Han miraba con detenimiento cada una de las facciones del más alto. Buscaba algún indicio de que sus palabras no iban en serio, no podía estar hablando en serio.

—Es una broma ¿Cierto?—Cuestionó, cambiando su expresión a una asustada—Por favor, dime que es una broma—Suplicó.

—Lo digo en serio, Ji Sung—Recalcó, acercando su rostro al del menor—Ya debería haberte quedado claro.

Ji Sung cerró sus ojos al sentir los labios de Hyun Jin sobre los suyos y envolvió sus pequeñas manos alrededor del cuello del mayor.

Realmente extrañaba que pasaran tiempo juntos.

—Está bien, salgamos—Accedió al separarse del castaño—De todos modos, hoy salgo temprano.

—¿A dónde quieres ir?—Preguntó el mayor.

Hyun Jin sintió sus nervios a flor de piel cuando Ji Sung tomó su mano y entrelazó sus dedos. Pero a la vez, una inmensa felicidad invadía al castaño.

—Donde quieras, Hyung—Contestó—Si estoy contigo, es seguro que voy a pasar un buen rato—Dijo y besó la mejilla del mayor.

Sin decir otra palabra, Hwang se llevó al menor del edificio.

"No digas nada, sólo ven conmigo".

"Sólo créeme y sígueme, no le digas a nadie".