12. Fugas de leche.

Lan Wangji aterrizó en la entrada de la cueva con un movimiento fluido, levantó algo de polvo y tierra cuando sus patas se asentaron en el suelo y su cola se mantuvo en el aire ligeramente, barrió con ella lo que pudo de la nieve que se acumuló en la entrada de su hogar.

Apretó en la punta de su hocico al pequeño venado que cazó para Wei Ying. Lo había perseguido al menos por quince minutos hasta que por fin pudo bajar lo suficiente para atraparlo con sus patas y matarlo en ellas antes de pasarlo a su hocico. Su carne sería suficiente para Wei Ying por toda la semana, el apetito del zorro solo se intensificó desde su embarazo, por lo tanto, Lan Wangji tenía que salir a cazar más seguido que antes.

Se adentró más a la cueva, bajando en su profundidad hasta llegar a un pequeño asentamiento que se asemejaba a donde un zorro viviría normalmente. Vio el nido que su esposo hizo meses atrás cuando su instinto maternal los sorprendió a ambos. Desde ahí supieron que algo pasaba con el zorro.

Sus oídos captaron el sonido de algo removiéndose contra la roca un poco más allá de donde se encontraba el nido vacío.

Wei Ying estaba pegado al suelo, restregando su cuerpo contra este con algo de desespero, emitiendo sonidos de quejidos mientras lo hacía. Se veía incómodo y no hallaba la manera de aliviar su malestar.

Lan Wangji dejó su presa a un lado y caminó hasta la diminuta figura que se movía a la vez que chillaba. Al escuchar sus pasos, el pequeño zorro se colocó sobre su espalda y mostrar así su panza, sus pezones tenían pequeñas bolas blancas brillando al salir de ellos.

Allí fue cuando Lan Wangji entendió que Wei Wuxian estaba incómodo por la leche acumulada sin salir. El embarazo de los dragones era diferente, más largo que el de los zorros, el cuerpo de Wei Ying pensaba que sus crías ya debieron haber nacido y producía la cantidad de leche necesaria para eso, sin embargo, sus bebés todavía no nacían, por lo que el líquido se acumulaba en Wei Wuxian y derivaba en su incomodidad.

Lan Wangji se transformó a su forma humana, caminó hasta el cuerpo tirado en el suelo y con cuidadosas manos lo levantó para llevarlo de nuevo al nido.

—¿Wei Ying? —el zorro agitó sus colas molesto y se lanzó fuera de los brazos de Lan Wangji.

El zorro volvió a colocarse sobre su lomo y mostrar su panza, movió sus patas en el aire, enviando una mirada suplicante en dirección de su esposo que le observaba desde su lugar.

—¿Quieres que te ayude? —el movimiento de las patas le daba a entender que efectivamente Wei Wuxian quería que se acercara hasta él—¿No sería más fácil como humano?

«Y menos extraño» pensó para sus adentros avergonzado.

El zorro lloriqueó unos segundos para finalmente proceder a cambiar de forma, mostrando la figura de Wei Wuxian sentado en el suelo con apenas sus túnicas interiores puestas sobre su cuerpo.

—En verdad es molesto, Lan Zhan —murmuró bajando la mirada hacia donde sus túnicas se tornaban un poco más oscuras por la leche escurriéndose de sus pezones—Duele, estoy muy sensible y mis túnicas lastiman —Lan Wangji asintió, se acercó a Wei Wuxian para extenderle su mano y ayudarlo a levantarse para llevarlo al nido.

—Wei Ying tiene que pasar por mucho por nuestros bebés —reconfortó Lan Wangji regalándole suaves caricias en su espalda baja al guiarlo a su cama. Wei Wuxian aumentó su puchero y se dejó llevar—Estoy agradecido.

—Sé un buen esposo y ayúdame, Lan-Er-Gege —al ser depositado en su nido, Wei Wuxian se amortiguó con sus colas para hacer un soporte en su espalda y se recostó sobre ellas, arqueando la espalda para aliviar la tensión en ella.

Su barriga se alzó y pronunció con mayor esplendor, llamando a que Lan Wangji colocara sus manos en la hermosa curva frente a él. Allí crecían sus hijos, ¿cómo no iba a pensar que era hermoso?

—Lan Zhan~ —Wei Wuxian se quejó. Se abrió las túnicas para evitar el roce de las telas contra sus sensibles pezones.

Lan Wangji dejó una última caricia al vientre de Wei Wuxian y se movió para estar a la altura correcta del pecho de su esposo.

Miró los pezones hinchados, la leche salía de ellos lentamente y bajaba por los costados.

—Ah, Lan Zhan, si me miras así yo no sé qué haré —Wei Wuxian se rió bajamente al sentir la mirada dorada enfocada en esa zona—¿Quieres hacerlo con tu boca? No me molestaría, Er-Gege, pero no abuses, tienes que dejar algo para nuestros bebés.

Lan Wangji se sintió desfallecer en ese mismo momento por las palabras, Wei Wuxian se rió en voz alta por esta reacción y olvidó momentáneamente su malestar por el bien de disfrutar de ver a su Lan Zhan avergonzado.

—¡Wei Ying! —abrumado por la vergüenza, Lan Wangji cerró sus ojos y apretó los puños sobre su regazo.

—Solo jugaba, Lan Zhan —sus risas no se detuvieron hasta unos pocos segundos más. Cuando el ambiente regresó a la normalidad, el de ojos dorados se atrevió a poner su mano sobre uno de los pezones.

Wei Wuxian al instante dejó escapar un quejido bajo, Lan Wangji le ignoró para continuar, con el dedo índice y pulgar apretó el pezón para provocar que la gota de leche que iba a salir se resbalara con mayor facilidad.

—Ah~ —los ojos grisáceos de Wei Wuxian se cerraron debido a la sensación de liberación, mezclado con una pizca de placer y dolor. Se sentía tan bien deshacerse de esa sensación tan molesta que llevaba aquejándolo todo el día—Se siente tan bien.

Su piel se erizó, sus colas se removieron debajo de su cuerpo y sus pies se curvaron en su disfrute de la ayuda que su esposo le estaba ofreciendo a su cuerpo.

—Dime si empieza a doler mucho —Lan Wangji comenzó a masajear el pecho de Wei Wuxian para estimular que el exceso de la leche saliera cuando apretara el pezón.

—No duele, es estupendo —gimoteó acomodándose en la suavidad de sus colas, dispuesto a solamente disfrutar de la atención de Lan Wangji sobre su cuerpo y necesidades.

La leche fue derramándose a medidas considerables, perdiéndose en las telas de las túnicas y dejado un trazo mojado por los costados del torso de Wei Wuxian.

—¿Cuánto tiempo más tardarán en salir, Lan Zhan? Siento que perderé la cabeza si tengo que soportar otro mes más —Lan Wangji alejó su atención absoluta de su tarea para prestar atención a la pregunta de Wei Wuxian.

—Puede ser que ahora sea tardío para un zorro, pero también pueden llegar temprano para un embarazo de dragones —en resumen, no lo sabía con certeza dado a la naturaleza de su unión.

Wei Wuxian resopló, no tenía otra opción más que esperar, al parecer.

—Podrían ser dos o tres —respondió dando un vistazo al tamaño de la barriga de su esposo.

—¿Semanas o meses? —inquirió abriendo los ojos sorprendido y temiendo recibir la peor respuesta.

—Tal vez cuatro.

—¡Lan Zhan! —Wei Wuxian se había dado cuenta, ¡Lan Zhan estaba bromeando con él! Su cruel esposo estaba molestándolo incluso en momentos como esos—¿Podrá ser que el Viejo Lan tiene razón? ¿Soy una mala influencia para ti? —se carcajeó tirando su cabeza hacia atrás por la diversión.

—Wei Ying no es una mala influencia —aclaró siguiendo con su trabajo en el pecho del zorro—Wei Ying me hace fuerte.

—Aiya, eres adorable, Lan Zhan —el zorro dio una sonrisa brillante al sentirse amado por el dragón—Espero nuestros bebés sean igual de tiernos que tú.

—Mn, adorarán a Wei Ying como yo.

—¡Lan Zhan, ten piedad de mi corazón!

Cuando sus pechos ya no dolían, sus pezones dejaron de expulsar leche y le permitió colocar sus túnicas sin sisear con el roce de la tela contra su pecho. Lan Wangji se miró los dedos que usó para ayudar a su esposo, tenían restantes de la leche.

Wei Wuxian estaba contento por ya no sentir esa molestia, se dio vuelta para agradecerle a su esposo.

Entonces lo vio lamerse los dedos manchados en leche. Su leche.

Se sonrojó furiosamente, la poderosa mirada áurea se clavó en su platinada mirada, directos y firmes, Lan Wangji le dijo con sus ojos que no se arrepentía de lo que hizo.

Wei Wuxian quiso volver a embarazarse de Lan Zhan otra vez, necesitaba llevar a los hijos de ese hombre dentro suyo. Lo confesaba sin pudor, con un dragón como él, su instinto materno se disparaba con locura.

Hanguang-Jun debía ser el padre de sus hijos, no había otra forma.

Y lo era, sonrió con soberbia al saber que eso era un hecho. La leche que derramaba de sus pezones era la prueba de su mayor victoria.

Perdonen por esto 😭 Fue lo mejor
que se me ocurrió para la situación.

Y también comenzaré a publicar
antes de la media noche, ya no
aguanto despierta hasta esa hora 😣
Soy una anciana.

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