27. Nuevas comidas.
Wei Wuxian estaba triste. Sus pequeños bebés ya crecieron y no querían más de su leche, se sentía abandonado. ¿Cómo podían hacerle eso a él? Él que estuvo alimentándolos por meses pese al dolor de sus mordidas y las noches de sueño arruinadas cuando sus bebés lo despertaban porque querían comer.
¿Y lo dejaban así como si nada? ¡La audacia!
Vio con un puchero cómo su esposo e hijos volaban por los cielos cazando a su presa. Desde lo más alto de una montaña era fácil ver a los dragones sobrevolar el bosque en busca de su comida, la primera comida y cacería de sus cuatro bebés. Estaba orgulloso, claro que sí, pero también se sentía traicionado. Sus bebés crecían y lo apartaban, su pobre corazón de madre se partía de tan solo pensarlo.
Debía admitirlo, era fascinante ver a sus hijos bajar con velocidad hacia el bosque cuando captaban a una presa. Era como si se sumergieran al mar y salieran a la superficie una vez tuvieran éxito. Lan Wangji los estaba supervisando desde una distancia prudente para darles autonomía, solo interviniendo cuando veía que sus hijo iban a chocar.
Wei Wuxian bajó sus orejas triste. Todavía recordaba cuando sus bebés rompieron sus cascarones y salieron al mundo. Cuatro hermosos dragones con la mezcla de un zorro.
—Lan Yuan tiene mucho potencial —Lan Wangji volvió con él cuando se aseguró que sus hijos podrían encargarse del resto. Solo tenían que cazar al menos dos presas antes de volver, la comida sería suficiente para ellos por algunos días. Lan Wangji y Wei Wuxian luego irían a cazar para ellos mismos si era necesario.
—Sí, Lan Ming todavía necesita manejar bien sus tiempos —Wei Wuxian se dejó abrazar por su marido, y así, ambos padres observaron a sus hijos volar y cazar su comida.
Lan Feng logró cazar un venado de mayor tamaño que lo que un cachorro podría hacer normalmente, Lan Wangji y Wei Wuxian le sonrieron orgullosos cuando el pequeño dragón se acercó a dejar su presa donde las estaban acumulando. Lan Mao capturó un joven puma, a lo cual ella estaba muy orgullosa.
—¡Estuvieron excelentes para su primera cacería! —Wei Wuxian les aplaudió cuando terminaron. Una vez transformados de nuevo a su forma humana, los cuatro pequeños se emocionaron por la alegría que su baba demostraba.
—¡Baba, ¿nos viste?! —Lan Feng preguntó dando pequeños pasos hacia él con una enorme sonrisa que se parecía a la suya.
—Sí, baobei, estuvieron grandiosos —Wei Wuxian se agachó para abrazar al menor. Lan Feng era más parecido a él, mientras que Lan Mao a su padre.
—¡A-die! ¡A-Feng cazó un venado grandeeee! ¡Fue asombroso! —Lan Ming corrió hasta Lan Wangji para ser alzado mientras hablaba, tranquilamente, Lan Yuan también se aproximó a su padre por lo mismo.
—Y A-Mao a un puma, ¡ella es tan fuerte! —añadió de manera entusiasta Lan Feng desde los brazos de Wei Wuxian. Lan Mao, quien también fue alzada por él, no hizo ninguna expresión por los cumplidos, simplemente sus orejitas se sonrojaron.
—Claro que sí, esa es mi niña —Wei Wuxian restregó su mejilla contra la cabeza de su hija, provocando que el rojo en las orejas de su Lan Mao se intensificara.
—Baba~ —gruñó avergonzada, en un tono que era muy familiar a Lan Wangji en su juventud. Los padres se miraron entre sí al darse cuenta una vez más de cuan parecidos eran sus hijos con ellos.
Se sonrieron, era evidente, eran sus hijos.
—Bien, bien, baba se callará —dijo Wei Wuxian entre risas ligeras—Venga, debemos llevar esto a la casa para preparar su comida —señaló con un pie el montículo de animales muertos que sus bebés dejaron a un costado.
Viéndolo bien, Lan Wangji y Wei Wuxian pensaron que tal vez no sería necesario cazar su comida, tenían suficiente para todos hasta dentro de tres días.
La cueva les recibió haciendo eco de sus voces al entrar en ella. Los pequeños bebés se apresuraron a volver a sus propios nidos para descansar mientras sus padres acomodaban las presas un poco lejos de donde ellos vivían.
Lan Wangji tomó una pierna del puma, del venado y los demás animales para llevarlos hasta los nidos. Wei Wuxian se quedó preparando la sopa y demás platos. Estaban emocionados por la primera comida de sus hijos.
—Niños, escuchen. Diedie y yo primero les daremos de probar la carne cruda, tal y como la comerían una vez atrapen a la presa —Wei Wuxian les enseñó los cuatro pedazos de carne de los animales. Los ojos de los pequeños se agudizaron cuando el instinto de hambre llegó por el olor a sangre.
—Luego probaran la carne cocinada —Lan Wangji señaló las ollas donde tenían el agua hirviendo y la sopa. Harían platos típicos de Gusu Lan y Yunmeng Jiang.
Aunque solo las de Yunmeng Jiang tendrían carne, pues, increíblemente, los Lan tenían una dieta vegana alternativa a la caza. Wei Wuxian no entendía el concepto, pero, no entendía del todo a esa secta al final de cuentas.
—Sip, y ustedes decidirán de qué manera comerán de ahora en adelante —Wei Wuxian estaba emocionado por ver quién tomaría cuál método—Y recuerden que siempre pueden cambiar de opinión más adelante, Diedie y yo no tenemos ningún problema.
Las cuatro cabezas asintieron impacientes por saciar su instinto que les imploraba que llevaran esa carne a sus bocas de inmediato. Y así fue, los cuatro Lan comenzaron a devorar la carne, llenando sus inocentes rostros con sangre. Wei Wuxian hizo un drama interno, recordando a sus bebés que lloraban porque él los alimentara de su propio pecho.
Fue bastante rápido, pronto, no quedó nada de la carne que ambos dejaron.
—¿Y? —preguntó Wei Wuxian viéndolos chupar sus dedos para limpiarlos de la sangre.
—Sabe rico —fue básicamente la respuesta de todos.
—Así es —asintió Wei Wuxian y aplaudió sus manos para atraer la atención de sus hijos—Bien, A-die y A-niang prepararán la próxima comida, por mientras, pueden jugar y así esa carne hace digestión.
Los dragones no dudaron en salir corriendo hasta más dentro de la cueva para empezar a jugar entre ellos, llenando el silencio con sus risas.
—Creo que también les gustará esto —Wei Wuxian lo esperaba. Gusu Lan había logrado que su secta se acoplara a esa forma de alimentación hibrida, él no quería que sus bebés fueran diferentes.
—Mn, lo harán —Lan Wangji dejó caer la pequeña pizca de picante que le añadieron a los platos de Yunmeng. Eran hijos de Wei Wuxian de Yunmeng Jiang, el zorro no iba a dejar que sus hijos lo deshonraran de esa manera al no comer picante.
Cuando los platillos estuvieron listos, los colocaron en la pequeña mesa donde Lan Wangji les enseñaba todo sobre la etiqueta del mundo fuera del bosque a los niños. El mundo "civilizado" no veía bien lo salvaje. Y definitivamente pensarían que lo eran si comían como siempre hacían en su cueva.
Los dragones miraban los platos curiosos, llamados por los deliciosos olores que desprendían de ellos.
—Si sienten que pica demasiado, siempre tengo leche. Eso ayuda —Wei Wuxian no iba a dejar pasar esa oportunidad para darles pecho aunque sea una última vez.
Lan Wangji le dio palmaditas reconfortantes en su cabeza, en medio de sus orejas.
Con pequeñas risas por su baba, los jóvenes dragones procedieron probar todos los platos uno por uno mientras los padres analizaban sus reacciones a detalle.
Lan Yuan tomó más interés en la opción vegana, Lan Ming prácticamente se gastó la comida de Yunmeng, Lan Feng pareció gustar de todas las opciones, y Lan Mao... hizo muecas a todas.
Bien, eso significaba que prefería la cruda.
—Ja, ya quiero ver las caras de todos cuando vean que la princesa Lan prefiere su carne cruda —Wei Wuxian se burló de las –más que seguras– reacciones de los ancianos ante eso.
Lan Wangji se quedó callado. Hubo un tiempo en el que también prefería la carne cruda, hasta que logró "aceptar" del todo la opción vegana. Los ancianos estuvieron escandalizados, fue por eso que le impusieron la dieta vegana más a menudo.
Pero no dejaría que eso sucediera con sus hijos. Si ellos querían cambiar de dieta todo el tiempo, los dejaría y defendería de su secta de ser necesario.
Eso era lo que los dragones hacían, defender a su familia de todos.
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