25. Cólicos.

—Ah, no sé qué es lo que los cielos quieren de mí —Wei Wuxian apretó la mano de Lan Wangji.

—¿Qué rayos te pasa? —Jiang Cheng trató de no sonar alarmado, sin embargo tuvo el efecto contrario y todos en la habitación se dieron cuenta de que estaba asustado.

—Son cólicos, Líder de Secta Yunmeng Jiang —Lan Yizhen se dio vuelta para enseñar un cuenco con una medicina para Wei Wuxian—Le voy a dar esto para el dolor, el bebé ya comió, ¿verdad? —el cultivador demoníaco asintió todavía haciendo muecas. Lan-nainai le extendió el cuenco y Lan Wangji lo tomó para dárselo a su esposo.

—¿Estará bien? —Jin Ling desvió su mirada de la cuna donde Lan Ming estaba y vio a su tío retorcerse incómodo gracias al dolor. Lan Wangji intentaba darle la medicina pero Wei Wuxian todavía seguía experimentando los malestares, así que no podía.

—Sí. Esto es algo común en las mujeres, pero no en los hombres, por eso está teniendo problemas —Jin Ling vio de soslayo cómo Lan Ming agarraba el dedo de su hermano menor con una de sus manitas.

Jiang Cheng y Jin Ling se relajaron al escuchar eso. Wei Wuxian parecía que la estaba pasando mal, les preocupaba que eso fuera prolongado. Al final, Lan Wangji logró hacer que su esposo tomara la medicina luego de que los cólicos pasaran y dejaran en paz a Wei Wuxian por unos minutos.

—Sigo sin creer que él salió de ti —Jiang Cheng caminó hasta el bebé y le dio su mano para que tomara. Lan Ming hizo lo mismo que con su gege y le tomó del dedo. El corazón de Jiang Cheng se enterneció con el gesto de su sobrino y le concedió una sonrisa ligera.

Jin Ling vio esto e hizo un puchero inconscientemente.

—A-Ling, no te pongas celoso. Da-jiu todavía te sigue queriendo tanto como antes —Wei Wuxian observo toda la escena y tomó la oportunidad para fastidiar a su sobrino.

—¡¿Quién dijo que estoy celoso?! Es un bebé —señaló a Lan Ming y cuando los ojos miel de este lo miraron curiosos, Jin Ling dudó—Uno muy bonito...

—Tú también fuiste un bebé adorable, Jin Ling —Lan Xichen se paró detrás de su pareja, Jiang Cheng alzó la mirada para conectarla con la de su marido. Ambos recordaron cómo ambos tuvieron que hacerse cargo de Jin Ling de bebé, muchos decían que parecía el hijo de ambos.

Hasta que Lan Jingyi llegó. Allí la gente por fin dejó ese absurdo pensamiento. Jin Ling siempre sería el hijo de Jiang Yanli y Jin Zixuan, no importaba que ya no estuvieran allí.

—Como sea. ¿No necesitan cambiarlo? Comienza a oler gracioso —el joven discípulo se alejó de la posible escena de donde el olor comenzaba a provenir.

Wei Wuxian volteó su rostro desde la cama para verlos, al mismo tiempo, los adultos en la habitación olisquearon el aire en busca de lo que Jin Ling decía.

—Oh, tiene razón —determinó Lan Xichen antes que todos.

—Lo cambiaré ahora —Wei Wuxian se movió para levantarse, pronto fue detenido por Lan Wangji y Jiang Cheng.

—Tú ni pienses en moverte, acabas de dar a luz hace unos días —lo regañó Jiang Cheng tomando en sus manos a Lan Ming—Tienes la orden de reposar, hazlo. No me hagas tener que amarrarte con Zidian a la cama.

Wei Wuxian solo logró sentarse antes de ser interrumpido, viendo que su hermano estaba más que dispuesto en cambiar a su bebé no pudo rebatir aquello.

—Bien, los pañales están en el primer cajón de allí —señaló el buró. Lan Sizhui y Jin Ling se encargaron de sacarlos mientras Jiang Cheng y Lan Xichen colocaban a Lan Ming en el cambiador.

Wei Wuxian miró la escena con ternura. Siendo guiado por esta sensación, se acercó a su esposo y recargó la cabeza en su hombro.

Lan Wangji entendió la emoción de Wei Ying y ofreció su apoyo al darle la mano al otro para que se sostuvieran.

Ambos estaban felices de que Lan Ming tuviera una familia que los cuidara en todo.

✿ -------------------- ✿ ----------------------- ✿

Wei Wuxian no podía entender por qué tenía que asistir a una conferencia que Gusu Lan estaba albergando, es decir, hacía una semana que había dado a luz a un bebé, ¿no se suponía que debía estar descansado y haciéndose cargo de su recién nacido?

En realidad no quería asistir, sobre todo porque los cólicos estaban siendo más insoportables que antes. No eran seguidos, pero cuando llegaban, dolían demasiado y entonces solo quería acostarse y colocar algo calientito en su vientre bajo para ayudar a mitigar el dolor.

—Wei Ying, come —la comida ya había sido servida y por fortuna era algo que Wei Wuxian podía comer sin quejarse de lo blanda que era. Además, Lan-nainai le prohibió comer picante hasta dentro de unas semanas más.

Wei Wuxian iba hacer justo eso cuando sintió el ya conocido dolor en su estómago. Se inclinó sobre su panza y siseó por el dolor. Se sentía terrible, no solían tardar tanto, sin embargo duraban lo suficiente para que sus ganas de quedarse sentado se esfumaran y solo deseara acostarse en su cama.

Lan Wangji lo notó al instante y se preocupó por su esposo. La medicina que Lan Yizhen les dio sí ayudaba a que no dolieran tanto, eso no significaba que desaparecían o dejarían de doler por completo.

—Lan Zhan... de verdad no puedo– no quiero, estar aquí —murmuró entre dientes. Lan Wangji asintió, a él tampoco le gustó la idea de que Wei Ying asistiera a la conferencia. Pero su zhiji había querido hacerlo porque, al final y pese a sus quejas, era el esposo de Hanguang-Jun, debía estar presente.

—Le diré a xiongzhang que nos excuse —le aseguró y se paró, llamando la atención de algunos cultivadores de otras sectas. El Segundo Jade se acercó a su hermano y tío, se inclinó para susurrar cerca de ellos para explicar la situación de su esposo.

Lan Qiren y Lan Xichen comprendieron de inmediato la incomodidad de Wei Wuxian y concedieron el permiso de que ambos se fueran.

Cuando los invitados vieron que Hanguang-Jun abandonaba la sala junto a su esposo comenzaron a murmurar.

—Ese Wei Wuxian, siempre hace que Hanguang-Jun se extralimite y enfrente a su familia por él —Jiang Cheng escuchó que el Líder Yao masculló hacia su discípulo principal chasqueando la lengua desaprobando la acción.

Iba a hablar, Lan Xichen le ganó. Tal parecía que el comentario llegó hacia ellos también. Lan Qiren negaba ligeramente con la cabeza en dirección al insufrible Líder Yao.

—Puede que el Líder Yao desconozca de la maternidad —Jiang Cheng se aguantó la risa. El Líder Yao no tenía hijos pese a estar casado por largos años—Pero los síntomas de un embarazo no desaparecen de la noche a la mañana luego de dar a luz al bebé. Wei-gongzi dio a luz a su hermoso bebé apenas una semana, entenderán que su recuperación todavía sigue en pie.

Nie Huaisang abrió su abanico justo a tiempo antes de que su risa se escapara.

—Sin duda Lan-zongzhu es versado en estos temas al tener un hijo propio —Lan Xichen asintió al cumplido.

Pero a nadie se le escapaba que los dos líderes de sectas se estaban burlando del Líder Yao por no tener los suyos y todavía atreverse a hablar sobre alguien que acababa de parir.

Wei Wuxian ciertamente se rió de ello cuando sus familiares lo fueron a visitar después de la conferencia.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top