Ho Seok

— Págame.— Mis palabras salieron directas hacia Nam Joon, mientras este se carcajeaba junto a Yoon Gi y Jung Kook.

— ¿Pagarte? ¿Y cuál sería la razón de tu paga? — Su mirada era filosa, tanto que podría cortar el aire y hacerlo caerse a pedazos si este no fuera invisible y no sólido.

Un suspiro salió de mi garganta junto con un revuelo de ojos, terminando nuevamente con la vista encima de mis pendejos amigos.

— No te hagas el imbécil, cumplí el reto, me tiré a Kim Tae Hyung en la duchas ayer. Págame.— Los dos menores se reían entre ellos observando nuestro pequeño arreglo.

— Querido amigo mío, ¿Cómo sé yo...? O mejor dicho ¿Cómo sabemos nosotros... que te follaste a Kim?.— un brillo de burla se notaba en sus ojos, además de una sonrisa de media luna a punto de convertirse en luna nueva. Estaba tan cerca de tirarle un soberano K.O en sus malditas caras a cada uno de ellos, hasta que caí en la cuenta de la realidad, era cierto, nadie fue testigo de esa follada.

— Eres un... ¡Esto no es justo! ¿Cómo quieres que te pruebe que es cierto? No lo habría grabado, no era una porno Nam Joon.— dije realmente enojado, este solo se encogió de hombros mostrando indiferencia.

— Pues debiste hacerlo, sabes las reglas Ho Seok, sin pruebas no hay dinero.— sonrió con inocencia, mientras mis manos solo querían estrangular ese cuello esquelético. Se quedó un momento pensando y finalmente habló. — Tengo una idea, ¿Por qué no le dices que nos cuente que tal la pasó follando contigo? — Las risas del pelinegro y el rubio estallaron junto con la de Nam Joon causando un estridente sonido, el cual sacó una vena gruesa de mi frente por la ira.

— Ho Seok, deja de enojarte sin motivo. Cuando tengas las pruebas, podrás cobrar tu dinero sin objeción, mientras tanto preocúpate de que nadie se entere que te acostaste con el rarito de Kim.— Dijo Nam Joon después de haber calmado su risa, dando palmadas en mi espalda. Respiré hondo y tomé mi mochila sobre mis hombros, dando la vuelta para retirarme.

— Tendré esas pruebas pronto, al igual que ese dinero— dije finalmente.

[♥]

Caminé de vuelta a casa, pensando en esas malditas pruebas, ¿Cómo podría probar que tuve sexo con él?, pedirle que lo confirmara no era una opción, después de todo no podía hablar, eso de nada me servía.

Podía llevarlo delante de mis amigos y decirle que escriba en una hoja que si me acosté con el, pero probablemente se lo diría a toda la escuela como venganza por haberlo utilizado para cumplir un reto. Rayos, esto era difícil.

Dejé mis cosas sobre la isla de la cocina y me tiré sobre el sofá, mientras el gran ventanal alumbraba toda la sala de estar. Hacía un clima fresco, día soleado, pero corría viento suave, agradable. Mis padres no se encontraban en casa, mamá era escritora y viajaba a conferencias seguido, mientras papá salía de gira en conciertos durante días, mi hermana mayor no vivía y tampoco llegó a vivir con nosotros, cuando aún estamos  un familia completa, pero a veces venía de visita con su novio en turno.

Me quedé recostado en el sofá durante mucho, pensando, hasta que mi cerebro se secó, mis ojos comenzaron a cerrarse y me quedé dormido a lo largo del aquel mullido sofá.

Me pregunto... ¿Qué estará haciendo Kim en estos momentos.

Tae Hyung

No siempre fui mudo, de hecho nunca lo fui, nací con sonido implantado en mis cuerdas vocales, un fuerte sonido de hecho, porque de no haber sido así, me habría ahorrado varios golpes a lo largo de mi vida. Mi madre murió después de mi nacimiento, o al menos eso fue lo que entendí dentro de algunos de los insultos de mi padre. A decir verdad, creo que esa es una de las principales razones por la que él me odia.

La razón por la que mi voz ya no existe... no la sé, leí un poco sobre eso en la biblioteca, pero no lo entendí muy bien, me cuesta entender algunas cosas, quizá por la cantidad de veces que mi cabeza a detenido todas mis caídas.

Actualmente tengo 18 años, pero no hablo desde los 8. No recuerdo lo que es hablar, mi garganta no es capaz de pronunciar ni siquiera una mínima palabra, los sonidos son algo diferentes, puedo quejarme o suspirar, exhalar, pero son esfuerzos máximos que realiza mi garganta, causándome dolor después.

Es triste que los demás no se comuniquen contigo y te vean como un bicho raro, duele... ser ignorado. Jamás fui un alumno ejemplar, siempre tuve que hacer grandes esfuerzos para poder sacar pequeñas notas aprobatorias. Papá no compraría una computadora, aunque le rogara y tampoco tenía permiso de salir a buscar alguna librería o algo parecido, así que debía levantarme muy temprano y hacer mis tareas en la biblioteca de la escuela. Usualmente mi desempeño era deficiente, no entendía las clases y no podía preguntar libremente como los demás estudiantes, me tomaba mi tiempo para poder escribir algo coherente en un papel, pero para ese momento el tutor ya había abandonado el lugar. Lo único que aprendí muy bien, fue a escribir rápido, tenía mucha velocidad para escribir.

Mi vida continúo de esta manera, arrastrando cosas que no sabía, sin amigos, sin familia y siempre sin voz, hasta que cumplí 12 años y sucedió algo que me costó la vida...

Flashback

Este día está muy presente en mi memoria, se siente tan presente como el día en el que todo ocurrió. Era un día como cualquier otro, me había levantado temprano y papá había golpeado mi puerta con fuerza para que bajara a preparar el desayuno.

Me levanté como siempre para hacer lo que el me pedía, aunque al final solo era un desperdicio de comida. Yo no era nada bueno cocinando y la mayor parte del tiempo todo terminaba estampado en la pared y no en nuestros estómagos. Recogí todo mientras él iba a ver la TV, cuando estaba a punto de preguntarle si podía retirarme, mi vientre se contrajo con fuerza, causándome un dolor agudo, tomé un respiración profunda, él se giró para verme desde el sofá y rodó los ojos.

— ¿Qué te pasa? Idiota...— dijo para luego ignorarme por completo. Sentí otra vez ese dolor extraño y solté un grito ahogado. Mi padre me miró de mala gana y luego observé su expresión sorprendida.

— ¿Qué mierda te pasa...? Estás sangrando...— miré mis piernas y pude notar los hilos rojos de sangre sobre ellas, estaba sorprendido más que asustado. Mi padre comenzó a gritar diciéndome que lo siguiera al auto y así lo hice con cuidado de no manchar el tapizado. Tuvimos que esperar en el hospital hasta que dijeran mi nombre y finalmente entramos, muchas enfermeras se movían a mi alrededor sacándome la ropa y limpiando mi cuerpo, mientras el doctor hablaba con mi padre. Sentía pinchazos en mi abdomen, pero eran soportables. Me hicieron algunas pruebas, según supe, me sacaron tubos de sangre, tomaron... ¿radiografías?... Creo que así se llamaban y finalmente un "ultrasonido", aunque yo no sabía que significaba, el doctor dijo que era para ver mis órganos y saber que pasaba dentro de mí.

Me hicieron sentarme en una silla alta reclinada y descubrieron mi abdomen para después llenarlo de una cosa viscosa y fría color azul claro, que era esparcido con una máquina. El doctor veía atentamente un pantalla negra con dibujitos raros y decía cosas a mi padre y a mí, que claramente yo no conocía en lo más mínimo.

Cuando terminó me ayudaron a limpiarme y ponerme la ropa otra vez.

— Bueno señor Kim, su hijo no está enfermo, pero me gustaría explicarle cual es la situación, verá...él es un doncel.—  mi padre apretó los puños con fuerza, pero el doctor no logró notarlo.

— ¿Qué?

— Lo que escuchó, su hijo tiene la capacidad de procrear vida y llevarla dentro de su cuerpo, por eso ocurrió ese sangrado.— dijo poniéndose de pie y mostrando las fotografías de ese...ultrasonido.— A una edad determinada los chicos con estas cualidades comienzan a desarrollar sus órganos internos y al ser una modificación en su sistema genético, pueden ocurrir sangrados o cosas de este calibre, aunque también pueden haber otros síntomas, fiebres, contracturas, entre otras, Tae  Hyung,no debes asustarte, estás cosas son normales en la actualidad, solo debe protegerte cuando empieces tu vida sexual sino quieres terminar con un bebé en los brazos.

Hola bebus, aquí vengo con otro capítulo.♥