6. En
Wonho seguía sin poder apartar su vista de Axel, como si estuviera esperando una reacción o una explicación.
O pensando en que quizá podía ser una broma de mal gusto.
Pero Axel tenía cara de no estar bromeando así que no tuvo más remedio que creerle y suspirar.
Había sido demasiada información por procesar y su cabeza comenzaba a doler.
Eso explicaba muchas cosas, el porqué Hyungwon no conversaba con nadie era porque no podía hablar.
Lo de la sala de música era parte de su terapia.
Lo de recibir clases aparte era por su falta de concentración.
Pero había algo que no concordaba: el comportamiento de Gabriel.
- Ahora comprendo muchas cosas, pero hay algo que aún me deja en dudas...
- Dime, al final estoy aquí para ayudarte.
- Si todo eso pasó con Hyungwon... ¿Qué tiene que ver Gabriel en todo esto?
- Tengo entendido que era su mejor amigo en ese tiempo, apenas nos conocía a nosotros igual que nosotros a él, pero luego del accidente él se apartó de Hyungwon y alejó a los demás con la excusa de que él se sentía molesto si alguien le hablaba... por su ausente voz.
- Eso no justifica el bullying...
- Wonho... nada justifica al bullying, creo que Gabriel se alejó demasiado del motivo principal por el cual prohibía a las demás personas acercarse.
- Yo creo que es un imbécil.
Wonho se levantó y agarró sus cosas.
- ¿A dónde vas?
- A mi casa, estoy harto de esta universidad por ahora, necesito procesar toda esta información en mi lugar de tranquilidad... Además, no quiero verle la cara a esos dos.
Axel asintió.
- Yo tampoco... cuídate Wonho.
Wonho se despidió y se fue a su casa.
Al llegar a su habitación tiró la mochila por allí y se tiró en la cama mirando el techo.
¿Por qué siempre se enamoraba de personas tan complicadas?
...
Ya habían pasado dos días desde aquel momento triste, pero la cabeza de Wonho seguía teniendo mil pensamientos y mil preguntas que nadie podía responderle.
No había vuelto a ver a Hyungwon, ya no llegaba a aquella mesa que parecía que le pertenecía, no lo había visto en los pasillos.
Aunque sabía que estaba por allí.
La mesa vacía le provocaba tanta tristeza, que decidió sentarse allí, sólo.
Pues su amistad con Matías y Gabriel se había roto desde aquel día.
Pero debía admitir que comer sólo tampoco era agradable y era peor teniendo en mente que probablemente Hyungwon lo odiaba.
Quizá a eso se debía su mirada de preocupación el primer día que él llegó a la Universidad.
¿Hace cuanto estarían molestandolo?
De cierta forma era un avance que recordara ese tipo de cosas ¿no? Porque eso significaba que su amnesia estaba quedando atrás.
El sonido del timbre lo hizo caer abruptamente a la realidad.
Hora de volver a clases.
Pero Wonho se sentía muy mal como para ir a escuchar a un profesor hablando por 4 horas sin parar.
Así que tuvo una mejor idea y fue que mejor se iría a su casa.
La cafetería se vació casi por completo y Wonho seguía allí sentado en la misma mesa.
Tomó su mochila y salió de allí, rumbo a la salida.
Pero al levantar su mirada encontró algo más que sólo una puerta de salida.
Una conocida figura estaba en una de las bancas de la entrada, más bien justo en la misma banca que lo había visto por primera vez, estaba leyendo el libro que le había regalado.
El corazón de Wonho latía rápidamente.
Al inicio pretendía acercarse y disculparse, pero después de lo que Axel le había dicho se dio cuenta que quizá era mejor pensar las cosas o hablarle otro día.
A pesar de su debate mental, decidió que la mejor opción era disculparse, pues la falta de perdón le hacía más daño a él que a Hyungwon.
Se acercó discretamente sin hacer tanto ruido y se sentó a su lado en silencio mientras Hyungwon seguía muy concentrado en su lectura.
Así pasaron dos minutos en los que Wonho se dedicó a observarlo detalladamente, su cabello era sedoso, su piel muy tersa y pálida, sus labios rosados y gruesos, su nariz era muy pequeñita, sus pequeñas pestañas se movían de vez en cuando entre el tiempo de la lectura, su respiración era acompasada y tranquila.
Muy relajante.
Estar tan cerca de él le provocaba un aura de seguridad, de paz y de calidez.
Eso era Hyungwon, no el misterio que se creaba a su alrededor.
Wonho no pudo evitar suspirar y eso atrajo la atención de Hyungwon quien rápidamente se levantó asustado porque no se había percatado de la presencia de Wonho.
Pero Wonho lo tomó del brazo y lo hizo que volviera a sentarse.
De repente todo el ambiente pacífico de Hyungwon en su lectura se esfumó y su rostro se ensombreció de tristeza al ver a Wonho.
Eso hizo que el corazón de Wonho doliera.
- Hyungwon...
El nombrado miró al suelo cabizbajo.
- No voy a hacerte daño... sé que quizá ya te lo dijeron antes, pero yo si quiero cumplir... ¿Puedes creerme?
Una silenciosa lágrima recorrió la mejilla de Hyungwon y Wonho se dio cuenta inmediatamente.
Intentó limpiarla, pero Hyungwon se lo impidió.
- Hyungwon... en verdad quería disculparme por lo que ellos hicieron... yo... yo no sabía nada, nada... ni siquiera sabía esto...
Entonces Hyungwon miró a Wonho con los ojos rojos por el llanto y firmemente le señaló la puerta de salida.
Quería que se fuera.
- ¿Quieres que me vaya?
Hyungwon asintió.
- Bien... Me iré, pero debo decirte algo primero... yo... no se quien eres, pero desde que te vi por primera vez en este mismo lugar... sentí algo por ti, incluso cuando no sabía ni tu nombre... hace dos días me enteré de todo lo que pasó y lejos de ahuyentarme de tu lado, siento que todo esto me ha dado un motivo más fuerte por el cual acercarme a ti...
Hyungwon lo miraba procesando lo que estaba diciendo.
- Yo no soy la gran cosa, un tipo de otro lugar que llegó aquí por un traslado, pero tú eres alguien tan impresionante... espero que no te moleste pero he tenido la oportunidad de observarse y de verdad creo que eres alguien increíble... por ejemplo el día que tocaste la flauta en la sala de musica...
Hyungwon lo miró sorprendido y Wonho suspiró.
- De verdad me hubiera gustado conocerte desde hace mucho... Pero soy un fiel creyente de que cuando te propones algo puedes lograrlo... Y creo que tu vas a mejorar, yo se que vas a ser el mismo joven enérgico y talentoso... Pero debes creer en ti primero y tener una actitud positiva...
Wonho miró a Hyungwon firmemente.
- Quiero estar cerca de ti aunque no me lo permitas, quiero hacerte ver que eres mucho mejor que todas estos engreídos... Y no debes preocuparte, mientras yo este aquí, nadie volverá a dañarte...
Hyungwon se puso de pie y Wonho imitó su acción.
Quizá la intención de Hyungwon era salir corriendo de ese lugar por la sobrecarga de emociones que sentía, pero Wonho tuvo una mejor idea.
Lo detuvo tomándolo por el brazo y lo acercó a él estrechandolo entre sus manos en un abrazo fuerte.
Y de repente Hyungwon sintió como ese pequeño gesto había comenzado a llenar una parte de él que estaba vacía.
No había recibido ni siquiera un abrazo desde antes del accidente... Y recibir tal muestra de afecto lo hizo sentirse cálido.
Entonces Wonho se separó del cuerpo de Hyungwon mirándolo con una sonrisa.
- Y no debes preocuparte por esforzarte, déjame a mi el trabajo duro que yo me encargaré de aprender lenguaje de señas por ti.
Una leve sonrisa apareció en el rostro de Hyungwon mientras Wonho agarraba su mochila.
- Y Hyungwon... si aceptas ser mi amigo... te veo el lunes en el almuerzo en la mesa que acordamos anteriormente... Cuídate bonito.
Y con una enorme sonrisa, Wonho salió de la Universidad dejando a Hyungwon enternecido.
¿Hace cuanto que alguien no le dedicaba atención?
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