Capítulo 8

Cuando la tormenta termino por completo Lucas se fue a su casa. Sin embargo los chicos y yo nos pusimos a limpiar el desastre de la cocina. Quitamos los vasos y ollas que habíamos puesto para ala goteras, tapamos él hoyo en la pared—provocando por el cuchillo que atravesó la pared—y en su lugar Max dibujo y coloreó un dibujo y lo pegó justo en la pequeño agujero.

Nos encontrábamos sentados en el estudio principal cuando mi madre y Ryan llegaron.

—¡Mis bebes!—chillo mi madre caminando hacia nosotros llenándonos de besos el rostro.

—¿Cómo la pasaron en la tormenta?—nos pregunta Ryan.

Todos nos miramos de reojo.

—Ya veo—murmura con una sonrisa ladeada.

—Hay goteras—comenta Max.

—Había, ya la sellamos—corrige Jack.

¿Sellamos? Me suena a manada.

—Muy bien.

🔪🔪🔪🔪

2:08 a.m

Escucho pequeños pasos que apenas se escuchan, poco se escuchan más fuerte. Me cubro con mi cobija todo el cuerpo como si fuera un escudo protector contra monstruos. Abrazo a mi conejo y mi bate de béisbol.

Luego escucho ligeros golpes en la puerta y después abren la puerta.

—Marceline—pronuncia Max en un susurro.

Me quito la cobija de la cara y me siento en la cama, luego enciendo la lámpara que se encuentra aun lado de mi cama.

—¿Qué pasó?

—No puedo dormir—dice cerrando la puerta y camina hacia mi cama.

Claro que no puede dormir, como olvidar de lo que acaba de pasar hace unas horas.

Extiendo mis brazos y se mete en mi cama y de acurruca a mi lado.

—Aquí si puedes dormir, yo te protegeré—le hago saber.

—Lo sé, y más con tu bate.

Ambos soltamos reímos.

—Marceline, ¿puedes contarme un cuento o cantarme?

—Claro.

Empiezo a tararear una melodía hasta que Max queda dormido.

Después de que Max queda dormido escucho que mi puerta que abre lentamente. Me levanto de golpe y miro a Jack en el umbral de la puerta.

Me hace seña que lo siga.

Me pongo de pie y antes de salir de mi habitación miro a Max que duerme profundamente.

—¿Qué sucede?—le pregunto a Jack.

—Mr Clay no está donde lo dejamos.

Dice de la nada. Yendo al punto.

Lo miro perpleja con los ojos abiertos.

—¿Qué?...

—No se como pero escapó.

—Pero lo derretí.

—Si, lo sé. Pero de alguna forma se regeneró y escapó.

—O se lo llevaron...

Murmuro, pensando en quien se lo habrá llevado.

—¿Quién sabía donde iban a poner a Mr Clay?—cuestiono.

—Sólo Marcus y yo.

—Probablemente fue Lucas—murmuro para mi misma.

—¿Lucas?—dice Jack confundido.—¿Porqué querría el muñeco de arcilla que lo intentó matar?.

—¿Donde lo habían dejado? .A Mr Clay.

Jack me hace una seña para que lo siga.

En al obscuridad y la poca luz de la interna llegamos a la sala. Entramos a la biblioteca secreta y busco pistas.

Entramos al estudio y Jack me señala la vitrina de vidrio que se encuentra vacío donde debería de estar Mr Clay hecho pure. Miro aun las cadenas puestas alrededor de la vitrina junto con el candado.

—¿Quién tiene la llave?—le cuestione a mi hermano.

—Yo. Y nadie las ha agarrado. Dormí con ellas en la mano.—Jack muestra la llave.

—Entonces...Si, efectivamente escapó.

Jack abrió los ojos horrorizado.

—¿entones es-ta suelto?—balbucea Jack.

Asiento con la cabeza lentamente.

—¿Y si nos vuelve atacar?

—Estaremos listos.

—¿Y si nunca se cansa? ¿Qué haremos?

Suspiro con pesadez pensativa.

—La solución para que la arcilla no nos mate es que ya no tenga vida.

—¿Y como lo hacemos? Ya lo apuñalaron, hecho papilla y quemado y aun sigue vivo planeando como asesinarnos.

—¿Recuerdas que en el cuaderno de mi tío decía algo sobre la magia?.

Jack levanta ambas cejas.

—Cierto...

Camino hacia la otra vitrina que tienen frascos.

—Deben de ser unos de estos—murmuro viendo cada uno de los frascos.

—¿Y cómo sabremos cual es el correcto?

—Jack, tráeme el cuaderno.

Ambos estuvimos releyendo el cuaderno varias veces el apartado de las pociones.

—Esta es para enamorar a una persona—comenta Jack sosteniendo un frasco pequeño de color rosa.

—Aleja eso de mi—mascullé concentrada leyendo.

—La mayoría a de los frascos no se encuentran aquí.—comento, ya revisamos todo la vitrina e identificamos todos los frascos com pociones  y para que sirven.

—¿Para que querría tantas pociones tu tío?—cuestiona Jack mirando la vitrina y los frascos.

—Tal vez los utilizaba para los muñecos de arcilla.

—¿porqué no conseguía una poción para olvidar cosas ademas de que Mr Clay los asesinaran?—Cambia de tema Jack.

Me quedo en silencio ante las palabras de mi hermano que tiene razón. ¿Lo quitaría lo emocionante?. A lo mejor si tenía pero con el hecho de que trabajaban con él tenían que saberlo y no todo el tiempo les iba a borrar la menoría.

—Bueno, efectivamente no hay una poción que nos ayude a detener ese  muñeco de arcille, o al menos que deje de tener vida.—dice Jack.

Le doy vuelta a las páginas del libro y quedo asombrada al leer un párrafo.

—Jack—lo llamo y el se sienta a mi lado, lee la parte que le indico y sonríe.

—¿Crees que siga esta cabaña en el bosque?

—Tendremos que ir para comprobarlo.

Digo sonriente, cuya sonrisa a Jack le parece un poco espeluznante.

En la mañana cuando el sol salió. Planeamos ir al bosque en busca de la cabaña de la bruja donde mi tío consiguió las pociones.

—¿Y en dónde se supone que empecemos? El bosque es muy grande.

Comenta Max cuando estamos enfrente del bosque.

—Creo que es mejor si nos separamos para encontrarlo más rápido—Propone Marcus.

—¡Estas loco! ¿Acaso no has visto películas de terror?—contesta Jack.—Puede que Mr Clay nos este siguiendo y está esperando el momento exacto para ¡matarnos!.

—No creo que aparezca, tenemos a Franck cuidándonos—comenta Max sonriente, todos volteamos a ver al perro que se encuentra jugando con una mariposa.

—okey—tranquilizo a Jack—No nos separaremos.

Él asiente y la expresión de alivio es notable.

—Okey, en el libro dice que tendremos que cantar para que las flores nos muestren el camino—comento sosteniendo cuaderno de mi tío y empezando a adentrarme al bosque.

Ante mis palabras los chicos permanecen en silencio.

Miro a Marcus y levanto ambas cejas hacia él.

—Ah no, yo canto horrible—niega él.

—No mientas, cantas hermoso—Jack suelta una carcajada al notar mi sarcasmos.

—A ver canta tú—le masculla Marcus a Jack.

—Claro, cantó como un gallo—ahora soy yo la que ríe junto con Max.

Nos detenemos de golpe al escuchar pasos acercándose a nosotros.

—¿Será él?—murmura Max.

—No lo creo, las pisadas se escuchan muy fuertes y pesadas—contesto.

Volteamos para todos lados y sobresaltamos del susto al ver una pequeña mancha rosada que desaparece rápidamente detrás de un árbol.

—¿Emma?

Murmuro el nombre de la chica que no tarda en salir detrás del árbol.

Escucho a Marcus suspira con pesadez.

—Ay que bueno que eres tu, pensé que eras él.

Jack le da un sape en la cabeza.

—¿Él?—murmura Emma confundida.

—Ya sabes el duende—dice Max llevándose otro sape de parte de Jack. Emma se muestra aún más confundida.

—¿Qué haces aquí?—le pregunto Emma cambiando de tema, acercándome más a ella.

—Ah...Los vi caminando hacia acá y los seguí. Estoy muy aburrida en casa y pensé que sería divertido estar con ustedes.

—Oh.—volteo con los chicos—Está bien, nos puedes acompañar.

Emma sonríe de oreja a oreja.

....

Miro los árboles y pinos fascinada. Toco el tronco de algunos y se siente raro y fantástico a la vez.

—¡agh! ¡Que calor!—exclamo Emma—¿Y que buscan?—pregunta Emma a mi lado.

Volteo hacia ella, me mira curiosa.

—Nada en lo absoluto—miento—Sólo hemos venido a pasear al bosque, nunca habíamos visto y venido a uno.

—Oh, genial. No se preocupen si se pierden, yo suelo venir al bosque seguido.

Emma será de mucha ayuda.

No le puedo contar que estamos en busca de una cabaña donde habita una bruja, cuya bruja nos puede ayudar dándonos una poción mágica para que Mr Clay, muñeco de arcilla, asesino, ya no tenga vida.

Así que mi único plan que se me viene a la cabeza es...cantar a la nada y que me sigan la corriente para que el camino de flores nos lleven a la cabaña.

Por unos segundos pienso que canción cantar, suspiro con pesadez antes de empezar a tararear el inicio de la canción.

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