Wei Wuxian estaba seguro que todo saldría bien.

Por eso fue que decidió acompañar a los juniors en aquella cacería nocturna incluso si estaba embarazado de nueve meses, se suponía que iba a ser rápida y sencilla. Revisó el caso, estaba confiado en que sus pequeños polluelos podrían con eso sin complicaciones. Lan Zhan y él los han entrenado bien, les han enseñado maniobras ortodoxas y un poco de los movimientos engañosos cortesía de Wei Wuxian.

Lan Yuan era el más sensato de todos, Lan Jingyi le daba una perspectiva nueva a las situaciones, Jin Ling era el coraje del grupo y Ouyang Zizhen los calmaba cuando se tensaban. Todos eran inteligente y capaces. Eran un grupo balanceado, casi perfecto.

—Oh, cuidado —murmuró viendo que Lan Jingyi no se movió lo suficientemente rápido para esquivar un golpe de la cola del yao que estaban batallando.

El yao no era de un gran tamaño, podrían con él sin problemas. Solo estaba de cerca viendo que todo saliera bien, a una distancia segura para no ser visto.

—¡Ah, quítate de encima! —Wei Wuxian se quiso reír al ver que Jingyi cayó en Jin Ling dado a que el joven también estaba distraído. Bueno, se lo merecían, él siempre les decía que estuvieran alertas a todo momento.

Lan Sizhui logró alejarse justo a tiempo de un zarpazo, logrando cortar la garra cuando se movía para volver a balancear el cuerpo del yao.

—Jin Ling, ¿crees poder acertar en su cuello? —preguntó Lan Sizhui llamando la atención lejos de los cuerpos de sus amigos que intentaban volver a levantarse y esquivar los coletazos al mismo tiempo.

—¡Sí! —determinado, Jin Ling empujó a Lan Jingyi para levantarlos a ambos y corrió por los árboles, buscando el mejor para tener un buen ángulo.

Por supuesto, era el árbol donde Wei Wuxian estaba sentado viendo todo. Cuando Jin Ling subió y se posicionó en la rama que creyó más adecuada, Wei Wuxian sonrió al verle concentrado y sacando tres flechas, aprobó la postura que adoptó con su arco. Muy al estilo Jiang más que al Jin.

—Pega más la mano a tu cara —su repentina voz asustó a Jin Ling, por fortuna no soltó la cuerda del arco o habría fallado sus tiros y alertado al yao de su posición.

—¿Qué haces aquí? Es peligroso para ti —Jin Ling ahora solo pensaba en sacarlo de la escena, estaba nervioso hasta de que estuviera arriba de un árbol estando en su estado.

—Me aburro en la posada y quería verlos —respondió encogiéndose de hombros como si el joven no tuviera razón.

—Hanguang-Jun nos matará si algo te pasa —a pesar de que su tono quería sonar como si estuviera molesto, la verdad era que la posibilidad de sus palabras convirtiéndose en realidad lo asustaba más de lo que le gustaría admitir.

Hanguang-Jun era aterrador cuando se trataba de proteger al amor de su vida.

—Mn, bueno, haz algo con el yao y asunto arreglado —lo animó a retomar su tarea inicial al señalar con su cabeza el lugar donde la verdadera acción y peligro se desarrollaba.

Jin Ling bufó previo a volver a ajustar su arco, el yao estaba dando vueltas en su eje dado a que Ouyang Zizhen estaba moviéndolo de esa manera para darle la oportunidad a Lan Sizhui y Lan Jingyi de cortar partes importantes de las patas de la criatura.

Lan Sizhui cruzó miradas con él un momento, ambos se entendieron con ella. Con un salto fluido, Lan Sizhui pateó la cabeza hacia abajo y usó eso como impulso para caer en una buena zona.

Con la cabeza estirando la nuca y exponiéndola más, Jin Ling apuntó hacia allí con un respiro y disparo al soltar el aire. Las tres flechas dieron en el blanco, y rápidamente sacó otras dos para tratar de dar en el cuello antes de que el yao comenzara a atacar sin cordura. Bajó enseguida para seguir ayudando de cerca.

—¡Ahora, Jingyi! —Ouyang Zizhen logró cortar un tendón de la pata trasera, haciendo que el yao perdiera el balance y así el Lan pudiera golpearlo por el costado para tirarlo al suelo.

Lan Jingyi se preparó, alzó su brazo en el aire y reunió toda su fuerza propia del Clan Lan y golpeó con ella el costado del animal, haciendo que el conjunto de su pata herida y el golpe lo mandaran al suelo.

Allí, Lan Sizhui regresó para clavar su espada en el cuello para culminar con el yao.

Wei Wuxian sonrió orgulloso, los jóvenes se aseguraron de sacar el espíritu del yao del cuerpo del animal antes de sepultar el cuerpo y purificar la zona.

—¡Buen trabajo, niños! —Wei Wuxian bajó poco a poco del árbol, alarmando a los jóvenes al verlo hacer eso.

—¡Papá! —Lan Sizhui se acercó prácticamente corriendo para ayudarlo a bajar la pequeña caída que le faltaba. Wei Wuxian encontró adorable ver que su hijo estaba con los ojos abiertos en alarma—No deberías hacer eso...

—Ah, A-Yuan, estoy bien —le aseguró contento, se sentía mejor que nunca, ¡en verdad!

—Maestro Wei, ¿seguro que se encuentra bien? —Ouyang Zizhen, esa tierna alma estaba angustiado por él.

—Sí, sí —permitiendo que su hijo le sostuviera del brazo mientras caminaba, Wei Wuxian se acercó hasta donde sepultaron el cuerpo del animal poseído—Hicieron un gran trabajo, han mejorado bastante —halagó consiguiendo que todos los jóvenes discípulos alzaran sus barbillas en orgullo, algunos más que otros—Aunque sería bueno que dejaran de caer sobre el otro —dijo en broma.

Al instante, pareciera ser que el incidente fue recordado por los dos implicados pues se señalaron el uno al otro con los dedos.

—¡Fue su culpa! —gritaron al mismo tiempo, y así comenzó una nueva discusión que ya era típica entre ese par que los dos restantes del grupo desistieron de detenerlos y comenzaron a limpiar el desastre que hicieron por la zona.

Wei Wuxian se estaba entreteniendo mucho con ver la boba discusión de los jóvenes que fue por ello que no estuvo preparado cuando algo se rompió en su zona baja y pronto sintió sus piernas mojarse.

Jadeó por la sorpresa más que nada, y eso fue suficiente para que la discusión cesara y los otros dos dejaran de limpiar para girar a verlo solo para notar que él se estaba mirando sus piernas.

—¿Wei-qianbei? —preguntó Lan Jingyi con duda, el mayor no había emitido ningún sonido de dolor, pero ese jadeo sí logró encender un poco las alarmas de los juniors.

—Creo que me oriné —susurró sin importarle cuán vergonzoso eso sonaba. Lan Sizhui sabía que su vejiga era un desastre desde que se embarazó, y tener pequeños accidentes con la orina le pasó al menos tres veces durante esos meses.

Fue justo por eso que el joven se adelantó para ayudar a su padre, sin vergüenza dado a que eran familia y el estado de su padre justificaba esos percances, el menor se agachó para revisar las túnicas. Incluso si eran negras, se podía ver en qué parte se había humedecido.

—No creo que sea orina —dijo porque el olor no era igual, es más, no había ningún olor.

—Oh, entonces rompí fuentes —Wei Wuxian sabía esto únicamente por los libros que Lan Wangji compró sobre los embarazos. Por fortuna los leyó en medio de su aburrimiento en su hogar, de otra manera no tendría idea de lo que sucedió.

—¡¿Qué?! —gritaron los tres chicos al escuchar eso. Ellos sí sabían lo que eso significaba, así que, entraron en pánico total. Nunca antes lidiaron con un parto de primera mano, ¡eran tan solo unos tontos jóvenes! ¡¿Qué iban a saber ellos de traer un bebé al mundo?!

—Ohh, esto es malo, esto es malo —Lan Jingyi comenzó a balbucear moviéndose de lado a lado—¿El bebé viene ya? ¿Qué tan lejos estamos de la posada? ¿Puede siquiera viajar en espada? ¿Y qué tal si el bebé quiere nacer en el aire?

—¡Maestro Wei! ¿Se siente bien? Respire conmigo, uno, dos, tres... —Ouyang Zizhen, a diferencia de Lan Jingyi, optó por atender a Wei Wuxian en lugar de entrar en crisis existenciales.

—¡Cállense los dos! Deben estar estresándolo, debemos averiguar cómo recibir al bebé —Jin Ling gruñó estresado más que el propio Wei Wuxian.

—¡El hijo de Hanguang-Jun no puede nacer en medio de un bosque! —eso rompía por completo con las expectativas de Lan Jingyi, el bebé de su ídolo no podía nacer en otro lugar que no fuera el Descanso de las Nubes donde celebrarían su nacimiento a lo grande, ¡hasta había comprado fuegos artificiales para la ocasión!

—Papá... ¿sientes contracciones? —Lan Sizhui como el buen hijo que era; atento y empático, se estaba asegurando que su padre estuviera cómodo y sin dolores.

—Creo que van a comenzar —Wei Wuxian comenzaba a sentir algo que lo obligó a respirar profundo en cortas respiraciones.

—¿Cree aguantar hasta llegar a Gusu, Maestro Wei? —Ouyang Zizhen ofreció sus manos para que Wei Wuxian usara de soporte mientras trataba de controlar su errática respiración.

—S-Sí —sabía que podría con ello. La única preocupación era su traslado—No creo que ustedes puedan llevarme, debe ser alguien con más experiencia en volar con acompañante.

Un acompañante que posiblemente no podría pararse, por lo que tendría que ser cargado en brazos, lo cual complicaba el balance.

—Bien, llamaremos a alguien —Lan Sizhui le sonrió reconfortantemente y dio pequeñas caricias en la pancita. Se dio vuelta para alejarse, así pudo escuchar el escándalo que sus amigos estaban haciendo.

—¿Cómo sabes que no te desmayarás? ¿Has visto antes de un parto? —acusó Jin Ling a Lan Jingyi, cosa que pareció ofender al Lan.

—¡Por supuesto! Resulta que algunas veces fui ayudante de las nodrizas.

«Mentir está prohibido» pensó Lan Sizhui al escuchar la afirmación. Aunque, en cierta forma era verdad. Lan Jingyi sí fue asistente de las nodrizas mas jamás ayudó en un parto.

—Chicos, relájense. No vamos a recibir al bebé nosotros mismos —dijo para luego comenzar a buscar entre sus túnicas lo que necesitaba.

—¿Cómo sabes? Sizhui, tu padre entrará en labor muy pronto y estamos lejos de Gusu —Jin Ling omitió decir "mi tío" al referirse a Wei Wuxian, pues esto solo haría que este se emocionara y quisiera molestarlo- Oh, quizás eso era bueno—Mi tío necesita un médico.

Vio los resultados de su frase en el rostro de Wei Wuxian poco después, en medio de su hiperventilación, el hombre no pudo luchar contra la felicidad de Jin Ling llamándolo de esa manera. Para él fue un gusto ver que pudo aliviar un poco el dolor de Wei Wuxian con tan poco.

—Estoy de acuerdo, A-Ling —dijo Lan Sizhui y luego sacó una bengala para ensañársela a su pareja—Para eso sirven estos —lo meneó en el aire aguantando una sonrisita.

Oh, en medio de su crisis los dos jóvenes olvidaron que en realidad no estaban completamente desolados dentro de un bosque lejano sin poder tener ayuda, la bengala llamaría la atención de cualquier cultivador cercano y podrían ayudarles a trasladar a Wei Wuxian hasta Gusu.

Lan Jingyi y Jin Ling se tornaron rojos por omitir lo obvio, Wei Wuxian claramente no los reprendería por ello, lo hicieron por su hijo, podría dejarlo pasar sin mayores consecuencias.

—Lan Sizhui, ¿estás emocionado? —los jóvenes lograron sentar a Wei Wuxian en lo que esperaban a que alguien llegara por su señal. El hombre no podía evitar tener las piernas abiertas porque se sentía más cómodo de esa manera.

El joven discípulo sostuvo el agarre de manos que tenía con su padre y alzó los labios en una suave sonrisa.

—Claro, baba —Wei Wuxian quería todos los tipos de mimos en ese momento, agradecía que los juniors estuvieran dispuestos a ello.

Resultó que quien acudió al llamado fue Jiang Cheng, que estaba cerca por otra cacería nocturna y al ver el emblema de Gusu Lan iluminar los cielos no pudo evitar correr hacia el lugar al recordar que su sobrino estaba con ellos.

—¡A-Cheng, tu sobrino ya quiere nacer! —cantó feliz cuando le vio.

—Hanguang-Jun nos va a matar —el líder ordenó a sus discípulos más fuertes para llevar a Wei Wuxian como llevarían a un herido acostado.

Jin Ling envió una mariposa mensajera antes de partir para que Lan Yizhen estuviera lista al llegar.

—¡Wei Ying! —Lan Wangji los recibió en la entrada del Descanso de las Nubes cuando aterrizaron. La mariposa llegó minutos antes y para ese entonces, el Segundo Jade alertó a la doctora un poco asustado.

—¿Cuándo sucedió? —ayudantes de la rama medicinal de Gusu tomaron a Wei Ying para colocarlo en la camilla y llevarlo a las residencias, mientras, Lan Yizhen se mantenía informada con Wei Wuxian.

—Rompí fuentes hace tres horas, las contracciones iniciaron hace dos —reportó él agradeciendo en el alma cuando un joven le dio de beber un anestésico para calmarlo.

—Wei Ying —la tímida mano de Lan Wangji se movió para tomar la suya mientras era llevado a donde su bebé por fin nacería.

—Lan Zhan... qué bueno que estás aquí. No quería tener a nuestro bebé solo —por eso en el bosque se negó a entrar en pánico, si no lo hacía, podía fingir que nada estaba pasando.

Las contracciones le recordaron sin piedad que esa decisión no era suya, eso casi lo hizo reír allí mismo, pero no lo hizo para no espantar a sus niños.

—Mn, siempre con Wei Ying —su esposo, ese adorable hombre le demostró que con una sola acción de su parte podía relajarlo cuando jaló su mano para besar el dorso de esta, suave y reclamándolo con gentileza.

Wei Ying sabía que no se equivocó al elegir a Lan Zhan como el padre de sus hijos. Era simplemente perfecto.

Mientras el parto sucedía, los jóvenes reportaron el resultado de la cacería a Zewu-Jun, hablando un poco sobre el incidente del Maestro Wei.

Jiang Cheng le dijo con algo de gracia lo que había escuchado del pánico de ellos.

—Oh, ¿deberíamos dar clases sobre cómo recibir a bebés? —se preguntó a sí mismo Lan Xichen al escuchar de parte de su esposo que le comentó, los júniores se sonrojaron por su inexperiencia e ignorancia sobre el tema y desviaron la mirada.

Jiang Cheng se rió de ellos y de cómo su marido los estaba molestando.

—Sería algo beneficioso, por si algún día de verdad tienen que asistir un parto —Jin Ling mal miró a su tío por decir aquello, Jiang Cheng alzó los hombros—Hoy fue Wei Wuxian, mañana puedo ser yo, A-Ling.

—¡Ah, ya basta! ¡No quiero verlos dar a luz! —Jin Ling negó rápidamente con la cabeza, tratando de sacarse la imagen mental.

La pareja de esposos se rieron por las reacciones, era comprensible que tuvieran pena con estos temas al todavía ser jóvenes.

—Fue tan repentino, un momento estaba bien y al otro pensó que se había orinado —Lan Jingyi frunció la nariz—¿Eso se puede confundir?

—Es normal tener accidentes con la orina al estar embarazado, y los seguirá teniendo después de dar a luz, así que no vayan a pensar que va a parir nuevamente —volvió a molestarlos solo para volver a ver sus rostros llenarse de vergüenza.

—¡Ya, jiujiu!

Jiang Cheng se rió, tal vez no era buen momento para anunciar que también estaba embarazado.