02
Siempre supe que no iba poder ir a la universidad, era algo que tenia muy en cuenta al barajar mis opciones. Mi familia no tiene el suficiente dinero, mis calificaciones no son malas pero tampoco me aseguran una beca... y no quiero sacar provecho de una beca deportiva al usar mis poderes libremente.
—Esta noche esta muy tranquila —dije mientras estaba arriba de un pequeño edificio.
La ciudad era turbia en las noches, ahora mismo puedo ver a un grupo de vagos caminar sin cuidado por las calles... El olor de lo que van fumando es demasiado potente, debe ser ilegal pero no puedo solo llegar y golpearlos.
—Sera una larga noche.
Y así fue. Nada interesante había pasado esa noche, frustre dos intentos de robo a negocios y le di un golpe a un sujeto que estaba intentando robar un automóvil de un lugar para discapacitados. Llame a la policía para reportar ambos incidentes, así que me dedique a saltar de techo en techo para irme a casa a dormir, mañana es día de escuela.
En el camino detuve a varios criminales menores, y la noche termino sin más rodeos.
—Vaya noche, esperaba un poco más de acción —dije para mí mismo—. Ha pasado tiempo desde que no me lastimó a mi mismo, puede ser que me haya adaptado a mi poder.
Estaba a punto de llegar a mi casa, salte por una de las cercas de los vecinos y de un salto entre a mi habitación.
Mañana seria otro día.
...
Cuando estaba acostado, dormido en total profundidad, tuve esa sensación de nuevo. Mi cuerpo se siente muy diferente cuando esto sucede, es como si alguien o algo me ayudara para hacer que me hiciera más fuerte.
Ese mar de sentimientos me era extraño. Amor, amor puro y sincero como el de una pareja se desborda de mi pecho. ¿Por qué razón? No lo sé, pero me gusta. Es relajante y hace que me olvide de todo lo demás en el mundo al menos por el instante en que suceden estos sueños.
—Recibe nuestro regalo.
¿Regalo? No lo entiendo.
—No necesitas entender, solo haz lo correcto.
Lo haría aunque no me lo pidieran. La voces que escuchaba en estos sueños siempre eran las mismas, algo extraño.
...
En la escuela estaban en la hora del almuerzo estaba con Jack, todo era tranquilo en la cafetería. Platicábamos sobre cómics y una que otra película de los años ochenta.
—¿Que piensas de Top Gun? —me preguntaba Jack mientras bajaba su bebida.
—Es una película demasiado épica, Maverik es un buen personaje —dije mientras me limpiaba un poco—, aunque me hubiera gustado ver más de ice-man en general, pero, esa escena del final fue fabulosa.
—Si, ¿oye, que clase sigue después? —preguntaba con mucha duda.
—Creo es español, déjame revisar —dije mientras tomaba la mochila y ver el horario.
No me tomo mucho, y revise lo que era que seguía. Una larga lista de clases que Jack y yo odiamos demasiado, español es lo único que nos alegraba del día.
—Si, es español.
—Bueno, vamos rápido porque sabes como se pone Miss. Ortega —dijo Jack.
Terminamos el almuerzo y nos fuimos de la cafetería cinco minutos antes de que terminara la hora del descanso, Miss. Ortega era una profesora demasiado estricta en cuanto a la materia, en especial conmigo, por ser el único latino en su clase.
Iba ser un largo día.
...
Por fin había terminado la escuela y era hora de salir a patrullar las calles. Hoy por casualidad en las noticias observe que habían asaltado un camión blindado y robado más de un millón de dólares en efectivo. Así que seguí un poco la ruta de escape por video en internet, y empece a investigar el suelo en busca de las huellas de los neumáticos.
Seguí las marcas durante unos diez minutos, pero se esfumaron demasiado pronto.
—Tendré que buscar con mis fuentes de la calle...
Desde hace un año he tenido que conseguir información con métodos de los que me avergüenzo utilizar, pero son cosas necesarias para obtener lo que necesito para esta noche y dar con la ubicación de los maleantes que robaron el camión blindado.
Llegue a los barrios bajos de Melnibóne, lugar donde se reúnen los adictos y mujerzuelas de poca mota. Aquí aprovechaba un poco la fuerza...
—Dime lo que sepas del golpe del camión blindado —dije en tonó amenazador.
Estaba sosteniendo por el cuello de su camisa a un vendedor de drogas, se notaba asustado y temblaba demasiado, por temor a que lo fuera a golpear o algo.
—No lo se...
—No me mientas, o te romperé todos los huesos...
El sujeto empezó a temblar más al ver como mi puño atravesaba la pared a un lado suyo, sabía que le prometía dolor e iba a cumplir lo que dije...
—Bien... te diré, pero déjame ir... por favor...
—entonces habla de una vez, rápido.
—Fue planeado por una pandilla local, se hacen llamar "La raza"... son un grupo de dominicanos, no se porque lo hicieron...
—¿Donde los encuentro?
—No lo se... te lo juro, por favor ya déjame ir...
—No... tengo algo mucho mejor para ti.
Cuando por fin obtuve un poco de información, hice que el traficante se entregara a si mismo a la policía, obligando a que confesara todo lo que había hecho hasta ahora.
Ahora tenía que darme la tarea de investigar lo más que pueda acerca de esta banda de delincuentes "la raza", necesitó hacerlo lo antes posible antes de que haya más ataques del mismo estilo... Cosa que dudo, si yo fuera ellos no haría lo mismo dos veces, pero por si las dudas tendré que darme prisa para hacerlo.
...
—En otras noticias, el departamento de policía de Melníbone ha dado a conocer un comunicado sobre el creciente indice crímenes en los últimos años...
Estaba viendo el noticiero de la noche, las noticias locales siempre eran mis fuentes "confiables" de lo que pasaba en la ciudad, ¿que más puedo hacer? No tengo el dinero suficiente como para comprar una pequeña radio y piratear la señal del departamento de policía, aparte de que no tengo un lugar para poder ocultar el equipo una vez lo compre... Eso me daría problemas con mi mamá.
Baje el volumen de la televisión y me fui directo a cambiar para salir a investigar. Algo que me gusta de mi disfraz improvisado es que la mascara hace que no me puedan reconocer, y me puedo camuflar un poco con el entorno por el color rojo con negro.
Ahora estaba saltando de techo en techo, viendo el panorama de la ciudad. Las luces algunos hogares, edificios y locales aun estaban encendidas, los autos pasando a una alta velocidad y otros iban demasiado despacio. Me estaba dirigiendo hacia uno de los estacionamientos de una empresa camionera que ha estado siendo investigada recientemente por la policía, bajo sospecha de trafico de armas.
En el lugar estaban estacionadas cinco camionetas de color negro, ventanas oscurecidas. Estaban metiendo cosas en la parte trasera, eran maletas de gran tamaño, ¿Que hago? No se, pueden estar cargando armas de fuego, pero si no los detengo en este instante las cosas pueden escalar a mayores.
—Bueno, ya ni modo...
Baje con cuidado donde me encontraba, debo ser cuidadoso y no llamar la atención antes de tiempo, así que me tomo un poco de tiempo para llegar sin ser notado, hasta que pude escuchar un poco de la conversación.
—Esta casi todo listo, solo faltan unos cuantos paquetes más —dijo uno de los sujetos.
No se molestaron en usar capuchas gabardinas o algo que los ayudara a cubrirse. Iban vestidos con trajes lujosos, al parecer no importaba que los vieran, nadie haría algo para detenerlos, ¿cierto?.
Continuaron con su conversación.
—Perfecto, estamos dentro del lapso de tiempo establecido —dijo el que parecía estar a cargo—. El jefe estará contento con esto, ahora con esto podrá tomar control de la ciudad.
—Sí, esas tontas bandas callejeras se pasaron de la raya —dijo el segundo tipo.
—Firmaron su sentencia de muerte.
Es una guerra por el poder de las calles, para eso son las armas...
Me puse de pie y me estire un poco para dar un gran salto. Caí sobre una de las camionetas, dejando dañado el techo de ella, ganándome la atención de todos en lugar.
—Dejen las cosas o sufran las consecuencias.
Nadie respondió y de inmediato abrieron fuego en mi contra. ¡Me están disparando!... pero no duele, eso significa que soy inmune a las balas. ¡Genial!
—Mala elección...
Salte sobre uno de ellos haciendo que se fuera al mundo de los sueños. Quedan 24 sujetos que seguían disparando, habían arruinado ya mi traje pero no mi mascara, por lo que aun tenia mi identidad protegida.
—¿Quien demonios es este sujeto? —alguien hizo la pregunta.
Podía escuchar apenas lo que decían mientras golpeaba a dos sujetos...
—quedan 22...
Se estaban preguntando quien soy, ¿sigo siendo desconocido? al parecer la respuesta es sí. De todos modos no me importa que me conozcan, yo solo busco que la ciudad sea lo mas tranquila posible, y no se vuelva un lugar como Gotica.
—Yo he escuchado de él, dicen que se aparece en las noches, le apodan el Diablo —dijo otro tipo... parecía estar demasiado calmado.
Deje Knockout a otros tres tipos de un solo golpe, ahora quedaban 19 y empezaron a retirarse. Subieron a los que estaban inconscientes dentro de las camionetas, y lograron escaparse dos de ellas. Con las ultimas dos me las tuve que ingeniar y cargar una para destrozar la otra, dejando a los sujetos que restaron sin posibilidad de huida.
Al parecer uno de ellos tomo una de las armas que estaban esperando a usar, y me disparo en la pierna izquierda.
—¡Los voy a llevar al infierno conmigo!
¡Esa mierda me dolió! ¿Estoy sangrando? vi de manera rápida a mi pierna herida y sí, estaba sangrando... ¿¡No se supone que era inmune a las balas!? Esto me duele demasiado, joder.
—¡Podemos matar a este fenómeno!
Me di la vuelta de inmediato y embestí al idiota que me disparo, tome el arma y la destruí con mis manos.
—Fenómeno tu abuela.
Le di un buen puñetazo antes de continuar con los demás idiotas, pero me seguía perturbando que dos de los 10 hombres que no pudieron escapar estuvieran demasiado tranquilos... ¿No estás asustados?
—Ya dejen de intentarlo, payasos —dijo el sujeto que era el líder—. Dejen que sansón se encargue de esto.
El otro sujeto, sansón es alguien alto,moreno, tiene un excelente físico y como diez centímetros más alto que yo. ¿No acaba de ver como acabe con sus compañeros? ademas esa arma pudo arrancarle la pierna a alguien normal, no estoy ileso pero sigo en pie.
—Sabes algo, diablo, había escuchado de ti —dijo Sansón con una sonrisa en el rostro—. El terror de Melníbone, un espectro vengador que limpia las calles de pandillas y vendedores de drogas.
—¿Si?
—Claro que si, pero viéndote de cercas puedo decir que esos rumores eran exagerados —dijo Sansón como si quisiera reír—. Se ve que eres fuerte, eso puedo admitirlo, pero ¿cuanto podrás soportar en contra mía?
—Lo suficiente para vencerte.
Sansón se echo a reír de mis palabras, no entendía el porque... hasta que me golpeo. No pude ver cuando se movió, es rápido y muy fuerte, ese golpe me dio directo en la nariz y creo que la rompió.
—Parece que no estas acostumbrado a pelar con gente de tu tamaño, diablito— dijo en tono burlón.
Voy a ser sincero, me calenté en el momento que se burlo de mí. Me abalance sobre de él con mi poco conocimiento en box, tirando un "uno dos" y tratando de mantener la distancia con unos cuantos jabs.
Por cada golpe que lograba acertar, él me conectaba tres. Sus golpes me daban al cuerpo, van mermando mi condición, y me esta costando trabajo respira... No se que hacer, nunca había estado en esta situación.
—¿Que pasa, el ángel te comió la lengua? —dijo Sansón en tono burlon—. No importa que tan fuerte y grande te hagas, con solo músculos nunca podrás ganarme.
No me había dado cuenta, pero el tipo tenía razón. Mi traje se estaba rompiendo por que me había hecho más grande ¿como eso es posible? No tengo la menor idea y menos en estos momentos en los que estoy tan cansado.
Estaba jalando aire por la boca, mantuve mi guardia arriba y espere un momento en que se acercara. Ese momento llego cuando ambos cortamos distancia y lo tome por la cintura, imitando uno de esos videos de la UFC, cargándolo para después azotarlo contra el concreto.
Me coloque sobre él, y empece a golpear todo lo que pude. Se estaba cubriendo el rostro, por lo que tuve que atacar al cuerpo. En ese momento de confianza, todo se volvió negro.
...
—Eres un novato, diablo —dijo Sansón, al inconsciente—. Me sorprendiste enserio, no esperaba que fueras tan fuerte y creciera de ese modo.
—mueve tu trasero y muévete, Sansón. No lo mates.
—¿Que no lo mate? el sujeto envió a la sala de emergencia a casi dos cuartos de nuestros hombres, ¿no quieres que deje el trabajo a medias, cierto? ¿Sirius?
—Te dije que lo dejes, no sera una amenaza para nosotros en el futuro.
—Si tu lo dices.
—Sí, yo lo digo, levanta esa camioneta y nos largamos.
—Claro, como tu digas señor.
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