Capítulo 7: Los mejores impostores
Ya sé que me quieren asesinar por tardar tanto XD. Pero pasó de todo, hasta me enfermé y luego quise recompensar la historia original por haberme atrasado. Sin contar que hace tres días se dañó mi laptop :(
Mil disculpas sherlockians :S
Ya me callo, lean xD
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POV Omnisciente
Abrió sus ojos en un dos por tres al escuchar la alarma de su celular. Cayó en cuenta que estaba en una habitación de hotel y no en su mansión. Aún tenía que seguir fingiendo después que pensó que tendría tiempo para relajarse. La aparición de Jim Moriarty tenía sus variantes; atrasar la diversión que ella tenía planificada con anticipación y podía ser en parte conveniente para tener más entretenimiento en su vida, que se había convertido en una rutina sin escape.
Por suerte dejó su celular en el baño y desde ahí podía comunicarse con Xavier sin que Moriarty se diera cuenta. Tenían que planear algo sencillo para poder "eliminar" la cámara de la habitación. Sonaba arriesgado ya que él claramente sospecharía de ella, pero Larisha no podía permitir que James se metiera en su camino. No le importaba quedar descubierta ante él, pero por nada del mundo iba a ceder ante el criminal.
Fue al baño rápidamente cómo si se tratara de una emergencia urinaria. Tomó su celular y comenzó a darle las órdenes a su mano derecha.
Necesito que en cuanto yo salga del hotel con Moriarty, hagas el trabajo de la cámara.
L.M
Pensé las cosas, señorita. Eliminar la cámara la pondrá en un sumo riesgo y su fachada caería rápidamente. Voy a bloquear la red que está colocada en el hotel, hay muchas redes alrededor y apuesto que todas son de Moriarty. Me tomará como dos o tres horas, todo depende de la complejidad del asunto.
X.M
Creo que el trabajo de Moriarty son 8 horas, no estoy segura... Cualquier cosa lo entretengo, pero necesito resultados. ¿Entendido, Moffat?
L.M
Entendido, señorita. Sólo con bloquear la red, puedo dejar la cámara fuera del mapa. Pensarán que hay una avería informática y si la persona que maneja la red, no es un experto, se va a la mierda. Claramente cualquiera puede montar una red, pero pocos saben mantenerla. Soy de los mejores hackers, no se preocupe.
X.M
Ya deje el auto halago y prepare todo, ya mismo me iré de aquí con Moriarty.
L.M
Le informaré cuando todo esté listo, no se preocupe, señorita.
X.M
Dejó su celular a un lado y procedió a bañarse; tenía una gran necesidad de sentir su cuerpo cubierto con las finas y exclusivas telas con que confeccionan su ropa, mandar a Xavier por ésta era un gran deseo, pero por fortuna no había caído en la tentación. Al principio dudó en cómo salir del baño, no sabía si taparse o simplemente salir desnuda. No estaba segura si James estaba despierto y se encontraba vigilándola, pero en su mente pasaba que él no sería capaz de caer tan bajo en espiarla desnuda. Seguramente iba a echar su vista a un lado en cuanto ella saliera. Luego se miró al espejo del baño; se dio cuenta que estaba siendo una total estúpida.
En serio que después que te has acostado con tantos hombres, ¿no quieres que él te vea?
Él no es cualquiera, pero tampoco es el único criminal en el mundo que te ha visto desnuda.
Sabes perfectamente que tu cuerpo no es un arma a favor en contra Moriarty, ese hombre no es de carne débil...
Y así se quedó por un extenso minuto mirándose en el espejo mientras hablaba con su consciencia, o más bien, ésta le hablaba. Tenía sus ojos entrecerrados como si la que estuviera en el espejo fuera otra mujer que se estaba burlando de sus pensamientos. Después de un largo suspiro, se cepilló los dientes y una sonrisa malvada adornó su rostro.
- Siempre has sido la diosa del engaño, Larisha. Estás aquí por tus propios méritos, sin tener que vivir a costillas de nadie. Tú creaste tu imperio y te harás respetar en toda Gran Bretaña.―chasqueó su lengua -Hoy harás tu mejor papel delante de Jim y lo harás a la perfección al igual como lo hiciste con Sherlock.―comenzó a arreglarse el cabello -Vamos a ver qué quieres de mí, Moriarty.―sonrió ladeado y salió de su baño completamente desnuda. Caminó pausadamente hacia la cama y se miró en el gran espejo a un lado de ésta. Parecía que modelaba coqueta y sensualmente frente a éste.
Efectivamente Moriarty estaba sentado en el borde de la cama con su laptop en mano. Moran había salido por té y algo de comer para los dos. Él vio cómo la mujer había salido corriendo hacia el baño en cuanto despertó. "Una emergencia urinaria, supongo". Fue lo único que le vino en mente y no se imaginaba lo que en realidad era. Sebastian llegó y trajo el desayuno, se fueron a la mesa de la suite y colocaron la laptop al otro extremo. Ambos estaban pendientes a la pantalla como si se tratara de una película. Luego de un largo rato esperando algún movimiento de ella, ésta sale completamente desnuda. James por poco escupe el té y a la vez éste se le derrama encima. Moran abrió su boca en completo asombro y se quedó con la tostada en la mano como si lo hubieran puesto en pausa. El consultor criminal cambió su vista rápidamente y se fue al baño a limpiar su pobre camisa que ahora olía a té de jengibre. Mientras el hombre se limpiaba con notable molestia, escuchaba la euforia de su mano derecha.
- OHHH, ¡Sie ist eine Göttin! (¡Ella es una diosa!)―exclamó a pulmón -Sólo voltéate a la cámara, por favor...―rogó como un tonto mientras acercaba la laptop a dónde él. Se podía ver que Larisha estaba de perfil, ligeramente inclinada mostrando su mejor pose. Justo en el momento en que iba a voltear para tomar su maleta...su jefe cerró la laptop -¡NOOOOO! ¡Jetzt kommt das Beste! (¡Ahora viene lo mejor!)―le reclamó nuevamente en alemán
- Moran... te he dicho que mientras yo esté, no vas a ver a esa mujer desnuda. ¿Te quedó claro?―advirtió con gran autoridad y casi arrastrando sus dientes
Bufó -Claro, me imagino que anoche viste mucho y gozaste lo suficientemente, como para desear que yo no vea. Eso, mi querido Moriarty... se llama envidia.―James rodó sus ojos
- ¿A caso crees que YO me rebajaría a tener ese tipo de deseos carnales?―preguntó ofendido
- Señor... usted tiene las dos cosas que nos distingue a todos los seres humanos.―sonrió ladeado algo burlón -Tiene un corazón y tiene apetito sexual, quiera o no... lo tiene...―guiñó y Jim se le acercó retante
- A mí no me quieras comparar con gente ordinaria, no me hagas bajarte a ese rango.―Moran resopló
- Aunque no quiera aceptarlo, tendrá que algún día reconocer que usted tiene un corazón que late a cada segundo y tiene un miembro masculino que sirve muchísimo más que para ir al baño.―chasqueó su lengua con cierta malicia en su rostro. Moriarty sólo se quedó mirándolo fijamente y no dio gesto en querer seguir con el tema. Sebastian volvió a abrir la laptop y notó que la mujer iba a salir de la habitación -Parece que ya está lista, va a salir de la habitación.―se asomó a mirar la pantalla y rápidamente se colocó el saco semi formal -Usted parece que de verdad quiere impresionarla, porque ni aparentando que es un profesor, deja de vestirse con ese toque un poco elegante.―Moriarty rodó sus ojos a tal comentario
La pelinegra salió de su habitación y por un instante pensó en tocar la puerta de Jim, pero se arrepintió y comenzó a caminar hacia el ascensor. En cambio éste salió de la habitación sigilosamente; apresuró su paso, pero al caer en cuenta que no iba alcanzarla a tiempo, decidió llamarla.
- ¡Larisha!―dijo en un tono alto provocando que ésta diera un brinco del susto
- ¡Mo dhia! (¡Mi Dios!)―exclamó en su idioma natal, por suerte fue en un tono bajo el cual Moriarty no alcanzó a escuchar. Sin duda alguna sería el fin de su falsa ya que claramente sabría que ella mintió acerca de su nacionalidad y probablemente en todo. Respiró hondo y se volteó con una sonrisa amplia adornando su rostro -Buen día, señor Brook.
- Venga, llámame Richard. Ya hablamos sobre esto y creo que si vas a trabajar para mí, debemos tutearnos.―sonrió ampliamente mientras se acercaba
- ¿No cree que si voy a ser su empleada, con más razón no debo tutearlo?―le preguntó y él se paró frente a ella sin quitar su sonrisa
- No haremos una discusión sobre esto, ¿o sí?―respondió burlón mientras tomaba su mano y postraba un beso en ésta -Buenos días, formalmente...¿lista para trabajar conmigo?―le preguntó a la mujer que se había quedado mirando su mano como si tuviera una mosca encima de ésta. Cuando se dio cuenta que lucía como una tonta, subió su mirada y él se encontraba mirándola algo divertido con su reacción -Tu mano está impecable, dudo que encuentres algo de sucio en ella.―chisteó y Monaghan se quedó parpadeando sin saber qué responder. ¡Que ironía! ¡Por primera vez un hombre deja muda a Larisha Monaghan!
- Estoy lista para comenzar a trabajar contigo, Richard.―respondió luego de unos incómodos segundos en silencio
- Perfecto, ¿ya desayunaste?―comenzaron a caminar hacia el ascensor
- Aún no, apenas salía de mi habitación.―ambos entraron a la par y éste la miró de reojo
- Entonces, vamos a desayunar...―apretó el botón y una sonrisa maliciosa adornó su rostro
Bajaron al primer piso y él la condujo hacia la salida, Larisha frunció su ceño sin comprender a dónde irían ya que pensaba que iban a desayunar en el restaurante del hotel.
- ¿A dónde vamos?―preguntó extrañada
- Iremos a una cafetería muy buena que queda cerca de este hotel, de seguro ya la conoces.―le sonrió ampliamente mientras detenía un taxi para los dos. Éste abrió la puerta y le señaló para que entrara primero. El taxista era uno de sus hombres y él simplemente se limitó a darle una orden como si se conocieran de toda la vida -Wesley, llévame a mi lugar favorito para desayunar.―le indicó y su empleado arrancó rápidamente
James no se había fijado que se sentó lo suficientemente pegado a ella como para deducir que estaba invadiendo su espacio personal. Por inercia aspiró su aroma y podía notar como el olor de su cabello, combinaba perfectamente con su perfume corporal. Sin querer se estaba embriagando por su dominante esencia. Monaghan por su parte estaba cayendo en ese perfume que traía Moriarty, sin duda alguna era bastante impactante para su olfato. No era un aroma común, imponía toda su hombría y elegancia en uno.
Maldito Moriarty, de tantos perfumes que existen, tenía que usar el Rockwear 9 IX.
Es tan...mortal...
Cayó en cuenta de sus pensamientos y sacudió su cabeza con desespero como si eso los desvaneciera por completo. El consultor la miró de reojo con ceño fruncido, no comprendía qué le pasaba a esta mujer. Se sentía algo molesto consigo mismo porque no podía deducirla más a fondo y hasta por un momento se preguntó si Sherlock pudo haberla descifrado por completo. Luego se maldijo entre dientes por haberse preguntado algo así; tenía que descubrir algo más de ella, ¿pero qué?
¿Cómo una mujer tan simple puede ser indescifrable? ¿Por qué solamente se destaca su nacionalidad y preferencia sexual? ¿Es lo único que se puede leer sobre ella o más bien, es lo único que ella quiere que lean?
En ese instante arqueó su ceja interesado y volteó a mirarla sin que se diera cuenta. ¿Sería posible que esa mujer sea una impostora, una vil farsante? Comenzó a mirarla con detenimiento, escaneando cada parte de su rostro. No tenía algún accesorio que ayudara, ningún arete, collar, pulsera, nada... Los instintos casi sobrenaturales de Larisha en parte le advertían que él la estaba observando, podía notarlo porque sentía la calidez de su aliento casi en su cuello, pero no lo suficientemente cerca.
Me está analizando, tiene dudas sobre mí y apenas no hemos pasado una hora juntos...
Joder, este hombre es más desconfianzudo que yo, tengo que detenerlo.
- Usted tiene algo en común con Sherlock...―comentó sonriente mientras miraba hacia afuera, Moriarty sin duda alguna se molestó y rechinó los dientes con fuerza
- ¿Por qué dices eso?―preguntó tratando de ocultar su molestia -¿Qué podría tener en común con...él?―ella sonrió ladeado y volteó a mirarlo sin expresión alguna
- Él hacía lo mismo que tú durante todo el camino, me observaba con detenimiento. Ya hasta me estaba preguntando si me coloqué perfume hoy o si lo había olvidado.―burló y él soltó una risita como respuesta
- ¿Le dijiste algo cuando notaste que te miraba? ¿O solamente me lo dices por decir?―lamió sus labios y ella sonrió al recordar ese momento
- Bueno, admito que yo también lo observaba, no todos los días andas con un detective consultor.―fingió estar emocionada sobre ello y Moriarty tenía ese instinto de rodar sus ojos con molestia, le hastiaba los halagos que recibía el señor Holmes -Pero bueno―paró en seco en cuanto notó que estaban a punto de estacionarse frente a la cafetería que había mencionado James
Jamás se le había pasado por la mente que él mencionaba esta cafetería precisamente. Moriarty es alguien que no le gusta jugar con fuego, le encanta manejarlo. Larisha cayó en cuenta que todo estaba fríamente calculado; si reaccionaba de una forma "preocupada", entonces él sabría que ella lo conoce realmente. Así que tenía que seguir actuando natural para que James no sospechara absolutamente nada.
"Si realmente fuera quien finjo ser, de seguro metería la pata..."
"Buen intento, Moriarty. Pero lamento decepcionarte, conmigo no lograrás nada."
"Somos los mejores impostores..."
- ¿Te preocupa algo?―preguntó con cierta malicia mientras buscaba su mirada, quería notar si su semblante había cambiado en algo. Ésta volteó a mirarlo y le brindó una de sus mejores sonrisas
- Al contrario, me llena de alegría volver a estar cerca de mis nuevos amigos y de esta cafetería que prepara unos sándwiches sumamente deliciosos.―relamió sus labios con emoción y a Moriarty se le borró su sonrisa -Vamos, muero de hambre.―se bajó del taxi y Jim sólo se quedó sin expresión alguna en su rostro. Por un momento pensó que ella estaba fingiendo, pero todo da a mostrar en que no lo hacía... tenía que seguir analizándola
Ambos entraron a la cafetería, se fueron hasta la última mesa que había disponible. Él sabía que estaba arriesgándose mucho, pero tenía que intentarlo. Larisha se sentía complacida ya que el criminal consultor se estaba arriesgando en ser descubierto por su culpa. James se sentía algo molesto al verla sonreír tanto, ¿se estaba burlando de él? o, ¿simplemente está siendo cortés?
- Parece que te gusta estar siempre en silencio.―comentó ella llamando su atención, sólo la miraba fijamente sin pestañear. Finalmente él parpadeó y le brindó una sonrisa
- Estaba pensando en la clase de hoy, a los jóvenes les espera mucho trabajo de parte de su otro profesor.―lamió sus labios -No quiero olvidar absolutamente nada.―la camarera trajo los pedidos -¿Cuándo hicimos nuestros pedidos?―frunció su ceño
- Tus pensamientos sí que eran bastantes profundos para no darte cuenta que pedí todo por mi cuenta.―le guiñó -Creo que lo que pedí para ti te va a encantar, lo probé hace poco.
- Si tú lo dices, tomaré tu palabra.―sonrió ladeado y comenzó a comer
- ¿Qué se supone que haré en el trabajo? ¿Para qué me necesitas?―tomó de su té y él se limpió con la servilleta
- La necesito para todo, Larisha...―respondió casi en un susurro y ella arqueó su ceja interesada
- ¿Todo?―frunció su ceño y éste notó su incomodidad
- Me refiero al papeleo, claro...―le sonrió algo divertido
- Mal pensé, lo siento.―agachó su cabeza "apenada" -Es que...la mayor parte del tiempo, los hombres coquetean conmigo y...ellos no son mi liga... ¿Me comprendes?―preguntó algo dudosa y él le asintió
- Discúlpame, no era mi intención sonar coqueto contigo...―tomó su mano y ésta frunció sus labios -Es una pena, eres muy hermosa.―las ganas de la pelinegra era poner una cara de incredulidad, pero no podía salirse de su papel por nada del mundo. James al notar que no hubo una reacción de contradicción en su rostro, comprendió que ella estaba siendo sincera
- ¿Te gusta el sándwich? La salsa que le pusieron es especial, aunque creo que es simplemente mayonesa y mostaza.―cambió el tema por completo y trató verse lo más natural posible
- No soy fanático de la mostaza, pero la mayonesa le da un toque especial y hace que no predomine.―ella amplió su sonrisa
- ¡Es lo mismo que pienso!―comió de su sándwich y Moriarty le brindó una sonrisa fría, esas en las cuales sus ojos dicen lo contrario a sus labios
- Me alegra saber que coincidimos. Aunque deberíamos apurarnos para marcharnos en cuanto antes.―miró su reloj, ya estaban demasiado tiempo exponiéndose cerca de Sherlock
- ¿No entras tarde a trabajar?―hizo una cucharita -Ni te imaginas las ganas que tengo de presentarte ante mis amigos, serían par de minutos y nos marchamos a trabajar.―pausó -Bueno, aunque dudo que Sherlock preste mucha atención si está aburrido.―el consultor criminal por poco escupe el té. Larisha le estaba proponiendo con gran malicia y su reacción valía un millón
- En otro momento me encantaría, pero no entro tarde a trabajar.―miró nuevamente su reloj fingiendo que la hora le importa -Debemos marcharnos, es hora.―se iba a parar de la silla, pero el comentario de Larisha lo hizo parar en seco
- Te notas nervioso, ¿pasa algo?―entre cerró sus ojos y él la miró sin comprender
- ¿Qué te hace pensar que estoy nervioso?―su tono de voz era notablemente cortante y ella con todas las fuerzas que pudo, contuvo su sonrisa maquiavélica
- Es que juraría que el tema de mis amigos hizo que te pusieras nervioso.―cruzó sus brazos y se echó hacia atrás en la silla
- Son ideas tuyas, no quiero llegar tarde al trabajo. Tampoco estoy como para que me deduzcan a estas horas del día.―la pelinegra soltó una carcajada
- Descubriste mis malas intenciones, quería ver cómo te deducía. Conmigo no se atrevió a hacerlo como tal de frente, sólo alardeó con John a espaldas de mí.―chasqueó su lengua y eso le pareció interesarle a Moriarty
- ¿En verdad?―puso su mano en la barbilla -Tenía entendido que a él le encanta presumir de su habilidad para deducir. Es como si le excitara mostrarle a los demás lo que es capaz de descubrir de nosotros.―puso su taza de té en el platillo y comenzó a observarlo detenidamente
- ¿Tienes miedo que descubra lo que escondes?―soltó de la nada y el consultor frunció su ceño ante esa pregunta directa. Monaghan sabía que estaba yendo lejos, a veces sin querer se salía de su papel y eso algún día le iba a costar muy caro
- ¿Perdón?―se hizo el desentendido, pero claramente había escuchado esa pregunta directa
- Sólo bromeo, ¿qué puede esconder un simple profesor de matemáticas? ¿El Teorema de Pitágoras?―burló descaradamente provocando que James soltara una risita sincera
- Tus pensamientos son muy espontáneos, ¿siempre dices lo que piensas?―sonrió y ella le devolvió la sonrisa con falsa cortesía
- Me caracterizo por siempre decir lo que pienso sin importar lo que los demás puedan decir o pensar de mí. Sinceramente no me importa causar buena impresión en la gente. No es mi intención...―entre tantas mentiras soltó una verdad. Usó un viejo truco que siempre servía, pero a su modo. "Cuenta par de cosas que sean verdades y gánate la confianza de quién sea, luego suelta tus mentiras y ya no sabrán distinguir si mientes o no, ya que te ganaste su confianza." -Creo que soné muy ruda...―rascó su cuello fingiendo estar apenada y Moriarty negó con su cabeza
- Me agrada que las personas sean así de honestas, detesto cuando me esconden algo.―acomodó sus espejuelos falsos, ya que no tenían nada de aumento -Muchos creen que pueden burlarse de mí y tomarme el pelo, pero no es así.―comentó con su voz bastante agudizada. Larisha no sabía qué pensar en ese momento. ¿James la había descubierto o fue simplemente un comentario espontáneo? Se quedó por un momento contemplándolo, cuando tenía la respuesta perfecta, fue interrumpida por el criminal
-Ya es hora de irnos, se me hará tarde para la primera clase.―se levantó de su silla y la mujer agradeció el no tener que comentar acerca de lo que acababa de decir -El desayuno va por mi cuenta, no te preocupes.―dejó el dinero encima de la mesa y ambos salieron de la cafetería. Moriarty llamó a un taxi y éste se detuvo enseguida. Por inercia hicieron el mismo movimiento a la par, ambos dirigieron su vista hacia la ventana del 221B. Y como si estuvieran sincronizados, pasó por sus mentes el mismo pensamiento.
"Nos veremos pronto, Sherlock..."
***
Durante el corto camino hacia la universidad, platicaban un resumen de sus gustos. Increíblemente estaban siendo honestos con sus preferencias; ya sean musicales, comida, películas, entre tantas cosas simples de las cuales se podía hablar con rapidez. El método que usaban, era uno propuesto por Larisha. Uno de los dos mencionaba una cosa y daban la respuesta a la par.
- ¿Canción favorita?―comentó ella y él mordió su labio inferior pensativo -¡Vamos! Se supone que soltemos la respuesta a la par.―rogó para que contestara
- Es que no sé por cuál decidirme, me encanta "Staying Alive", pero también me fascina "I want to break free".―se encogió de hombros y ella soltó una carcajada -¿Qué?―arqueó su ceja fingiendo indignación -¿Cuál es tu favorita?
- Creo que de tantas, me gusta más "I'm so sorry" de Imagine Dragons.―él alzó sus cejas realmente asombrado
- Tienes buen gusto, también la tengo en mi lista de reproducción.―ambos rieron y por un instante intercambiaron una mirada fija que decía todo, pero a la vez nada. Sus máscaras de impostores habían caído por un momento y más allá de ser quiénes eran en la vida real, estaban siendo ellos mismos. Era tan difícil de creer que estaban comportándose como dos personas normales en esa conversación
- Ya llegamos a la universidad.―interrumpió el taxista y los trajo de vuelta a tierra firme. Sacudieron su cabeza en direcciones opuestas tratando de eliminar del sistema lo que había pasado recientemente
¿Qué demonios fue eso? No dejes que Moriarty juegue con tus controles, Larisha.
¿Quién eres? ¿De dónde saliste? ¿Por qué justo tenías que aparecer en el camino de Sherlock?
A Jim le molestaba en parte, que Sherlock siempre tuviera atención y gente a su alrededor. A veces los llamaba: "Las mascotas de Holmes". Por eso en cuanto vio a la pelinegra, supo que todo tenía que cambiar. Si el detective tenía a John de mascota; él podía tener una también, a Larisha...
- ¿No piensas entrar? Te quedaste mirando hacia la nada.―llamó la atención del hombre que se quedó contemplando la entrada de la universidad
- Sólo estoy un poco nervioso, mi primer día como sustituto.―forzó una sonrisa y voz tímida
- Mira el lado positivo, primer día como sustituto y no prostituto.―chisteó y él la miró de reojo con disgusto -No pude evitar rimar esas dos palabras, discúlpame si te molesté. Quería hacerte sonreír para quitar tu nerviosismo.―rascó su hombro fingiendo ese arrepentimiento a la perfección
- No te preocupes, simplemente no me imaginé que dirías algo así.―sonrió levemente -Ven, vamos a entrar.―comenzaron a caminar hacia un salón apartado que no quedaba adentro del complejo de la universidad. Moriarty la miró de reojo mientras ella miraba con confusión hacia los adentros de ésta -Olvidé comentar que el salón queda apartado de todo el complejo, pero aun así habrá movimientos de estudiantes. Puedes estar tranquila, no pienso secuestrarte.―dijo en un tono burlón y ella lo miró mientras arqueaba una ceja
- Secuestrarme sería perder el tiempo y dinero, soy una persona corriente sin mucho que aportar a la sociedad.―Jim soltó una carcajada
- Te denigras demasiado, yo pienso que eres una mujer muy interesante. Puedes tener potencial en lo que sea que te propongas.―ella bufó como respuesta
- Tengo tanto potencial que ni siquiera me he propuesto algo en la vida. Mírame ahora, aceptando el primer trabajo que me ofrece un completo extraño.―se encogió de hombros y el criminal consultor dejó de caminar para voltear a verla
- Conmigo encontrarás el horizonte de tu vida, quédate junto a mí y lograremos muchas cosas juntos.―puso sus manos en los hombros de la pelinegra. Sinceramente veía potencial en la mujer, extrañamente no tenía intenciones de matarla en algún momento. ¿Para qué? Podía ser de gran ayuda, Sherlock había acabado con sus redes y sin duda alguna necesitaba caras nuevas en su entorno
Antes que ella pudiera contestarle, de la nada salió un chico corriendo entre medio de ambos y empujó a Moriarty provocando que éste cayera en un charco repleto de lodo. El hombre estaba hecho un desastre por completo. Larisha inmediatamente le extendió la mano para que pudiera pararse. La cara de él era de notable furia, quería matarlo sin duda alguna. Pero lastimosamente el chico siguió corriendo sin percatarse en el peor error que haya podido cometer en su vida.
- Corre, será el último trayecto de tu vida...―musitó entre dientes, pero Larisha alcanzó a escuchar
- ¿Qué?―se hizo la tonta para sacarlo de contexto, James se dio cuenta que no precisamente lo pensó y rápido buscó una respuesta para maquillar su error
- Me refería que éste no será un gran día...―sonrió forzadamente y ella lo miró de arriba hacia abajo. Estaba completamente hecho un desastre, iba a necesitar un baño
- Vas a tener que bañarte sin duda alguna.―se rascó el cuello
- Tengo ropa de repuesto en el maletín, siempre vengo prevenido.―alzó sus cejas "sorprendida"
Claro, ya sabré yo qué clase de prevención tienes, Moriarty.
- ¿Por qué no volvemos al hotel? Estás lleno de lodo hasta en el cabello.―sugirió la pelinegra
- ¿Para qué, darling? Hay duchas aquí.―rodó sus ojos cayendo en cuenta
- Entonces, vamos.―Moriarty arqueó su ceja burlón
- ¿Piensas meterte conmigo al baño, Lombardi?―preguntó en un tono coqueto para sacarla de contexto
- Supongo que los baños quedan en el mismo complejo.―señaló hacia el lugar y siguió caminando ignorando el comentario de Jim. Éste por su parte se limitó a sonreír ladeado y continuó atrás de ella
- Es aquí.―ambos entraron al baño de hombres. No había nadie ya que estaban todos en el salón esperando por él. Comenzó a quitarse el saco y la criminal comprendió que debía salirse del baño en ese preciso instante -Espera...―paró en seco y volteó a mirarlo
- ¿Sí?―arqueó su ceja
- ¿Puedes ayudarme con la corbata? Suena tonto, pero no puedo quitármela.―realmente tenía dificultades con ésta, pero quería probar la paciencia de la mujer e intentar provocarla. Si de verdad era lesbiana, no iba a caer en sus garras. Cosa que a él no le interesaba ni por un instante, o eso creía él...
Larisha caminó hacia dónde él y tomó la corbata firmemente como si quisiera ahorcarlo. El criminal consultor tenía esa mirada llena de malicia, quería hacerla flaquear. Cuando a ese hombre se le mete algo en la cabeza, no había nadie que se lo sacara. Iba a tirar a "matar", comprobaría su sospecha cómo sea. Monaghan comenzó a quitarle la corbata y él buscó su mirada descaradamente.
- Tus ojos son hermosos, cualquiera se puede perder en ellos.―la tomó por la barbilla obligándola a mirarlo
- Un profesor coquetéandole a su asistente, en el baño de hombres y en su primer día de trabajo. Me parece un buen título para una revista de chismes.―dijo sarcásticamente provocando que el hombre riera
- ¿No te llamo la atención ni un poco?―rozó su mejilla con delicadeza y miró sus labios de una forma lasciva
- Lamento desilusionarte, pero me gustan las tortitas.―se encogió de hombros y él simplemente se limitó a fruncir sus labios totalmente pensativo. No estaba funcionando para nada su técnica, o simplemente ella era una mujer sumamente lista.
Una vez que le quitó la corbata, Moriarty comenzó a desabotonar su camisa frente a ella. La mujer aún no se había percatado de su acción, ya que estaba mirándolo detenidamente a los ojos.
- No soy de tu preferencia, pero tampoco te pierdes el espectáculo.―burló descaradamente y ella frunció su ceño sin comprender. En cuanto bajó la vista, vio el pecho desnudo del criminal consultor. Su piel pálida, complexión delgada que increíblemente contenía una masa muscular buena, en comparación a lo delgado que se ve con su Westwood. Luego se fijo en ese lunar coqueto que estaba en su pecho, llamaba la atención e incitaba a pecar.
Todo lo que un Westwood puede ocultar...
Deja de mirar su pecho y míralo a los ojos sin importancia.
No has perdido la cordura por un hombre nunca y ésta no será la excepción, por más falta de sexo que estés, estúpida.
Era gracioso ver como la criminal se insultaba sin piedad, hablar con su consciencia era lo que la mantenía canalizada en situaciones como ésta.
- Te esperaré afuera.―soltó cortante y se marchó azotando la puerta con notable fuerza. Jim se quedó parpadeando incrédulo y volteó a mirarse en el espejo
Esto es lo más denigrante que he hecho en la vida y no resulta como quiero.
Pero, ¿qué realmente quería Moriarty? ¿Ser rechazado y comprobar que es lesbiana? ¿Hacerla caer en la tentación y comprobar que es una impostora? o ¿Simplemente le dio en el orgullo ser rechazado? Muchas interrogativas y por ahora no sabremos, cuál de todas es la que acierta....
***
Cuando James terminó de prepararse, ambos se dirigieron al salón de clases. Los estudiantes tenían un tremendo escándalo formado. Larisha observó que todos eran varones y no había ninguna chica en el salón.
- Es una universidad exclusiva para chicos, por cierto...―le susurró al oído y ella asintió comprendiendo, para luego sentarse junto al escritorio de Jim. Éste se paró en el medio del salón y todos guardaron silencio al verlo allí.
- Soy el profesor Richard Brook, estaré sustituyendo al profesor Sherry por un breve tiempo.―comenzaron a murmurar y Moriarty tomó un gran suspiro para no perder la paciencia que no existe en su diccionario -Silencio...―dijo entre dientes -Su profesor volverá pronto, así que les recomiendo que se apliquen conmigo o les puede ir peor...―claramente amenazó sin pena y sin importarle que Larisha estaba atrás de él
- Disculpe, profesor...―interrumpió un alumno y con su mirada muerta le permitió hablar -Es que... su nombre se nos hace conocido, ¿sabe?―el hombre volteó a mirar de reojo a la mujer para ver su semblante y ésta simplemente se encogió de hombros como respuesta
- Mi nombre y mi apellido son demasiado comunes, cualquiera podrían tenerlos.―cruzó sus brazos
- ¿Precisamente igual al suyo?―preguntó otro estudiante
- Sí...―arrastró los dientes
- Es mucha casualidad...―comentó otro y en cuanto Moriarty lo miró a los ojos, notó quién era éste...
El chico que lo empujó en el lodo...
- A ver tú, ¿cómo te llamas?―le preguntó retante y todos voltearon a verlo
- Erick Neeson...―respondió sin comprender
- ¿Sabe lo que hizo hace un rato, Neeson?―éste negó con su cabeza a modo de respuesta -¿Seguro que no sabe?―volvió a preguntarle con evidente molestia
- No entiendo de qué me habla, profesor...―se encogió de hombros y Moriarty respiró hondo
- ¡USTED!―gritó mientras se acercaba y no dejaba de señalarlo -Se atrevió a empujarme para ir al salón de clases corriendo como un desquiciado.
- Sólo fue un empujón accidental, profesor.―Moriarty golpeó en el escritorio del chico
- Caí al maldito lodo...―mencionó cada palabra pausadamente sin quitar su mirada mortal. Todos alzaron sus cejas asombrados al enterarse de lo sucedido. En otro momento se hubieran reído, pero James les provocó miedo desde que entró por esa puerta.
- Lo...siento...―se disculpó el chico mientras agachaba la cabeza apenado. Jim iba a responder con furia, pero Larisha como si lo conociera de toda la vida, lo detuvo ya que se había ido atrás de él en cuanto se acercó al joven
- Bien, comencemos la clase.―arregló su chaqueta como si no hubiera pasado nada y todos intercambiaron miradas de confusión -Hoy comenzamos con los números reales, racionales e irracionales.―Larisha rodó sus ojos exhausta sin tan siquiera empezar la clase. De todas las clases, la que más odiaba era matemáticas. Ella tenía su lema: "Prefiero sumar dinero, que sumar números en la escuela"
Y así pasaron las horas de clases y a cada hora venía un grupo de estudiantes. Monaghan se quedó observando a Moriarty en cómo le explicaba a los chicos. El maldito realmente era un profesor de matemáticas, se le daba perfectamente todo esto. Pero no era un profesor para dar clases precisamente...
- Eso es todo por hoy, estudien para el quiz de mañana.―todos abuchearon -Shh, agradézcanle al profesor Sherry, no a mí.―señaló la puerta y todos se marcharon rápidamente -Ya concluimos nuestro primer día.―volteó a mirarla y ésta lo miró sorprendida
- ¿Cinco horas de clases solamente?―alzó sus cejas -Pensé que eran ocho horas.―añadió mientras se levantaba de la silla
- Podemos aprovechar las horas restantes...―se acercó a dónde ella viéndose algo provocativo -No me mires así.―rodó sus ojos -Vamos a almorzar, podemos platicar y conocernos mejor.―sonrió ampliamente, pero nunca quitaba esa vista muerta. Larisha lo pensó por un instante, más tiempo con James serviría para ganarse su confianza y alejarlo de una buena vez. Pero ya se sentía agotada, necesitaba tiempo libre y poder ser ella misma sin seguir aparentando por hoy
- Me gustaría, pero estoy muy cansada. Sólo quiero llegar a mi habitación y pedir que me lleven el servicio.―el hombre frunció sus labios, iba a tener que recurrir a la cámara de la habitación si quería descubrir algo más sobre ella
- Comprendo perfectamente.―se colocó el maletín en forma lateral -¿Nos vamos?―metió sus manos en los bolsillos
- Cuando quieras.―él le señaló para que saliera primero
- Adelántate, tengo que hacer algo.―la pelinegra se quedó pensativa, de seguro le hablaría a alguien sobre ella. Trató de no lucir interesada en lo que haría y se marchó del salón
Moran, encuentra a Erick Neeson y encárgate de ese imbécil...
J.M
Tengo el presentimiento de que es un estudiante al que quieres matar...
S.M
No te pago para tener presentimientos, ENCÁRGATE.
J.M
Guardó su celular y se marchó junto a Larisha hacia el hotel.
***
La pelinegra se quedó dormida durante el trayecto, estos días había dormido muy poco porque su mente no paraba de trabajar. Al menos era consciente que no era una máquina y era una humana. En cambio Moriarty a veces olvidaba que era un ser humano común y corriente aunque le costara aceptarlo. El consultor criminal la observaba dormir, luego un pensamiento traspasó su mente como flecha.
Otra más del lado de los ángeles...
Debería arrastrarla conmigo hacia el infierno...
Sonrió al tan sólo pensar en esa posibilidad malévola; quedarse con Larisha como arma mortal en contra de Sherlock, era como escuchar una composición de Johann Sebastian Bach. Él podría ser el compositor y ella sería sus notas musicales. Ante ese pensamiento que sonaba una idea magistral, comenzó a golpear en su rodilla al ritmo de Partita No. 2 del compositor Bach.
Luego de un rato, llegaron al hotel y automáticamente Larisha abrió sus ojos cómo si tuviera un cronómetro instalado en su cabeza. James la acompañó hasta la puerta de su habitación y comenzaron a platicar brevemente antes de dejarla marchar.
- Espero que te haya gustado tu primer día de trabajo.―le sonrió ampliamente
- Fue un día muy interesante... Admito que no me llevo con las matemáticas, pero si hubiera tenido un profesor como tú, quizás hubiera sido fácil.―comentó burlona y él arqueó su ceja sorprendido
- ¿Eso fue un piropo, Lombardi?―preguntó burlón y ella bufó
- Podré ser lesbiana, pero no soy ciega. La pupila debe ser cuidada, no es nada lindo tener un profesor barrigón.―él soltó una risita -En serio, no es broma. Ese profesor era tan gordo, que a veces cuando explicaba los ejercicios, no veía nada porque tras que no tenía un buena siento ni tampoco el mejor ángulo, su barriga tapaba todo.―ambos soltaron una carcajada sorpresivamente sincera
- ¿De verdad quieres almorzar sola en tu habitación? Digo, tenemos una plática muy amena. Me gustaría conocer más de ti.―ahí nuevamente mostraba esa mirada con doble intenciones. Su lado "humano" salía cuando quería por un lapso de tiempo
- Segurísima, discúlpame... ¿Sí?―mordió su labio inferior mostrando ese "lo siento" falso
- Bien, te dejaré descansar. Espero verte a la hora de la cena en el restaurante y si no llegas a bajar, nos vemos mañana.―Monaghan le asintió
- Gracias por todo, Richard.―puso su mano en el hombro de él -Eres un gran hombre, te agradezco por este trabajo, si no hubiera sido por tu oferta, estuviera haciéndome un ocho sin saber qué hacer.―rascó su cuello y él negó con su cabeza
- Aún no me agradezcas, pronto lo harás realmente.―agudizó su tono de voz, se notaba la frialdad y malicia en sus palabras
- Sí, eh...―rascó su hombro y Moriarty cayó en cuenta que se estaba saliendo de su papel -Hasta luego, Richard.
- Hasta luego, Larisha.―se acercó a ella y por impulso plantó un beso en la mejilla de la pelinegra, provocando que ese perfume se apoderara nuevamente de sus fosas nasales
Hijo de su madre...
- Bye...―se volteó y cómo pudo cerró la puerta tras de ella, dejando a Moriarty con una sonrisa maliciosa en su rostro
- Si no caes en la manera que me propongo, caerás de otra forma. Pero quien termina trabajando con el diablo, con éste se quema...―sonrió ladeado y se metió a su habitación
Cuando la pelinegra entró a su habitación, se encontró con una "sorpresa" que por poco le saca el corazón de lugar.
- ¡Carajo!―exclamó llevándose la mano al pecho -¡Xavier!―musitó entre dientes
- Vaya... ese Moriarty si que es intenso.―cruzó sus brazos mientras miraba la pantalla de su laptop -Dándole un beso en la mejilla a La Madame del narcotráfico.―Larisha rodó sus ojos
- Quítame ese título de narco, hace tiempo pasé ese episodio de mi vida.―resopló mientras se servía un whisky
- Dé eso por hecho, ahora celebremos...―ella arqueó su ceja
- ¿Qué se supone que estamos celebrando?―se sentó al otro extremo de la mesita
- Bloqueé las redes de Moriarty colocadas en el hotel, ya no podrá espiarla. Bueno, por eso claramente estoy en esta habitación.―tomó del whisky que ya tenía servido
- ¿He dicho antes que lo amo, Xavier?―éste alzó sus cejas
- Nunca pensé que se enamoraría de mí, para serle sincero.―Larisha bufó como respuesta
- Estoy siendo amigable por un momento contigo y sales con payasadas, Moffat.―frunció su ceño
- Bueno, lo importante es que sacamos la cámara del mapa. En todo caso que recupere la imagen, que lo dudo... Sólo podrá verte, pero no escuchará absolutamente nada.―mordió su labio inferior ocultando su evidente emoción
- ¡Salud!―chocaron sus vasos repletos de whisky
- ¿Qué tal el consultor criminal?―preguntó pícaramente
- Había olvidado lo mucho que odiaba las matemáticas.―rodó sus ojos -A veces deseo que estas máscaras caigan en cuanto antes, en especial, la de él conmigo. Pero luego me pongo a pensar y me conviene estar cerca de Moriarty en esta manera. Así puedo entretenerlo y hacerlo perder el tiempo.―sonrió maliciosamente
- ¿Cerca como en la puerta?―se notaba que disfrutaba molestar a su jefa
- ¿Podrías dejar de insinuar que disfruto estar cerca de él?―preguntó casi entre dientes
- ¡Ay por favor!―exclamó sarcástico -Recuerdo claramente años atrás en la forma que hablaba de Moriarty. Quería llevarlo a su cama...―le sonrió burlón
- Fueron años atrás, estaba borracha y aún no manejaba bien mi apetito sexual.―lo señaló con autoridad -Las cosas han cambiado, ya no me dejo llevar por el deseo carnal.
- Eso quiero verlo...―comentó mientras se llevaba un sorbo de whisky
- ¡¿Perdón?!―soltó ella con rabia
- Lo que dije, señorita.―se acercó de su lado de la mesa -Tengo el presentimiento de que tarde o temprano, enredará sus piernas con las de Jim Moriarty.―sonrió ladeado con ese toque malicioso que lo caracterizaba y Larisha se interrogó por qué aún no lo había matado hasta ahora
***
Mientras ese par discutían a su modo con whisky de por medio, en la habitación de al lado se encontraba un Moriarty vistiéndose luego de un extenso baño. Aún sentía el olor a lodo encima y tenía que quitárselo como sea. Sebastian entró a la habitación y James se encontraba cambiando el televisor de la habitación sin tener un punto fijo.
- ¿Qué tal le fue con la mujer?―preguntó mientras se servía un trago de vodka
- Mejor de lo que imaginé o peor de lo que imaginé.―respondió mientras tomaba un sorbo del trago que ya tenía en su otra mano desocupada
- No entendí nada...―Moran lo miraba extrañado, no captó absolutamente nada de lo que dijo su jefe
- Explico.―suspiró fastidiado -Me fue bien con ella en el trabajo ese, pero no conseguí información más allá. Parece que es sincera conmigo...―añadió mientras miraba su vaso de vodka y el rubio arqueó su ceja divertido
- No me diga que...―se llevó su mano a la barbilla pensativo -¿Está desilusionado porque la mujer es realmente lesbiana?―Moriarty cruzó su mirada con la ojiazul de Moran
- ¡¿Qué demonios me estás hablando, Moran?!―su mano derecha comenzó a reírse
- Es que en la forma que me dice las cosas, parece que está decepcionado en que ella no haya caído en ninguna trampa...―sonrió sin quitar el aire burlón
- NO estoy decepcionado, ¡deja de actuar como ordinario!―reclamó a pulmón -Hice de todo para seducirla, me puse hasta mi mejor perfume y nada...―chasqueó su lengua -O esa mujer es realmente lesbiana o simplemente no es otra Molly y es difícil de conquistar.―Moran soltó una carcajada
- En eso le secundo, señor. El primer día que conoció a Molly mientras reparaba las computadoras, usted no dudó en invitarla a salir y ella aceptó.―ambos rieron -Aunque eso lo deja mal parado, sólo las desesperadas caen en sus redes.―Jim sonrió ladeado como respuesta
- Creo que la mejor parte es que sobre todas las cosas, esa mujer no es ordinaria.―tomó nuevamente de su vodka -Quiero que trabaje para mí, permanentemente...―Moran escupió su vodka y su jefe lo miró con disgusto -¡Por favor, Moran!―le regañó
- ¡¿Qué?!―exclamó en tono bajo -¿Perdió la cabeza o qué? No conocemos a esa mujer del todo, para querer meterla a nuestra red.―Moriarty rodó sus ojos
- ¿Y qué es lo que estoy haciendo? ¿Eh? Estoy tratando de descifrarla poco a poco, sé que tiene mucho potencial.―Sebastian negó con su cabeza a modo de desaprobación
- Hace unos días, usted la quería como pieza clave en contra de Sherlock para luego deshacerse de ella.―hizo gesto cómo si se degollara el cuello -Ahora... ¿la quiere para siempre?―preguntó incrédulo
- Ya te di mis razones, no pienso discutir más el tema.―se fue hacia la mesa dónde se encontraba la laptop -Más bien muéstrame, quiero ver si se está comunicando con alguien sobre este día.―Moran rápidamente accedió hacia el panel que se supone que muestre el manejo de la cámara. Hasta que ambos se encontraron con una grata sorpresa, la cámara no funcionaba
- Diría que se dañó la cámara, pero de eso no había forma de que sucediera...―Jim pasó su mano por su cabeza ansioso
- Moran...―musitó y Sebastian encontró la solución del problema
- Mierda, mierda...―se quejó incrédulo
- ¿Qué pasa, Moran?―frunció su ceño y trató de observar detenidamente la pantalla
- Las redes han caído por completo, señor...―notó cómo los ojos del hombre querían salirse de posición -Creo que ella tiene que ver con todo esto, de seguro está celebrando su victoria en este momento.―Moriarty cruzó sus manos y resopló burlón
- Tienes una obsesión por esa mujer, no me quiero imaginar en cuanto la entrene.―le guiñó y luego borró su sonrisa por completo -No sé cómo le harás, Moran. Pero sea cómo sea, vas a traer de vuelta a la vida a esa cámara.
Sebastian buscaba con locura como manejar la situación, mientras que Moriarty se quedó pensativo en el día que tuvo hoy junto a Larisha. Recordó cada uno de los gustos de la mujer y revivió esas escenas incómodas en su mente.
Espero que no seas demasiado lista como para haber hecho esto con mi cámara.
¿Por qué siento que ocultas algo?
Te voy a descifrar, Larisha Lombardi.
Y depende de lo que encuentre, decidiré si vives o no...
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Jamás pensé que me iba a atrasar tanto con la fanfic, mil disculpas.
Espero que les haya gustado el cap, traté lo mejor posible de respetar a Moriarty sin quitarle mi toque.
Si hay errores ortográficos, sorry.
Estoy algo desanimada porque se dañó mi laptop y esta laptop vieja es una pesadilla, tiene muchas fallas y se sobre calienta tanto, provocando que mi muñeca tenga marcas.
Gracias por su paciencia,hasta la próxima y espero verlas por los comentarios.
Las quiero,
Besissss :*
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