8. Estrías.

Wei Wuxian alguna vez fue un hombre fuerte. Su antiguo cuerpo era musculoso y fornido, alguna vez fue el igual de Lan Zhan en más aspectos que su cultivo, lo era en lo físico y cognitivo. Antes de desaparecer de este mundo durante el primer asedio a los Túmulos Funerarios, era verdad que había bajado considerablemente de peso, aún así, no se podía negar que Lan Zhan y él seguían siendo los cultivadores de su generación más fuertes y poderosos. Eso no había cambiado.

Todo eso se perdió con las llamas de su vergüenza, dolor y derrota. Las cenizas de lo que un día fue se evaporaron con el pasar de los trece años. Lan Wangji continuó cultivándose, siguió perfeccionando su cuerpo hasta llevarlo a la divinidad que hoy en día era, tal vez debajo de sus varias capas de túnicas era difícil de ver, pero, Wei Wuxian lo veía desnudo cada noche que hacían el amor, cuando se bañaban juntos o iban a la Primavera Fría para sanar heridas obtenidas en alguna cacería nocturna. Él vio el progreso que su alma gemela hizo en esos años que estuvo muerto.

Mo Xuanyu era un hombre desafortunado, eso no lo iba a negar. Dado a sus condiciones, los pocos músculos que logró formar eran para agradecer, pudo estar peor, lo sabía de sobra. Pese a su agradecimiento por una nueva vida y un nuevo cuerpo, había ciertas diferencias que escapaban de las manos del pobre hombre.

Por ejemplo, ahora era notablemente más bajo que Lan Zhan, cuando en la primera vida apenas eran unos centímetros de diferencia, casi imperceptible. Ahora no, para poder besar a su esposo tenía que colocarse en puntillas si es que Lan Zhan estaba de juguetón y se negaba a inclinarse para aceptar sus labios. Aunque, tenía la estatura perfecta para un beso en la frente sin inconvenientes, le daría algo de crédito a eso. Otra diferencia fue su ridículamente estrecha cintura, su cuerpo ahora estaba sano y desarrollando músculos, mas sin importar cuánto entrenara, su cintura era del tamaño perfecto para que las grandes manos de su marido la rodearan con facilidad, y bien, no se quejaba de eso, ¡pero era algo que no tenía en su vida pasada!

Eso sin mencionar sus facciones más refinadas con un toque elegante que eran aterradoramente parecidas a Jin Guangyao. Pensar en ello le causaba escalofríos, cada que se acordaba maldecía en voz baja a Jin Guangshan por no poder mantener su pene dentro de sus pantalones, a veces incluso estaba de acuerdo con la muerte que Meng Yao le dio a ese pervertido hombre. Lo anotaría como una de las pocas cosas buenas que hizo.

Con todos estos aspectos, era normal que ahora que su cuerpo volvería a cambiar a causa de su bebé, Wei Wuxian estaba experimentando algo de inseguridad.

Se miraba en el espejo solo para encontrar que cada día que su vientre crecía, nuevas estrías aparecían alrededor de la parte posterior de su barriga. Lan Yizhen le dio unos aceites para hidratar la piel y prevenir que sean muy grandes o marcadas, a pesar de esto, las estrías aparecieron de una manera en la que él era capaz de verlas y sentirlas al acariciar su piel desnuda.

Cada día más estaba lejos de ser el igual de Lan Zhan.

Recordaba cómo su esposo pasaba su mano por su vientre plano y un tanto marcado al volver a cultivar y entrenar. No obstante, las diferencias eran claras, sus cuerpos eran diferentes y quizás jamás volverían a ser iguales como lo fueron en el pasado. Lan Wangji se enamoró de él en su antiguo cuerpo, sabía que para él debía ser extraño verlo ahora, o mínimo fue duro saber que los labios que besaría no serían los mismos que deseó besar trece años atrás. Los que besó, más bien, porque tuvo la fortuna de poder hacerlo antes de morir.

Sin embargo, sus ojos no eran el mismo tono de gris, no era su misma voz ni risa, sus manos no llevaban en forma de callos los años de práctica de espada que antes cargaban, no tenía las mismas cicatrices de guerra. Simplemente no era el mismo hombre que conoció y amó.

-Para mí sigues igual de tonto -Jiang Cheng logró hacerlo reír al confesarle estos miedos en su visita al Descanso de las Nubes de ese mes.

Aunque se rió, también pensó que no era el hermano con el que Jiang Cheng creció, entonces sus risas se detuvieron en ese momento.

No era ese mismo shixiong con el que pelaba las semillas de loto o con el que nadaba en los ríos cuando el calor era insoportable.

Jiang Wanyin se percató de esto al ver la sonrisa que consiguió colocar en su hermano fue desapareciendo de poco a poco mientras se sumergía en sus pensamientos.

-Si Lan Wangji muriera-

-¡No digas eso nunca! -Wei Wuxian salió de su pequeño trance para negar asustado con la cabeza esa idea.

Jiang Cheng negó de la misma manera al mismo tiempo que rodaba los ojos.

-Solo es un caso hipotético -le dijo con obviedad.

-Ni siquiera así quiero imaginar a Lan Zhan...

-Pero piénsalo, si él muriera y regresara en otro cuerpo, ¿eso te impediría amarlo como lo haces ahora?

-¡No, Lan Zhan es Lan Zhan sin importar que...!- Oh -se detuvo apenas se dio cuenta de lo que su hermano estaba intentando explicar con esa situación ficticia. Al ver que lo había entendido, Jiang Cheng sonrió satisfecho.

-Exacto, Lan Wangji no se enamoró únicamente de tu cuerpo, se enamoró de ese desastre ruidoso que eres y sigues siendo sin importar cuál cuerpo poseas -su shixiong se sonrojó-No digo que no le haya atraído el cuerpo del antiguo tú, pero ahora no eres feo tampoco. Aunque no creo que le haya importado.

-Tiene suerte de que Mo Xuanyu tuviera una bonita cara, ¿no? -se rió bajito Wei Wuxian un poco avergonzado por no haber dado con esta conclusión mucho antes.

-Créeme, tengo la retorcida teoría de que te hubiera amado incluso si reencarnabas en una piedra -escuchó a su hermano explotar en carcajadas con su comentario, haciendo que él mismo sonriera ligeramente por haber logrado eliminar ese semblante triste en su shixiong mientras le contaba de lo que últimamente pensaba.

-Ah Jiang Cheng, no me hagas pensar cosas raras de mi Lan Zhan -el cultivador demoníaco fingió limpiarse unas lágrimas de sus ojos antes de volver a acomodarse en su cojín, que era una maravilla para su espalda cada que se sentaba por mucho tiempo.

-Tu esposo es algo raro -como cuñado, Lan Wangji no era tan malo una vez ambos resolvieron sus diferencias. Pero tenía que admitir que a veces su comportamiento era extraño, hacía sentido que terminara casado con alguien como Wei Wuxian-Deberías hablar esto con Lan Wangji, no dudo que te daría su apoyo.

-No quiero preocuparlo... -bajó su mirada hasta su vientre abultado, aun con su ropa puesta podía decir el punto exacto en el que sus estrías estaban, así de consciente estaba de su cuerpo.

-Sí, el matrimonio tiene esa peculiaridad de que los esposos deben ayudarse entre sí en temas como estos, una idea loca, ¿verdad? -Jiang Cheng estaba disfrutando esto en demasía, su sarcasmo hacía sonrosar a Wei Wuxian.

-Ya, ya, no me molestes tanto. Simplemente no quiero ser una molestia para Lan Zhan -con un suspiro, el hombre en túnicas moradas se acercó hasta su hermano para tener el libre acceso de posar su mano sobre el hombro ajeno.

-Sabes que nunca serías una molestia para él. Mira, no tengo ni una sola idea de cómo ese hombre se mantuvo cuerdo en los años que no estuviste aquí, pero si de algo estoy seguro es de que desde tu regreso no ha pensado en nada que no seas tú y tu bienestar.

-Por eso mismo, Lan Zhan se preocupa mucho por mí y no quiero añadir más a ese peso -él sabía que su esposo era atento con él desde mucho antes de confesarse su amor el uno por el otro, es debido a ese motivo que trataba de no causarle preocupaciones innecesarias.

-Deja que él decida eso, Wei Wuxian -apretó el hombro entre su mano y luego lo palmeó suavemente en señal de apoyo-Y sobre las estrías, son completamente normales, recuerdo que jiejie tuvo ese mismo miedo. El pavo real hizo un gran trabajo al recordarle que la amaba sin importar los cambios, ¿por qué no le das esa misma oportunidad a Lan Wangji?

Con el recuerdo de su shijie, Wei Wuxian se sintió mejor. No pudo ver mucho del embarazo de su hermana, había escuchado que se veía hermosa durante toda la duración, y él podía asegurar que así fue porque estaba seguro de eso.

Y si su hermana se apoyó en su esposo para superar sus inseguridades, lo haría igualmente.

En sus brazos era donde se sentía más seguro, justo antes de dormir y con el calor cómodo de sus cuerpos mezclándose debajo de las sábanas, piernas entrelazadas y con su rostro contra el fuerte pecho de su marido. Una posición un poco graciosa por su enorme barriga que impedía el fácil acceso como antes.

-Lan Zhan -lo llamó, siendo consciente de que pronto sería la hora en la que él caería dormido sin importar nada. Tenía que apresurarse-Tú... ¿tú me amas en este cuerpo?

Lan Wangji frunció un poco el ceño al escuchar la pregunta, bajó la mirada hasta donde su Wei Ying tenía el rostro escondido para evitar mirarle.

-¿Wei Ying? -murmuró en medio del silencio de su hogar.

-Es decir, ¿no te molesta que este no sea mi cuerpo original? ¿Que ahora esté cambiando para ser aun más diferente que el tuyo? -Lan Wangji se tuvo que separar un poco del cuerpo de su amado para hacer que sus miradas conectaran. Los ojos grisáceos de Wei Wuxian estaban cristalizados de repente, confundiendo al mayor-Antes solía ser tu igual...

-Aún lo eres -respondió con la mente trabajando rápidamente en tratar de comprender lo que Wei Ying estaba pensando-Wei Ying es el mismo de siempre.

-No es cierto, Lan Zhan. Ya no soy como antes, no tengo el mismo cuerpo, soy más débil y ni siquiera nuestras edades son iguales, cambié.

-Wei Ying es Wei Ying -con decisión, Lan Wangji respondió a todos esos puntos. Colocó su mano en medio del pecho del otro y no desvió sus áureos ojos de los platinos-Su alma es la misma; pura, buena e inocente.

Wei Wuxian sintió que iba a llorar en ese justo instante.

-¿No te importa que sea más bajo? ¿Que mi piel tenga estrías por nuestro bebé? -su voz se fue quebrando a cada pregunta que hacía, y, compadeciéndose de él, Lan Wangji abrió la túnica de Wei Wuxian para exponer el vientre.

Se bajó hasta su nivel y besó la zona donde las estrías eran más prominentes, Wei Wuxian se erizó y dio un diminuto sobresalto al sentir el tacto.

-Wei Ying es hermoso en alma y cuerpo -susurró contra la estirada piel-Siempre lo será.

-¡Lan Zhan! -lloriqueó Wei Wuxian al sentirse abrumado por el cariño que Lan Wangji le demostraba.

-Amé a Wei Ying antes y amo a Wei Ying ahora -volviendo a la misma altura de su rostro, el padre de su hijo le dijo eso a la cara, provocando que las primeras lágrimas corrieran por su rostro-Amo a Wei Ying siempre.

-Te amo tanto, Lan Zhan, eres tan cruel con mi corazón -sus manos se unieron detrás del cuello de su Lan Zhan y lo jaló hacia él para un beso que ansiaba después de tales declaraciones que solo lograban enamorarlo con mayor intensidad de Lan Wangji.

-Mn, también amo a Wei Ying -él se rió sobre los labios de Lan Wangji, contento por saber que era apreciado sin importar cómo luciera.

-Ah, eres increíble -Lan Wangji sintió la punta de sus orejas calentarse con el cumplido-¿Qué dices si después de que este pequeño nazca, intentamos tener otro?

Los ojos de Lan Wangji brillaron con la propuesta.

-¡Ah, no ahora, Lan Zhan! ¡Dije cuando nazca!

Lan Wangji se encargó de empapar en besos y caricias a su esposo esa y todas las noches siguientes, trazó con la yema de sus dedos la piel desnuda con fascinación, la veneró con sus labios para dejarle en claro a Wei Wuxian que su amor no era exclusivo al físico.

-Wei Ying está cargando a nuestro hijo en su cuerpo, esto hace a Wei Ying más hermoso para mis ojos -Wei Wuxian agradecía todas esas palabras, su autoestima fue mejorando con cada cumplido que Lan Wangji le daba al verlo desnudo en cualquier ocasión.

Y también ayudaba que su esposo todavía lo deseara, que Lan Wangji le siguiera mirando con esa hambrienta mirada lo hacía sentirse atractivo.

-Además, tu estómago no es lo único que ha crecido -Wei Wuxian le miró confundido mientras estaba abrazado de su cuello y su barriga les impedía estar unidos por completo.

Entonces las enormes manos de jade bajaron de la cintura hasta el trasero de Wei Wuxian, sobresaltando al cultivador demoníaco.

-Antes solía caber en mis manos con faci-

-¡Atrevido! -avergonzado, Wei Wuxian rápidamente cubrió la boca de su esposo con sus manos y también bajó la mirada para negar lo que esas palabras le hicieron a su corazón.

Ya había quedado claro, Lan Wangji no tomaba importancia a los cambios físicos de su cuerpo. Sean estrías, subidas de peso o las diferencias a su cuerpo original, él lo amaba por como era en alma.

Wei Wuxian pensaba que no podría amar a su marido más que ahora, pero Lan Wangji le demostraba día tras día que siempre podía sentir su corazón rebosar en amor un poco más que la vez anterior.

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