DÍAS DE CAMPO: Día 2
Capíltulo 8
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— ¡Traigan la leña!
— ¡ya voy! — Hyungwon tomó la pesada leña que descansaba en pilas con algo de esfuerzo; era un día caluroso y sudaba como nunca antes lo había hecho.
Changmin prácticamente los había hecho salir de viaje a un lugar donde debían trabajar el doble de lo que ya acostumbraban, pero eso ni siquiera importaba ya; como pudo se fue llevando los pesados trozos de madera, sintiendo luego en su camino como alguien palmeaba su trasero, haciéndolo datenerse y dar un respingo por la sola impresión.
— a ver, déjame yo te ayudo con eso — el castaño vio con impresión a su hado que se ponía en frente suyo y comenzaba a quitarle la leña de la mano; aunque quería hacerlo por su cuenta — y mostrarle a Hoseok que él sí podía hacerlo aunque fuese un trabajo pesado. — este no se lo había permitido en ningún momento. Totalmente impregnado, Hyungwon vio la espalda de su custodio que llevaba puestos unos vaqueros, botas cafés y una camiseta blanca, añadido a eso su belleza indescriptible, hacían que se sintiera aún más atraído por él; se decía a sí mismo que no era normal ni común lo que sentía y que debía controlarse, pero el simplemente no podía conseguir hacerlo, le gustaba demasiado verlo. No podía evitarlo.
Y es que Hoseok era el foco de atención de todo el campamento y no sólo para el castaño, sino también para los que ahí estaban; las miradas se encontraban fijas en sólo un hombre con exuberante belleza que no parecía real — bueno podía ser también porque lucia como alguien joven, fuerte y con excepcional sentido del humor — pero Hyungwon suponía que también se debía a que el hado se mantenía merodiando por ahí ofreciendo su ayuda. Más de una persona fingía estar en problemas o necesitar algo urgente sólo para que Hoseok se acercara y poder tocar sus músculos.
eso por supuesto que lo molestó y más cuando vio al mayor sonreírle con gracia a la señora que había pedido por la leña, Hyungwon no hacía nada más que molerse labios con sus dientes por el coraje de pensar que su hado no hacía nada más que ser amable con todo el mundo y que se compartaba con el igualmente a como se comportaba con todos.
Irritado por su propio pensamiento decidió cruzar el bosque e irse a un lugar solitario al frente de un gran lago, el cual quedaba adentrándose un poco en el lugar; mientras caminaba echaba un sin fin de maldiciones y hasta pisaba con más fuerza de la normal sólo porque se encontraba malhumorado.
— estúpido hado, no sé cómo puede comportarse así ¿acaso no vino para ayudarme a mi? Entonces ¿Por qué tiene que estar detrás de alguien más? — el castaño bufó y se sentó en una piedra de golpe, sintiendo absolutamente nada frente al impacto con la misma — No es más que un casanova amante de la comida y un malgeniado. Hasta yo sé que no deberías sonreír a todos como si les dieras esperanzas para hacerse ilusiones. Tonto. — Hyungwon alegaba solo mientras tiraba piedritas al lago, estaba rojo de la ira y el sol que daba en parte de su rostro no ayudaba a que disminuyera tampoco. En forma de rendición soltó un gran suspiro y se dijo internamente que al fin y al cabo era una estupidez estar enojado, que aunque a su hado le encantaba algo con su olor, hace mucho tiempo que este no lo había vuelto a molestar por ello; En especial los besos... Aquellos besos que lo hacían sentir tan bien.
Estaba comenzando a extrañarlos de alguna forma.
Llevo dos de sus dedos a los labios y sintió arder su interior cuando al cerrar los ojos recordó el sentimiento aquél, era algo efímero que no podría describir jamás sin que sonara absurdo; el sabor dulce que había desprendido Hoseok con cada beso no se iba de su paladar y el calor de su cuerpo crecía con cada remembranza del millón de sensaciones que le provocaba el recordar el movimiento de los labios del mayor sobre los suyos. Lentamente abrió los ojos y bufó de nuevo molesto.
— estúpido ¿Acaso no te has dado cuenta de que me gustas, hyung? Te odio, sólo eres un tonto — unas cuantas lágrimas amenazaban con salir de los ojos del castaño, cuando de repente sintió una mano tocar su hombro.
— ¡hyung!
— lamento desilusionarte, solo soy yo, Changkyun. Y ¿Quién es ese hyung al que tanto maldices?
Hyungwon quiso desaparecer en el momento en que escuchó decir aquello al otro, estaba comenzando a arrepentirse de haberse quejado en voz alta. — ¿escuchaste todo? — el peliazabache tomó asiento a su lado con precaucion y soltó un suspiro mirando a la extensión.
— sólo lo necesario para darme cuenta que ya no te desvelas por Shownu.
— a mí nunca... — Changkyun volteó a verlo y sonrió haciendo que se detuviera de dar cualquier excusa.
— no mientas más, Won, sé que te gusta mantener a todos fuera de tus asuntos y por eso fingimos no saberlo, por tí, porque eres alguien muy tímido; pero eso no nos impide darnos cuenta que te gusta Shownu...O bueno, te gustaba.
Hyungwon soltó un risa triste al escucharlo, jamás pensó haber sido tan patético en una actuación que mantuvo por años, y sinceramente se enfatizaba el hecho de que si no había funcionado con sus amigos, entonces mucho menos lo había hecho con Hyunwoo. Pero ¿que podía hacer en ese momento ya? todo lo que había sentido por tantos años de la noche a la mañana había desaparecido y no entendía por qué, ni cómo. Nada.
— ¿quién es el afortunado? ¿Es mejor que yo? — la pregunta lo regresó de sus pensamientos que comenzaban a volverse intensos de nuevo; el otro parecía haberle puesto algo de humor a lo último dicho, haciendo que hubiese sido menos incómodo de responder e incluso de pensar.
— La verdad, no sabría decirte si es mejor que tú ya que no eres alguien que esté detrás de muchas mujeres y hombres. Es algo complejo.
Changkyun hizo retumbar su oscura y potente voz a través del extenso lugar, giró a verlo de golpe con una queja alojada en el rostro— ¿ah? ¿Quién es ese chico malo? ¿Acaso no me lo dirás?
— por su puesto que no te lo diré. Tiene muy mal humor, es alguien que no tiene mucha paciencia para las personas que siente molestas, pero, bueno, también es muy amable y sabio en sus palabras.
— veo que lo conoces bien.
— incluso yo me quedó impresionado. —
Vio un punto fijo en el agua que se movía en pequeñas olas debido al viento, agachó la vista sintiendose afligido y rodeó sus piernas con sus largos brazos — Changkyun... — le llamó
— mmh...
— ¿Está mal que me guste alguien más, Chang?
El pelinegro frunció el ceño al pensar que era una pregunta que ni siquiera debía ser formulada — ¿por qué debería? — cuestionó con voz profunda — anda, lanza lejos todos esos pensamientos negativos acerca de tí. Mira, pienso que tú mereces esta vida y la otra, eres demasiado bueno para este mundo, tonto, así que no tienes por qué preguntar eso. En cuanto a ese chico malo, dile que si no se vuelve serio contigo pronto, entonces yo seré quién te rapte y te lleve lejos. Lo juro.
el castaño sintió la seriedad de las palabras que estaban ocultas entre el humor negro que sabía usar constantemente Changkyun al hablar y la faceta determinada que predominaba en su personalidad; sin pensarlo mucho más, dejó salir sus lágrimas ya cansado de tanto retenerlas.
— Lo siento, no puedo hacer nada bien — sollozó y se sintió avergonzado de tener que depender siempre de otros, de no ser fuerte; eran tantas cosas... — sé lo que significa esto para tí y aún así estoy contándote todo esto. Lo siento en serio.
— Por favor, no llores tonto, lo hago porque quiero; no hay ningún problema. Te lo dije el día que me rechazaste, que no importa qué yo estaré siempre ahí para apoyarte, siempre. — Changkyun abrazó a Hyungwon dando golpecitos en su espalda y dejaba que sacara todo lo que tenía adentro. Ese lindo chico le había gustado tanto desde la primera vez que lo había conocido, pero este nunca había tenido ojos para él y ahora le quedaba claro que jamás los iba a tener; aún siendo así, estaba decidido a no separarse jamás, sólo porque lo amaba de verdad y ayudarlo a estar bien lo sentía como su deber.
* * *
— ¡Oppa! ¿dónde estabas? Necesito que por favor me ayudes a mover estas cajas que están un poco pesadas y...
— Sunny, creo que deberías decirle a alguien más de ayudarte en lo que sea que necesites. A Changmin por ejemplo, se le nota por encima que te desea, estarías mucho mejor con él que conmigo. Por ahora vete, quiero estar solo. — Hoseok estaba tan falto de paciencia en esos momentos, que ni siquiera le importó guardar un buen trato. La mujer que estaba más que impresionada por el comportamiento del pelinegro y debía aceptar que verlo enojado de la nada le helaba los huesos; jamás lo esperó.
— p-p-pero ¡oppa! Dime qué sucede, yo puedo ayudarte.
— ayúdame dejándome solo entonces.
La chica se alejó bastante anonadada mientras veía el malhumor del pelinegro aumentar, este tomó el hacha que descansaba sobre un tronco y comenzó a cortar la leña con mayor fuerza de la requerida, se quitó la camisa al sentir el calor extremo ir en ascenso y siguió en su ardua labor de descargar todo su enojo y frustración. Varios de los que que estaban cerca, tanto hombres como mujeres, merodeaban para admirar el esculpido cuerpo del asistente del castaño, mientras que otros simplemente murmuraban lo sexy que era y mordían sus labios en señal de deseo, incluso habían otros que le daban un diez a los gustos de Hyungwon por haber escogido a tan candente amante.
Hoseok estaba totalmente concentrado en lo que hacía, no obstante, todo se fue al traste cuando de uno de los caminos que daban al bosque fue saliendo Hyungwon junto a Changkyun, iban sonrientes y llenos de juventud humana; movió su quijada como pensando el algo y de repente, muy disimuladamente, chasqueó sus dedos y a lo lejos se pudo ver como el peliazabache tropezaba con un trozo de madera y se iba de cara al suelo. El hado rio en su interior, pero eso no le quitaba todo el coraje y la rabia que estaba sintiendo de manera inexplicable.
Flashback: Primera Parte.
— Hoseok-ssi, es una persona muy activa y ha estado atento de que todo esté saliendo bien, por favor recuérdeme hablar con el presidente para darle un aumento de sueldo.
— claro Changmin-¿Sumbaenim? Ammm, sí. — el peli negro simplemente a poco a poco y dio la vuelta en cuanto este escuchó que lo llamaban por otro lado. Desde que había salido de la casa junto a Hyungwon no había hecho más que vigilarlo y ayudarlo a que sus vacaciones fueran las más agradables y las mejores que hubiese tenido; se había propuesto a que le ayudaría a mejorar sus relaciones con las personas y así pudiera hacer más amigos, además de los cuantos que ya había conseguido por su cuenta. O mejor dicho, por cuenta de Hyunwoo.
El día que llegaron al campamento, todos los empleados bufaron molestos pues habían sido completamente engañados por Changmin, silbaron en protesta y tiraron sus maletas al suelo cuando vieron la serie de cabañas que estaban frente a ellos; la vista era como estar en el mismísimo campamento del terror, todo estaba chueco y desgastado, incluso el celador del lugar daba horror pues los sorprendió al llegar a ellos de manera imprevista.
— buenos días ¿en qué les puede ayudar este noble anciano?
todos cubrieron sus narices e hicieron gestos de desagrado ya que aquel viejo decrépito olía a alcohol añejo, inclusive más que una mismísima licorería. Todos estaban ocupados en ello a excepción de Hoseok, quien parecía buscar algo... O alguien.
— hyung — dijo en un murmullo Hyungwon para no llamar la atención — ¿qué estás buscando?
— hay un ser mágico cerca, pero no logro distinguir dónde exactamente. Es raro, creo que me está afectando un poco el estar demasiado tiempo en la tierra.
Hyungwon lo miró curioso y comenzó también a buscar por todos lados, pero solo veía a sus compañeros de trabajo, al personal del canal y al amable anciano que les estaba ayudando a ubicarlos en las rústicas cabañas; en medio de la repartición de lugares, Hyungwon fue arrastrado por Minhyuk y Hoseok por Sunny. El menor al ver como Hoseok se iba con la chica atrevida se molestó demasiado y no agradeció en lo absoluto el que Minhyuk lo hubiera separado de su hado.
— Hyungwon, amigo, si quieres puedes quedarte con nosotros así no te sentirás incomodo usando la misma cabaña con cualquiera — Minhyuk le ofreció muy cordialmente al castaño un espacio junto a el y Jooheon, pues sabía lo difícil que era para el castaño el entablar una relación con alguien que no fuera con los que acostumbraba a hablar, y esa lista sólo se reducía a cuatro personas y de esas cuatro una ya estaba descartada. El más alto sonrió y miró a Jooheon que, aunque trataba de sonreír para parecer estar de acuerdo con la decisión de su esposo, era claro que quería también poder tener un momento de intimidad; Hyungwon lo entendió perfectamente y habló.
— Min, no tienes que preocuparte, me adaptare perfectamente a la persona con la que me toque alojarme; además es injusto que a Jooheon le toque dormir en el suelo. — remató diciendo y sonrió con algo de picardia.
— ¿ah? — Jooheon lucia desconcertado y creyó haberse perdido en el hilo de la conversación — ¿pretendías hacerme dormir en el suelo y dormir con mi esposo en la cama acaso?
— ¿no podría? Pienso que habría sido divertido. — el castaño río ante su propio comentario mientras que los otros dos se quedaron pasmados, pues aquellas palabras que había dicho eran totalmente nuevas en el vocabulario de Hyungwon; miraron atrás del castaño, revisando que no hubiera sido alguien más que había dicho aquello, nuevamente abrieron los ojos y confirmaron que había sido el sonriente Chae Hyungwon quien estaba mucho más suelto en sus acciones.
él de verdad había hecho aquel comentario tan poco usual.
— ¿Qué te ha hecho? ¿Cuánto puede cambiar una persona a otra? Oh, por Dios... — Jooheon llevó ambas manos a su rostro y miraba a su amigo sin poder creelo todavía.
— ¿a qué te refieres? — preguntó curioso el Hyungwon— ¿sucede algo?
— Nada, Won, ve y consigue una cabaña antes de que tengas que quedarte junto a Changmin. Si no te gusta la persona con la que te alojarás, entonces puedes volver, yo me aseguraré de buscarte un lugar — dijo Minhyuk un poco nervioso y golpeando con su codo las costillas del hablador de Jooheon.
— está bien. Me iré entonces, nós vemos para la cena.
El presentador se fue mirando de un lado a otro por un lugar donde quedarse y apenas estuvo lo suficientemente lejos, el rubio se desinfló quejándose del dolor — Auch... — soltó Jooheon después de tanto reprimir su quejido — Eso dolió. Y ya quita esa cara, pareciera que te hubiesen gustado las palabras de Hyungwon.
— Bueno... Honey, la verdad es que su voz sonó muy tentadora y atractiva.
— ¿quieres que te dé un castigo? Ven para acá. Tú eres mi esposo, ningún lindo presentador te arrebatara de mi lado — Jooheon cargó a Minhyuk haciendo que rodeada su cintura con sus piernas y su cuello con sus brazos, le agarró el trasero y entraron a su cabaña mientras reían y se divertían.
El castaño anduvo por cada cabaña, más sin embargo todas estas parecían tener las parejas ya establecidas, se asombraba lo poco que conocía al personal del canal ya que no hablaba con muchísimos de los que habían asistido al dichoso viaje de descanso. Se preguntó por la persona que sería el compañero de su hado, pero de inmediato un extraño mal humor apareció; maldijo bajo y bufó cansado al ver que no hallaba donde quedarse, además de no ver a su hado por ningún lado tampoco. por un momento pensó en devolverse a la cabaña donde descansaba Minhyuk y Jooheon, hasta que sintió un dedo tocar su hombro.
— ey muchachito, si quieres, hay una cabaña que está a algunos metros de aquí; es para una persona. Está algo gastada, pero es cómoda.
Por supuesto que Hyungwon se alegró de oír esas palabras, estaba completamente feliz de haber encontrado un lugar donde descansar al menos y no todo estaba resultando tan mal después de todo; quizá no había logrado mantener a Hoseok lejos de las garras de Sunny, pero al menos iba a descansar en un lugar, solo, sin necesidad de verlos por ahí dándose quién sabe cuanto amor.
Una vez estuvo en frente de la cabaña se preguntó si había sido buena idea ir a aquel lugar, pues ciertamente tenía una apariencia peor que el resto de cabañas y los avechuchos que la sobrevolaban no ayudaban a un ambiente nada agradable; rendido totalmente a la idea, miró en dirección al anciano, pero este ya no estaba, lo buscó con la mirada por todos lados sin ningún resultado positivo, por lo que simplemente decidió continuar y entrar por si solo al horrible lugar.
la puerta rechino como nunca al abrirla, dándole ese toque sombrío y aterrador a la escena, más sin embargo continuó adentrándose y pudo descubrir que el interior no se comparaba para nada con la apariencia de afuera, porque en realidad era totalmente agradable; el lugar se componía de un comedor y una cocina, además de una habitación en la que había una cama doble que permanecía perfectamente tendida con sábanas blancas, también había un tocador de madera, antiguo y muy lindo, que hacía juego con la gran cama; las cortinas eran color beige y tenía su propio baño. No era perfecta, era perfectisima y se preguntaba cómo era que nunca se le había ocurrido viajar y estar en un lugar así.
Cansado dejó sus maletas a un lado del comedor que decoraba parte de la gran sala y corrió hacia la cama y se lanzó sobre ella, cerró sus ojos y dejó salir un gran suspiro que indicaba que al fin estaba descansando; aunque la incomodidad de no saber donde se encontraba su hado estaba comenzando a molestarle de nuevo. En sus intentos por calmar su agitado corazón, oyó como la puerta de la cabaña era abierta, se asustó, pero luego pensó en que tal vez era alguno de los chicos queriendo saber si estaba bien; Hyungwon salió de la habitación y cuando se disponía a decir algo, sus palabras fueron detenidas por la impresión que le causaba ver a la persona que estaba en frente suyo.
— hyung...
— ¿mocoso? ¿Qué haces aquí? — su pregunta había sido genuina, su expresión sustentaba todo el asombro, aunque hubiese sido por simples segundos antes de que hubiese cobrado de nuevo una expresión seria e inquebrantable.
— yo, Bueno, pues el anciano-yo-
— aaissh tonto anciano, me dijo que la cabaña estaría sola. No me digas que tú también tienes compañero — lanzó un quejido y de repente simplemente comenzó a discutir solo — diablos debí haber aceptado el quedarme con Park cuando me lo propuso.
— ¡no! Yo-estoy solo. Si quieres- si quieres puedes quedarte conmigo. Ya sabes, aquí... — el pelinegro vio el nerviosismo que gobernaba el cuerpo del castaño, incluso pudo sentirlo, así que bajó sus maletas y lo miró directamente.
— ¿De verdad puedo ser tu pareja? — preguntó rendido y comenzó a ir hacia adentro sintiendose muchísimo más familiarizado e incluso tranquilo. — a decir verdad no hay nadie más con quien me sienta cómodo, tal vez por eso busque algo retirado del resto. Quizá tenías razón cuando dijiste de no venir, es más difícil estar fuera de casa.
— yo-claro, hyung. Pero...
—¿pero? — se detuvo y lo miró — ¿Qué sucede?.
— sólo hay una cama.
— Mmmm, bueno. Será difícil, pero supongo que eso tiene solución — a decir verdad, el castaño celebraba internamente y en grande el que su hado estuviera en la misma cabaña, ahora no sólo amaba a aquel mal oliente anciano, sino que también lo idolatraba y le estaba sumamente agradecido por haberlo juntado con la persona que más deseaba estar.
— ¿cuál es esa solución, hyung? — su voz sonó esperanzada más que cualquier cosa, lo miró con ojos soñadores y esperó por sus siguientes palabras.
— por supuesto que tú dormirás en el suelo y yo en la cama — Hyungwon abrió los ojos como si hubiese recibido un impacto real y vio que su hado soltó las maletas y comenzaba a caminar muy rápido hacia la cama doble; sin dejar que el pelinegro avanzara, el menor tomó del brazo a Hoseok y lo frenó al instante, comenzó a correr también tomando la ventaja porque definitivamente no iba a permitir que su hado se aprovechara de la situación.
* * *
— hyung.
— mmmh, dime — el hado respondió al llamado de su custodio mientras acomodaba sus cosas y organizaba su cama improvisada en el suelo.
— ¿ustedes en Sujulandia nunca se enamoran? — al escuchar su pregunta se detuvo de golpe y frunció un poco el ceño, la verdad no esperaba tener que responder algo como aquello y es que le era realmente complicado en el momento. Le daba la espalda, así que se giró para verlo al rostro encontrando solamente razones y motivos suficientes para callar su boca y no decir nada innecesario; solamente volvió a darle la espalda regresando a lo suyo.
— ¿y a qué viene esa repentina pregunta?
— solo se me ocurrió... — dijo dándose la vuelta sobre la cama y quedando con su panza sobre la misma, miró la ancha espalda de su hado que seguía con la labor de organizar sus cosas.
— eres muy curioso, ese es tu problema — parecía más un regaño que un buen halago, Hyungwon absorbió su labio superior y esperó que al menos le respondiera algo más — claro que los seres mágicos se enamoran ¿qué ser no? Si cupido se encarga de flechar a todos los seres del universo. Eso es obvio.
— ¿el también es un hado?
— sí, es un hado de clase superior; es incluso más poderoso que yo, ya que en mí no está el brindar a nadie tales cosas como el amor o sentimientos semejantes. Mi magia es fuerte, pero no tanto.
— vaya, que increíble. Sabes, hyung, me gustaría poder saber sobre mi destino, creo que por eso comencé a desear conocer el amor verdadero. — Hoseok detuvo todo movimiento por un momento, miró hacia el frente y se sintió perturbando por las palabras de Hyungwon; le era inconcebible que fuera el destino de aquél chico y le pesaba no poder decirle nada al respecto. Sólo le queda una opción clara y esa era enviarlo con Hyunwoo, aunque supiera que estaba mal.
— me siento raro de repente, hyung... Creo que iré a tomar aire.
— mmmhh, claro, ve...
El pelinegro esperó a que Hyungwon saliera por completo de la cabaña y luego tomó sus pastillas, descansó en su cama improvisada y miró al techo por un largo rato; aunque quisiera no tenía muchas opciones, porque o era dormir ahí, con su elegido, o era dormir con Sunny la cual ya empezaba a parecerle molesta con tanta atención que le daba. Un poco angustiado levantó su brazo y miró su mano, la abrió y luego la cerró, se preguntó si era algo muy malo, después de todo, convertirse en humano o por el contrario era algo que podría ser beneficioso; se hartó de pensar en ello y bajo su brazo sintiéndose exhausto, ya era más constante el tiempo el que su cuerpo sintiera sueño, sin contar con que estaba comenzando a sentirse débil.
así, poco a poco, fue quedándose dormido.
No supo realmente cuánto había pasado, pero Hoseok sintió a alguien levantarse de su lado y no le pareció extraña la idea de que hubiera sido su elegido, quien últimamente había adquirido la loca costumbre de verlo dormir cada vez que tenía la oportunidad; abrió los ojos poco a poco y lo vio caminando hacia afuera de la habitación, sonrió al ver su contorno y su cuerpo que a pesar de ser más alto que él no le veía ningún problema, al contrario, se le hacia de lo más atractivo. De repente borró su sonrisa al darse cuenta de tal alegría tan extraña en su corazón.
-«no está bien sentir esto, Hoseok, vuelve a la realidad» sólo salió de la cama y se estiró como si nada— Mocoso ¿Qué hora es?
— ¡hyung! Despertaste. Ya es de noche, es raro en tí, pero te haz quedado dormido por un largo tiempo. Te traje la cena.
— ¿y esas velas? ¿Que acaso quieres darme la noche de mi vida? — sonrió con suficiencia y Hyungwon sólo negó con la cabeza.
— no hyung, es que no hay luz en la cabaña.
— maldito anciano, solamente nós estafó... — Hoseok iba a chasquear sus dedos para arreglar el problema de la luz, cuando fue detenido por Hyungwon.
— ¡espera! Pienso que así es mejor, me gusta. Me siento mejor en este ambiente.
— como sea. — Hoseok caminó hacía la mesa donde descansaba su comida, la devoró en instantes y luego se dispuso a lavar los trastes; mientras lo hacía sintió que el menor le estaba observando y una risita salió de su boca..
— ¿Qué? ¿Por qué te me quedas viendo de nuevo? — dijo burlesco, pero comprensivo — ¿Ahora de qué tienes curiosidad?
— yo-hyung-tú...
— ya deja de tartamudear y dilo de una vez chiquillo.
El menor estaba realmente dispuesto a hacer algo para conquistar a su hado, se lo había propuesto antes de viajar, y, aunque no había trazado un plan maestro como seguro había hecho la lela de Sunny, al menos intentaría hacer algo.
— hyung, ¿nunca te has enamorado de alguien hasta el punto de sentir que estás conectado con esa persona? ¿Nunca te has sacrificado por amor o sentido que esa persona a la que amas es única y que no puede haber alguien más como esa sola persona? — Hyungwon hizo una pausa y observó al cuerpo que seguía apacible a pesar de sus preguntas — ¿O siempre has sido así?
— ¿cómo? — preguntó Hoseok rompiendo el silencio que se posó entre los dos por segundos. Afuera el único ruido que había era el de los saltamontes y el del viento que golpeaba las insistentes ramas, la luz tenue de las velas hacia que las pecas del castaño apenas y se vislumbraran, y el pelinegro permanecía ahí, junto al fregadero, esperando por una respuesta que trajera algo de claridad a todo lo que había preguntado con anterioridad el menor.
— alguien cerrado al amor... Nunca te he escuchado hablar de tus amigos, tu familia o alguien en especial; además, siempre hablas de mí y Shownu como si lo que sucediera entre nosotros fuera tan sencillo. Si puedo ser sincero contigo, es frustrante. — el castaño hablaba muy serio; todo lo que decía le salía del corazón y de la tanta curiosidad que sentía por su hado y su personalidad. quería poder conocerlo y así sentirse más cercano sin necesidad de comportarse como lo hacía Sunny.
El mayor cerró los ojos algo perturbado y sonrío, el menor definitivamente tenía algo que siempre lo hacía sentir al borde de algún tipo de colapso; pero esta vez, con palabras certeras, había quitado el velo que cubría sus recuerdos. Se separó del fregadero y arrastrando sus pantuflas caminó hasta la mesa donde descansaba Hyungwon, y se sentó en frente.
— ¿cómo es que se te ocurren ese tipo de preguntas? Eres un chico insistente, Hyungwonnie.
el corazón del menor se detuvo por un momento y los ruidos de afuera ya no llegaban a sus oídos de manera normal, lo único en su mundo intangible era la voz de su hado llamándolo dulcemente mientras le sonreía como sabía hacerlo cuando estaba siendo sincero. Tragó saliva y bajó su mirada cuando la de su custodio chocó de frente con la suya, puso sus brazos sobre la gruesa mesa de madera y en ellos apoyó su frente mientras escondía su rostro; estaba tan feliz que no podía borrar la sonrisa de sus labios.
— No es que no crea en el amor, solo pienso que es complejo y problemático; sólo eso. Y sí tengo amigos, bueno, Amigo. Se llama Kihyun y es el rey de los Elfos y también de Sujulandia. Es mayor que yo y constantemente habló con él.
Hyungwon al escuchar la suave voz de Hoseok hablándole, levantó su cabeza por completo y curioso comenzó a escuchar lo que decía; después de todo no era costumbre oír tal seriedad en sus palabras, lo que lo hacía pensar que estaba abriendo su corazón.
— A decir verdad, si pienso en mi pasado, no era muy diferente de tí; nunca tuve amigos verdaderos pues todos me veían como alguien que era demasiado para ellos; era un hado con poderes similares a los de las hadas madrinas y ser un príncipe... Digamos que nunca fue mi intención serlo — se rio y Hyungwon hizo lo mismo — no fui
a la academia como normalmente debería ser y todo lo que sé lo aprendí por mi cuenta; el único que estuvo a mi lado a pesar de saber que no era alguien muy aceptado fue Kihyun, pero solo porque él es alguien quien realmente ama a todos los seres, no por nada fue nombrado el rey de Sujulandia.
Las palabras de Hoseok sonaron emocionadas y abrió los ojos inclusive mostrando lo mucho que admiraba al elfo.
— Cuando estuve lo suficientemente grande entendí que debía sentirme orgulloso de lo que era, de ser diferente a los demás; mientras habían hadas y hados que vivían una vida monótona y aburrida, yo estaba aprendiendo sobre otros seres y divirtiéndome con lo que hacía. Mama Kim siempre me regañaba porque mi forma de aprender, era ¿como decirlo sin que te sonrojes? — el castaño llevo una mano a su nuca y lo frotó incómodo; ya sabía a lo que se refería su hado, después de todo y no por nada, al mayor le resultaba muy fácil seducir o convencer a cualquier persona.
— no te preocupes, creo saberlo... ¿Mama Kim es tu mamá?
— oh no, no, ella es una vieja hada parlanchina que constantemente le gusta estar echando chistes de muy mal gusto; tiene un pésimo sentido del humor, pero eso solo es porque fue el hada madrina de un juez demasiado amargado...
— ya veo, suena realmente encantadora... — de verdad la creyó siendo una señora muy cálida, se la imagina y sonreía en el proceso.
— y lo es, es una anciana muy amable y siempre me regala de su ambrosía, que no sé, pero juro es la más deliciosa de todo el reino de Sujulandia.
— ¿ambrosía? ¿Es lo que comen los seres mágicos?
— sí y es dulce y muy suave. Algo que realmente extraño un poco.
Hyungwon entendió el por qué del sabor de los besos de Hoseok, por algún tiempo había cargado con la curiosidad y el saberlo ahora le hacía pensar que la vida en Sujulandia era algo divertida; pero no solo de eso se dió cuenta, sino también de como se sentía el mayor con respecto a su mundo y lo mucho que parecía extrañarlo.
— ¿los extrañas? ¿Extrañas tu mundo?
— ¿extrañalos? — Hoseok apoyó su espalda en el asiento de madera y llevó un dedo índice a su barbilla mientras mostraba en su rostro indicios de estar pensando en la respuesta..... — nop, no tanto, estar en la tierra me ha servido para cambiar de ambiente y aprender mucho más; seguro cuando vuelva seré mucho más popular de lo que soy ahora. Claro, una vez y cumpla con mi misión. — el pelinegro agregó la última parte en un apuro por desvanecer el rostro preocupado del menor, estaba comenzando a angustiarse tal vez por sus descuidadas palabras acerca de volver a Sujulandia.
— Yo, creo que me enamoré de Hyunwoo sin siquiera saberlo — Hyungwon rompió la incómoda intervención del mayor con sus palabras — era demasiado joven e íbamos a la misma clase. A pesar de que era muy famoso en la escuela, sólo fue a él a quién podía ver con claridad y así fue hasta la universidad; al final sus padres intuyeron lo que sucedía con mis sentimientos y decidieron separarlo de mi lado, lo obligaron a estudiar una carrera muy diferente a lo que el quería y luego lo nombraron presidente del canal y aún así Hyunwoo seguía comunicándose conmigo, hasta que me pidió trabajar en el canal. Para ese entonces yo había recibido una muy buena oferta de un canal muy importante en Estados Unidos, pero la rechacé porque realmente lo amaba, era él y nadie más... — «hasta ahora...» pensó Hyungwon mientras veía a Hoseok
— Eres afortunado muchacho, has sabido lo que es amar; aunque no quiera admitirlo, eres alguien que es mucho mejor que yo y eso ya es demasiado. — el hado reía, pero en su interior sintió algo de envidia por la suerte que tenía el semental al tener el amor de Hyungwon. Sintiéndose un poco desafortunado por ello, levantó su mano y la llevó a la cabellera castaña del menor y revolvió sus cabellos. — eres alguien muy especial Hyungwonnie, de verdad el semental es muy afortunado de tenerte. — sin decir nada más se levantó y fue hacia la habitación. Hyungwon quien revoloteaba de la alegría por haber hablado de forma normal con el mayor, se preguntaba si sería apropiado decirle la verdad, que no era Hyunwoo al que amaba ya y que sus sentimientos y su todo estaba ahora junto a él, junto a su hado...
Era más difícil que eso.
Fin del Flashback
* * *
[...] Hoseok caminó hacia el grupo de amigos que se encontraba compartiendo, entre ellos estaba Hyungwon, quién reía muy alegre junto a Changkyun y se preguntó en serio sobre las razones por las cuales reía de esa manera cuando antes a penas y sonreía; seguro y el pelinegro era mucho más gracioso de lo que parecía — idiota... — soltó como un bufido mientras se acercaba y miraba fijamente al castaño que disfrutaba del momento.
— Ey, Hyungwon, necesito que me ayudes con algo. — el menor se sobresaltó y miró hacia donde estaba el mayor llamándole de manera contundente y fría.
— Hoseok...
— sé que estamos fuera del trabajo, pero eso no te da derecho a hablarle a Hyungwon de esa manera tan irrespetuosa ¿por qué no has usado el honorífico? — Changkyun lo miró con seriedad mientras lo regañaba, esperando que aprendiera la lección, no obstante, Hoseok ignoró las palabras del peliazabache por completo y con sus dedos le indicó al menor que lo siguiera, sólo para después caminar hacia la parte trasera de las cabañas. Hyungwon, quien no entendía ni un céntimo el por qué su hado estaba tan de mal humor, tranquilizó a Changkyun, después se levantó y siguió a Hoseok hasta llegar a donde se encontraba.
— Dime con quién tengo que ayudarte a estar y no me hagas perder mi maldito tiempo...— reclamó Hoseok apenas sintió llegar al menor, estaba furioso de repente y sólo sentía que quería partir todo.
— No entiendo, hyung ¿De qué estás hablando?
— ¿acaso crees que soy tonto? — le reclamó muy falto de paciencia — He visto como has estado divirtiéndote con ese amigo tuyo, Changkyun ¡Así que decídete de una maldita vez y deja de estar como un estúpido haciendome perder el tiempo en tonterías! — Hyungwon se quedó en una sola pieza al escuchar las palabras extremadamente duras que provenían de la boca de su custodio; no dijo nada y sólo se limitó a ver como Hoseok se iba del lugar altamente enojado.
De repente, como si fuera un cuento al que le falta una extensa parte, Hyungwon no era consciente siquiera que había hecho mal, lo único que sí era cierto, es que no quería estar así con Hoseok y menos cuando sentía que había logrado acortar la distancia entre los dos.
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HI.
Espero que disfruten de este otro capitulo que les traigo con tanto cariño.
Ya saben, si encuentran algún error que merezca ser corrigido, entonces no duden en comentar o enviar un menaje y to trataré de arreglarlo como pueda.
Gracias a todas!
Stream Middle Of the night, por favor. 💕
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