03
Nota: contiene muchos modismo mexicanos, en su mayoría.
Lo ultimo que recuerdo es que estaba peleando contra un sujeto en el estacionamiento, tratando de detener que tomaran las armas que estaban en las bolsas. Seguido de ahí un sujeto más alto que yo se unió a la acción, y de ahí todo se volvió oscuro.
Toque mi rostro para confirmar que aun tuviera puesta mi mascara, pase mis manos por mi cuerpo buscando heridas significativas aparte de las heridas de balas, que ya estaban cerrando.
—¿Qué hora es? —dije frotando un poco mis ojos.
Observe el cielo y aun no amanece, deben ser alrededor de las seis. Me pongo de pie y comienzo a caminar entre los callejones, cojeando un poco por el dolor que aun siento en mi pierna.
—Evitar recibir disparos de calibres de alto poder —dije mientras anotaba en una pequeña lista—. Aprender a pelear, estudiar para mis examen.
Esa pequeña lista son mis pendientes, cosas que debo hacer o recordar de vez en cuando. No creí que fuera necesario aprender a luchar, hasta ahora todo había terminado a mi favor, con un solo golpe...
—Sansón
Las cosas empezaban a ser más claras desde que desperté por completo, un sujeto me dio una paliza y lo único que recuerdo era su nombre, Sansón. Mientras hacía mi camino a casa esperaba que mi madre no se diera cuenta de que no estuve toda la noche, no sabría explicarle lo que estaba haciendo fuera y regresando todo golpeado y con sangre seca en el cabello.
—Debo encontrar algo para cambiarme, no puedo llegar así...
Entre cada callejón encontraba algo de ropa que estaba en buen estado, como unos pantalones y camisas, todo para vestirme y no llegar con mi casi inexistente traje de héroe. Otra cosa de la que no estoy totalmente seguro, es si vieron mi rostro o no, ¿Qué haré ahora si lo hicieron? ¿Van a ir por mi cuando menos lo espere?
—Si fuera ellos, yo lo haría.
En realidad lo haría, si alguien se metiera en mis negocios...
—Como si los tuviera.
Buscaría su identidad, rastrearía y haría lo que fuera necesario para sacarlo del medio, menos la opción fatal, claro. No soy un monstruo sin corazón, solo soy un adolescente intentando pensar como creo que lo haría un adulto, en fin
Ya había encontrado suficiente ropa como para quitarme el traje y seguir por las calles, como cualquiera.
...
Pasado una hora y algo, ya estaba llegando a casa. Las luces aun están apagadas, eso significa que mamá aun no despierta y puedo disimular un poco, así que ahí vamos.
Con sigilo y cuidado ingrese por la puerta trasera, esta da a la cocina. Entre por ahí con el fin de poder comer algo ya que tengo demasiada hambre, así que tome un pan y me prepare un sándwich.
—Que bonito.
Estaba con la mirada en el patio de casa, escuchar la voz de mi mamá fue algo que hizo que me paralizara en ese mismo instante. ¿No estaba dormida? ¿Ya valió?
—M-mamá...
—Nada de mamá, cabrón. ¿En donde estuviste toda la noche? ¿Por qué me llegas golpeado? Te pusiste a pensar en como me iba a sentir, obvio que no, muchacho. Me tenías con el Jesús en la boca.
—P-Puedo explicarlo ama, no se me altere.
—¿Explicarme que cosa, Alejandro? Mírate como vienes, todo golpeado y lleno de no se que sea eso que tienes en el cabello. ¿Por qué te me sales en la noche? ¿En que cosas andas metido, chamaco?
De todas las preguntas que me hizo, no podía responder una sola. ¿Por qué? No es como que tuviera un monologo o algo preparado para decirle, no puedo solamente contarle. "Perdón, mami. Desde hace un año y algo he salido a escondidas porque descubrí que de alguna manera soy Meta-humano"
—¡No te quedes callado, dime algo o te va ir peor, Alejandro!
—Nada más no te vayas a enojar, ¿lo prometes?
—Si, si ya cuéntame.
—¿Esas segura?..
—Sí, Alejandro.
—Bueno, nomas no me interrumpas.
Empecé a contarle todo desde que obtuve mis poderes, siendo demasiado especifico el como me di cuenta que los tenía.
—Me pasó algo muy raro. Una noche después de ver un evento de lucha libre por la tele, me fui a dormir —dije con seriedad—. Cuando me fui a dormir tuve el sueño más extraño, escuché unas voces que hablaban en otro idioma, y un mar de emociones y sentimientos me lleno.
—¿aja?
—Me desperté al día siguiente y al levantarme para ir al baño, tomé la perilla y la rompí como si fuera cartón...
Ella obviamente esta enojada, ¿Cómo no estarlo? Rompí una perilla, casi rompo el baño, por eso decidí ser más cuidadoso con todo.
Siguiendo, le conté de las cosas que soy capaz de hacer. En su rostro se ve que no me cree una sola palabra de lo que estoy diciendo, y ya van más de una ocasión en la que me lanza su calzado a la cara... y se enoja más cuando lo atrapo.
—No me estés echando mentiras, hijo.
—No son mentiras, má. Lo juro por lo que más quiero —dije viendo a sus ojos, algo que nunca hago a menos que sea necesario.
—A ver, si "tienes" poderes. ¿Por qué te sales en las noches? —preguntó ella con una mirada que prometía dolor.
—Bueno...
Otra vez la parte incomoda empezó. Tuve que contarle cada una de las veces en las que salía a la calle vestido como luchador mexicano, caracterizando al diablo para asustar a los vendedores de drogas, pandillas y uno que otro ladrón de las calles y llamando a la policía para que los encierren. Eso hasta el día de ayer, que trate de detener un negocio de armas de fuego, donde los maleantes tenían otro meta-humano que me dio una paliza.
—Y si no me crees, aquí puedes ver en mi pierna el disparo que me dieron.
Levantó el pantalón para que ella pudiera ver que aun salía un poco de sangre de la herida.
—Ay dios, ¿Qué voy hacer contigo? —dijo mamá algo preocupada... Para luego pasar a la irá—. ¿¡Para que andas haciendo eso?! Ya viste como te dejaron, todo golpeado ¿quieres que me de algo!?
—No... la verdad no pensé que te fueras a dar cuenta, no tan rápido —dije con algo de vergüenza, viendo al suelo.
—Es obvio que me iba dar cuenta un día de estos Alejandro, no seas tonto —dijo ella cruzando los brazos—. ¿Qué vas hacer ahora?
—No sé...
Ella se me quedo viendo enojada, me volvió a lanzar su sandalia pero esta vez no la detuve. ¿Se sentirá decepcionada de mi? No hice nada malo, al menos eso creo, pero no se que pueda pasar de ahora en adelante. Tal ves pueda ser que me lo prohíba, cosa que me daría igual... ¿no?
—Mira mijo, no se como te sientas con esto, pero ¿Ya viste como llegaste? Todo golpeado y lastimado, ¿eso es lo que quieres?. No me estoy partiendo el lomo para pagarte la educación y me salgas con esto, mijito —dijo ella con una cara seria —. No se como le vas hacer, pero ya no quiero que salgas, y en donde lo hagas, no me vuelves a esta casa.
—¿Qué? ¿Por qué? —pregunte consternado por su decisión—. Gracias a mi la delincuencia bajo un poco.
—Pero no es tu deber hijo, lo tuyo es estudiar y nada más —respondió mamá, seria—. Trabajo para que no te falte nada, ¿sabes que tanto tengo que soportar?
—Lo siento mamá, no tenia idea —respondí un poco desanimado—. ¿Pero quien lo hará? Sabes que las autoridades tardan demasiado en hacer lo que yo hago, creo que soy bueno en esto.
—Si crees que eres lo suficientemente mayor como para salir en las noches, hazlo, pero a mi casa no vuelves —dijo ella con un tono firme.
—¿Entonces que quieres que haga? —pregunte con cierto enojo.
—¡Que me hagas caso, soy tu madre! —dijo gritando —. Pobre de ti que lo vuelvas hacer.
—... — no se que decir.
—Y vente para la sala, que te voy a curar eso, chamaco —dijo ella, jalando mi cabello.
—¡ya voy, espérame! —dije con lagrimas en los ojos.
No pensé que las cosas se fueran a poner de ese modo, el ultimátum que me dio mamá es algo muy grave. ¿Qué hago? Desobedecer significa quedarme sin techo, comida, ropa... ¿La ciudad estará segura? No lo se, debo pensar bien las cosas.
La graduación no esta lejos de aquí, son por lo menos cinco meses, debo pensar también en mi futuro.
...
Después de pensarlo un poco me di cuenta de que mamá tenía razón. Debo obedecer (hasta cierto punto) sus ordenes, después de todo vivo bajo su techo, como su comida, duermo en sus cama. Nada de eso es mío, y con mis acciones la preocupe y no la tome en cuenta cuando salía a pelear en las noches contra pandilleros.
El resto del día fue de escuela, inventar excusas sobre que me caí o algo para explicar mis golpes y mi pierna cojeando. El día fue demasiado lento, me dolía el alma y la cabeza que apenas pude concentrarme en las clases.
Jack estaba haciendo lo posible para ayudarme con mis apuntes, prestándome sus cuadernos para poder copiarlos en casa, y hacer la tarea juntos como lo hacemos de vez en cuando.
—Te digo que debemos estudiar, las pruebas están a la vuelta de la esquina —escuche un poco, no estaba prestando demasiada atención.
—Sí, ¿me ayudarías con eso? de los dos, tu eres que tiene mejores notas —dije con una sonrisa en el rostro.
—Claro que si, ¿para que son los amigos?
—Eres el mejor, Jack.
—Tú también eres el mejor, Alejandro —dijo Jack con una sonrisa.
Sin duda voy a extrañar a Jack cuando se vaya a la universidad. Las cosas a partir de hoy van a cambiar, ¿seria buena idea por fin contarle a Jack mi secreto? Mamá me descubrió, pero fui un descuidado, y se que Jack es una tumba en cuanto secretos se trata, así que puedo confiar en el para esto, pero no es el momento.
Salimos de la escuela y nos fuimos directo a mi casa, ahí pasamos la tarde haciendo tarea y la noche la usamos para jugar un poco de videojuegos en mi habitación. Jack al vivir en la casa del frente, paso la noche en mi casa, tal cual lo hacíamos de pequeños.
...
Desperté al día siguiente. Ahora no había tenido esos sueños extraños y las voces que apenas entiendo. ¿Qué serán? No tengo la menor idea, así que lo dejare para más tarde. Voltee al suelo y pude ver a mi mejor amigo.
Jack estaba en el colchón que tenemos cuando viene a dormir a casa. Lo desperté para bajar y comer el desayuno.
Bajamos y mi madre estaba viendo las noticias, un enfrentamiento armado entre una cédula de algún cartel contra la policía ocurrió en la noche... Ella me vio, se que esta pasando por su mente al verla a los ojos
—no lo hagas — era lo que podía ver.
—No lo puedo creer, esas cosas no pasaban en Melníbone —dijo Jack mientras se sentaba a la mesa—. Papá dijo que las pandillas eran un problema que era controlado, pero esto es un nuevo nivel.
—Sí, tienes razón —dije mientras mamá servía los platos.
—Cuando vivía en México, eso era un problema demasiado común —dijo mamá después de sentarse—. Es una lastima, porque después que empieza una no puedes detener las demás...
Mamá rara vez habla de cuando aun vivía en México con mis abuelos, antes de conocer a mi padre... hace ya bastante tiempo.
—Ahora que lo mencionas, ¿Cómo era vivir con los abuelos? —pregunte con genuina curiosidad.
—Era bonito, éramos de una ciudad en la frontera. No teníamos mucho, pero un techo, comida y vestido nunca falto en casa gracias a tu abuelo Nicolás, se esforzó para sacarnos adelante.
La platica continuo de esa manera hasta que llego el momento en que Jack y yo nos tuvimos que retirar de la mesa para prepararnos para ir a la escuela, cosa que no queríamos, ambos deseamos escuchar más de las anécdotas de mi mamá cuando era joven.
Nos preparamos, tomamos unos almuerzos que ya estaban sobre la mesa con los nombres de cada uno, no hace falta decir que Jack esta contento porque le encanta la comida mexicana.
—Viejo, amo la autentica comida mexicana —dijo mientras olía la bolsa de papel—. No sabes como te envidio.
—Sabes que eres bienvenido cuando quieras, ¿recuerdas?
—Lo se, ¿puedo cenar con ustedes?
—Le enviare un mensaje a mamá —respondí con una sonrisa.
La escuela ahora se volvió más tolerable, pero mi mente no puede dejar de pensar que esas armas pueden ser las que falle en destruir... Por ahora no pensare en eso, no puedo ser diablo en este estado, sin saber defenderme.
—Vayamos a clases, antes de que se nos haga tarde —dije comenzando a caminar un poco más a prisas.
Jack hizo lo mismo, y pasado unos minutos llegamos a la escuela.
—Espero que hoy sea un día normal —dijo Jack, bromeando.
—Espero lo mismo.
...
—Te dije que no iba a ser un problema, Sansón —dijo Sirius con una sonrisa.
—Lo se, ¿Qué crees que haya pensado?
—No puedo saberlo, pero se que lo rompiste —dijo Sirius viendo a Sansón—. Era un novato, puede que hayas destruido sus sueños de seguir siendo un héroe.
—También puede que haya sido lo contrario... Diablo puede ser un novato, pero créeme que es demasiado fuerte, no gane por ser más poderoso que él, fue porque soy más experimentado —dije mientras encendía un cigarro—. El único golpe que me dio, fue tan doloroso con mil demonios.
—Lo estas sobre estimando, anda el jefe quiere vernos.
Seguí a Sirius por un enorme pasillo, era tiempo de rendirle cuentas al jefe.
...
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