23. Apoyo.
Lan Wangji ya no podía sentir nada en la extensión de su espalda, para ese momento su piel debería estar abierta y con la sangre empapando hasta el suelo. Sus túnicas estaban rasgadas y sus brazos estaban fallando en mantenerlo en pie.
Nada de esa tortura física se comparaba con el dolor de haber perdido a Wei Ying. La crueldad de su secta era tanta que, antes de comenzar a golpearlo con el látigo disciplinario, los ancianos de su clan le dijeron con satisfacción que Wei Ying había muerto después de la Ciudad sin Noche. A partir de ese momento, el mundo para Lan Wangji se detuvo, sus sentidos se entumecieron y los primeros golpes del látigo no fueron nada a comparición de los gritos de agonía que su corazón daba con la noticia.
Eso no podía ser verdad, su Wei Ying no podía estar muerto.
Su hijo... su bebé que acababa de nacer no podía perder a su padre de esa manera.
Y ahora, con los últimos golpes del látigo contra su espalda, Lan Wangji comenzaba a pensar que su bebé perdería a su otro padre. Esto era demasiado, un cultivador de alto rango podía soportar algunos golpes de un látigo disciplinario y sanarlo con su núcleo dorado. Esto era demasiado incluso para él.
Treinta y tres latigazos era una barbaridad para heridas que no fueron letales.
Pudo matarlos, pero no lo hizo. Y por ello deberían darle gracias a Wei Ying porque gracias a él es que decidió darle una oportunidad a las personas que lo vieron crecer. También pensó en xiongzhang, en los problemas que esos asesinatos le causarían. Eso fue la única razón por la cual decidió dejarlos con vida.
Y ahora su razón de vivir ya no estaba, ¿cómo se suponía que debería seguir adelante?
Entonces alzó su mirada para ver a Lan Xichen amarrado con cadenas espirituales, sus ojos ocres lo miraban con tristeza y desesperación por no poder salvarlo del abuso que su secta estaba imponiendo en él. Shufu fue encerrado en su habitación al querer impedirlo también. Y ellos tres sabían que esto se trataba más allá de castigarlo por romper las reglas, lastimar a los ancianos o relacionarse con Wei Ying. Esto era algo que querían hacer desde que sus padres estaban vivos. Pero como no pudieron hacerlo, dentro de sus retorcidas mentes, esto era hacer justicia por sus crímenes de igual manera.
Cuando los latigazos pararon, él luchó por no derrumbarse, por no sucumbir ante el dolor y caer ante ellos. No les daría esa satisfacción, al menos esperaría hasta llegar a su hogar para morir, no lo haría frente a ellos.
Solo pidió perdón por abandonar a su bebé. Por haber fallado en proteger al amor de su vida, a los Wen, A-Yuan...
Su visión se tornó borrosa, su hermano le gritaba algo que sus orejas y sentidos no alcanzaban a comprender del todo.
Un destello de túnicas grises llegó a sus ojos, pensó que comenzaba a delirar por pensar que Wei Ying estaba con él en este momento. Una última vista a su belleza antes de morir, eso sería lindo.
Sin embargo... quizá no estaba delirando.
—¿Qué le hicieron a Lan Zhan? —esa preciosa voz no era producto de su imaginación... ¡Wei Ying estaba allí!
Lan Wangji quiso levantarse, por la tensa voz de Wei Ying, podía entender que no estaba para nada contento.
—Wei Ying... —lo llamó en un debilitado susurro.
Cuando Wei Ying se dio vuelta es que pudo fijarse de que Wen Ning también estaba en la escena, de frente a los ancianos que con temor sacaron sus espadas para defenderse.
—¡Lan Zhan! —su amado Wei Ying corrió hasta él y lo sostuvo en sus brazos. Su rostro reflejaba dolor, pero era obvio que no tenía ninguna herida física importante, a Wei Wuxian le dolía verlo a él herido—Lan Zhan... mi amor...
El corazón de Lan Wangji tomó fuerzas por las palabras de su zhiji, estiró una de sus manos para tocar la mejilla ajena, siendo recibido con una sonrisa triste y Wei Wuxian empujando su rostro contra el tacto.
—Estás vivo...
—Todos lo estamos... A-Yuan y A-Ming. Lan Zhan, estamos vivos gracias a ti —Wei Wuxian cerró los ojos sintiendo el calor de la mano de Lan Wangji—Si no me hubieras salvado... no habría podido volver a ellos para sacarlos de allí.
—Iré con Wei Ying —Lan Wangji le prometió con convicción, importándole poco que estuviera convaleciente en esos momentos. Wei Wuxian se rió de ello, negó con la cabeza y procedió a besar la mano en su rostro.
—Niño terco, primero saquémoste de aquí y sanemos tus heridas, Wen Qing sabrá qué hacer —con un beso en promesa de su futuro juntos, Wei Wuxian ayudó a su amado a pararse, era inevitable el dolor, pero por eso mismo es que quería llevarlo de inmediato con Wen Qing para que lo curara.
Ver de frente de nuevo la tensión que los demás presentes tenían fue un recordatorio de lo que sucedía en realidad.
—Wen Ning, libera a Lan-zongzhu y sácalo junto a Lan Zhan —ordenó con una dura mirada hacia los ancianos que no sabían qué hacer.
Lan Xichen no necesitó de nada más para arrastrarse hasta Wen Ning, podía no lucir recatado, eso no le importaba, lo que quería en esos momentos era ayudar a su hermanito.
El cadáver rápidamente rompió las cadenas que aprisionaban al joven líder de secta, cuando él fue libre, corrió al lado de su hermano y ayudó a mantenerlo en pie.
—Líder de Secta Lan, ¿qué tan importantes son sus ancianos para usted? —preguntó mirándolos con destellantes ojos rojos y apretando a Chenqing en su mano. No les iba a perdonar que dañaran a su precioso Lan Zhan, arruinando su divina figura con feas cicatrices de por vida, incluso dañando su cultivo excelso. Que lastimaran al amor de su vida y padre de sus hijos no era una ofensa que dejaría pasar por alto fácilmente.
Lan Xichen vio el rostro pálido de su hermanito y sus ojos bailando en una lucha por mantenerse consciente. El olor a sangre lo asqueó al saber que esa sangre era de su hermano a causa de esas personas, su propio clan.
Afianzó el agarre en su hermano y miró a los ancianos.
—Haga lo que considere apropiado, Wei-gongzi —dijo frívolamente. Jadeos sorprendidos se escucharon por parte de ellos, mas para Lan Xichen poco le importaba ya lo que sucediera con ellos—Vamos a salvar a shufu y nos iremos de aquí, Wangji. Lamento tanto no poder haber impedido esto-
—No es culpa de xiongzhang —masculló bajo su respiración Lan Wangji.
—Los veré en la entrada... una vez acabe aquí, por supuesto —devolvió su mirada hacia los hombres que comenzaron a temblar.
—¡Xichen, no puedes hacer esto! —gritó uno de ellos. Lan Xichen resistió las ganas de voltear los ojos, ahora entendía por qué Jiang Cheng lo hacía a menudo. La gente era cínica, hipócrita y horrible. Por fin lo veía.
—Vámonos, Wangji —Lan Xichen y Lan Wangji caminaron a paso lento hacia la salida del Salón Ancestral, escuchando de fondo las notas letales que Wei Wuxian comenzaba tocar.
Cuando los gritos iniciaron, Lan Xichen y Lan Wangji ya estaban lejos. Se dirigieron a la residencia de su tío para sacarlo de allí. Tal vez a él le desagradaría la idea de irse con Wei Wuxian, quizá querría quedarse para tratar de salvar la secta.
Lo cual sería sencillo con los ancianos muertos. Le tendrían que dar las gracias a Wei Ying por eso.
—¡Wangji! —fue lo primero que dijo Lan Qiren cuando sus sobrinos abrieron la puerta—¿Cómo...?
—El Joven Wei apareció —fue todo lo que Lan Xichen dijo para hacerle saber a su tío de lo que sucedía, el motivo detrás de los gritos de agonía que se escuchaban a lo lejos—Tío, Wangji y yo nos iremos con él.
«¿Vendrás con nosotros?» fue lo que preguntó con sus ojos.
—Alguien necesita arreglar el desastre que dejemos —respondió, como los Hermanos Jade ya sabían que haría.
—Cuando Wangji sane, entonces vendremos a ayudarte —Lan Xichen quería ser positivo y creer en que podían hacer un cambio en su secta.
Lo último que Lan Wangji recordaba era cómo su tío miraba algo espantado a Wei Wuxian regresar con sus túnicas llenas de sangre.
Estaba hecho. Lan Wangji fue vengado.
Sin poder evitarlo por mucho más tiempo, él se desmayó del agotamiento.
✿ -------------------- ✿ ----------------------- ✿
—Debemos ser muy cuidadosos con A-die, ¿si, mis niños? —Wei Wuxian se aseguró que Lan Yuan no moviera demasiado a Lan Wangji mientras el niño le ayudaba a colocar las medicinas en la espalda de su amado.
Lan Ming estaba amarrado en su espalda, el bebé miraba desde allí cómo su papá cuidaba a su padre.
Lan Wangji había progresado bastante luego de seis meses. Bajo el cuidado de la mejor médica del mundo del cultivo, unos dedicados esposo, hijo y hermano, su recuperación estaba siendo llevadera. Había días en los que dolía más que otros, sin embargo, ver a A-Yuan y escuchar la risa de A-Ming le daban fuerzas cuando creía que no le quedaban.
Eso sin contar los dulces besos que su Wei Ying le daba de vez en cuando.
—Qing-jie dice que dentro de unos meses más podrás sentarse por más tiempo —le dijo en voz baja mientras acariciaba el rostro de su zhiji. Para Lan Wangji no había mejor cura que tener a su Wei Ying a su lado.
De fondo, Lan Yuan jugaba con Lan Ming, llenando el Jingshi de hogareña felicidad.
Ambos decidieron que el Descanso de las Nubes era un mejor lugar que los Túmulos Funerarios para criar a sus hijos. Además, Lan Qiren había reemplazado a muchos discípulos y ancianos hasta que estuvo satisfecho y creía que Gusu Lan podría volver a ser justos como en un principio querían ser.
Sin varias reglas pesando sobre sus hombros, Gusu poco a poco se sentía como una casa para todos.
—Te extraño, Lan Zhan... es tan aburrido estar sin ti —puchereó Wei Wuxian, haciendo sonreír ligeramente a Lan Wangji.
—Trataré de recuperarme rápido para poder estar con Wei Ying —prometió, haciendo a Wei Wuxian sonreír contento.
—Bien, porque este esposo necesita a su marido. Me siento solo en la cama a veces, ¿sabes, Lan Zhan?
Lan Wangji podía apostar que tenía sus orejas rojas.
—También necesito a Wei Ying.
Wei Wuxian rió alegre antes de acercarse a besar a Lan Zhan.
Con el apoyo de Wei Wuxian, Lan Wangji pronto sanaría para poder estar allí para su familia. Como debía ser.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top