MOVIMIENTO DEL CORAZÓN

Capítulo 13
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Varios días habían pasado desde que el castaño logró hacer que su hado se fijara en él, estaba extasiado porque todo había mejorado muchísimo en muy poco tiempo; Primero su escándalo había cesado en tiempo récord, todos los que vieron la entrevista, y justo el incidente en que Hyungwon se puso mal de repente, hizo que muchos corazones de los que lo criticaban cambiaran, al final la culpa pasó a ser de aquel reportero que estaba haciéndole la vida imposible con preguntas que, supuestamente, terminaron por herirlo y causar que se pudiera tan mal. Todos estuvieron de acuerdo con aquella teoría que era la única evidente y que explicaba a la perfección el extraño y repentino estado de ánimo del famoso periodista.

Después de aclarado el escándalo que tanto revuelo causó, Hoseok pudo volver a la oficina y de alguna forma Hyungwon se sentía completo de tenerlo junto a él en el trabajo; cada vez que salía de su oficina no desaprovechaba para sonreirle de manera coqueta o simplemente lo llamaba a su oficina para así besarlo con intensidad,  la misma que predominaba en el mayor cada vez que lo veía a los ojos. Ahora Hyungwon sabía perfectamente a lo que se refería el mayor aquella noche en la que estuvieron juntos, no entendía el por qué había sido su culpa de que Hoseok estuviera enfermo, pero este ya le había explicado su adicción a su sabor. Se sonrojaba muchísimo cada vez que lo recordaba,  pues nunca nadie le había hecho sentir único e indispensable, sin embargo su hado supo hacer que se sintiera así.

Pero Hoseok no se quedaba atrás, con cualquier excusa entraba a la oficina del castaño y atrapaba sus labios en besos que transmitían todo lo que sentía. No se cansaba para nada, al contrario, cada vez que besaba al menor,  luego de separarse, quería hacerlo dos y hasta tres veces más; estaba inmerso en un mar de sentimientos y ya era muy claro para el hado de que amaba realmente a Hyungwon, que no iba a huir de aquella verdad que ya era un hecho y que haría todo por hacerlo lo más feliz que pudiera. Antes hubiera sido una gran locura, diría algo como: "soy Hoseok, yo nunca me enamoro." o algo mucho más ridículo:  "nunca estaré detrás de un mocoso como su niñero"; no, ahora  estaba en su propio escritorio, riéndose de sí mismo y pensando en qué hacer para satisfacer al castaño y así poder verlo sonreír brillantemente.

Una cosa que había descubierto con gracia el castaño, era que los seres mágicos cortejaban a su pareja ¿increíble, no? Pues sí, Hoseok se volvió el doble de atento; una vez Hyungwon encontró flores que al tocarlas se convirtieron en mariposas de todos los colores, las cenas eran muy especiales  y las notas que aparecían de repente en su escritorio le robaban varios suspiros llenos de amor. Los dos estaban felices con lo que se ofrecían y eso era seguridad y amor, Hyungwon aprendió en el tiempo que llevaba de conocer a su Hado, que debía pensar en él mismo como alguien confiado y capaz de conseguir lo que quisiera, y Hoseok aprendió del castaño lo dulce de amar y ser amado.

* * *

Hoseok salió de la habitación buscando a Hyungwon,  pero este al parecer había salido temprano en la mañana; caminó con mucha pereza hacia la cocina y se puso en la labor de preparar café.  amaba mucho a Hyungwon y adoraba su té, sabía que el menor se esforzaba todo lo que podía, no obstante estaba algo cansado de tomar té a toda hora y en todo momento; río entre dientes, pues sabía que Hyungwon trabajaba arduamente por parecer ante el como alguien genial, pero su sola presencia ya lo era.

Mientras esperaba a que el café estuviera listo revisó sus niveles de magia, estos mostraban que estaba en 9%, se encogió de hombros y como de costumbre chasqueó los dedos y el objeto desapareció; de nada importaba ya saber el estado de su magia, cuando lo único importante era poder estar junto a Hyungwon la mayor parte de su tiempo.

Un vez el café estuvo listo se sirvió una taza y caminó hacia la puerta de la casa,  al llegar ahí vio el lindo día que estaba haciendo, estaba en total paz hasta que se vio siendo mojado por alguien. —Aishh, pero... ¿¡Está loca!?— dijo Hoseok mientras sacudía su ropa con su mano libre— fíjese como riega su jardín, señora. —la loca vecina se reía y seguía regando los arbustos como si nada hubiese sucedido,  por parte de Hoseok, este se rindió por completo en la idea de reclamarle sobre cualquier cosa y volvió a adentro sin más. En cuanto cerró la puerta caminó hacia dentro, escuchó que alguien tocó la puerta y algo enojado abrió; no iba a dejar que la vecina lo molestara por nada del mundo.

—¡Mire, vieja loca...

—¿perdón? —contestó una dulce voz que lo dejó absolutamente impactado.  Reconocía perfectamente aquél rostro sin necesidad de preguntar.

—yo- Ammmm.... Lo siento. 

* * *

Hyungwon parqueo su auto en la entrada como de costumbre, salió de compras al supermercado en un intento de sorprender a su hado, cosa por lo cual compró mucha comida la cual no hubiese probado Hoseok hasta el momento; pensaba que iba a ser muy feliz una vez viera todo. En cuanto bajó las bolsas de compras vio a su vecina asomada en la ventana,  pero esta vez no la saludo y tampoco le prestó mucha atención, aunque le pusiera los pelos de punta quien sabría por qué. 

Al llegar a la puerta dejó las bolsas en el suelo, sacó las llaves de su bolsillo,  las miró y se sintió raro; era un presentimiento extraño, pero lo atribuyó a que estaba un poco paranoico por la cuestión de su vecina. Cerró los ojos y suspiró para así introducir la llave y abrir la puerta, tomó de nuevo las bolsas de compras en sus manos, entró y con el pie cerró tras de sí.

—Hyung, amor, Estoy en casa ¿podrías ayudarme con...

El castaño al ver a la mujer que se asomaba por el pasillo se impactó totalmente y dejó caer las bolsas de manera brusca contra el suelo; miró hacia los lados, se sonrojó y luego volvió a su palidez, no sabía qué hacer o qué decir. Estaba tan avergonzado...

—Ma-mamá.... Estás aquí... —dijo el menor tratando de fingir una sonrisa para ocultar todo el nerviosismo.

Ahora, tanto hijo como madre se encontraban en la cocina mirando como Hoseok se desenvolvia en la misma; la señora lo seguía con la mirada sorprendida, mientras que Hyungwon de vez en cuando levantaba la cabeza para mirar al mayor y rogar que no hiciera nada que fuera a sorprender  a su madre, al menos no más de lo que ya estaba.

—bebé —dijo pacito la dulce señora— ¿no crees que ya llegaste al borde de la pedofilia? Este no es el señor que me dijiste... ¿O es otro?

—¡mamá! —Hyungwon apretó los dientes en una acción desesperada. Su madre era demasiado linda, pero a veces sabía sacarlo de sí como toda madre hace con sus hijos— él... Él es mucho mayor que yo, aunque no lo parezca...

—¿de verdad? Vaya... Tiene un cuerpo bastante ancho, sí, y es más bajo que tú; sin embargo, hijo, pareciera que estuviera yendo a la secundaria ¿seguro que es mayor que tú? 

—sí mamá ~~~

— está bien, pero ahora dime ¿cómo es que están viviendo juntos? ¿Entonces si era cierto todo lo que decían los medios? Hyungwon, te desconozco. Viéndote puedo sentir que me ocultas algo... Te ves diferente, es como si ya no fueras mi bebé.— Hyungwon la miraba extrañado por lo que escuchaba, ladeó un poco la cabeza mientras la veía y esperó a que le aclarara a lo que se refería exactamente. —tú... Ya sabes hijo... Tú y él....

El castaño comenzó a sonrojarse sobremanera; su madre no podría estar preguntando por algo tan vergonzoso... —Disculpen,  ya está lista la comida. Espero que les guste. — Hoseok llegó a salvarlo de una charla bastante incómoda. Tranquilizó su respiración y miró a su hado muy agradecido, mientras que este le sonreía y le giñaba un ojo.

Entre pláticas y risas por parte de los tres pasó el día; la madre de Hyungwon era una mujer muy divertida, jovial, muy directa, y se notaba a simple vista que Hyungwon era su adoración. — Hyungwon hijo, ve por algunos helados.

—Emmm-  podemos ir todos, así podremos tomar algo de aíre, madre. — comentó rápidamente buscando no dejar a su madre junto a Hoseok por nada del mundo.

—el cierto, madre. Si quiere puedo ir yo para que tenga más tiempo con Hyungwon. — se excusó el mayor.

—No, Hoseok,  quédate. Ve con cuidado, corazón. — Hyungwon tomó las llaves dudoso de lo que estaba por hacer;  dejar a su madre a solas con Hoseok no lo sentía muy seguro, pero suponía que no podía ser nada tan serio; a menos que lo fuera a interrogar sobre su vida, y sobre eso si que no tenía ni idea de qué iba a contestar el mayor.

—ya vuelvo... —soltó Hyungwon para después salir bastante pensativo sobre el tema.

Un silencio algo incómodo se formó en medio de la sala donde se encontraba Hoseok y la madre de Hyungwon;  la señora lo miró con un sonrisa muy cariñosa y él hado hizo lo mismo, mientras se llevaba la mano al cabello y lo peinaba de manera nerviosa.

—lo siento. No he sido muy cordial durante todo este tiempo  y lamento también haber acaparado la atención de Hyungwon estos últimos meses; no tenía idea de que no estaba en contacto con usted, de verdad lo siento.

La señora negó con la cabeza — no  tienes por qué preocuparte por eso, Hyungwon siempre ha sido así desde de que cumplió la mayoría de edad. Se mudó a los dormitorios de la universidad, cuando fácilmente podía estar en casa bajo el calor de su madre, aun así decidió volverse autónomo y crear su propia vida... Me siento realmente orgullosa de él, porque ha logrado tanto por sí solo...

—Es de admirar, al igual que usted. Por usted él es lo que es ahora; la admiro mucho, madre. — Hoseok la miró con intensidad sintiendo cada palabra que emitía; no era una broma o simple impresionar.

—eres encantador, me siento tan agradecida de que estés con mi hijo. Tienes que prometerme, por favor, que lo cuidarás.

—Lo prometo, madre. Y soy yo quien está agradecido con usted, nuevamente le digo, por usted pude conocer y enamorarme de Hyungwon.

La mujer miró curiosa a Hoseok, este se mantuvo sonriente y en su mirada lo único que se podía notar era una gran sinceridad,  por lo que lo pasó por alto y río junto al pelinegro.

El hado tenía en mente el deseo que alguna vez pidió la madre de Hyungwon, ese deseo intenso y puro de protección y amor que le había abierto la puerta a conocer un nuevo mundo y que hizo del castaño una persona tan agraciada y dulce... Si había alguien que tenía que agradecer, entonces por supuesto ese era el.

—ya llegué — anunció el menor entrando muy rápido a la residencia — ... ¿De qué me perdí?¿por qué ríen?

—de tu poca habilidad para la cocina—chisteo el hado sólo para molestar al menor, el cual bufó, rodó los ojos y se sentó mientras sacaba los helados y los repartía. Salió y casi volando volvió a casa en tiempo récord, sólo porque se sentía inseguro de dejar a las dos personas que más amaba solas; pero resultó que estaban mejor de lo que se imaginaba.

Al final de la tarde la señora se despidió con la excusa de que debía volver a casa para resolver asuntos pendientes, salió, no sin antes dar una última vista a la pareja que se encontraba en la puerta de la casa. La madre se sintió segura de dejar su hijo en manos del chico que ahora se encontraba a su lado, al fin sentía que Hyungwon había encontrado a alguien que lo apreciaba de verdad, lo sabía porque aquél chico tenía la misma mirada que tenía  su esposo cuando se enamoraron.

* * *

—...Hyung ¿mamá te dijo algo?.. ¿Te preguntó sobre algo en especial?

—¿mhh? ¿Cómo qué? — al pelinegro realmente le gustaba jugar con la paciencia del menor; se sentó sobre la cama y se apoyó en sus manos lanzando una sonrisa que impacientó a Hyungwon.

—¡Hyung! ¿En serio no vas a decirme? — Hyungwon frunció el ceño y Hoseok levantó una ceja sonriendo aún. —

—Le dije que eras mio y que te iba a llevar lejos de aquí... — El menor lo miró fijo porque estaba entre la seriedad y la burla; no quería caer en la broma del mayor, pero le era imposible no tener curiosidad por ello y su personalidad no era muy diferente a lo que estaba haciendo.

—Eres un tonto, hyung — Hyungwon dio la vuelta fingiendo indignación. No quería dejar que el mayor jugará tan fácilmente con el, Hoseok le había enseñado que debía ser de temperamento fuerte y eso estaba tratando de hacer.

El mayor chasqueó sus dedos y de inmediato estuvo sobre el castaño, dio un pequeño beso en sus labios sorprendiendolo así como le gustaba hacerlo, agarró su cintura y lo  pegó a su cuerpo sintiendo ese temblor en el castaño que le causaba tanta gracia; vio como cerró sus ojos, admiró sus pecas y sonrío feliz. Disfrutaba el momento como único, no importaba el cómo, tampoco un por qué,  el sólo poder haberle dado rienda suelta a su amor fue la mejor decisión que tomó en todos las años que llevaba de vida mágica.

El castaño se separó mirando a Hoseok, lo admiraba fielmente y cuando quiso levantarse fue atrapado en un nuevo beso que le formó un vacío en el pecho, pero no uno malo, sino ese que es llenado por mariposas que revolotean inquietas. Sonrió aún con los cerrados y ambos apoyaron sus frentes en la del otro...

—Te amo mucho, hyung...

—Lo sé, Hyungwon. Lo sé porque siento lo que estás sintiendo justo ahora.

—Y yo, Aunque no lo digas.

* * *

Era un radiante día, y tanto Hyungwon como Hoseok bajaron del auto entre charlas; el mayor sostenía la maleta de Hyungwon, mientras este abría la puerta trasera del auto. El menor se inclinó a tomar algo que estaba al otro lado y Hoseok, quien no pudo evitar disfrutar de la vista y morder sus labios en el proceso, solo pudo recordar lo sexy y perfecto que era el cuerpo del castaño.

—¡Señor Hoseok! ¿Disfrutando de la vista? —Changmin llegó haciéndose al lado del pelinegro, mirando también el trasero del castaño.

—¿quieres morir? Aleja tus lascivos ojos de mi hombre... ¿Hyung? — Hoseok en medio de sus celos recordó a quién se estaba dirigiendo y volvió a tomar la postura de un joven empleado, sin embargo aún mostraba en su rostro cierta molestia.

—tranquilo, chico. No tienes que preocuparte por mí.  —Changmin acomodó su corbata y luego su cabello, le tocó el hombro al pelinegro y luego con sus dedos lo señaló ganandose por parte del mismo Hoseok una mirada llena de confusión.

— Hyungwon ¿quieres ir a una fiesta conmigo? — Hoseok abrió muy grande los ojos y Hyungwon al escuchar la voz del director salió del auto, golpeándose de paso la cabeza al tratar de salir por completo.

—auuch...¿de qué fiesta me hablas?

—¡tú no iras!

—pero, hyung.... Digo, Joven Hoseok ammm ¿qué hace con mi maleta?  Demela, vaya a su puesto de trabajo y revise todas las agendas.

—no se preocupe, Hoseok —dijo Changmin al fin evitando reír muy fuerte— no es lo que usted piensa. Vine a dejarle la invitación a Hyungwon para el cumpleaños #50 del canal,  va a ser una enorme celebración y es indispensable que el presidente sustituto esté ahí presente. Solo show mediático.

— Dios, creí que esta invitación no me llegaría ¿Quieres ir, Hoseok?

—claro que iré contigo ¿Esperabas ir con alguien más? — Hoseok bufó ante la insolencia del menor, se dio vuelta y cogió rumbo al ascensor; estába tan de mal humor, que no le dio tiempo al castaño de entender por qué estaba así exactamente. Hyungwon se disculpó y corrió apresurado por el estacionamiento, hasta alcanzar al pelinegro y una vez dentro del ascensor se quedó callado; Hoseok safó su corbata airado y sopló su rostro con el aire que soltaba de su boca.

— esto es estúpido. — comentó molesto porque jamás habría pensado en sentirse así.

—perdón ¿Si?  Sólo fue una broma de mal gusto por parte de Changmin. Creí que solo tú entendías cosas como esas, pues te la pasas haciendo bromas de ese estilo todo el tiempo ¿no? Lamento si te molestó demasiado. — Hoseok no soportó más y tomó del brazo al castaño, como un león a su presa,  se pegó a su cuello y comenzó a mordelo dejando marcas; quería dejarle claro al mundo que Hyungwon le pertenecía.

—no juegues con mi paciencia, Hyungwon, nadie puede tocarte salvo yo. Eres mio.

—H-hyung... —la respiración de Hyungwon se hizo poco regular, su cuerpo comenzó a calentarse y no era buena idea que el mayor estuviera frotando su miembro con el suyo, pero tampoco estaba dispuesto a detenerlo por nada del mundo, no, hasta que Hoseok se detuvo de golpe y dejó al menor tambaleando por lo aturdido que se encontraba.

—iremos juntos a ese baile. No importaba si no me invitabas, igual iría, te sacaría de ese lugar y luego te enseñaría por qué no debes desobedecer lo que digo. —las puertas del ascensor se abrieron y en cuanto Hoseok iba a salir, al levantar la vista,  se encontró de frente con alguien que esperaba ver hace algún tiempo. Río y mordió su labio inferior para después girar a ver la reacción de Hyungwon ante esa persona, pero lo único que pudo ver en sus ojos fue una leve sensación de asombro.

El moreno miró de arriba a abajo a Hoseok notando que este llevaba afuera su corbata y su cabello parecía desordenado, y cuando pasó la vista a Hyungwon, vio aquel sonrojo que no solía mostrar muy seguido a los demás; se fue llenado de ira y empeoró cuando detalló su cuello lleno de rojos que denotaban marcas recién hechas. Apretó la mandíbula muy fuerte al punto de casi quedarse sin dientes, endureció su mirada y después de un momento veía solamente a Hyungwon, mientras este permanecía en silencio.

—S-Shownu... Qué-¿qué haces aquí?

—soy el dueño de la mitad de este canal, creo que al menos tengo derecho a estar en el. — el castaño intentó decir algo, pero de inmediato fue interrumpido por el moreno. —Hyungwon, necesito hablar contigo. Sígueme a mi oficina.

Hyungwon miró a Hoseok asustado por lo que pudiera pasar, pero este se mantuvo con una sonrisa y una extraña tranquilidad.—Yo... Hyunwoo ahora no puedo, tengo mucho trabajo. Si quieres puedes pasar a mi oficina. — el nombrado frenó en seco al escuchar lo que decía Hyungwon; el castaño jamás se había negado, ni una sola vez, a seguirlo o a atenderlo,  aturdido volteó para confirmar que se tratan de él y la seguridad que mostró Hyungwon al salir del ascensor lo hizo pensar que aquél chico que había conocido hace años  ya no estaba. Detrás de él iba Hoseok y este lo miró directamente a los ojos, le pareció totalmente retador,  lo odío profundamente y no dudo en acercarsele para reclamarle por estar en medio de Hyungwon y el.

—¿qué crees que estás haciendo? —sostuvo fuerte el brazo del pelinegro y le dio vuelta de manera brusca — ¿¡crees que porque convenciste a Hyungwon con tus patrañas tienes todo ganado!?

—¿No cree que está usted equivocado? No soy yo quien lo tuvo engañado por muchos años, CE.O. — Hoseok tomó la mano del moreno tratando de safarse, lo miraba muy serio y parecía por un momento que algo iba a comenzar. Hyungwon se acercó nervioso a evitar que los dos pelinegros crearán un escándalo, pues ya todo el personal estaba alerta por la escena tan intensa que estaban presenciando y agradeció que en ese preciso momento Changkyun fuera su Salvador.

—¡Hyunwoo! Que sorpresa tenerte aquí. Esta vez no demoraste mucho en regresar ¿a qué debemos el honor de tu inoportuna visita? — el peliazabache de profunda voz intervino de manera afortunada, Hyunwoo dejó por completo a Hoseok, acomodó su traje y miró en dirección al otro que esperaba por una respuesta en concreto.

—no estoy de humor para tus burlas baratas, Im Changkyun. —dijo tajante para luego salir enfadado en dirección a la oficina de Hyungwon.

—Lo siento, hyung ¿estás bien? —

—No te preocupes... — Hoseok se frotó un poco en la zona donde había apretado con fuerza el moreno— no fue nada.

—Ahora tienen que enfrentar al jefe ogro, chicos... — Changkyun pasó hacia el ascensor y Hyungwon sonrió agradeciendo su loca intervención, mientras que Hoseok rio irónico,  jamás pensó que el mocoso pelinegro con aires de anarquista sería útil, pues después de todo no estaba seguro si podría ganar una pelea contra el moreno sin recurrir a la poca magia que le quedaba.

—Ve, arregla lo que tengas que arreglar y vuelve a mí. No estoy bien con que tengas que estar cerca de él, pero supongo que algún día tenía que pasar.

—Gracias, hyung... — sonriendo muy amplio Hyungwon le agradeció; admiraba demasiado a su hado,  su inteligencia,  su determinación y su madurez en ese instante. Sin duda amaba a la mejor persona del mundo.— y te amo.  — vio fijamente al mayor,  tanto, que este se sintió inquieto por un momento;  tenía tanto por hacer todavía, quería decir tantas cosas...

—Tú sabes la respuesta, ahora ve. — Hoseok agachó la mirada, caminaba a su escritorio huyendo para no mostrar que se encontraba avergonzado, y casi llegando se vio sorprendido por una palmada en su trasero; sorprendido vio como el castaño entraba a su oficina, estaba sonrojado y mantenía su hermosa sonrisa.

—Te lo mereces, por terco. — Antes de cerrar la puerta el castaño se asomó y miró al mayor que se acomodaba en su escritorio,  sacó su lengua y río para luego cerrar la puerta por completo. Hoseok también río ante la acción del menor,  jamás imaginó que fuera capaz de amar a alguien como lo amaba a él y eso le confirmaba una vez más de lo afortunado que fue al decidir quedarse en la tierra de los humanos.

— Te estás divirtiendo mucho con todo esto ¿Eh, Hyungwon? — Hyunwoo estaba sentado frente al castaño y lo veía con algo de rencor en sus ojos; había presenciando todo desde adentro de la oficina y no tolero, ni por un segundo, que en serio Hyungwon estuviera en algún tipo de relación con aquel chico. El castaño suspiró ante el inminente reclamo de si amigo, recobró la seriedad poco a poco, caminó hacía su escritorio y tomó asiento también.

— Yo lo siento, Shownu. Esperaba poder decírtelo de una mejor manera, pero nunca imaginé que sería así.

—¿Recuerdas lo que me dijiste meses atrás, Hyungwon? Dijiste que ese chico no significaba nada para ti y te creí como un tonto ¿Cómo crees que me siento ahora viendo cómo juegan entre ustedes? ¿Tanto te gusta? ¿Tanto te importa él a quien apenas y conoces? No me parece nada justo y estoy seguro de que él no vale la pena.

—Te equivocas, Shownu...— Hyungwon se puso muy serio de repente y cobró una postura muy segura; Hyunwoo desconocía totalmente a la persona que tenía en frente — porque él no me gusta, yo lo amo.

Un bufido en son de burla salió de la boca  al instante en que escuchó aquéllas palabras por parte del castaño,  se levantó y agitó su mano dejando salir toda su frustración. —¿Te estás escuchando? ¡Eso no puede ser,  sólo estás... ¡Estás obsesionado!

Hyungwon negó con la cabeza y los ojos cerrados,  mantenía la calma y buscaba porder hacer entender a Hyunwoo que nada de lo que estaba diciendo era falso o una ilusión — No, Shownu y aún si lo estuviera tú no podrías saberlo... Porque nunca has sentido lo que siento justo ahora aquí. —el castaño señaló su pecho, igual a la vez en que Hoseok le confesó que estaban unidos; Era cierto, lo que sentía era real porque existía un lazo con su hado que se lo demostraba.
Hyunwoo se quedó en blanco ante las palabras de Hyungwon,  no sabía qué decir y cuando creyó encontrar algo este continuó hablando,  haciendo más onda la herida que ocasionaba la verdad. —Por mucho tiempo me gustaste,  realmente te quería hasta el punto de aguantar todo lo que conllevaba el mantener ese difícil querer, esperé siete años a que te decidieras, pero supongo que a pesar de mis insistentes intentos jamás lograste ver más allá de tú familia y de tí.

— Hyungwon, no...

—Yo de verdad fui muy feliz aquél día en la enfermería.  En ese tiempo ya te quería lo suficiente como para hacer de ese beso algo muy especial, algo que jamás olvidaré, Pero es hora de parar... Ahora mismo le pondré fin a esta historia y comenzaré otra dónde espero realmente ser feliz.

—no me puedes hacer esto, Hyungwon... Yo realmente te amo, ¿no puedes darme solo un poco más de tiempo?  No puedo continuar si tú me dejas.

— Hyunwoo, yo lo hice solo por siete años, aunque conté contigo como mi amigo,  tuve que luchar con lo que sentía absolutamente solo; opino que tú también podrás. Te apoyaré como tú lo hiciste conmigo, pero no habrá nada más entre nosotros. Yo también merezco hacer mi propia vida. — Hyunwoo dejó caer su brazo, estaba rendido ante la firmeza insistente de las palabras de Hyungwon; por más que lo intentara, por más que se lo pidiera, parecía que no había vuelta atrás.

—Ese tipo te hará sufrir, Hyungwon. —quemó su último intento el Moreno.

—Eso es algo que no sé, pero el no saberlo no significa que lo dejaré por algo que al final es incierto.

—bien...bien...— el moreno movía su cabeza aturdido,  dio una última vista a Hyungwon y caminó hacia la salida, frenó, quiso decir algo más que pudiera ayudarlo a revertir el daño, pero se dio cuenta de que ya todo estaba dicho; ya no habían más palabras qué decir. Al salir por completo miró con desprecio a aquél que le había quitado lo que más apreciaba,  lo odiaba hasta el punto de querer que desapareciera, pero Hoseok se mantuvo serio todo el tiempo,  apenas y levantó su mirada, y con tranquilidad volvió, la bajó hacia su computadora y continuó como si nada. Nuevamente había perdido contra aquél chico que parecía ser incluso mucho más maduro que él...

Hyungwon al escuchar que la puerta se cerraba, soltó todo el aire que tenía atrapado y lo dejó salir en forma de un gran suspiro,  llevó una de sus manos a la cabeza y cerró sus ojos; jamás le había hablado a nadie de la manera en que lo hizo,  salvo a Sunny aquella vez en el lago. Realmente no era su personalidad, pero si no lo hacía así, entonces jamás podría hacer que entendiera lo sucedía.

—¿Estás bien? — Hyungwon se dio la vuelta viendo que el mayor entraba y se acercaba a él

— Si... Estoy bien.

Hoseok dio un pequeño beso en el cuello del castaño y con sus brazos rodeó su cuello, y después habló pacito a su oído. —Ahora que has hablado con él, te haré mio. Aquí.

—¿¡Qué!? — el menor abrió los ojos apenas escuchó esas palabras y se separó rápidamente — hyung, No. Estamos en la oficina. — el mayor chasqueó sus dedos y las persianas se bajaron de inmediato, como Hyungwon se había alejado horrorizado, fue hacia él lento y seguro mientras que este retrocedía aún más. Al mayor no le molestaba para nada que huyera, al contrario,  jugar a poder obtener a su presa se había vuelto su juego favorito.

—H-hyung, esto no tiene sentido. Se supone que ya todo está aclarado, te lo juro.

—Tranquilo, bebé, prometo que no te va a doler...

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Hola!

Espero que este capitulo les haya gustado lo suficiente. Si tienen alguna duda recuerden que pueden escribirme o comentar todas sus inquietudes o demás.

Por favor tengan buen fin de semana y manténganse seguros!

Gracias por leer 💕

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