Fue muy preocupante las primeras veces, porque nadie podría haber considerado tal conexión. Entonces resultó en pensar que el gran Hanguang-Jun estaba siendo envenenado.

La primera vez fue en medio de una clase con los juniors, estaba explicando una estrategia para las cacerías nocturnas cuando de repente Lan Wangji detuvo su voz al sentir algo en su estómago revolverse, extrañado por la situación, se quedó esperando para ver si esa sensación volvía. En lugar de la misma, le siguió una que le hizo sentir mucho asco para luego proceder a percibir cómo algo subía por su estómago hasta llegar a su garganta. Reconoció al instante que iba a vomitar, así que salió rápido del salón y prácticamente corrió hasta el arbusto más cercano. Se lanzó de rodillas y se inclinó para escupir lo que sea que su cuerpo iba a expulsar.

Los jóvenes discípulos salieron en su búsqueda angustiados por la débil manera en que se veía antes de salir del Pabellón de Orquídeas.

—¡¿Hanguang-Jun?! ¿Se encuentra bien? —Lan Jingyi estaba muerto de miedo, su gran Hanguang-Jun nunca se había enfermado en lo que llevaba haciendo uso de su memoria. El núcleo dorado de Lan Wangji era tan fuerte como ningún otro en el mundo de la cultivación, era casi imposible que este fallara y no protegiera al Segundo Jade de alguna enfermedad menor.

Ocupado por el ardor de su liquido gástrico quemando su garganta, Lan Wangji no pudo responder cuando las consternadas voces de sus estudiantes e hijo preguntaban por su condición.

Incluso para él había sido bastante tiempo desde que se enfermó, diría que desde niño y su núcleo dorado no se había formado, pero entonces recordó la delirante fiebre que obtuvo de los treinta y tres latigazos, su cuerpo apenas pudo con el desbalance de todo en ese momento; el dolor físico de sus heridas, y el mental por pensar que Wei Ying ya no vivía más en ese mundo. Su alma gemela ya no existía más que en su memoria.

Se tuvo que recordar que su Wei Ying había vuelto hace cinco años, se había casado con él y ahora estaban esperando un bebé. Nada iba a ser como en esos trece años en soledad, no con él a su lado.

—Estoy... bien —musitó en un frágil hilo de voz, rompió algunas ramas del arbusto y tapó su desastre con ellas, luego volvería para limpiarlo. Quiso levantarse, tuvo varios pares de mano en sus brazos para ayudarle a hacerlo.

—¿Deberíamos llamar a un médico, a Wei-qianbei? —urgió uno de ellos, recibiendo afirmaciones de varios otros.

Iba a responder que no era necesario alarmar a su esposo, sin embargo, para cuando se dio cuenta, el discípulo ya se había movido para ir en busca de las personas que decía.

Suspiró resignado, no estaba cómodo con preocupar a su esposo e inevitablemente a su familia, porque esto llegaría a Lan Xichen y Lan Qiren antes de que él mismo llegara al pabellón médico de Lan Yizhen.

No obstante, en su camino hasta ese lugar, Wei Wuxian llegó hasta él luciendo como si hubiera corrido al escuchar lo sucedido.

—¡Lan Zhan! ¿Estás bien? ¿Qué sucedió, estás enfermo? —su esposo buscó contacto con él mediante tomar sus brazos y asegurar con sus angustiados ojos grises que su marido estuviera bien.

—Hanguang-Jun, cuando llegué, Wei-qianbei se encontraba vomitando también —informó el discípulo que le dio aviso a Wei Wuxian.

—¿Wei Ying? —el hombre desestimó el hecho con bajas risas.

—Aiya, estoy bien, son cosas del embarazo. En cambio me preocupas más tú, esto no es normal en ti —apresurando un poco el paso al tirar de los brazos de Lan Wangji, él quiso llevarlo hasta Lan-nainai—Vamos, Lan Zhan, tenemos que saber qué te pasa.

Lan Sizhui y Lan Jingyi los siguieron de cerca, no era de negar que estaban preocupados por Hanguang-Jun.

—Quédense aquí, niños, cuando salgamos les diremos qué sucede —les dijo Wei Wuxian cuando estuvieron en la puerta del ala médica del clan—Si Lan-xiansheng o Xichen-ge llegan, háganlos pasar de inmediato.

Ambos jóvenes asintieron y con eso libre, la pareja de casados entró a la sala principal donde se encontraron con Lan Yizhen ya esperándolos.

—Escuché que Hanguang-Jun está algo enfermo —con su cálida sonrisa, Lan-nainai les recibió al verlos. Sintiéndose como un niño pequeño, Lan Wangji caminó hasta ella para que pudiera comenzar con su chequeo—Vomitar no es una buena señal en los cultivadores, ¿revisaron su comida antes de comerla? Entiendo que en Wei Wuxian se pueda confundir por los síntomas del embarazo, pero es mucha casualidad que los dos vomitaran el mismo día casi al mismo tiempo.

Con una mirada compartida entre la pareja, ellos decidieron que la respuesta era sencilla; comieron lo mismo y sin revisarlo porque se sentían seguros al estar en el Descanso de las Nubes, nadie se atrevería a hacerles daño en su propio hogar, ¿verdad?

—No pareces estar envenenado, por fortuna. Para estar seguros tomen este tónico para limpiar su cuerpo, reduzcan la porción para el Joven Wei —les entregó la bolsa con el tónico en polvo que deberían preparar en agua—El bebé está bien, no me miren así —ella soltó una risita por cómo ambos le vieron desde que mencionó la posibilidad de un veneno.

Soltaron el aire que estaban conteniendo al ser confirmados de la salud de su hijo.

—Si los síntomas siguen, vuelvan en seguida —entonces, entrecerró sus ojos hasta Wei Wuxian—Y me refiero a inmediatamente apenas algo raro suceda.

Bajo su mirada acusatoria, Wei Wuxian se rió nerviosamente y un tanto apenado. No era el mejor en cuidar su salud, era verdad. Mas, con un bebé dentro suyo, no iba a ser tan terco como antes.

—Lo prometo, nainai —alzó su mano con tres dedos erguidos y colocó su mejor cara de seriedad, provocando que la mujer negara con su cabeza entre pequeñas risas por la traviesa actitud.

—Cuídense, niños —sonrosados al ser llamados así, Wei Wuxian y Lan Wangji se inclinaron en despedida de ella para salir tomados de la mano.

Afuera estaban Lan Xichen y Lan Qiren junto a los jóvenes, esperando impacientes por la salida de la pareja de esposos.

—Wangji, ¿estás bien? —de inmediato, su hermano se aproximó a ellos, analizando la imagen de Lan Wangji para rectificar que estuviera bien.

—Mn, nada grave —fue todo lo que respondió, como se esperaba de él. Wei Wuxian vio que esto no dejó satisfecho del todo a la familia de su marido, así que, él fue quien explicó el resto del diagnóstico de Lan Yizhen.

—Nos aseguraremos de que la comida que sea llevada al Jingshi sea revisada estrictamente antes de ser entregada —prometió Lan Xichen, por mucho que se le hiciera inimaginable que alguien de su secta quisiera dañar a su hermano y cuñado, no era imposible. Tendrían que ser cautelosos con el tema, para no levantar sospechas.

—Gracias, Zewu-Jun —Wei Wuxian palmeó gentilmente la espalda baja de Lan Wangji en un intento por darles ánimos a ambos.

La segunda ocasión importante en que Lan Wangji preocupó a la secta fue cuando lo encontraron desmayado en el prado de los conejos.

El alma de Lan Sizhui casi se salió de su cuerpo al ver a su padre tirado inconsciente y sin responder a sus llamados desesperados. Quizá causó un poco de escándalo con sus gritos de ayuda al no poder cargar el cuerpo musculoso hasta el pabellón médico.

—¡Ah, Hanguang-Jun! —Lan Jingyi fue el primero en llegar, pues todavía estaba cerca del lugar al apenas haberse separado de su amigo para dejarlo ir solo a alimentar a los conejos.

El corazón de Lan Jingyi nunca antes sintió esa angustia que experimentó al ver a Hanguang-Jun inconsciente entre los brazos de un asustado Lan Sizhui.

Todo se tornó aún más extraño cuando al buscar al Maestro Wei para informarle, igualmente lo encontraron desmayado cerca del Hanshi luego de una visita amistosa a su cuñado.

—Esto ya no es normal, Sizhui, algo mal está sucediendo con Hanguang-Jun y el Maestro Wei —Lan Jingyi comenzaba a odiar estar alrededor del ala médica de Gusu Lan sabiendo que su adorado Hanguang-Jun estaba allí dentro.

Lan Sizhui compartía su sentimiento de preocupación, era aterrador ver que tus padres están enfermos y no poder hacer nada por ayudarlos.

—Lan-zongzhu ha comenzado una investigación, si algo está dañando a mis papás, lo encontrará —estaba seguro de que su bofu llegaría hasta el motivo de todo esa angustia.

Por el momento, el ambiente estaba tenso en el Descanso de las Nubes por la probabilidad de que algo estuviera tratando de herir a Lan Wangji y Wei Wuxian. El escándalo que se causó al recoger dos cuerpos desmayados fue muy grande que no se dudaba de que toda la secta ya estuviera enterada de los demás incidentes.

Los mareos, las arcadas y ahora los desmayos, todo era sumamente extraño. Sobre todo porque sucedía al mismo tiempo entre dos personas, eso solo dejaba pensar que algo alrededor de ellos los estaba afectando, solo que no sabían decir qué exactamente era todavía.

—No son dos casos separados, son uno que comparten muchas cosas en común —Lan Qiren estaba desesperado por respuestas, decidió que Lan Yizhen sería demasiada útil en ayudarle a obtenerlas, así que fue a visitarla junto a Lan Xichen—Son esposos, compañeros de cultivo que viven juntos, comen y beben lo mismo proveniente de la misma fuente, algo debe haber que no estamos considerando.

Si no era la comida, ni fueron maldecidos y no había señal de nada afectando al Jingshi, solo significaba que era otra causa que todavía no podían ver.

—Todos estos síntomas... tienen bastante parecido a un embarazo —Lan Xichen pensó en voz alta, llamando la atención de los otros dos adultos en la sala.

—Mm, a menos que Hanguang-Jun sea capaz de procrear vida como su esposo, dudo mucho que sea eso —sin embargo, ese hilo de pensamientos la llevó a seguir un asunto que Lan Xichen le recordó con sus palabras—Comparten otra cosa en común —murmuró, divagando entre su mente.

—¿Y qué podría ser? —Lan Qiren estaba seguro que cubrieron toda la relación de su sobrino con su esposo.

—Son padres del mismo bebé —dijo Lan Yizhen levantándose de su lugar para caminar hasta la estantería, comenzó a hurgar entre los libros y pergaminos que estaban acomodados—Alguna vez leí sobre esto, no creí ver un caso con mis propios ojos.

—¿Lan-nainai? —Lan Xichen la llamó entre intrigado y emocionado por el hecho de que pudieran llegar con una posible cura.

—No es sorpresa para nadie que Hanguang-Jun y su esposo practiquen la cultivación dual —sin dejar de rebuscar, ella comenzó a explicarse.

Cerrando los ojos un poco incómodo por algunos no muy gratos recuerdos, Lan Qiren asintió a regañadientes.

—Para nuestra desgracia, nos quedó claro en varias ocasiones —Lan Xichen se habría reído de no ser que la situación era más seria que eso.

—Y lo más probable es que ese bebé sea producto de ese cultivo- ¡Aquí está! —con una gran sonrisa al dar con lo que buscaba, ella abrió el libro y lo sacudió para sacarle el poco polvo que tenía encima—Hay una teoría, las parejas que engendran un bebé resultado del cultivo dual pueden crear una conexión tan fuerte que ambos padres podrían experimentar los síntomas del embarazo llegando hasta incluso sentir el dolor del parto.

Abrió el libro en una página que explicaba a detalle lo que decía, colocándolo en la mesa para que los otros hombres pudieran leer el contenido.

—Resultado de una fuerte empatía hacia el embarazo —leyó Lan Xichen entre las líneas—Wangji adora a Wei Wuxian, está encantado con su bebé...

—Y evidentemente se preocupa por el posible dolor o incomodidad que pueda experimentar a causa del embarazo —Lan Yizhen encontraba esto adorable.

Lan Wangji era tan atento que no querría que su esposo sufriera, a pesar de que fuera por algo tan hermoso como un bebé. No dudaría que Hanguang-Jun alguna vez pensó en ser él quien sufriera o al menos en compartir el dolor para que no fuera abrumador para Wei Wuxian.

—Su deseo de mitigar el dolor de Wei Wuxian, su cultivo, su amor y su conexión causaron que Wangji se mentalizara a experimentar lo mismo que su esposo —Lan Xichen concluyó asombrado, y Lan Qiren jamás oyó algo igual.

—Un excelente esposo, a mi parecer —Lan Yizhen bromeó—Dispuesto a ponerse en el lugar de su pareja. Lo crió bien, Gran Maestro.

Lan Qiren trató de no sentirse muy orgulloso por el cumplido. Él también se sentía de esa manera con su sobrino por el amoroso compañero que resultó ser.

Escuchar esa misma explicación, para Lan Wangji y Wei Wuxian fue una mezcla de diversión y dulzura por las implicaciones.

Wei Wuxian encontraba divertido que Lan Wangji sintiera que estuviera embarazado –suertudo él, pues no experimentaría tantos cambios físicos– sin realmente estarlo, no obstante, también pensaba que era tan encantador que su marido lo amara tanto como para lograr eso.

—También influye que es tu primer embarazo, podrían ser los nervios de tener al primer bebé desde recién nacido —explicó Lan Yizhen—Sizhui llegó cuando ya era un niño un poco más grande, en cambio con este hijo lo tendrán desde el parto.

—Lan Zhan, tal parece que sí fuimos destinados a ser almas gemelas —Wei Wuxian se colgó del brazo de Lan Wangji y canturreó la burla que causó un sonrojo en las orejas del mayor.

Luego de eso, todo se calmó. La explicación pronto se vendió como una historia de amor verdadero que cautivó a todo el que la escuchaba, dos almas tan unidas que experimentaban lo mismo que la otra, ¿qué había más hermoso que eso? Hanguang-Jun simplemente era perfecto.

Una lástima que ya estuviera casado.

—¿Duele mucho, Lan Zhan? —el día del parto fue tanto cómico como doloroso para ambos.

Cuando el alma de Lan Wangji dijo que iba a sentir todo lo que su alma gemela, en verdad lo dijo en serio.

Pues cuando las contracciones iniciaron en Wei Wuxian, Lan Wangji se inclinó sobre su estómago y gruñó ante el inexplicable dolor que lo aturdió momentáneamente. Cuando entendió que eso era el aviso de que su pareja daría a luz al bebé, luchó contra el dolor y buscó a Wei Wuxian.

—Es soportable —mentira, pero no quería preocupar a Wei Ying, quien después de todo, era quien iba a dar físicamente a luz al bebé—Wei Ying lo está haciendo muy bien.

Wei Wuxian sonrió entre su malestar y agradeció el cumplido con una caricia en su mano. Misma que apretó duramente al sentir una nueva contracción que dolió más que las otras.

Lan Wangji sufrió por el dolor en su abdomen y la de su mano siendo torturada.

Debía aguantar por su Wei Ying. Debía aguantar por su Wei Ying.

—No creo que... —tomó un poco de aire y una temblorosa sonrisa cruzó su rostro por su próximas palabras—Que quieras tener otro bebé pronto después de esto —y luego se rió débilmente.

Lan Wangji no respondió, solo se concentró en soportar el dolor para estar libre para reconfortar a Wei Wuxian.

El parto se llevó a cabo en un día y medio, Lan Yizhen estaba enteramente concentrada en Wei Wuxian, sin embargo, de vez en cuando ayudaba a Lan Wangji para que el dolor fuera más soportable.

—Wei Ying lo está haciendo excelente —con un beso en su frente, él le dió más fuerzas a Wei Wuxian para seguir pujando. Sus manos acariciaron el cabello ajeno para brindar más apoyo—Mantente fuerte, ya casi lo logras.

—Lan Zhan... ya no puedo —Wei Wuxian soltó algunas lágrimas, se sentía muy débil y comenzaba a desesperarse. Quería tener a su bebé en sus brazos ya.

—Wei Ying puede hacerlo —Wei Wuxian negó con la cabeza exhausto.

—Un empujón más, pequeño, uno más y podré sacarlo bien —con esas esperanzadoras palabras, Wei Wuxian tomó aire para prepararse mental y físicamente. Se aferró de la mano que sostenía de su marido y con un gruñido, siguió pujando.

Luego una sensación de alivio lo azotó cuando fue capaz de sentir a su bebé salir con facilidad junto a la ayuda de Lan Yizhen.

Lan Wangji desvió su mirada de Wei Wuxian para ver a su bebé ser bienvenido al mundo por Lan-nainai con una sonrisa y una cálida manta para limpiarle la sangre.

Entonces, después de unos segundos, el sonido de su llanto llenó la sala. Creando lágrimas de felicidad en los dos.

Porque esa euforia de ver a su bebé por primera vez era una sensación que los dos también compartieron, porque eran sus padres, quienes lo amarían sin importar nada.

Se sentían exhaustos, demacrados hasta el punto que se sentían desfallecer, y pese a todo eso, cuando tuvieron a su bebé en sus brazos, sintieron como si ese pequeño latido les devolviera todas las energías.

Eran simplemente afortunados de tenerse el uno al otro.