Los malos tratos por parte de sus entrenadores ya se habían vuelto costumbre, así que no le quedaba de otra que acceder para no empeorar la situación.

—Debes practicar tus vocales, te encuentras relajado en ese sentido—Dijo el hombre, soltando un suspiro y llevándose una mano a la frente.

—Lo haré, se lo aseguro—Asintió.

—Eso espero...—Murmuró el mayor y se fue del lugar.

El joven soltó un pesado suspiro y miró el espejo que se encontraba frente suyo. Ji Sung se preguntaba porqué no había podido rechazar nuevamente las invitaciones del castaño, ya llevaba la misma rutina hace varios meses.

—Estoy cansado—Dijo con una expresión de fastidio.

Aún no lo entendía, no entraba en su cabeza un motivo exacto para involucrarse con un chico, mucho menos uno tan diferente a él. Quizás sólo era un interés pasajero o simple curiosidad, no estaba seguro.

Todo pensamiento abrumador se fue al oír la puerta abrirse y ver al alto ingresar a la sala con una encantadora sonrisa, Han no pudo hacer más que correr hacia él para acabar entre sus brazos.

Y en esos momentos, eran en los que Ji Sung sentía que el simple hecho de acabar todo con Hyun Jin no eran más que pensamientos ridículos.

"Señor Secreto".

"No lo sé, no lo sé. No sé qué hacer".

"Señor Secreto".

"Mantenlo por lo bajo, bebé".

"Mejor mantenlo por lo bajo".