No permitiré que mi esfuerzo de años sea arruinado por un alfa con un complejo de superioridad -concluyó.

- ¿Y que ganaría yo al dejarte salir? ¿Obtendré alguna recompensa? -susurró al oído del pecoso causando un escalofrío por la espina dorsal.

- Yo... -todas sus defensas fueron derrumbadas otra vez, su respiración se agitó, paso su lengua por sus labios para humedecerlos, algo que tuvo un efecto el Katsuki.

¿A qué estaba jugando? Le encantaba ver esas mejillas enrojecerse por sus provocaciones, no podía controlar sus instintos por mucho más tiempo. No sabía lo que Deku le hacía, pero por los mil demonios aquella forma de lamerse los labios provocó que un gruñido de excitación salieran de sus labios.

Izuku al escucharlo desvió su vista a sus zapatos como si fueran lo más interesante del mundo. Sin embargo decidido levanto la cabeza, se acerco a paso lento y tomó entre sus manos la corbata que traía Katsuki.

Conecto sus miradas, que estaban cargadas de deseo y una atracción salvaje.

Jalo de la prenda y ante los ojos rubí que lo observaban estupefactos, acerco sus labios de manera lenta y tortuosa para el mayor, quien podía sentir como una creciente pasión recorría su cuerpo en especial su entrepierna.

A centímetros de juntar sus labios, el pecoso desvió su boca para susurrarle al oído.

- ¿Qué tipo de recompensa quieres Kacchan? -su voz aterciopelada y su sonrisa triunfante fue lo último que sintió, ya que lo soltó dándose media vuelta y camino donde Kirishima, quien lo miraba con una pequeña sonrisa.

Por su parte, el menor no sabía de donde surgió tanta valentía para provocar a Katsuki. ¡Por todos los santos era un mafioso!, estaba jugando con fuego.

Un fuego muy peligroso el cual podría quemarlo...aunque tal vez...quemarse no sería mala idea.

Continuara...

Hey Hey Hey !!! ¿Como han estados mis lectores? >3< Espero que con ansias de que actualizara ;o

Espero que les guste el cap, el cual hace días que lo había estado intentando de terminar o.o

Nos vemos lo mas pronto posible <3 :3 Bye bye <3

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