4. ¿Lo Hacemos? 7w7

—¿por qué me tapas los ojos cariño?

—Tranquila, cuándo veas nuestra casa estarás muy pero muy feliz.

—Muy bien, pero no puedo esperar más...quiero ver.

Hyoga
Caminamos por un hermoso bosque rodeado de rosas y claveles rojos, junto a el estaba un pequeño lago además de unos cuantos animalitos, entre ellos muchos conejos, pajaritos, ardillas y patos.

Unos pasos más y ahí estaba nuestro nuevo hogar, quite mis manos para que ella contemplará todo el lugar, estaba muy maravillada por todo que no pudo ocultar sus lagrimas de felicidad.

—Esto es genial, es justo lo que imaginé— me sonríe.

—Tú me dijiste que cuando nos casaramos querías vivir en un lugar donde hubiera muchas flores y animales, así que con ayuda de mi maestro y los chicos hemos cumplido tu deseo— acaricio sus cabellos.

—Gracias por hacer esto para mi, me haz hecho tan feliz— me abraza.

—No me lo agradezcas muñeca hermosa, tú te mereces todo y yo estaré dispuesto a dártelo.

—¡Eres el mejor Hyoga!

—Lo sé mi amor

Nos besamos con ternura mientras nos abrazabamos, ambos entramos a nuestro nuevo hogar.

Puede que la casa este un poco vacía a falta de muebles, mesa u otras cosas, sin embargo a ella no parecía importarle...al contrario, se veía muy feliz de que ambos vamos a tener una vida juntos después de todo lo que hemos pasado.

Pusimos manos a la obra y comenzamos a ordenar la casa con algunas cosas que ya estaban en ella, tardamos aproximadamente tres horas y media en arreglar dejándonos un poco cansados pero alegres con nuestro trabajo mientras degustabamos de un delicioso café, sentados en el suelo.

—Sabes...he estado pensado en ambos necesitamos para ser más felices y estoy segura de que te va a encantar.

—¿Ehhhh? ¿Qué es lo que nos hace falta?, si tú y yo estamos bien asi Shun...pero si dices que me va a encantar, no puedo negarte nada— le beso la mejilla.

—Entonces, ¡estas de acuerdo!

—Claro mi amor...podrias decirme que es lo que necesitas y yo con todo gusto voy a dártelo.

Veo que sus mejillas se enrojecieron acompañada de una pequeña sonrisa tierna, toma mis manos y fijamente a los ojos me responde:

—¡Quiero tener un bebé!

Oyeron bien lo que dijo ¿verdad?
En ese momento mi mente quedo en blanco, no es que no quiera tener un hijo con ella...en efecto, me encantaría que ella sea la madre de mis hijos pero... Pero...

—Amor, ¿me estas escuchando?— ella jaloneaba mi camisa.

—Este...si...me...puedes decir lo que... Acabo de escuchar...— ella hace un puchero.

—No escuchaste... Te dije que quiero tener un hijo contigo

—Oh... Eso era, hehehe— hago una sonrisa forzada.

—No te gusta la idea verdad— entristeció.

—¡Por favor no te pongas así!, no es que no me guste pero...

—Pero que...¿acaso no quieres tener hijos conmigo?— le sale una pequeña lagrima.

—No es eso mi amor, a mi me gustaría que me hicieras papá...no sabes lo feliz que me harías con esto.

—Entonces dime...¿Dime que pasa cariño?

—Shunny... No pasa nada, es solo que...¿estas segura de esto? Apenas vamos empezando nuestra vida de casados, aun tenemos muchas cosas por hacer.

—Hyoga, ¡yo quiero un bebé!
Se que apenas estamos empezando nuestra vida pero no me importa, yo te amo tanto y quiero hacerte feliz—toma de mi barbilla y me besa.

—Shun...

—Por favor, tú me dijiste que harías todo lo que sea para hacerme feliz y yo quiero un bebé.

Siento como sus pechos apretaban el mio, sus besos me derretian por completo, sus caricias me hicieron desistir. La levantó entre mis brazos cosa que la sorprendió demasiado y uno nuevamente mis labios contra los suyos.

—Bien, tú ganas mi amor— musite.

—Awwww, sabía que no me defraudrias...te amo tanto.

—Yo más preciosa.

Nos marchamos a nuestra habitación, por suerte teníamos una cama en la cual terminamos recostados, quede encima de ella mientras mis manos acariciaban sus caderas, levante su falda mostrando una braga de color negra la cual es la ropa interior que más me gusta de ella.

—Es la que tanto te gusta mi amor.

—¡Cielos!, cuándo trabaje voy a tener que comprate otra de estas— sonrió pícaro.

—¿Otra? Pero si ni siquiera esta ro...

No estaba hasta que de un jalón se la arrebate dejando su intimidad a mi merced, ella cubrió su parte con las manos mientras me miraba un poco molesta.

—Eres cruel...

—No te quejes muñeca, además ya te he visto desnuda muchas veces y debo decir...que eres muy hermosa— respondo y ella se pone a reír.

—¡Tonto!— quita sus manos de su parte e hizo que ella quedase encima de mi.

Lanzó su camisa a un lado de la cama, mostrando ese hermoso sostén del mismo color que su braga.

—¡Hermosa!

—Pero tú no te quedes atrás, apresurate por favor.

Hice caso y de inmediato me quite la camisa al Igual que mis pantalones, retornamos nuestros besos. Al cabo de unos minutos invado por completo su interior con leves estocadas.

—¡Deja de apretarme!, harás que me corra de inmediato— hago un gruñido.

—Es que estas demasiado caliente, ¡me vuelves loca!

Ella se movía de forma sensual provocandome cada vez mas, apretó con fuerza sus senos haciendola gemir, voltea a verme y me saca la lengua.

—¡Te amo!— dice mientras subía y bajaba en mi miembro.

—Yo también hermosa.

La estábamos pasando muy bien hasta que alguien interrumpe, Shun hizo un puchero de enojo mientras yo me puse mi ropa interior junto con mi pantalón y me dirigí a abrir la puerta. Al ver de quien se trataba sonreí con desagrado.

—¡Hyoga, cuanto tiempo! ¡Me extrañaste!

—Este... Hola... Eri...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top