UNA DIFÍCIL TAREA
Capítulo 2
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[...]
— ¿por qué no? ¡Yo puedo hacerlo! No hay nada que sea difícil para mí. Haré que ese chico cumpla su deseo y lo haré en tres meses. Sólo eso me bastará para arreglar su situación. El resto de tiempo la usaré para comer todo lo que quiera.
—¿crees que es tan fácil como decir que arreglaras su situación? Hoseok, los humanos son más complejos de lo que te imaginas, ninguno se comporta igual ¿sabias?
—solo hazme caso, Kihyun, sé lo que hago. Ahora dame todo sus datos, porque a partir de mañana seré el hado padrino de Sun Hyunwun.
—Chae Hyungwon. Y no creo que debas escogerlo a él, este chico es alguien al que...
—Eso, De él. No importa ¿si? Haré que el niño encuentre a su amorcito y luego comeré todos los pasteles de arroz que yo quiera.
Kihyun soltó el aire cansado. Hoseok era tan difícil de hacer entrar en razón.
—ok, que sea Hyungwon. Pero tendrás que vivir con él.
— espera ¿QUÉ?
— Sí, tendrás que vivir con él y cuidarlo el tiempo que sea necesario, pues después de todo serás su hado padrino; si es como dijiste, entonces no tendrás ningún inconveniente. Serán los tres meses más sencillos y rápidos de tu eterna vida.
—¡No, Kihyun, no puedes hacerme esto! ¿Cómo podría convivir con un humano y por qué debería? Sé que puedo hacerlo sin la necesidad de estar en su mismo espacio; por favor, Kihyun, hazlo por mí que soy tu amigo.
—ya suficiente estoy haciendo dejándote ir al mundo de los humanos, entiéndelo, no puedo hacer nada más; además, es una regla básica de las hadas el que siempre estén junto a la persona a la que ayudarán a cumplir su deseo, día y noche, así que en tí no puede haber excepción ya que harás el trabajo de una.
—Kihyun, esto es absolutamente injusto, yo solo quiero probar un poco de comida humana ¿por qué tengo que trabajar tan duro para hacerlo?
—¿eso quiere decir que te estás rindiendo entonces?
—¡claro que no! Dije que iré a la tierra sea como sea... — hizo una pequeña pausa y suspiró antes de continuar. — si tengo que convivir con un niñito tonto entonces lo haré. — Hoseok decía lo último no muy seguro, porque en lo más profundo de su corazón se sentía molesto de tener que estar cuidando a un niño que pedía semejantes deseos tan inútiles. —Ya dame sus datos, los estudiaré antes de ir a su casa.
—Bien, este chico es.... Él-él es algo especial. Ya te darás cuenta de ello.
—¿especial?
—creía en las hadas, pero ahora no lo recuerda.
— Clara ¿cierto?
—sí — se sentó cansado de sólo recordarlo— si hubiera estado más tiempo en la tierra seguro medio mundo de los humanos parecería de amnesia. Ese pobre chico tuvo la peor parte, ni siquiera te imaginas.
Hoseok reía ante el comentario de su amigo mientras tomaba la carpeta, vio la foto y abrió sus ojos ante la belleza natural de aquel chico; si Clara había hecho estragos en él, entonces eso no había sido en su belleza. Miró sus capacidades y era incluso más sorprendente de lo normal, lo malo fue cuando leyó que era tímido. —De razón — bufó el pelinegro y cerró la carpeta al tiempo en que suspiraba. — ¿es tímido, en serio? Por eso el deseo tan ridículo.
—ya basta, Hoseok, ningún deseo es ridículo por más pequeño que sea; además no es su culpa, Clara fue la que lo hizo así y habría sido peor si no la hubiese enviado a enmendar su error.
—y si Clara lo arregló ¿Cómo es que él sigue siendo así de tímido? Es decir, Kihyun, sólo tiene que decirle que lo ama ¿por qué tengo que ayudar a hacer algo tan simple? — se quejó poniendo su mano libre en la cabeza y frunció el ceño — mi cabeza duele de sólo pensar en lo difícil que será.
—No exageres, por favor. No lo sé y tampoco lo entiendo, Clara jamás me dijo que fue lo que hizo ese día, aunque la prive de su trabajo como hada de las cualidades y la castigue enviándole al archivo de Sujulandia, ella jamás quiso hablar, así que lo ignoramos y dejamos así; después de todo el chico siguió su vida como cualquier humano lo hace.
—está bien, entonces lo averiguaré por mí cuenta; pero no prometo nada, porque lo único que tengo que hacer con seguridad es que su deseo se cumpla ¿o no? No importa el medio ¿no?
—hazlo como quieras, pero hazlo. Y por el amor a todos los seres mágicos no te obsesiones con nada más, recuerda que podrías dejar de existir si estás más tiempo de lo normal en la tierra.
—Lo tendré en cuenta, no te preocupes.—El terco hado salía del gran salón mientras le daba la espalda a Kihyun y agitaba su mano en forma de despedida; pretendía estar de acuerdo con todo lo que su amigo le imponía, pero no sabía cuanto tiempo podría soportar estar al lado de aquel chicuelo, que según él, no valía la pena.
Llegó a su castillo y lo primero que hizo fue tirar la carpeta que sostenía en sus manos a una esquina de su habitación, se acostó en su cama y comenzó a imaginar toda la comida deliciosa que podía comer en cuanto estuviera en la tierra. Su de pronto su ánimo fue arruinado cuando recordó las palabras de su amigo, por lo que abrió sus ojos frustrado, se levantó y corrió hacía donde había tirado la tonta carpeta.
Nombre: Chae Hyungwon
Edad: 23 años
Profesión: Presentador de Noticias.
Deseo: Conocer el amor verdadero.
Familia y amigos : Mamá.
Lee Minhyuk, Lee Jooheon, Im Changkyun y Son Hyunwoo .
padecía de timidez.
Habilidades: altas para lectura, actuación, música, entre otras.
—que niño más aburrido; ni siquiera llevo cinco minutos leyendo esto y siento que me desvanezco del aburrimiento ¿qué puede llevarlo a desear algo tan tonto? Simplemente no lo entiendo. —Hoseok llevaba sus delgados dedos a su cabellera oscura y la revolvía lleno de frustración por no comprender nada sobre aquel ser; pensó que seguro una vez que lo tuviera de frente podría entender al menos un poco.
al día siguiente Hoseok se despidió de todos en el castillo, miró su cuarto y la carpeta en su mano nuevamente; estaba totalmente dispuesto a retarse a sí mismo y mostrarle a Kihyun que él era capaz de arreglar lo que sea que se propusiera, fue así como tomó fuerza y salió rumbo a su misión. En el camino al portal se encontró con mama Kim, quien lo llamó muy preocupada seguramente porque ya había escuchado todos los rumores.
—Muchacho ¿cómo es eso de que vas al mundo de los humanos?
—Así es anciana, me iré a probar comida deliciosa. No tendrás que preocuparte por mi por un buen tiempo.
—Chico, esto no es ningún juego tonto, ser una hada madrina ya es lo suficientemente difícil de manejar, así que no imagino cómo será para un hado como tú; un día para ustedes en el mundo de los humanos son quinientos días aquí en Sujulandia; si pasas de los seis meses pactados será demasiado para tí, así que desiste de esa locura.
—No lo haré mama Kim, le mostraré a Kihyun y a todos de lo que realmente soy capaz, ya verás, seré oficialmente el mejor de los hados.
—Nadie puede contigo. Haz lo que quieras y creas, pero jamás, jamás se te vaya a ocurrir enamorarte de un humano, Hoseok, si lo haces las consecuencias serán desastrosas para ambos.
—¿qué tonterías estás diciendo anciana? lo que te puedo jurar con toda seguridad es que nunca me enamoraré de un mocoso como él. No tienes por qué preocuparte.
Después de haberse despedido de unas cuantas musas que pasaban por ahí mirando curiosas, Hoseok se dirigió hacia el castillo de Kihyun y en cuanto llegó fue hacia la parte trasera que era donde descansaba un gran espejo que mostraba el mundo de los humanos.
Ya lo había decidido por completo.
—Hoseok, esta es la despedida, nós veremos en seis meses; recuerda que si pasas de esa fecha tus años te serán arrebatados y dejarás de existir, así que asegúrate de volver antes de que eso ocurra y...
—seee, seee, seee. Lo entiendo, ya envíame de una vez.
—Nunca escuchas razones, ve y que la fuerza de los elfos te acompañe.
—nos vemos señor dramático. —con esas palabras Hoseok desapareció entre el espejo; el hado viajó por un túnel multicolor y luego de varios minutos cayó en un parque cercano a la casa de Hyungwon. Un niño que jugaba en aquel parque lo vio llegar desde el cielo y se quedó pasmado mirándolo, tanto, que dejó caer su bola de helado sin darse cuenta; el pelinegro que no podía ser descubierto, borró su memoria con un chasquido de sus dedos y caminó hacia donde se suponía vivía el chico que debía proteger.
Al estar en frente de la casa buscó por dónde debía entrar, hasta que sintió una energía extraña preceder de algún lado, parecía ser magica, pero sus dudas fueron borradas cuando notó que había alguien espiando; sin pensarlo mucho usó su magia e hizo que el espía saliera de su escondite, y para sorpresa, la puerta de enseguida se abrió dejándolo ver que del interior aparecía una señora fea y malhumorada. Pensando en que no podría ser posible y que quizá estaba alucinando, le ordenó ir a su cama, cerrar sus ojos y olvidar lo sucedido, así, al chasquear sus dedos, la señora en menos de un segundo comenzó a ir hacia dentro como Hoseok se lo había ordenado.
suspiró cansado, ni siquiera llevaba una hora en la tierra y 1. Había usado más magia de la que usaba en un día estando en Sujulandia y 2. Lo más importante de todo, hasta el momento no había probado si quiera un bocado de algún tipo de comida rica, sólo el helado, pero comió tanto que su cabeza comenzó a doler. Dejó de refunfuñar y con otro chasquido de los dedos hizo que la puerta se abriera por si sola, entró y se dio cuenta que no había nadie por lo que decidió ir a su trabajo, no obstante, antes de salir un dulce aroma totalmente desconocido inundó sus fosas nasales, Hoseok caminó por todas partes buscando qué era lo que olía tan exquisito pero no pudo descubrir qué era lo que exactamente lo desprendía. El aroma era tal, que su cuerpo sintió un fuerte deseo por probar aquello que parecía tan delicioso y único, su boca estaba hecha agua de tanto imaginar aquel dulce manjar; de seguro sería el más delicioso que probaría en la tierra y en su vida.
Luchó en su búsqueda, más no halló nada parecido en la casa, se abrumó de sólo pensar que no podría comerlo de ninguna manera así que enojado salió hacía el trabajo del mocoso; como ya se había acostumbrado a llamarle. Una vez ahí se sintió aún más cansado que nunca.
La tierra era caótica por si sola.
En el set todos corrían y al parecer por obligación porque nadie se divertía, parecían estar en sus labores correspondientes tan centrados, que podría decirse que se olvidaban de ellos mismos y sus necesidades; para un hado como él que estaba acostumbrado a pasar el tiempo divirtiéndose con otros hados y demás seres mágicos, ese ambiente agotador era demasiado aburrido para su gusto, por lo que bajó su energía al máximo para pasar desapercibido y solo observo a su objetivo desde lejos.
Sin duda alguna Hyungwon era hermoso, reafirmaba lo dicho con cada vistazo y felicitaba a Clara por su gran trabajo hecho al darle sus cualidades. Alto, con facciones bien definidas, ojos grandes, labios gruesos y cuerpo delgado que no lograba ser demasiado exagerado, sino al contrario, proporcionado; su elegancia era evidente y su piel acaramelada le daba un toque aún más especial. Pero aún con todo eso había algo en él que era extraño, sólo que no podía decir qué era.
Al cabo de muchas horas de seguir al alto castaño y escribir observaciones tontas en su libreta, se alegró de que el mocoso terminara su día de trabajo, también notó su claro cambio de humor cuando aquel pelinegro le nombró a su CEO y no tuvo que pensarlo mucho para saber que algo sucedía con él; dispuesto a que el otro se diera cuenta de su presencia aumentó su energía un poco y pensó en asustarlo, pero este ni se inmutó.
Luego de su intento fallido por que el otro lo descubriera, lo siguió hasta el auto, subió a la parte de atrás y se fijó en como el chico dudaba mientras sostenía un aparato en sus manos, así fue entendiendo cada vez más de qué trataba todo. Era obvio que él estaba enamorado, el tonto o mantenía algo con su CEO y era complicado, o simplemente le gustaba y no se lo había dicho; tal y como había pensado en un principio.
—«Patético» — pensó el hado mientras cerraba sus ojos y negaba con la cabeza a los hechos.
En menos de una hora estuvo de nuevo en casa después de haber estado toda la tarde observando los movimientos del mocoso, y, aunque creía que todo terminaría ahí, se sorprendió cuando vio que el castaño comenzó a desnudarse por sí solo; no se quejó y mucho menos cubrió sus ojos como un niño pequeño, al contrario, disfrutó del espectáculo que le estaba dando el menor, con una sonrisa y gusto mínimo. Inconscientemente lo siguió hasta la habitación y se sintió intranquilo al sentir que cada vez que daba un paso más cerca del chico, aquél olor extremadamente delicioso que había percibido temprano se iba intencificando más y más; quiso acercarse más, pero el otro entró a la ducha haciendo que el olor se confundiera por completo.
Esperó por un tiempo y al ver que el chico salió de la ducha ya listo para ir a dormir bufó aburrido de nuevo. Entre refunfuños terminó de confirmar sus sospechas acerca de su elegido, cuando, después de verle tomar el mismo aparato, escuchó la voz de otra persona que había reproducido como si fuera algún tipo de magia que desconocía; sólo tuvo que ver su rostro lleno de alegría para terminar de descubrir absolutamente todo—«chico idiota, mira que desear amor verdadero cuando ni siquiera puedes ser honesto con lo que sientes»— Hoseok realmente no sabía si volver a Sujulandia con una derrota en las manos o simplemente aguantar lo tonto y ridículo de la situación.
esa noche el hado se la pasó rondando la casa sin saber qué hacer, ya que estos no sentían sueño de la misma manera en la que lo hacían los humanos, por lo que lo único que hizo fue sentarse y observar como dormía "Sun Hyunwun". Llegada la mañana todo fue un dilema para Hoseok, porque resultó con que no había probado ni un bocado de comida deliciosa por andar cuidando del mocoso castaño, y para empeorar las cosas, este sólo había hecho para el desayuno algo con unos granos y un líquido blanco; curioso probó un poco de lo que había dejado en el plató y le gustó, pero eso no era para nada parecido al olor exquisito que reinaba en cada rincón de la casa y que por alguna razón se le dificultaba encontrar de dónde provenía exactamente.
— Mataré a Kihyun una vez lo vea de nuevo. — volvió a quejarse mientras se hacía camino hacia el trabajo de su elegido.
seguirlo de nuevo le había ayudado a conocer a sus amigos; Todos tres parecían buenas personas pero no veía a Hyunwoo por ningún lado, así que se extrañó un poco. Al cabo de escuchar la conversación que sostenían en la cafetería y de pedir algo de comer mientra escuchaba todo, se dio cuenta que su chico se creía un actor de profesión, aunque ni siquiera podía ocultar bien su sonrojo al escuchar sobre el tal Shownu, que era como llamaban a Hyunwoo.
—Con que es su amigo; está enamorado de su amigo de adolescencia ¿en serio? —el pelinegro quiso reír muy fuerte pero de hacerlo habría sido descubierto al instante, así que se contuvo y siguió escuchando. Todo mantuvo una calma normal, cuando de pronto el castaño que leía comenzó a decir algo acerca de un compromiso, cosa que hizo que volteara su vista hacia su elegido y encontrando enseguida que este parecía tener un rostro de no creer lo que estaba sucediendo. — Oh, no lo sabía. — siguió comiendo entretenido, hasta que casi se ahoga con su comida en el momento en que vio que Hyungwon se levantaba e iba caminó hacía la salida de manera repentina; Sin dudarlo se levantó también, chasqueó sus dedos y en cuestión de segundos estuvo afuera. Lo encontró, sí, el menor estaba de pie en medio de la acera luciendo muy afligido, así que dio un paso para revelarse, sin embargo al estar cerca del castaño nuevamente sintió ese aroma exquisito que le producía tantas ganas de probarlo. Aturdido se preguntó si tal vez no era ninguna comida la que olía así de delicioso, sino que tal vez era el castaño quien desprendía ese olor.
Estaba tan hipnotizado que sólo pudo ir hacía él como si le fuera inevitable.
En algún punto dentro de su profunda inconsciencia, sus pensamientos fueron interrumpidos por un inmenso sentimiento de vacío que se formó en su pecho, seguido de un miedo inexplicable y una tristeza que lo agobio en su totalidad, abrió sus ojos al máximo y se preguntó sobre aquél sentimiento tan extraño y molesto, cuando de repente sintió sus lágrimas apunto salir y se sintió absolutamente asustado, pues en ningún momento había tenido algún motivo para hacerlo; era como si su cuerpo por si solo estuviera reaccionando a algo completamente desconocido. Ansioso miro hacia el castaño descubriendo que él estaba en igual condición, por lo que dedujo que de alguna manera podía sentir lo mismo que sentía el mocoso.
Totalmente aterrador y desconocido.
Rápidamente aumentó su energía y esta vez, por alguna tonta razón, quiso ayudarlo a que sus amigos que ya salían de la cafetería, no lo vieran en una situación peor de lo que ya se encontraba; tocó su espalda y chasqueó sus dedos quedando lo suficientemente lejos para no ser descubierto, y en el camino a casa del castaño se dijo entre maldiciones que le reclamaría a Kihyun por haberlo conectado espiritualmente a semejante ser tan caótico y patético.
* * *
—¡KIHYUN! necesito que expliques ahora mismo ¿¡por qué diablos mi energía espiritual está conectada a la de este mocoso tan ridículo!? Es-¡es injusto!
—¿qué? ¿Pero tú de qué hablas? Mira, Hoseok, primero que todo calmate. Eso no puede ser posible —dijo El mayor muy seguro de lo que decía.
—Pero... Yo... ¡no me mientas, Kihyun. Tú hiciste algo conmigo cuando me enviaste por ese portal! Yo-yo estoy seguro que sentí todo lo que sentía ese chico allá atrás.
—mira, y yo te digo que no puede ser que hayas sentido nada porque no es posible que tu energía espiritual esté conectada a la de un humano ¿sabes lo loco que suena eso, Hoseok? Muy difícilmente pasa entre seres mágicos, así que no hay nada de qué preocuparse; si hablas de conexión espiritual, sólo cabría decir que ese chico es tu destino y eso es imposible. Hoseok, los humanos y los seres mágicos no pueden estar juntos de esa manera, está totalmente prohibido.
—bueno, si lo dices así... Pero, Kihyun, es raro; estoy seguro de que lo sentí. No estoy volviendome loco, te lo puedo asegurar.
—Solo estás casando, Hoseok. — dijo el elfo casi regañando al hado por ser tan terco — por si no sabias, en la tierra de los humanos existe algo a lo que llaman dormir; tu cuerpo ahora es como el de uno, así que tienes que descansar constantemente. Recuerda también que hacer magia demasiado seguido agota tu cuerpo, así que eso seguro fue lo que sucedió contigo esta vez; sólo ve y duerme un poco para que puedas comenzar tu trabajo.
—está bien. Pero antes de que te despidas ¿sabes lo que descubrí?— preguntó con un poco más de humor y sin esperar respuesta continuó — Encontré que el niño idiota está enamorado de su amigo de la adolescencia. Tal parece que no se lo ha dicho porque aún es alguien tímido ¿no dijiste que Clara había borrado todo rastro de timidez de su cuerpo?
—pues ese fue el registro que ella me brindó.
—vaya, es realmente sorprendente lo que puede llegar a hacer un hada de las cualidades. Lo hizo muy bello, pero aún es tan tonto—Hoseok reía fuertemente por esa broma de tan mal gusto.
—¿podrías tú dejar de ser tan tonto? — Kihyun se molestó por la inmadura acción de su amigo, pero así era él. — ¿entonces qué harás, lo ayudarás o no?
—sólo hay un pequeño inconveniente de por medio, será complicado, pero al parecer están enamorados mutuamente; Cupido si que hizo su trabajo. Ya veras como terminan juntos, no hay nada difícil para mí .
— Haz lo que sea necesario para hacerlo feliz, por ahora debo retirarme; hay un montón de papeles que tengo que firmar.
—si claro, ve con quien sea que cultas por ahí, también debo descansar.
Después de que el espejo del baño estuviera en la normalidad, Hoseok salió y se acostó en la cama sintiendo por primera vez el cansancio, dejó que los pensamientos sobre la conexión espiritual lo abandonaran y en su lugar se llenó del suave aroma que estaba comenzando anhelar más de lo normal; así, como si su cuerpo no fuera suyo, poco a poco se fue apagando, relajandose y dejándose llevar por el hada de los sueños.
* * *
Hoseok abrió poco a poco sus ojos, efectivamente su cuerpo estaba mucho más descansado y ligero, pero a cambio ahora sentía muchísima hambre. Aperezado estiró su cuerpo y se levantó en busca de algo de comer; antes sentía la necesidad de comer porque sí, pero ahora su cuerpo gruñía por alimento real. Buscó en la nevera y solo había ese liquido blanco llamado leche, agua y algunas cosas redondas rojas y verdes; probó la rojas, las cuales eran dulces y jugosas.
Se comió diez.
Al cabo de terminar se dirigió de nuevo a la habitación, la espera le estaba resultando eterna ya que el castaño no aparecía por ningún lado, así que encendió la televisión y pudo ver absolutamente todo sobre él, era obvio que no estaba bien; se notaba en su rostro, y aunque sonriera, sus ojos lo decían todo.
—chico tonto. —soltó el pelinegro luego de un suspiro. Sentía como que perdía su tiempo, más ya había dado su palabra de ayudarlo en lo que necesitara. Ya le era casi imposible retractarse.
Esperó por un par de horas más hasta que la puerta de la casa sonó indicando que el castaño ya estaba de regreso; el hado no se movió ni un centímetro puesto que sabía que de algún modo terminaría por ir a la habitación y tampoco se sorprendió cuando, al llegar, vio que Hyungwon se encontraba completamente desnudo.
—Demoraste demasiado, estaba comenzando a aburrirme. Esto a lo que llaman televisión no es más que una pérdida del tiempo. —era cierto, estaba absolutamente aburrido y como sea ya quería comenzar a hacer su trabajo para así poder saber donde podía comer comida deliciosa como la de la cafetería.
Cubrió sus oídos al escuchar el grito despavorido del castaño; tras de tonto griton, sólo eso le faltaba a Hyungwon para terminar de ser aún más molesto para el hado. De repente vio cómo el chico tonto salió cubriéndose y eso causó mucha gracia en Hoseok.
—¿Qué haces? —dijo riendo bastante animado —Si piensas que no te he visto, pues estás muy equivocado; desde ayer he estado observándote y déjame decirte que he visto mejores cuerpos.
al salir por completo de la habitación notó que este sostenía una cosa circular algo hueca y le impresionó el sonrojo gracioso en su rostro; no pudo evitar burlarse y hablar acerca de lo torpe que había sido Clara. El castaño no entendía de lo estaba hablando Hoseok y de inmediato recordó que el hada de las cualidades había usado aquella habilidad que usan todas las hadas de su tipo, cuando son descubiertos por alguien que no debe.
el pelinegro trató de explicarle a Hyungwon, pero en lugar de escucharlo este solo se abalanzó encima suyo con su objeto extraño, así que sin mucho esfuerzo lo esquivó y en el proceso una ola de aquel delicioso aroma se desprendió de aquél chico; casi celebró el haberlo hallado, sí, por fin lo había encontrado. Se sintió ansioso y tan deseoso de probarlo, que no le dio tiempo al mocoso de recuperar el equilibrio, lo tomo del brazo, lo estabilizó por su cuenta poniéndolo frente suyo y pegó sus cuerpos en una osadía sin precedentes; se empinó un poco y lo besó con todas las ganas que le provocaba poder probar aquel sabor que tenía el castaño y que lo traía tan loco.
Era extraordinario, sin pensar y nublado por ese sabor extraño en su paladar, sintió la necesidad de ir más allá de lo que tenía permitido y mordió los labios del chico de manera inconsciente; su cuerpo se alarmó cuando el castaño dejó salir un gemido que de inmediato activó su deseo sexual y era una locura pues no había nada más en el castaño, a parte de su sabor, que le importara.
al ser empujado lejos, Hoseok sólo fue capaz de escuchar un montón de palabras al azar que no le interesaba saber, miró de arriba a abajo aquél cuerpo y se dijo a sí mismo que no estaba mal después de todo; río ante lo divertido que se estaban poniendo las cosas, puesto que al final había algo en el castaño que le encantaba, y ese era aquel aroma y sabor que le encantaba; iba a hacer hasta lo imposible por probarlo todo. Relamió sus labios ante la idea y río, hasta que por fin habló.
— es tu día de suerte mocoso. Mi nombre es Hoseok y soy tu hado Padrino —«Las cosas se tornaran bastante divertidas a partir de ahora.»
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Hola!
Espero que el capítulo les haya gustado y les agradezco de ante mano el apoyo y amor.
Si existe algún error sólo tienen cometarlo o escribirme un mensaje, yo con gusto lo leeré y corregiré.
Gracias!
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