Daichi & Muã





-Che dios... maranga...ture...agh... (oh Dios, mio, arg)

Una joven de corte punk, cabellera negra con los costados de la cabeza rapada, a un lado un largo flequillo que ocultaba un ojo, aunque el cabello le llegaba hasta encima de los hombros. Piel color crema, que a su vez era adornada por perlas de sudor, jadeaba agotadisima y su rostro parecía una cereza ante el agotamiento y esfuerzo de haber corrido por no llegar tarde.

-Uff, eso si fue un buen calentamiento. ¿no te parece Muã? -pregunta Daichi.

-¿C-calentamiento?... ¡Estas loco, eso no fue nada de eso! Estabamos por llegar tarde.

Aquel cabello es corto, negro y lacio. Ojos color café con una constitución grande y a menudo corría el rumor que por su apariencia emitía de inmediato su condición de capitán del equipo de Voleibol.

Aquello era ignorado por la pelinegra, que sin dudar al recuperarse le propicia un sutil golpe en el hombro.

-Auch... -se queja suavemente- ¿Y ese golpe?

-Por tonto, además tenías "esa" apariencia. Muchas chicas se quedaron como tontas. Debía detenerlo -se encoge de hombros, Muã.

Una sonrisa de suma diversión surca los labios del joven de tercer año, acercandose a ella para abrazarla y revolverle el cabello con ternura.

-Vale, vale, celosita, ya entendí.

-¡Daichiii no estoy celosaaa! -exclama intentando ocultar un rubor de verguenza ante la acusación, era cierto, pero no lo admitiría tan fácil.

-Jajajaja eres tan tierna Muã. Seguiría picandote pero debemos llegar a clases, si no, no valdrá tu esfuerzo -añade encaminandola hacia la clase.

Opakuevo Muã, era una joven estudiante de intercambio, provenía de Paraguay y era la chica mas vigilada y protegida en el equipo de Karasuno.

Tan solo por el hecho pequeño de ser la hermanastra de Daichi. Aquello daba "privilegios" sagrados según el mencionado, pero para Muã era la perdición. En vez de tener paz en la supervivencia estudiantil, era mas veces odiada por las chicas.

No era para nada cómodo la situación, a pesar que siempre parecía ignorarlo.

[...]

Ante la culminación de clases, a finales del primer mes de clases la costumbre de la pelinegra era esperar a Daichi a que terminara el entrenamiento para poder así irse juntos. El camino aun no se lo sabía perfectamente, y tampoco era perfecta en manejar google maps. Por lo que no le molestaba esperar.

Esta vez estaba en las gradas observando la practica, aunque de reojo esta vez estaba su atención estaba centrada en un cuaderno forrado de una piel suave de color lavanda, escribiendo palabras que parecían que ella se desvivía escribiendo las con el alma y sentimientos, parecía estar lejos del momento pero a su vez si consciente en ello.

-¡Muãaaa! Cuidado!

Ese grito de preocupación fue lo primero que exaltó inquieta a la pelinegra pero ante de que algo malo sucediera por cosas de reflejos había desviadocon un levantamiento con ambas manos hacia la pelota que iba directo a su cabeza.

Se escuchó un gran jadeo y suspiro al unísono ante la observado, para luego escucharse perfectamente pasos hacia ella.

-Que suerte que tienes buenos reflejos, luciérnaga.

-Ja... Reflejos. ¡Fue instinto de supervivencia! -exclama cerrando nerviosa el cuaderno, guardándolo en su mochila.

-Tranquila, por suerte la tienes. Por un momento creí ver mi muerte -sonríe nervioso.

Pero esta vez había sido ignorado, porque la mirada de la joven se dirigía hacia un chico pelinaranjo quien temblaba nervioso observándolos.

Un pequeño tic apareció en uno de sus ojos, mas especifico en el izquierdo, observó a Daichi.

-¿Daichi?

-Ehh... Si?

-Disculpame un momento, pero quiero conocer a ese chico que tiembla, así que... ¡Lo machacaré!

Por un momento escapó de la posibilidad de ser detenida por el capitan para luego llegar a grandes zancadas hasta el chico de primero, lo asumía, lo presentía porque nunca lo había visto con los de tercero ni con Noya-san. Por lo que al acercarse y su sonrisa ampliarse de una manera siniestra.

Escuchó un comentario de Tanaka-san haciendola reír por la estupidez del comentario.

-Oh pequeño Hinata, haz firmado tu sentencia... con ese remate -sonríe malicioso haciendo caras raras, y burlón, tanto que transmitia peligro.

Un chico excepcional y divertido de 16 años, cabeza rapada, acompañada de sus ojos de color azul grisáceo, era como el mejor amigo de Muã.

-¡¿Q-que?! Aaaaaa

-¿Así que eres tu quien casi me mata? -la voz fría pero tranquila, con una ceja levantada se posa frente al joven de primero.

Haciéndolo temblar como un tembleque, a decir verdad se lo notaba de baja estatura.

-¡L-lo siento! ¡LO siento! P-por favor no me lastimes -tartamudea con miedo Hinata.

Pero este pelinaranja observa por encima de sus hombros cuando Tanaka abraza a la pelinegra y hacen muecas con expresion a venganza.

-jojojo ¿que le harás Muã-senpai? -pregunta curioso Tanaka abrazándola.

-Yo....

Antes de que pudiera decir algo, Daichi como todo capitan puso sus manos en los hombros de ambos, produciendoles un escalofrios a los "malhechores".

-Si... ¿que harás eh?

La voz pacifica pero seria, hizo tragar saliva a la pelinegra con corte de pelo al estilo punk.

-¿Yo? Pos, le iba a dar consejitos y presentarme, nii-san. -sonríe nerviosa e inocente, Muã.

Daichi levanta la ceja incrédulo. Al igual que Tanaka y los demas. Jurarían que ella venía para descuartizar al pequeño.

-Bueno, a lo que venía, no soy mala por como me miráis. Por ser un pequeño saltamontes, te has ganado el conocerme. Soy Opakuevo Muã, un gusto Hinata-kun -dice amigablemente la pelinegra con una sonrisa amable.

Logrando que en consecuencia los chicos se sonrojaran ante tal tenura de ver.

-¡El gusto e-es mío, Opakuevo-senpai! Soy Hinata Shoyõ, primer año. -se presenta sumamente nervioso y sonrojado.

-Awww... Chulina.

-¿Chu-lina? -preguntan todos menos Daichi.

-Muã estas de nuevo hablando en guaraní... -da un pequeño apreton en el hombro a la chica.

-¿Uh? ¡Ah lo siento! Quise decir... ¿cute? Eh... ¿kawaii? Si eso, eres muy tierno Hinata-san -sonríe en disculpa, con un leve rubor.

-Aaaa... Ahora si se entiende. -dice comprendiendo Tanaka.

-A veces nos olvidamos que eres extranjera, Muã-chan. -dijo Sugawara Koshi, mientras se rascaba la nuca sonriendo.

Y así eran los días que Muã se quedaba a esperar a Daichi para ir juntos a clases. Sin duda alguna desde esa vez nada haría para cambiar lo que luego pasaría. Porque después de todo, ese buen equipo sería el mejor grupo mundial de mejor amigos que pudiera haber conocido.













◇●◇●◇
¡Hola! A que no se esperaban esta clase de inicio, este librillo se tratara de minis historias que aparentemente no tendrán ninguna relación pero en esencia sería algo como [Haikyuu x Reader] solo que esto lo usaré como libro especial para un nuevo proyecto. A ver si pillan para cual.

¿les ha gustado el cap?
¿se lo esperaban?

Nos leemos pronto.

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