19. Amamantar.
❗️Con motivos de no incomodarme, el tiempo de estudios en el Descanso de las Nubes empieza a los dieciocho años.
Wei Wuxian bostezó, estaba a cinco minutos de dormirse en su lugar y el Gran Maestro Lan todavía no terminaba con su clase. La noche anterior apenas pudo dormir y por ende le estaba costando mantenerse despierto en lo que sería la última clase de la tarde, si Lan Qiren no los dejaba ir, Wei Wuxian entonces tendría un regaño por dormirse y nadie podría culparlo por ello.
A su lado, Lan Wangji le pasó una hoja, tal acto era inusual en él que llamó al instante la atención de Wei Wuxian. Bajó su mirada solo para encontrar un encantador dibujo de conejos jugando, dibujado a propósito para lucir gracioso, Lan Wangji era bueno pintando, no había propósito para que las orejas de los conejos fueran más largas que en de verdad eran y se arrastraran por el suelo. Ahogó una carcajada mordiendo su labio y miró de soslayo que Lan Zhan también tenía una casi imperceptible sonrisa.
Para suerte de ellos, el gong que anunciaba el final de las clases los salvó a todos y con el permiso de Lan Qiren, los estudiantes se levantaron para ir a sus respectivas residencias.
Lan Wangji tomó la mano de Wei Wuxian sin perder un segundo y se dirigieron hacia la salida del Pabellón de Orquídeas, afuera en el jardín estaban los demás discípulos hablando un poco entre ellos antes de separarse para ir a disfrutar el resto de su día. Allí fue donde pudieron encontrar a sus hermanos y Nie Huaisang mirando con adoración al bebé que Madame Lan cargaba con espléndida alegría.
—A-Ying, A-Zhan —los saludó cuando la pareja salió del salón para llegar con ellos, Wei Wuxian sonrió enormemente al ver al bebé—A-Yuan ya quería ver a su A-niang —la sonrisa del joven era igual de brillante que la de Lan Mao mientras le entregaba su nieto a su yerno. El bebé, con tiernas regordetas mejillas sonrosadas, balbuceó feliz al ver a su baba después de una larga tarde con su abuela.
—¿Extrañabas a tus papis, eh, rabanito? —Lan Wangji se pegó al costado de Wei Wuxian para ver a su bebé, era una reunión que anticipaba desde hace minutos, nunca se cansaría de ver los ojos miel de su hijo mirarlos contento, de escuchar su risa y balbuceos cuando estaban a su alrededor.
Wei Wuxian alzó una de sus manos para dejar que su hijo tomara uno de sus dedos para jugar.
—Sigo sin entender por qué le dices rabanito —Jiang Wanyin cruzó sus brazos por encima de su pecho.
—Porque le gustan, si vieras cómo sus ojitos se iluminan cada vez que huele la sopa de rábano —Wei Wuxian sintió la mano de Lan Wangji posarse en su cintura con normalidad, el gesto ya no le sonrojaba como antes, pero eso no significaba que no le gustara—Pero no, mi niño, todavía no puedes comerla —le dijo en un tono juguetón para molestarlo un poco, y tal como su padre, Lan Yuan no parecía afectado por ello.
—Hablando de comer, debe tener hambre, estuvo algo inquieto antes de irnos —Lan Mao soltó pequeñas risillas al recordar algo—Lan Feng no sabía que hacer para calmarlo y terminó dejando que jalara la barba de Qiren.
Los jóvenes contuvieron sus carcajadas sin importar que Madame Lan no lo hiciera.
—Ah, por eso se veía algo molesto el Lan-laoshi —dijo entre risas Nie Huaisang. Wei Wuxian se rió ligeramente y palmeó de manera gentil a su A-Yuan.
—Eres igual de travieso que tu baba, ¿no es así, baobei? —dentro suyo estaba orgulloso de ello. Lan Yuan muchas veces era una copia de Lan Zhan, y aunque eso le encantaba, no iba a mentir y decir que no le gustaba ver que su hijo tenía parecido a él en varios aspectos.
—E igual de hermoso —complementó Lan Wangji sin vergüenza, logrando varias reacciones de los demás.
Jiang Cheng rodó los ojos y se quejó de su descaro, Lan Xichen mostró una sonrisa, Nie Huaisang se escondió detrás de su abanico y Lan Mao aplaudió feliz que su pequeño hijo fuera más honesto con sus sentimientos.
Ella estaba encantada de ver lo mucho que Lan Zhan había avanzado en torno a expresarse vocalmente, todo gracias a su relación con Wei Wuxian.
Oh, las risas que pegó cuando todo eso inició.
Fue una sorpresa para toda la familia cuando se dieron cuenta que Lan Zhan, su Lan Zhan que siempre estaba al lado de su hermano o junto a sus padres había hecho un amigo durante las primeras semanas del inicio de clases.
—Su nombre es Wei Wuxian, viene con la Secta Yunmeng Jiang como discípulo principal —Qingheng-Jun hizo el trabajo de investigar quién era el joven que perseguía con risas a su hijo menor, intrigado por ver que Lan Wangji no hacía nada por impedir su presencia.
—Oh, entonces vino con Jiang Wanyin —ese otro nombre también fue familiar para los padres, ese joven también pasaba mucho tiempo con su Lan Huan, solo que ellos eran más discretos que los primeros. Esto a Lan Mao le causó gracia—Parece que el Clan Jiang llegó para robarse a nuestros retoños, A-Feng.
Lan Feng no tuvo ninguna objeción a lo que su esposa había dicho, le parecían jóvenes adecuados para sus hijos, si acaso le preocupaba un poco la tendencia de Wei Wuxian por romper las reglas –aunque Lan Qiren opinara que era un asunto mucho más grave–, no le preocupaban sus sentimientos por su hijo, se notaba que ambos sentían algo parecido.
—¡Lan Zhan! Vamos a Caiyi, los demás irán —mientras Lan Wangji estaba reportando asuntos menores a su padre, el energético joven de túnicas grises se acercó con una enorme sonrisa que tambaleó un poco al ver a la familia principal del clan sentada en el salón de recibimiento—Oh, lo lamento —se disculpó junto a una inclinación apropiada—Lan-furen, Lan-zongzhu, Lan-laoshi, Lan-gongzi y Lan-er-gongzi, sepan disculpar mi intrusión.
—Está bien, Joven Wei —Lan Feng decidió hablar primero al ver que su hermano abría la boca para reprenderlo, ante su intervención, Lan Qiren tuvo que detenerse. Entonces el líder de secta le sonrió de una forma similar que Lan Xichen; amable—Tenía una propuesta para Wangji, ¿no era así?
Wei Wuxian asintió un poco cohibido, seguramente no pensaba conocer a los padres de Lan Zhan de esa manera.
—S-Sí, mi hermano y Nie-xiong iremos a la ciudad un rato... y volveremos antes del toque de queda —aseguró al mirar de reojo a Lan Qiren entrecerrar sus ojos hacia él.
—Oh, sería lindo que mis niños fueran con ustedes, ¿eso estaría bien? —Lan Wangji volteó a ver a su madre con las orejas pintadas en carmesí y Lan Xichen tosió ligeramente.
—Si ellos lo desean así... —murmuró el joven observando a los hermanos esperando por una respuesta.
Lan Wangji apretó los puños sobre su regazo y bajó la mirada momentáneamente, un gesto tierno ante los ojos de la mujer. Ah, su A-Zhan siempre sería adorable de molestar.
—Por mi parte, estaría encantado —Lan Xichen respondió primero, pensando en que ahora podría llevar a Wanyin a esa casa de té de la cual hablaron días atrás.
Entonces toda la expectativa cayó en Lan Wangji. Los ojos grises de Wei Wuxian le miraron con anhelo de que aceptara la invitación, y en los dorados se podía ver que también se deseaba lo mismo.
—Mn —respondió después de unos momentos, provocando una contenta sonrisa en el rostro de Wei Wuxian.
Mientras ambos hermanos se levantaban de sus lugares, Wei Wuxian daba pequeños brinquitos emocionado y moviendo la mano como si estuviera inquieto, hasta que Lan Wangji se acercó a él y pudieron comprender el motivo, inmediatamente Wei Ying le tomó de la mano para jalarlo lejos.
Los padres de los hermanos estuvieron asombrados de ver que su hijo menor había aceptado el contacto y se dejaba ser arrastrado.
—Wei Wuxian no conoce límites —Lan Qiren desaprobó dando un sorbo a su té.
—Son jóvenes, Qiren. Es su momento de cometer errores y divertirse, de otra manera, cuando sean adultos y los cometan tendrán consecuencias más graves —Madame Lan nunca hizo desaparecer su gentil sonrisa de su rostro.
Lo que ella no se esperaba, es que su hijo menor, su adorado A-Zhan cometiera el peor error que los padres de un joven de esa edad pensaban que podría cometer.
—Muqin, fuqin, Wei Ying está embarazado. Es mi hijo, tomaré responsabilidad por mis acciones —Lan Mao jadeó sorprendida y llevó una mano hacia su boca al escuchar las palabras que Lan Wangji había dicho. Su hijo se inclinó hasta el suelo ante ellos.
—Oh, A-Zhan... —aunque su voz primero salió con compresión, luego comenzó a llenarse de gracia que no pudo contener por más que la situación "seria" lo ameritara—Supongo que Wei Wuxian y tú se divirtieron de más.
—¡Mamá!
—¡A-Mao!
Qingheng-Jun y Lan Wangji se sonrojaron de manera similar por el comentario, con sus orejas pintándose de rojo.
—Ah, y yo que te decía que debíamos darles libertad y no imponerles chaperones —se burló la mujer aligerando la tensión previa.
—Bueno, no se estaban cortejando formalmente —tosió Lan Feng ignorando los comentarios traviesos de su esposa—Levántate, A-Zhan.
Lan Wangji lo hizo con magnificencia, mirando determinadamente a sus padres para dar una pista de que sus palabras eran serias.
—¿Wei Wuxian? Sé que estás afuera, por favor, entra para que todos podamos hablar —Lan Mao posó su mirada en la entrada del Yinshi, su hogar. Estaba segura que el joven no se iba a perder esta conversación, así que se aseguró de usar un tono dulce para no asustarlo, como suponía que debía estar.
Wei Wuxian apareció por la puerta, con la cabeza tímidamente agachada y con las manos juntas hacia adelante, en una postura que lucía tan antinatural en un joven como él. Entró a la casa para arrodillarse al lado de Lan Zhan.
Los ojos ámbar de Lan Feng miraron con calidez las manos de los jóvenes juntarse en apoyo mutuo.
—Escuchamos que tuvieron un... imprevisto —Lan Feng suspiró mentalmente, ya se imaginaba las reacciones de los ancianos.
—Nosotros- Yo... —Wei Wuxian quiso hablar, pero tal vez por primera vez en su vida, parecía no tener palabras.
Madame Lan encontró la acción tierna.
—Los motivos son entre Lan Zhan y tú, Joven Wei. Creo que lo único que A-Feng y yo queremos saber es si ambos están dispuestos a ser una familia —los dos jóvenes se miraron entre sí al escuchar la última palabra, una delicada mano se colocó encima del vientre de Wei Wuxian mientras las miradas dorada y platina se encontraban.
Unas sonrisas se intercambiaron antes de que se giraran a verlos de nuevo.
—Sí, Madame —con una sonrisa tímida, Wei Wuxian miró su vientre.
—¿Es tu deseo tener a este bebé? —ante eso, la mirada de Wei Wuxian rápidamente se alzó con asombro de la pregunta.
—¡Por supuesto! Es mi hijo con Lan Zhan... yo... no puedo imaginar algo más hermoso que eso —para los padres, eso era una más que excelente respuesta. Así que, sonrieron después de intercambiar una mirada.
—Entonces, no hay motivo por el cual estar nerviosos, nosotros estamos más que felices de ser abuelos —Lan Mao se levantó para caminar hasta Wei Wuxian y abrazarlo con felicidad—No podría haber pedido alguien mejor para mi A-Zhan, bienvenido a la familia, A-Ying.
Los ojos de Wei Wuxian se llenaron de lágrimas por la forma en la que fue llamado, los cálidos brazos que lo rodeaban lo hicieron sentir tan feliz que no se pudo impedir el regresar el gesto.
—Bien hecho, Wangji —Qingheng-Jun se paró al lado de su hijo menor—Serán una hermosa familia.
Lan Wangji asintió, amaba a Wei Ying y él también correspondía sus sentimientos, solo tenían amor que darle a su futuro hijo.
Naturalmente, esto fue un escándalo cuando Lan Feng y Lan Mao llamaron a Jiang Fengmian y Yu Ziyuan para informarles sobre el asunto y comenzar a organizar la boda que se llevaría a cabo una vez Wei Wuxian diera a luz.
El matrimonio Lan no tenía ningún prejuicio entorno al matrimonio Jiang, pero una vez Wei Wuxian tomó confianza con ellos y contaba algunas historias, algo no comenzaba a cuadrar. Era en contra de las reglas juzgar a alguien antes de conocerle, sin embargo, para Lan Mao eso no le impedía el pensar que el trato de Wei Wuxian en el Muelle del Loto era inaceptable.
—Te dije que algún día nos traería problemas —fueron las primeras palabras que pudieron escuchar de Yu Ziyuan apenas llegaron al Descanso de las Nubes, la pareja estaba subiendo las escaleras junto a su hija mayor, la pobre muchacha lucía incómoda por la discusión.
—No hay problemas, solo queremos comenzar con las negociaciones por el compromiso de A-Zhan y A-Ying —Qingheng-Jun los llevó hacia el Yinshi donde estarían más cómodos.
Jiang Fengmian miró curioso a Lan Feng por el mote con el que llamó a Wei Wuxian.
—A-Ying tiene mes y medio de embarazo, nuestros mejores médicos están al tanto de su salud y la del bebé —inició por informar Qingheng-Jun directamente hacia Jiang Fengmian, de líder de secta a líder de secta.
—No puedo creer que nos haya hecho perder cara de esta manera, avergonzó a nuestra secta —masculló entre dientes Madame Yu, provocando que Madame Lan la mirara con seriedad, sin ningún rastro de la amabilidad que siempre mostraba.
—Ellos están dispuestos responsabilizarse por sus acciones, por eso queremos negociar un matrimonio para ambos —luego, Lan Mao miró a Jiang Fengmian—A-Ying ha expresado su deseo de casarse en nuestra secta, entendemos que se trat-
—¡Ja, ese ingrato al final cree que puede dejar nuestra secta como si nada!
—Yu Ziyuan —reprendió peligrosamente Lan Feng, a su lado, Lan Mao arrugó la nariz disgustada por la manera en la que ella se expresaba de Wei Ying—Fengmian, te pido que hablemos esto de la manera más civilizada posible.
«Controla a tu esposa» es lo que le dijo entre líneas.
—San-niang, por favor, A-Xian no necesita nada de esto. Lan-zongzhu está dispuesto a una negociación por A-Xian —es decir, que podrían sacar excelentes beneficios de la situación.
Al final, Lan Feng y Lan Mao pudieron notar que el mayor interés de ambos era recibir una buena propuesta a cambio de su discípulo principal. No preguntaron nada más que involucrara a Wei Wuxian o al bebé, solo qué era lo que iban a ganar de ello.
Lan Mao apresuró todo, y Lan Feng igual, ambos cedieron a varias cosas con tal de que los Jiang estuvieran contentos y se fueran de su hogar lo más pronto posible, el precio nunca sería alto si eso les aseguraba que Wei Wuxian iba a estar bien durante su embarazo. Así que, al final también consiguieron que Wei Wuxian se mudara de una vez a Gusu. Ninguno de los dos iba a estar tranquilo con él en el Muelle del Loto y la otra pareja lo permitió muy fácil, demasiado para alguien a quienes sus hijos consideran un hermano.
Pero todo resultó bien, Wei Wuxian estuvo muy feliz durante su embarazo. Lan Qiren claramente casi sufrió una desviación de Qi al enterarse, los ancianos también. Las demás sectas chismosearon sobre cómo Wei Wuxian caminaba de la mano de Lan Wangji mostrando una pancita de meses, fue un verdadero escándalo.
Mas, con la ayuda de un Nie en particular, la historia tomó un giro más romántico; hablaba sobre cómo los dos jóvenes se enamoraron perdidamente a primera vista, y, con un amor así de grande, no había nada que pensar, ellos estaban destinados a estar juntos, así que, ¿por qué esperar? Ambos sabían que estaría al lado del otro por toda la eternidad.
Eran felices y esto solo aumentó cuando Lan Yuan nació, sus compañeros de estudios adoraban ver al pequeño bebé ser paseado por sus abuelos por todo el Descanso de las Nubes, la ternura de A-Yuan cautivó a todo Gusu que, podían confirmar que la unión de Lan Wangji y Wei Wuxian fue predestinada por los cielos, solo así podrían explicar el nacimiento de un bebé tan hermoso como él.
Wei Wuxian sabía que había dado a luz a un bebé angelical, tenerlo en sus brazos se sentía como un sueño.
—Aw, mi xiao baobei, ¿tienes hambre? ¿Tienes hambre? Tranquilo, baba te dará de comer —Wei Wuxian se dio la vuelta para abrir sus túnicas, rápidamente fue tapado un poco por el cuerpo de Lan Wangji.
Wei Wuxian colocó a A-Yuan en la posición correcta en sus brazos, posicionando bien su cabeza en su mano, y luego con mucho cuidado, pasó su pezón desde la nariz hasta la boquita para ofrecerlo. Cuando Lan Yuan abrió la boca, acercó a su bebé a su pecho con firmeza y se aseguró que el acople fuera eficiente, que los labios de Lan Yuan estuvieran hacia afuera al momento de comenzar a succionar.
Una vez Lan Yuan tomó un ritmo, Wei Wuxian lo cargó con ambos brazos y sonrió. Ver a su hijo comer de su pecho era una hermosa sensación que siempre lo hacía sentir cosquillas en su estómago, lo hacía sentir que tenían una conexión especial.
Aunque fuera doloroso en ocasiones, siempre le gustaba ver a su bebé comiendo. Sus ojitos abiertos y su boquita moviéndose al mamar, simplemente había algo tierno en ello.
Al principio le daba vergüenza hacerlo en público, Gusu era un lugar lleno de reglas y recato, se sentía mal el hacerlo afuera, por lo que, cuando su bebé lloraba por comida, Wei Wuxian se iba a un lugar privado para hacerlo.
Hasta que Lan Mao le dijo que no había nada de malo en ello, pues era un proceso natural y sin vulgaridades, simplemente una madre alimentando a su hijo.
Poco a poco, Wei Wuxian comenzó a dejar de tomarle importancia a ello, hasta el punto en que lo comenzó a hacer enfrente de quien sea. Solo se volteaba para abrir sus túnicas y darle el pecho a su bebé, pero ya no se iba del lugar y solo se acomodaba antes de volver a dar la cara.
—Ah, sí que tenías hambre, ¿no es así? Bien, tengo mucha leche, anoche no quisiste comer nada —murmuró acariciando la cabecita de A-Yuan.
—Comió bien en el desayuno —Lan Wangji dijo.
—Mhm, sí, eso me calmó por lo menos.
Lan Mao les vio hablar de espaldas, cuando Wei Wuxian daba pecho, se olvidaba del resto y solo eran él, su bebé y Lan Zhan. Su pequeña familia.
—Niños, vayamos con Lan Feng, comeremos todos juntos.
Con eso, Wei Wuxian se dio la vuelta y junto a Lan Wangji, siguieron a todos hacia el comedor. Los discípulos de los distintos clanes desde hace tiempo dejaron de avergonzarse si veían a Wei Wuxian darle de comer a su bebé. Ya lo tomaban con naturalidad el verle hacerlo, como debía ser.
Wei Wuxian quería que el tiempo no pasara tan rápido, así podría tener más oportunidades de amamantar a su hijo antes de que este lo dejara y comenzara a comer sólidos. Se le partía el corazón de tan solo pensarlo.
—De solo pensar que en el Muelle del Loto probablemente Madame Yu me hubiera obligado a que a nuestro hijo lo alimentara una nodriza me rompe el corazón —Wei Wuxian lo susurró para evitar que Jiang Cheng lo escuchara, él sabía cómo eso sonaba. En sus brazos, Lan Yuan colocó su pequeña manita sobre el pecho de su baba.
Pero eso no sucedió, Qingheng-Jun y Madame Lan no se rindieron hasta que lograron llenar los requisitos de Yunmeng Jiang para entregar a Wei Wuxian antes de la boda.
—A-Yuan prefiere a Wei Ying —Lan Wangji plantó un beso dócil en su cabello con la intención de tranquilizarlo.
—Y más le vale, los amo mucho a los dos.
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