DÍAS DE CAMPO: Último Día
Capítulo 9
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Flashback: Parte Dos
Hoseok ayudaba a pasar la leña que hace poco había quitado de las manos de Hyungwon, le había visto tan entregado que no pudo evitar ayudarlo; en muy poco tiempo se había dado cuenta de que era un chico que le gustaba dar todo de sí y que se exigía al máximo, aún cuando sabía que habían cosas con las cuales no podía. Desde la noche anterior que se había atrevido a hablar acerca de su pasado se sentía mucho más liviano, ya que nunca nadie lo había escuchado como lo había hecho el castaño; era alguien especial después de todo.
La cosa era que, cada vez que veía a Hyungwon distraído o haciendo cualquier cosa, aprovechaba para darle una palmada en el trasero, lo hacía porque de verdad disfrutaba verlo con ese sonrojo que le hacía recordar al color de las manzanas que tanto le gustaban, añadido a eso, sus pecas bañadas en el sol del campo eran algo imposible de ignorar por lo bellas que le parecian.
Aunque no quisiera había terminado por estar detrás de aquel chico que al principio le exasperaba, cada vez que lo veía en problemas acudía de inmediato a su ayuda y cuando le veía sonreír por ver a los pajaritos o algo que le llamaba la atención, también sonreía feliz pues sabía que de alguna forma estaba disfrutando.
Después de terminar, se dispuso a regresar de nuevo con Hyungwon, pero antes fue detenido por la "señorita" Park de recursos humanos.
— Hoseok ¿Dónde está quedándose? Ayer en la tarde le ofrecí quedarse conmigo, pero en cuanto me di vuelta usted ya había desaparecido.... — dijo la señora muy seductora, que aunque fuera mayor, tenía un cuerpo tremendo, muy bien cuidado y esbelto; no obstante, ella daba pavor.
— Seño-rita Park. Estoy quedándome, con - solo, sí. Exactamente, es una cabaña que está algo retirada de aquí, pero que es agradable...
— ya veo ¿Y no le gustaría cambiarse de lugar?, no sé, venir a mi cabaña o yo a la suya.
— solo déjeme pensarlo... — «cuando hayan pasado otros 5000 años le doy la respuesta vieja loca» pensó el hado mientras buscaba la forma de salir de las garras de la señora que le hablaba de manera seductora. — por ahora, señorita Park, debo ir a traer más leña. Acabo de recordarlo, que descuidado soy...
— si quiere podemos ir por allá — La señora señalaba un punto cerca al bosque en el que no había nadie, de inmediato Hoseok se sintió en problemas, pues no quería ni siquiera imaginar lo que le haría la vieja atrevida en cuanto estuvieran ahí. Como si hubiera sido bendecido por los dioses de las Hadas, escuchó que lo llamaban por otro lado y de inmediato se disculpó con la señora y salió despavorido.
Al fin cuando estuvo libre buscó con su mirada la razón por la que se mantenía merodeando de aquí para allá, pero no lo halló; le causó rareza el no verlo cerca, por lo que comenzó a buscar con más seriedad, hasta que sintió en su pecho un leve vacío y ganas de llorar, ese sentimiento repentino solo le indicaba algo y fue entonces cuando supo que el castaño le necesitaba; no lograba saber qué pasaba, si momentos antes lo había visto sonriente, se imaginó que, tal vez, alguien le había dicho algo ofensivo y se enojó al pensar en ese alguien molestando a su elegido. Con ese pensamiento continuó buscando hasta que lo encontró.
Hoseok suspiró aliviado por haber encontrado al castaño, pero no pasó desapercibido que este se encontraba entre los brazos de su amigo Changkyun, el sentimiento de alivio fue reemplazado por uno de molestia y una incomodidad hacía que su mal humor comenzara a aparecer sin querer; Maldijo y maldijo la desgraciada conexión que tenía con el menor, porque si sólo no hubiese sentido nada, entonces no habría tenido que ver semejante escena tan patética.
De regreso al campamento pateó cuanta cosa se le atravesaba, regresó por el camino por el que había entrado y al llegar se encontró con Sunny, quien ya estaba llenando su cabeza de impaciencia; incluso su voz le parecía molesta ya, era lo último que necesitaba oír después de haber visto a Hyungwon con alguien que no era él. Contestó como se le vino en gana, ni siquiera lamentó haberla tratado mal, pues lo único que tenía en mente era el coraje y las ganas de salir corriendo de nuevo y quitar a Hyungwon de los brazos de ese tal Changkyun...
Fin del Flashback.
* * *
Era la hora de la cena y Hyungwon se encontraba cenando junto al resto de personas del canal, desde las horas de la tarde no sabía nada sobre el paradero de Hoseok y se sentía tan preocupado, que ni siquiera podía probar bocado.
— ey ¿te encuentras bien, Won? ¿Por qué no comes aunque sea un poco? Estás muy raro desde que decidiste hablar con tu asistente ¿sucedió algo?
— no pasa nada, Min, solo no tengo hambre, eso es todo.
— Pues a mi no me lo parece, ese chico fue demasiado grosero; mira que ignorarme cuando le hablé. Tiene las suficientes agallas como para tratar así a su vicepresidente.
— Changkyun... — Minhyuk trataba de que las cosas estuvieran lo mejor posible, tenía más o menso una idea de la situación de Hyungwon y lo último que quería era que se sintiera más incomodo.
— Pero Changkyun tiene razón, Min — intervino Jooheon — aquel chico se comportó muy grosero, de seguro lo trató mal y ahora está aquí pensando que es su culpa. Sabía que ese tal asistente solo sería para problemas.
Por alguna razón la voz de sus amigos comenzó a escucharse irritante en sus oídos, cerró los ojos llenándose de paciencia y sin embargo terminó por perder la paciencia totalmente.
— ¡Ya basta! Él - ustedes no lo conocen, ¡hyung nunca se ha comportado así con nadie! así que no hablen de él como si lo conocieran — el castaño se levantó de la mesa saliendo del comedor comunitario bajo la mirada atenta de todos los presentes que se encontraban cenando, sus amigos en especial se quedaron con la boca abierta porque era la primera vez que veían a Hyungwon tan emocional.
Hyungwon caminaba rápido hacia su cabaña, tenía lágrimas en los ojos y se preguntaba intensamente por lo que había hecho mal para que su hado se hubiese enojado de esa manera; cuando menos se lo imaginó, fue detenido por alguien que había tomado su brazo, al fijarse bien, era Minhyuk que lo había seguido en cuanto salió del comedor.
— ey, ey, espera, Won. Lo sentimos, lamentamos habernos metido en tus asuntos, pero es que realmente nos preocupa verte así. Hace mucho tiempo que no te veíamos tan mal y por eso nos hemos pasado un poco; pero si nos dices qué sucede tal vez podamos ayudarte ¿no crees?
— Lo siento, Min, siento haberles gritado; es solo que-sólo que todo esto está matándose — un sollozo se escapó de sus labios, un temblor involuntario poseyó su cuerpo y creyó que en serio el dolor en su pecho lo mataría. Era demasiado doloroso — estoy preocupado, no sé dónde está hyung y quiero al menos entender por qué estaba tan enojado, seguramente yo podría explicarle lo que sea que haya sucedido. — limpió algunas lágrimas y las manos le temblaban de manera evidente hasta que se detuvo al momento en que una idea horrible pasó por su mente. — ¿Y si se fue y me dejó, Min? No, no podría continuar sin él — Hyungwon lloraba desesperado por la idea de que su custodio se hubiese cansado de estar a su lado, por otro lado, Minhyuk pensaba que ya el castaño había tenido suficiente con Hyunwoo como para que ahora de nuevo estuviera en igual o peor condición que hace dos meses; era muy duro ver a su amigo así.
a Minhyuk también le causó gran curiosidad que Hyungwon se refiriera a Hoseok como alguien mayor, era posible que lo fuera, pero su apariencia decía absolutamente lo contrario. Sin prestarle mucha atención a ello caminó junto al castaño hasta llegar a la cabaña donde estaba hospedando, sintiéndose extraño con el ambiente del lugar, se despidió y esperó a que Hyungwon entrara por completo; el lugar no era para nada agradable, de hecho nada en el campamento lo era, pero aquella cabaña daba más miedo que pasar una noche en el cementerio.
* * *
— ¿Y bien? ¿Qué te dijo? ¿Se enojo mucho por lo que dije, Min?
— Eres un idiota, debería cocerte la boca por andar siempre diciendo lo que no debes... — Minhyuk amenazó con golpear a su esposo y este cerró los ojos esperando, cosa que sólo lo llenó de más ternura y amor.
— Bueno, como sea ¿te dijo que relación tiene con el intento de asistente?— Changkyun cruzó los brazos, en tanto levantaba una de sus cejas esperando que Minhyuk le dijera todo lo que sabía; lo necesitaba.
— Changkyun, yo lo siento pero al parecer ellos están saliendo — dijo Minhyuk confesando lo que había deducido — las palabras que dijo Wonnie refiriéndose a él, bueno, es como si ellos sostuvieran algún tipo de relación.
— diablos — el peliazabache chasqueo la lengua cuando de nuevo vio su batalla perdida y soltó el aire con fastidio. — y dónde está ese chico ¿no te dijo lo que pasó cuando hablaron? — volvió a insistir, aunque realmente ya aquello no le correspondía. Minhyuk se escogió de hombros soltando un profundo suspiro, sentía que su corazón se partía cada que recordaba la manera desconsolada en como lloraba Hyungwon.
— no, pero supongo que discutieron. No sé exactamente por qué, pero algo si es seguro...
— ¿Qué es?
— él no es ningún chico — aseguró en medio de la consternación. Changkyun frunció el ceño casi acusándolo de loco y Jooheon tenía la boca abierta y sus pequeños ojos se veían super tiernos porque estaban abiertos más de lo normal — el debe ser alguien que es mucho mayor que Hyungwon y nosotros, o al menos algo mayor. Won siempre se refirió a él como su hyung.
— El cierto amor, cuando se enfadó lo llamó hyung, eso debe significar que sí puede ser mayor.
— ¿hyung? — Changkyun recordó lo que había hablado con Hyungwon temprano y se decía que debía tener una seria charla con aquél asistente jugador.
* * *
Era tarde en la noche y Hyungwon aún permanecía sentado sobre su cama mirando a través de la ventana y esperando alguna señal de su hado que aún no se dignaba a aparecer por ningún lado. Suspiró, se levantó y caminó hacía la cocina, se sirvió un vaso con agua y lo bebió, se sentó en la mesa y peinó su cabello con sus dedos; frotó sus ojos y sintió que quería llorar de nuevo, pero las lágrimas no salían de todo lo que ya había llorado cuando entró a la cabaña hace unas cuatro horas.
estaba por levantarse para ir a buscarlo afuera en cada cabaña cuando sonó su teléfono, al escucharlo corrió de inmediato a su habitación, lo tomó y contestó...
— ¿hyung? Por Dios ¿dónde estás? Estoy muy preocupado por ti, no se qué pudo haber pasado pero lo lamento, prometo que no volverá a suceder, lo prometo. Por favor regresa, me estoy muriendo de la angustia... — sus palabras salieron entre lágrimas, Hyungwon estaba a punto de perder la cordura pues la persona al otro lado no decía nada y el sonido del fin de la llamada terminó de partirle el corazón. Sin pensarlo más puso su suéter y caminó hacia la salida, pero antes de abrirla escuchó un muy fuerte ruido; exactamente uno similar al de alguien cayendo desde el cielo.
Completamente aterrado y con los nervios de punta por todo lo que le estaba sucediendo, acercó su oído a la puerta sin lograr escuchar nada, con la mano temblorosa abrió lentamente la puerta, se asomó lo suficiente y vio a alguien tirado en el porche de la cabaña; Impresionado terminó de abrir la puerta de golpe y corrió hacia aquel sujeto que permanecía inconsciente en el suelo, se agachó para serciorarce bien de quién era, dándose cuenta casi de inmediato que era su custodio. Lo movió con desespero y buscó por encima si tenía algo malo, pero lo único que encontró era que estaba totalmente ebrio.
— hyung, hyung, por favor, levántate. — trató de despertarlo de nuevo consiguiendo que al menos se quejara.
— ¿mmmhh? ¿Dónde estoy?
— ¿cómo es que has bebido tanto si nunca lo has hecho, hyung? Ven... — se dispuso a levantar como pudo al hado del suelo y lo llevó hacia adentro de la cabaña; lo acostó en la cama y caminó hacia la cocina para preparar té, era lo único que había aprendido a hacer en el tiempo que llevaba junto a Hoseok.
Mientras calentaba el agua volvió a la habitación y creyó ver que el pelinegro trataba de decir algo, se acercó, pero no logró entender nada de lo que balbuceaba de lo ebrio que estaba; el olor a alcohol era inminente y al parecer estaba haciendo mucho calor, al menos para el hado, que se mantenía sudando como nunca antes lo había hecho.
Tocó su frente curioso descubriendo que Hoseok estaba más caliente de lo normal, intuyó que tenía fiebre, más no creyó en principio que fuera así; lo sabía, no podía ser, pues los hados no enfermaba o al menos eso era lo que sabía por parte del mayor. Se levantó de la cama por completo y salió de la habitación corriendo directo a buscar algo frío con lo que pudiera bajar la leve fiebre que tenía su custodio y antes de volver a la habitación apagó la pequeña estufa; después de todo no necesitaría ya el té.
Durante algún tiempo tiempo Hyungwon se dedicó diligentemente a bajar la fiebre de Hoseok pero esta parecía no bajar con nada, ya estaba comenzando a desesperarse de nuevo, hasta que vio que el mayor abrió los ojos algo desorientado...
— ¿Qué haces?
— hyung, tienes mucha fiebre. Sólo duerme mientras sigo tratando de...
— eso es imposible. Ahora, quítame todo esto de encima, estoy cansado y quiero dormir.— El hado quitó la comprensa fría de su frente y tomó las cobijas cubriéndose completamente de pies a cabeza sin siquiera volver a ver al menor. Hyungwon no hacía más que suspirar frustrado por todo, no entendía qué era lo que había sucedido en la tarde para que Hoseok hubiese decidido desaparecer y que ahora regresara, tarde de la noche, ebrio y al parecer enfermo; el castaño apretó fuertemente la compensa entre sus manos mientras mordía su labio inferior, en un afán de evitar que sus sollozos se le escaparan, llevó su otra mano a su frente y deseo poder saber siquiera un poco el cómo podría solucionar todo lo que estaba sucediendo.
* * *
Un molesto haz de luz golpeó el rostro del pelinegro haciendo que despertará, en el momento en el que abrió los ojos por completo se sentó en la cama y miró a los lados, se vio y se preguntó por lo que había sucedido; si se ponía a recapitular, era poco lo que recordaba y la cabeza estaba aún doliendole de manera increíble.
Fatigado salió de la cama cayendo en el suelo una vez puso un pie en el, vio el mundo dar vueltas en su cabeza y juró que jamás esperó que entrar en ese lugar ruidoso y tomar esas bebidas de colores lo pondrían tan mal. Se levantó como pudo, entró al baño y tomó una ducha que lo regresó a la vida; luego de recordar porque había vuelto a la cuidad arrugó la cara con fastidio y, como de costumbre tomó sus pastillas, aunque esas solo le servían para su síndrome de abstinencia y no para el tremendo dolor de cabeza que estába sintiendo.
El hado enrollo una toalla en su cintura al terminar y salió para así cambiarse; al abrir la puerta se encontró de frente con el castaño y se fijó en que estaba totalmente pálido y no pudo ignorar el par de ojeras que tenía en su lindo rostro.
— hy-hyung ¿Estás bien? Anoche tú...
— no pasó nada, no te preocupes.
— hyung, ayer...
— no tienes que preocuparte por lo de ayer, mocoso, lamento haberte gritado. He tenido un tiempo difícil y a veces no logro adaptarme a las costumbres de los humanos. Ahora sal, necesito vestirme o me congelaré. — fueron unos largos segundos en los que el castaño se le quedó viendo fijamente al rostro, Hoseok miró a otro lado sintiéndose inútilmente analizado y sólo se dedicó a buscar su maleta.
— está-está bien... — el menor dio vuelta a la salida sin éxito alguno en su intento de saber que pasaba con su hado; ahora no se sentía como en el principio, ahora era mucho más grande la brecha entre los dos.
— Hyungwon.— llamó el Hado, el castaño volteó a mirar y de nuevo estaba lleno de lágrimas; se sentía demasiado frustrado con la situación.
— Lo siento, hyung no se ha estado portando bien ¿Cierto? —dió una sonrisa débil, el pecho de Hoseok era una especie de tornado que no solo albergaba su tristeza por haber gritado y tratado tan frío al menor, sino que también lo agolpaban los sentimientos de Hyungwon; sentía la profunda frustración y el desespero del castaño.
eso lo hizo sentir de culpable.
—¿dije algo malo anoche? No recuerdo mucho y tengo un dolor de cabeza insoportable. Lo siento, en serio. — El hado se acercó a Hyungwon para secar sus lágrimas, de verdad lamentaba haber descargado su mal humor en él. El menor, quien nuevamente se perdía en la dulce voz Hoseok, negó con su cabeza y se abrazó a él sin dejar de llorar.
—Ya, te he dicho un millón de veces que no llores por nadie, ni siquiera por mí, deberías estarme odiando, ¿por qué lloras?
— por-porque estaba muy preocupado... Desapareciste y no Sabia dónde estabas. Luego de muchas horas Llegaste ebrio y tenias fiebre, no supe que debía hacer... — sollozo el menor
— shhhh, Ya... — el pelinegro abrazo al castaño calmando su llanto, ya que después de todo él no tenía la culpa de nada; se sentía como un idiota por haberlo hecho preocupar de es manera, y aún cuando se había prometido protegerlo de todo, no había tenido en cuenta que él también podía causarle daño. — prometo que todo estará bien, tranquilo...
* * *
Sunny había buscado a Hoseok por todo el campamento el día anterior y gran parte de ese día; después de haber visto en persona lo mal humorado que podía llegar a ser se preguntó si valía la pena esforzarse tanto, pero sin importar demasiado, igual insistió en seguir adelante con plan. Nunca nadie la había rechazado antes, se remarcaba insistentemente que un mocoso como Hoseok no iba a ser la excepción a ese hecho y por eso recorrió de nuevo el campamento, esta vez, dirigiéndose hacia la única parte que no había revisado; la cabaña apartada que quedaba caminando un poco hacia adentro del bosque.
Se escondió detrás de un arbusto lo más rápido que pudo cuando vio que de la misma salia Hoseok junto con Hyungwon, y se enfadó e hizo pataleta al notar que los dos parecían muy cercanos, sin contar que, al parecer, estaban compartiendo cabaña; sin decir nada tomó el camino contrario a ellos jurando que se vengaria de Hyungwon por haberle quitado lo que, según ella, había visto primero.
—¿estás seguro de que estarás bien hyung? Si quieres puedes descansar más tiempo, anoche estabas realmente mal. — se podía decir que estaba genuinamente preocupado del mayor; Porque diablos, si que lo estaba, sin embargo tenía tanto miedo de sofocarlo o insistir, que dudaba enteramente.
— aagghh no me lo recuerdes, por favor, siento que el mundo se me cae encima de lo mal que estoy sintiéndome — el hado que parecía muy adolorido de sólo recordarlo llevó una mano a su cabeza cerrando un ojo y sintiendo un martilleo indescriptible dentro de su cráneo, el sol lastimaba sus ojos y tenía una sed de mil demonios — ¿cómo pueden hacer bebidas parecidas al veneno? No volveré a beber alcohol nunca.
— en primer lugar jamás debiste haber dejado el campamento, hyung — Hyungwon lo pensó bien mientras lo veía juguetear a acomodarse el cabello, él le importaba demasiado como para ignorarlo y habían pasado tantas cosas que no quería simplemente estar así; el menor quería ayudar a Hoseok, que estuviera cómodo y nunca sufriera. Eran tantas cosas — ¿No me dirás por qué lo hiciste? Sí estoy haciendo algo mal prometo que podré arreglarlo; y si necesitas ayuda, entonces yo puedo hacer lo que sea que quieras, hyung.
— Hyungwonnie, cuando esté listo para contarte todo lo haré, por ahora terminemos de buena manera el campamento. — le aseguró revolviendo los cabellos castaños del más alto — te aseguró que nada es más importante para mí que estés bien y créeme estoy realmente arrepentido por haberte hecho sentir mal. No merezco ni siquiera qué estés preocupado por mí.
— hyung...
— Ahora vamos, tengo mucha hambre porque no como nada desde ayer. — Hoseok dio la vuelta optando por cobrar esa apariencia final y masculina que lo regía todo el tiempo, mientras que el castaño corría afanado tras de él para alcanzarlo y caminar junto a él; sí, todo le parecía un desastre incomprensible, pero de alguna forma el que Hoseok se hubiera disculpado y prometido explicarle en el futuro lo que sucedía, le hacía sentirse bien; No le importaba nada más mientras su hado estuviera a su lado por siempre.
* * *
—Hey, chicos, miren quién está sonriente de nuevo.
Jooheon estaba asomado en la ventana de su cabaña mirando animado como Minhyuk recorría el lugar en busca de pequeñas piedras lisas y de formas extravagantes, por parte de Changkyun, este estaba sentado en un tronco mientras escuchaba al mayor hablar y los dos voltearon a ver hacia el par de hombres que se hablaban al oído, y jugaban sin importarles mucho la presencia de todo el canal.
— excelente, al parecer el tipo apareció — comentó amargo el pelinegro — quién sabe con quién andaba o con qué pobre excusa le salió ahora a Hyungwon para tenerlo tan contento. Ayer estaba como un zombie y hoy sólo parece como si nada hubiese sucedido.
Minhyuk levantó una ceja y frotó su barbilla con su dedo índice—deberías estar feliz, Changkyun, no creo que ese muchacho sea tan malo como dices; solo es joven, demasiado diría yo. A veces hasta pienso que debería estar en una escuela y no trabajando.
—Min, te lo digo porque Hyungwon me lo dijo todo ayer — reclamó ya airado — ese tipo es un jugador que sólo está con él quien sabe con qué intenciones; no podemos dejar que juegue con Won, ¡entiéndelo, por favor!
—a mi eso me suena a que estás buscando la oportunidad para colarte por la ventana —intervino Jooheon— siempre has estado enamorado de Won, así que ve con tus patrañas a otro lado. Opino que los dejen en paz por el momento, después de que nada se sepa todo estará bien.
—Que gracioso eres, Honey, eres mas cambiante que el peinado de Kim Heechul; hasta ayer odiabas al asistente y resulta que hoy lo amas ¿a qué viene ese cambio de opinión tan repentino? —el sarcasmo en el peliazabache era más que evidente, mientras cruzaba los brazos lanzaba sus palabras directamente al rubio que se mantenía apoyado en la ventana.
—nunca dije que lo amaba, Chang, es sólo que Min tiene razón, como su esposo tengo que estar de acuerdo con la mayor parte de lo que piensa y esta no es la excepción; así que querido amigo, ya dejalo. — afirmó sonriendo e dirección a Minhyuk que le veía encantado seguro por haberle dado la razón de manera tan dócil y dulce.
—¡aargg, patético! ¿Saben qué? ya vuelvo.
—¡solo trata de no salir lastimado! — Minhyuk se lo gritó una vez lo vio cruzar el sendero que daba hacia la colina en la que estaba Hyungwon y Hoseok, se mordió el interior de la mejilla por la creciente envidia y escuchó la risa de Jooheon tras su espalda. El peliazabache al ver eso como una niñería, le mostró sus dos dedos corazón mientras seguía avanzando hacia los dos chicos se despedían, siendo Hyungwon quien se iba junto a la recepcionista; Sunny, creía que se llamaba. Changkyun metió sus manos dentro de su pantalón corto azul oscuro y caminó cortando rápidamente distancia entre el y Hoseok, quien se dispuso a tomar el sol; tenía lentes oscuros, una gorra negra y una camisa de mangas cortas de igual color.
—Ey asistente, ven y habla conmigo. —el hado levantó su cabeza, quitó sus lentes y miró de arriba a abajo a Changkyun casi como si fuera nadie, este permanecía de pie aún firme e imponente, su mirada penetrante le decía que estaba siendo muy serio con lo que decía, así que Hoseok chasqueó la lengua antes de sonreír y mirar hacia otro lado maldiciendo su tan estúpida fortuna. Preso del descontento se levantó y pasó por el lado del pelinegro que no podía creer toda la altanería que podía contener un niñito como él.
El hado estaba harto de tener que lídear con él sentimiento de descontento que provenía de verle el estúpido rostro a Changkyun, ahora no era suficiente con estar endulzando el oído de su custodio, también se atrevía a hablar en un tono remilgado y mandon como si fuese necesario. Estaba que gritaba que era miles de años mayor que todos los presentes.
—bien estamos lejos de los demás y estoy de pie frente a usted ¿qué es eso importante de lo que debemos hablar? — comentó Hoseok apenas llegó a una parte del bosque que le pareció adecuado.
— es sobre Hyungwon. Sabes a lo que me refiero con ello ¿no? —Hoseok puso un semblante serio y esta vez sí prestó especial atención a lo que le decia el mocoso que tenía en frente.
—¿qué sucede con Hyungwonnie?
—¿Hyungwonnie? — El peliazabache río fuerte y llevo su mano a la boca, para después aplaudir la labor del "menor" — vaya, eres increíble; de verdad que me dejas impresionado ¿así has hecho que Won caiga a tus pies? — Changkyun simplemente no podía tolerar tanta altanería — Claro, es alguien tan inocente que seguro se habrá puesto feliz al escucharlo; al menos sabes como jugar.
Hoseok estalló con sólo escucharlo.
—estás hablando estupideces. — soltó con la llama de un fuego intenso consumiendolo desde la boca del estómago; si pudiera ya habría convertido a Changkyun en un insecto.
—¿cómo te atreves a hablarme así? ¿Acaso no sabes que soy tu vicepresidente? — le reclamó el peliazabache.
—¿entonces significa que está acosándome laboral mente usando su alto cargo para humillarme y hacerme sentir mal?
—¿qué? ¡No, espera!
—¿y eso significa también que porque soy joven y no tengo dinero, entonces no puedo estar con alguien como Hyungwon-hyung?
—no, yo ¿Cuándo dije eso? No es lo que quier....
—y que porque nos amamos inmensamente entonces él es alguien ridículo ya que he puesto un adorable y lindo apodo que contiene todo mi amor y cariño? Me preguntó que pensará Hyungwonnie al respecto. Me parte el corazón imaginarme lo decepcionado que estará de tí, hyung ¡eres un malvado! — señaló a Changkyun casi al borde de unas lágrimas que por supuesto no sentía.
—¡No! Por favor, por lo que más quieras no le digas nada! — El hado era alguien demasiado ingenioso y vivaracho como para caer en las intimidaciones de alguien como Changkyun y sabía perfectamente cómo debía reaccionar; seguro quería morir de la risa, pero permanecía con su dulce voz y sus ojos casi llorosos. —lo siento, es que realmente pensé que eras un mal chico y que estabas engañando a Won. Él es alguien que merece una persona lo ame de verdad, ha sufrido mucho por culpa del bastardo de Hyunwoo y que tenga que pasar por algo igual lo dejaría muy destrozado. Así que por favor cuídalo mucho. —Changkyun estaba siendo muy serio con sus palabras, tanto, que hizo dudar por un momento al hado de si estaba haciendo bien al intentar enviar a Hyungwon junto al semental.
Luego de aquellas profundas y sustanciales palabras, el peliazabache se dio vuelta para irse pero fue detenido antes por Hoseok; este último lo tomó fuerte del brazo y lo miró muy serio.
—trataré de comprender que estás preocupado por Hyungwon porque eres su amigo, pero no voy a permitir que pases ningún límite más; ese chico es mio. —la voz de Hoseok pasó de ser una dulce y melodiosa, a una fuerte y amenazante; no había forma de que no le quedara claro a Changkyun de una vez por todas lo que quería que hiciera respecto a Hyungwon.
—¡chicos vengan rápido, es Hyungwon!
—los dos pelinegros voltearon a ver a Minhyuk quien se encontraba absolutamente desesperado, Changkyun sin dudar corrió primero por el sendero de vuelta al campamento, pero un muy profundo dolor en el pecho le impidió a Hoseok moverse de su lugar; Minhyuk corrió hacia el asistente al verlo caer en su rodilla y le preguntó si estaba bien, pues pudo notar lo horrorizado que se encontraba mientras tosia tomándose el pecho y la garganta, más sin embargo, como por arte de magia, el asistente simplemente chasqueó sus dedos y desapareció de entre sus brazos cayendo de la nada metros más adelante.
¡Era una locura, seguro! Se dijo con los ojos bien abiertos, lo vio lanzar una maldición y de nuevo chasqueando sus dedos desapareció completamente del lugar dejando a Minhyuk con la boca abierta; frotaba sus ojos y se preguntaba qué diablos era lo qué había sucedido.
— pero ¿qué?
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Hola!
Espero que el capítulo haya sido de su agrado, ya saben que su tienen alguna duda bien pueden comentar o dejar algún mensaje!
Gracias y stream Magnetic! 💜
Las amo!
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