1. Prueba de embarazo.

Wei Wuxian estaba nervioso. Esta era una de las pocas ocasiones en la que se encontró con la voluntad de quedarse quieto y mantener su boca cerrada por unos largos instantes. Lo cual, para un hombre como él, era bastante difícil de lograr.

Al despertarse esa mañana, una nueva sensación llegó a él. Abrazado por los fuertes brazos de su esposo, se quedó allí por unos segundos, simplemente parpadeando y pensando, sintiendo el calor corporal de su Hanguang-Jun mantenerlo calientito en medio de las mantas, con su fuerte pecho subiendo y bajando contra su mejilla.

Algo andaba... extraño con él. No quiso decir mal porque, en esencia, no se sentía enfermo. Pero definitivamente había algo que cambió, lo podía sentir.

Debatió por unos minutos el informárselo a su esposo, alzó la mirada para encontrar el pacífico rostro de Lan Zhan durmiendo, tan tranquilo, tan seguro de que su esposo estaba bien con él entre sus brazos. No quiso preocuparlo, no podía poner una expresión de angustia en ese hermoso rostro.

Se forzó a cerrar los ojos de nuevo para dormir, Lan Zhan probablemente estaba a nada de despertar, de verlo despierto, sabría que algo lo sacó de su sueño y entonces se preocuparía. Ya más tarde él se encargaría de investigar el asunto y, de ser necesario, se lo comentaría a su marido. De todas maneras planeaba hacerlo incluso si resultaba ser algo sin importancia. Solo que primero quería asegurarse de que todo estuviera bien –o mal– para después saber qué decirle a Lan Zhan.

—Ah, eres tan calientito —suspiró satisfecho, abrazando más a Lan Wangji y acomodando su cabeza. Su oreja estaba justo en medio del corazón del otro, por lo que podía escuchar de forma clara su latir tranquilo.

Así cayó dormido, con la relajada canción del corazón de su esposo acariciando su alma.

Su rutina de la mañana fue la misma, Lan Zhan salió de la cama justo a las cinco de la mañana, dejándolo cómodo entre las mantas y depositando un beso en su frente para alejarse y comenzar a arreglarse para ese día. Wei Wuxian balbuceó algunas cosas entre su dormitar y abrazó la almohada a falta del cuerpo de su marido.

Lan Wangji lo miró desde el otro lado de la habitación con una ligera sonrisa mientras se colocaba una túnica exterior para estar propio al salir del Jingshi en busca del agua para su baño. Hanguang-Jun siempre dejaba a su esposo dormir un poco más antes de despertarlo para el baño.

Antes de irse, sacó la tina especial para ellos. Era más grande a petición de Lan Qiren, que se había hartado de tener que mandar a construir tinas nuevas para su sobrino y esposo de manera constante. El carpintero y él diseñaron una tina lo suficientemente grande para que dos personas cupieran sin problema. Por extensión, eran más caras, así que Wei Wuxian y él se prometieron tener más cuidado con ellas.

Esta había sobrevivido más de siete meses, lo cual era un récord que todavía mantenían. Wei Wuxian se había reído al descubrir el porqué de su nueva tina.

—Y luego la gente dice que no me quieres, tío Qiren —el Gran Maestro pareció querer tener una desviación de Qi ante sus palabras.

—¡Solo asegúrense de no romperla deliberadamente! —Lan Xichen ocultó su sonrisa detrás de su taza de té.

—¿Es decir que está permitido romperla por accidente? —preguntó Wei Wuxian con malicia.

—¡Tú-!

Estaba de más decir que Lan Qiren se dio por vencido poco después de eso. Wei Wuxian y él tenían una relación extraña, mas no tensa. Luego de seis años de casados, el viejo Lan poco a poco fue dejando de ser rígido con Wei Wuxian. Sí, era un dolor de cabeza por su manía de romper las reglas, no obstante; hacía feliz a Lan Wangji, era una buena compañía para Lan Xichen cuando Jiang Wanyin no estaba y sus consejos eran útiles para los discípulos.

Así que, sí. No era tan malo tenerlo en el Descanso de las Nubes.

—¿Qué cree que sea, nainai? —Lan Yizhen era una dulce anciana que formaba parte del pabellón médico. Era la misma médica que había atendido a Lan Xichen y Lan Wangji desde que eran niños. Para ella, atender al esposo de uno de esos bellos niños era una labor que hacía de manera complacida.

Con movimientos lentos, la mujer se sentó al lado de Wei Wuxian y trató de contener una sonrisa al conectar su mirada.

—Has mejorado, Wuxian —comenzó con lo más sencillo, abriendo paso a una cálida sensación en la habitación al hacer sonreír a Wei Wuxian—Tu núcleo dorado está más fuerte que la última vez. Imagino que tu esposo te ayuda bastante con el cultivo dual.

Wei Wuxian evitó sonrojarse, ella fue la que insinuó los beneficios de esa práctica en la reformación del núcleo dorado del cuerpo de Mo Xuanyu, no era nada extraño que tocara ese tema con él.

—Oh, sí... Lan Zhan es muy dedicado en ese tema —murmuró con una risita y bajando la mirada un poco avergonzado. Lan Yizhen se sentía algo parecido a una abuela para él, por lo que verla sonreír por escuchar eso era como recibir un cumplido.

—¿Sabes qué otros efectos vienen con el cultivo dual, no? —con eso, Wei Wuxian volvió a alzar su mirada hacia la anciana—No solo te ayuda a formar y fortalecer tu cultivación. Lan-Er-Gongzi y tú practican cultivo dual muy seguido, espero entiendas qué panorama se propicia y beneficia con esto.

Había algo en su mirada al verlo, como queriendo decirle algo que esperaba fuera él quien lo descifrara. Así que pensó.

Cultivar dualmente era algo que las parejas de cultivadores practicaban de manera normal. La conexión con sus energías espirituales resultaba ser tan productivo para sus núcleos, y había algo de romanticismo en el hecho de que se necesitaba tener una mínima relación sentimental para poder llevarla a cabo. Sin embargo, no siempre se necesitaba un contacto sexual. Se podía cultivar de manera dual simplemente con meditar cerca del uno al otro si las energías se concentraban en ello.

El tener sexo solo era un plus, uno muy placentero, si le preguntaban a Hanguang-Jun y él.

Sexo...

—¿Un bebé? —susurró después de pensarlo.

¡Era evidente! Su todos los días son todos los días tenía una alta probabilidad de acabar con un bebé dentro del vientre de Wei Wuxian.

—No estoy completamente segura, tendríamos que hacer algunas pruebas para asegurarnos —los ojos de Wei Wuxian brillaron con la idea.

¡Un bebé! De Lan Zhan y él...

—Nainai, dime, ¿debería hacer las pruebas junto con Lan Zhan? —Lan Yizhen entendía la emoción de Wei Wuxian, así como comprendía el sentimiento de querer vivir un momento tan especial con su esposo—O tal vez debería mostrarle las pruebas en dado caso salgan positivas, así no le rompo el corazón con falsas ilusiones.

—Estoy segura que Hanguang-Jun desearía estar allí contigo sin importar el resultado —Wei Wuxian asintió. Tenía razón, debían hacerlo juntos como una pareja—Bien, tendrás que conseguir algo de trigo o cebada, si puede ser ambos, mejor. Esto es un método extra al talismán de sangre.

—Creí que el talismán es el método más fiable.

—Tiene sus pros y contras, si haces estas pruebas y todas salen positivas, entonces no nos quedará ninguna duda —Lan Yizhen sacó de uno de sus cajones el papel para la prueba de sangre y se la entregó a Wei Wuxian—Aquí dibujarás la formación con tinta y luego harás la última pincelada con un poco de tu sangre. Si la tinta se vuelve azul, es positiva.

Wei Wuxian tomó el papel con cuidado y lo miró con felicidad. Si estaba esperando al bebé de Lan Zhan... ¡sería el hombre más feliz del mundo de la cultivación!

—Con el trigo y la cebada tendrás que colocarlos en unos pequeños sacos y orinar un poco en ellos, si ambos germinan, estás embarazado —Lan Yizhen sonrió contenta—Espero traigas buenas noticias, Wei-gongzi. Mas si no es así, espero entiendas que nada cambiará. Seguirás siendo el querido esposo de nuestro Hanguang-Jun.

Wei Wuxian sintió ganas de llorar. Lan Yizhen lo hacía sentir como en casa con su amabilidad y cariño maternal. Entendía por qué Lan Wangji le tenía respeto y afecto.

—Ve, dile a tu esposo —con eso, ella lo despidió de la habitación.

Para Wei Wuxian el aire fue un poco más fresco al salir, el sol brilló más cálido que nunca y los pequeños discípulos que vio pasar tenían un aire más juvenil.

—Wei-qianbei —lo saludaron al percatarse de su presencia, a lo que él aprovechó para poder preguntar.

—Disculpen, ¿saben dónde está Hanguang-Jun? —los pequeños Lan no tardaron en responder amablemente.

—Está en el Jingshi, el Gran Maestro Lan y el Líder de Secta lo acompañaron.

—Gracias —después de saludarlos, salió corriendo hacia su residencia. Los niños ignoraron que le vieron correr, tal y como Hanguang-Jun siempre hacía.

Durante su camino hasta el Jingshi, Wei Wuxian no se dio cuenta de que se sentía nervioso. Entendía que el amor de Lan Zhan no cambiaría por ninguna de esas pruebas, sin embargo, había algo dentro suyo que quería a un bebé Lan consigo.

Sus manos se movieron a su vientre, ojalá. Ojalá hubiera un pequeño bebé dentro suyo.

No vio crecer a Lan Yuan, no pudo. Le arrebataron ese honor por trece años, dejó a su pobre Lan Zhan criando solo a un niño durante todos esos años. Por ello, él quería darle la oportunidad a ambos de hacerlo juntos esta vez, estar allí para la ceremonia de la cinta, cuando le dieran el nombre de cortesía, verlo volar por primera vez en su espada. Quería vivir tantos momentos que se perdió con A-Yuan.

Sus pensamientos fueron tan fuertes en su mente que no se dio cuenta de que al abrir las puertas del Jingshi, las abrió sin tocar.

—¡Lan Zhan! —pero al abrirlas, se encontró con lo obvio. Lan Xichen y Lan Qiren estaban con su marido, sentados en la mesita de la sala, bebiendo té en silencio—Oh, perdón, olvidé que...

—No se disculpe, Joven Wei, es su casa de todas formas —Lan Xichen le sonrió, como siempre hacía. Wei Wuxian lo apreciaba siempre, porque era una forma más de hacerlo sentir bien en Gusu.

—Wei Ying —Lan Zhan le miró inquisitivamente, y para él no fue difícil saber lo que quería. Le estaba preguntando dónde estuvo.

Caminó hasta sentarse a su lado, le sonrió para calmarlo y dio pequeños vistazos a los otros dos presentes en su hogar.

Eran familia, su nueva familia en el Descanso de las Nubes. Ellos también merecían saber de la posible buena noticia.

—Estuve con Lan-nainai —al instante, Lan Zhan le tomó de la mano y colocó la otra en su espalda en un gesto preocupado.

—Wei Ying...

—Tranquilo, Lan Zhan. Dijo que mi núcleo se fortalece cada día más, quizá en unos meses pueda usar mi espada nuevamente —inició con una buena noticia que era segura. Vio el rostro de su esposo resplandecer y lo hizo sentir bien. Se preguntaba cómo reaccionaría con la otra noticia.

—Wei-gongzi, esa es una excelente noticia —lo felicitó Lan Xichen sinceramente.

—Sí... estoy acostumbrado a usar a Chenqing, ha sido tanto tiempo desde que pude usar a Suiban —al decir eso, no pudo evitar ver de soslayo a Lan Qiren, tratando de descifrar su reacción.

—Con la práctica, Wei Wuxian. Lo volverás a hacer con la práctica y paciencia —el joven de túnicas negras sintió que una sonrisa emocionada se escapó por sus labios.

Lan Qiren no era tan estricto como pensaba en su juventud.

—Y además... —con esa sensación de aceptación por parte del tío de Lan Zhan, se sintió cómodo para decir la próxima novedad—Mencionó que debería hacerme algunas pruebas.

—¿Pruebas? —preguntó Lan Xichen frunciendo el ceño—Dijiste que tu salud está en orden.

—Lo está, las pruebas que Lan-nainai quiere son pruebas de embarazo —la mano de Lan Zhan apretó la suya apenas terminó su oración, cuando se giró para verlo, esos bonitos ojos dorados que siempre lo miraban con amor ahora le veían con esperanza.

—¿Wei Ying, tú...? —ver al siempre pulcro Lan Wangji romperse en emoción y tierno deseo hizo reír a Wei Wuxian. Amaba cuando podía hacer eso, cuando podía hacer temblar el control de su esposo.

—No estamos seguros, ella dijo que es posible dado a nuestro cultivo dual. Me pidió que hiciera varias pruebas a la vez —le dio curiosidad las reacciones de los demás, por lo que posó su mirada en ellos.

Lan Xichen tenía una enorme sonrisa mientras los miraba, y Lan Qiren por fin colocó una que trataba de disimular bebiendo té.

—Vine aquí para preguntarte si querías acompañarme a conseguir trigo y cebada —dijo devolviendo su atención a su marido—Ya me dio el papel para la prueba de sangre.

—Si todas dan positivo, Lan-nainai quería estar segura de que la prueba de sangre no fallara —Lan Xichen pensó en voz alta, vio a su tío estar contento con la posible buena noticia de un pequeño Lan uniéndose a la familia y agradeció a los cielos que su desdén por Wei Wuxian haya quedado en el olvido tiempo atrás, esto le permitiría disfrutar de la familia de ambos.

—Xiongzhang —Lan Wangji le pidió con sus ojos a su hermano que le dejara ir con su esposo hacia la ciudad para conseguir el encargo.

—Ve, Wangji. Shufu y yo nos encargaremos del resto —le aseguró Lan Xichen al notar la desesperación en el rostro de su hermano.

—¿Quisieran estar cuando los resultados sean revelados? —con la ayuda de Lan Zhan, él se levantó.

—Depende; ¿nos quieres allí?

Wei Wuxian se quedó callado unos segundos para pensarlo bien.

—Sí, son la familia de Lan Zhan-

—Son tu familia también —Lan Wangji miró a su tío y hermano al decir eso. Lan Xichen no dudó en asentir a sus palabras, a Lan Qiren le tomó un poco más de tiempo antes de hacer lo mismo que su sobrino mayor.

Wei Wuxian sonrió radiante y feliz con la interacción, jaló a Lan Wangji de la manga de su túnica para arrastrarlo hacia afuera del Jingshi.

—¡Volveremos en unas horas! —dijo como despedida antes de desaparecer.

Solos en la sala, Lan Xichen todavía no podía con la felicidad de pensar en un sobrino. Pensar en que probablemente se convertiría en un tío provocó que mirara al suyo en busca de su pensar ante la situación.

—Un hijo de Wangji... —masculló el Gran Maestro mirando hacia donde previamente la pareja estaba sentada.

—Y del Joven Wei —continuó él, ocasionando que Lan Qiren suspirara resignado.

—Lan Sizhui es un joven decente, es increíble que estuvo bajo el cuidado de Wei Wuxian por un tiempo.

—Sizhui no lo recordó por mucho tiempo, pero siempre habla de Wei-gongzi con mucho respeto y cariño —Lan Qiren asintió.

—Bien, bien. Lo que sea que haga feliz a Wangji.

Wei Wuxian estaba entusiasmado mientras caminaba con Lan Wangji por la ciudad, ni siquiera permitió que los puestos lo distrajeran de su verdadero objetivo. Solo quería conseguir el trigo y la cebada para volver de inmediato al Descanso de las Nubes para hacer las pruebas, la espera lo estaba comiendo vivo.

—Lan Zhan, ¿tú qué piensas? ¿Crees que por fin lograste poner un bebé Lan dentro mío? —por sus palabras desvergonzadas, las orejas de Hanguang-Jun se sonrojaron.

—Wei Ying —lo reprendió produciendo una risa clara en Wei Wuxian.

—Pero, ¿y si no estoy embarazado? —ya tenían el trigo y la cebada con ellos, así que se dirigían de nuevo a su hogar con un paso más tranquilo.

—Seguiremos intentando —afirmó su marido seriamente.

—¡Aiya, Lan Zhan! Pero no lo digas con tanta ansia, ten piedad de tu pobre esposo —soltó pequeñas risas debido al rostro de Lan Wangji, quien no se sentía avergonzado por sus palabras.

Al subir la montaña, se encontraron a Lan Sizhui y Lan Jingyi en la entrada, acababan de llegar de una cacería nocturna.

—¡A-Yuan, rabanito! —al escuchar la voz de Wei Wuxian, el joven se dio vuelta para ver de dónde venía. Sonrió gentilmente al ver a su padre correr hacia él con alegría.

—Hanguang-Jun, Wei-qianbei —saludaron ambos Lan al tenerlos enfrente.

Después de hacer un breve reporte de la cacería hacia ambos, Wei Wuxian le dijo a Lan Sizhui de las pruebas que iba a hacerse ese día.

—¿Está embarazado, Maestro Wei? —Lan Jingyi abrió la boca enormemente debido a su incredulidad—Un hijo de Hanguang-Jun, ¡no puede ser! —su emoción enterneció a Wei Wuxian, quien bien sabía de la gran admiración que Lan Jingyi sentía por su esposo.

—Todavía no lo sabemos, el trigo y la cebada tomarán unos días para germinar en dado caso lo hagan, cuando el tiempo haya pasado, haré la prueba de sangre, esa solo tarda unos minutos —Lan Sizhui no fue capaz de ocultar su emoción.

Pensar en un hermanito o hermanita lo hacía vibrar en anticipación, sobre todo porque el pequeño bebé lo vería como a un hermano mayor. Un gege.

Él, siendo un gege.

Wei Wuxian hizo la prueba en el trigo y la cebada al entrar al Jingshi, dejando los pequeños sacos en un lugar que no fuera muy húmedo.

Solo quedaba esperar.

Lan Wangji se reservó las ganas de colocar sus manos en el vientre de su esposo al recostarse en la cama después de sus actividades nocturnas. Wei Wuxian lo notó, su marido fue más gentil con él esa noche, no queriendo hacerle daño.

—¿Terminaste, Lan Zhan? —el gran día había llegado. Durante los días que tuvieron que dejar pasar para que los sacos pudieran ser abiertos se pudo sentir un aire de anticipación alrededor de toda la familia principal del clan.

Por fin su esposo había hecho las pinceladas en el papel para la prueba de sangre, él daría la última con una gota de su sangre.

Lan Wangji le pasó los dos talismanes que hicieron con el papel, entonces eran cuatro pruebas en total contando los sacos.

Wei Wuxian se sentía nervioso, ansioso y con ganas de vomitar.

—Wei Ying, todo estará bien —la tranquila voz de Lan Zhan logró hacer efecto en su mente.

Sí, todo estaría bien.

—Ya sé... —miró el papel en la mesa—Aquí voy.

Su mano tembló un poco al hacer las pinceladas finales, pero logró no afectar a los talismanes.

Frente a ellos estaban Lan Xichen, Lan Qiren y Lan Sizhui, quienes estaban igual de ansiosos por el anhelado resultado.

—Los sacos, ¿quieres abrir uno tú, A-Yuan? — Wei Wuxian tuvo que hacer uso de todo su autocontrol para no abrirlos antes. Al final tuvo que pedirle a Lan Sizhui que los guardara él mismo porque la tentación era mucha para él.

—Sería un honor —tomó uno de ellos y el otro se lo extendió a sus padres.

—Xichen-ge, shufu —el último nombre lo dijo con algo de duda, sin embargo, Lan Qiren no reaccionó de forma negativa, lo cual agradeció porque estaba tan inquieto en esos momentos—¿Quieren abrir el saco restante?

—Es un gran honor para nosotros, Wuxian-di.

Wei Wuxian aceptó el mote familiar por parte de Lan Xichen con una sonrisa.

—Es mejor voltearlos —dijo haciendo justo eso—Para no arruinar la sorpresa.

Lan Wangji le tomó de su mano en señal de apoyo.

—Aquí estoy, Wei Ying.

Wei Wuxian se recostó en su hombro, queriendo sentirlo cerca mientras la incertidumbre hacía su trabajo en su mente.

Los minutos pasaron en un silencio anormal para el Jingshi, Wei Wuxian no se sentía con la relajación para juguetear en esos momentos.

—Creo que ya es hora, Wei-qianbei —Lan Sizhui dijo con preocupación. Era notable el nerviosismo de sus padres.

—Oh, bien —Wei Wuxian se sentó correctamente para mirar los talismanes volteados—¿Tú uno y yo uno, Lan Zhan? —preguntó hacia su esposo.

Lan Wangji sonrió en respuesta.

—Mn.

La mano de Lan Wangji fue un poco más segura que la de Wei Wuxian al momento de alcanzar los talismanes, y al mismo tiempo que tomaban el papel, los otros hombres en la sala abrían los sacos para dar un vistazo.

Con sincronía, la pareja de casados voltearon los papeles.

Revelando que la sangre se había tornada azul.

—¿Los sacos? —la mirada de Wei Wuxian de inmediato se alzó hacia los demás, que con pañuelos sostenían los tallos de las plantas con las espigas germinadas.

No cabía ninguna duda.

Wei Wuxian estaba embarazado.

—¡Lan Zhan! —el cultivador demoníaco se lanzó a los brazos de su marido para un abrazo fuerte entre ambos—¡Estoy esperando un bebé, Lan Zhan!

Lan Wangji cerró sus ojos que sintió aguarse apenas vio los talismanes, se aferró a su esposo con fuerza y sintió su corazón agrandarse en amor.

—Wei Ying... gracias —farfulló con la voz tensa por las ganas de llorar que estaba conteniendo y que causaban un nudo en su garganta.

—Felicidades, Wangji —Lan Xichen estaba tan contento que su tono de voz se contagió de su felicidad. Incluso pensó que era tanta que hasta su tío estaba sonriendo de forma completa.

—Wuxian, Wangji, felicitaciones —la pareja se separó para agradecer hacia su familia.

—Papás, felicidades por esta gran noticia —Lan Sizhui también era un sentimental como su padre Lan Wangji, así que él igual tenía los ojos llorosos.

Wei Wuxian volcó sus sentimientos en pequeñas lágrimas que rodaron al bajar sus manos hacia su vientre, donde crecía su bebé.

El bebé de Lan Zhan y suyo.

Esto fue una enorme noticia que Gusu Lan anunció semanas después de que Lan Yizhen asegurara que el embarazo era uno sano y fuerte.

Jiang Cheng y Jin Ling estuvieron contentos al recibir las cartas de Wei Wuxian y Lan Sizhui respectivamente que contaban la noticia. Ellos se enteraron días después del resultado de las pruebas.

—¿Qué crees que sea, Lan Zhan? —Wei Wuxian estaba recostado en la cama mientras que su esposo acariciaba su vientre todavía plano con admiración.

—Lo que sea es bueno —respondió Lan Wangji sin dejar de lado sus caricias hacia donde su bebé estaba—Será amado igualmente.

Ante eso, Wei Wuxian quiso llorar de nuevo. Se podía excusar fácilmente en sus hormonas debido al embarazo.

—Sí —aceptó con profunda tranquilidad—Será querido y amado, mi pequeña nubecita —unió sus manos con las de Lan Wangji sobre su vientre.

Lan Wangji le miró a los ojos antes de inclinarse y besarlo.

—Nuestra pequeña nubecita.

Ahh, estoy muy
emocionada 🥰

Espero les guste este
nuevo reto que haré todo
el mes. M-Preg es de mis
temáticas favoritas.

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