Capítulo 6: EL PENSADERO
Advertencia: Capítulo más largo que los previos. Recomiendo ir por café.
"La memoria es el diario que todos cargamos con nosotros"
- Oscar Wilde
"¿Estás seguro de que esto es una buena idea?", preguntó Hermione, sosteniendo el pequeño frasco entre sus dedos, mientras Harry Potter acomodaba el pensadero que había traído desde quien sabía donde.
Crookshanks los observaba desde el sofá, con una mirada de poco convencimiento, añadiendo más dramatismo a la escena.
"Estoy muy seguro, Hermione", expuso su amigo, hincado junto a la mesa de centro, observando el plateado líquido al interior de la vasija de piedra estabilizarse. "Y además estoy encantado con la idea. Tan seguro y encantado que creo que es la mejor idea que he tenido en años", se golpeó las palmas una con otra para limpiar el polvo. "Y ya sabemos como han terminado muchas de mis buenas ideas, ¿no?" Una triste sonrisa se dibujó en sus labios, mientras clavaba sus ojos verdes en ella. "Por eso estoy aquí. Para que me digas si realmente es una buena idea".
Hermione apretó su labio entre los dientes, conteniendo su ansiedad.
Saber que el recuerdo que Harry quería ver provenía de Peter Pettegrew, un mortífago cuyo nombre era sinónimo de traición y engaño, no la alentaba demasiado a meter su cabeza en el pensadero.
El hombre había desaparecido poco antes del fin de la guerra, sin dejar rastros. Algunos relatos lo señalaban como el asesino de Alecto Carrow, lo que habría explicado su fuga. Quedarse a soportar la venganza de Amycus, tras matar a su melliza, resultaba estúpido, y Peter era cobarde, traidor y embustero. Pero no idiota.
Otros, decían que fue cómplice de Malfoy en el secuestro y retención de ella y sus amigos. Pero eso dejaba aún más interrogantes sin respuesta.
Al final lo habían dado por muerto. Lo que, claramente, había sido un error.
"Peter insiste en que esto demuestra que te ayudó a ti y a los demás a escapar", siguió Harry. "Quiere que lo ayudemos a conseguir una condena justa, a cambio de entregarnos más recuerdos y su colaboración para entender qué ocurría al interior de los Mortífagos".
"¿Por qué ahora?"
"Según él, por miedo. Piensa que si va a parar a Azkaban, sus antiguos compañeros no tendrán piedad. Por eso quiere nuestra ayuda para evitar la prisión".
"La ha evitado bastante bien hasta ahora".
"Supongo que vivir transformado en una rata ya no es atractivo".
"Lleva toda una vida haciéndolo", recordó Hermione. Harry inspiró profundamente.
"Tal vez por eso mismo, Hermione".
La chica se mordió la mejilla por dentro, volcando su atención en el frasco entre sus manos. Ya había utilizado todos los hechizos que conocía para descartar magia oscura o alguna maldición al interior de este. Pero aún así...
"Además...", siguió Harry, "Podría ser una oportunidad para que sepamos qué pasó realmente".
"No recordar fue tu elección, Granger", hicieron eco las palabras en su cabeza.
"Y si...", titubeó Hermione, "¿Y si recordar solo genera más problemas?".
Harry ajustó sus gafas sin dejar de mirarla, antes de sacar algo de su bolsillo.
"Hay algo que no te he dicho", expuso, colocando una brillante moneda sobre la mesa.
Incluso antes de cogerla entres sus dedos, Hermione tuvo la extraña sensación de conocerla bien.
"¡Nimphadora!", había gritado él, antes de desplomarse en el piso, su rubio cabello empapado en sangre.
"Nimphadora", repitió el nombre del recuerdo, esta vez transformándolo en sonido.
"¿Lo sabías?", preguntó Harry, con el asombro claro en su expresión, mientras Hermione intentaba romper el muro que bloqueaba su memoria.
La amplia habitación de techos altos, las cortinas de terciopelo verde, los libros sobre el mármol, la puerta abriéndose de golpe y él lanzándole la moneda antes de desplomarse sobre el piso. El vidrio crujiendo bajo sus pies, fríos dedos recorriendo su rodilla y la sensación vertiginosa de querer más que ese toque...
"Recuerdo... Recuerdo a Malfoy lanzándome una moneda igual a esta y gritándome el nombre de Tonks."
"Malfoy. ¡Sabía que era él! ¡Lo sabía!", exclamó Harry, con cierta satisfacción en su rostro. "Esto nos puede ayudar a demostrarlo, Hermione".
"No sé si entiendo bien lo que quieres demostrar...", susurró ella, notando como el muro volvía a tomar posición en sus recuerdos, impidiéndole acceder a nada más.
" Hace poco te confesé que fue Narcissa quien me indicó donde encontrar a Tonks cuando la rescatamos, ¿recuerdas?"
"Si. Y te hizo prometer que ayudarías a su hijo a cambio. Lo recuerdo". Era la confesión que hizo a ella unos meses atrás para explicar por qué necesitaba su apoyo para salvar a Malfoy de su condena.
"Fue después de eso que Tonks comenzó a ser especialmente brillante en organizar rescates, ¿no?"
"Es verdad".
"Cada vez estoy más convencido de que Narcissa no estaba preocupada por lo que pasara con Malfoy al finalizar la guerra, Hermione, sino con lo que pudiera pasar si la orden lo traicionaba. Debió estar al tanto de que era un espía para nosotros. Tal vez fue él quien rescató a Tonks y Narcissa solo hizo el contacto para encubrirlo. Entre más lo pienso..."
"Y entonces, ¿por qué matar a Tonks?", preguntó Hermione.
"Esa es la versión de Mulciber, pero su declaración no da muchos detalles", siguió Harry. "Tal vez solo dijo lo que le pidieron para que lo dejaran en paz. No sería la primera vez."
Por un largo instante, no hicieron más que mirarse, mientras Hermione daba vueltas la moneda entre sus dedos.
"Hermione...", interrumpió Harry al fin. "Creo que debemos ver ese recuerdo".
Y esta vez, ella asintió.
***
La habitación en torno a ellos pareció dar infinitas vueltas antes de sentirse succionada por el líquido transparente y detenerse en un amplio pasillo con piso de mármol. Rodeando este, por un lado, había altas paredes de piedra tallada, y por el otro, una baranda de marfil con incrustaciones brillantes de algún material mágico que parecía flotar como hojas en un estanque. El techo era una cúpula imponente que representaba distintas constelaciones sobre un fondo negro, lo que obligó a Hermione a girarse para apreciar la majestuosidad de todo a su alrededor. Fue en ese momento, cuando sintió la mano de Harry sobre su hombro, que recordó el pensadero y el por qué estaban ahí.
Al fondo del pasillo, un gran ventanal daba paso a un bosque infinito. Junto a este, y acurrucado entre la cortina y la puerta, un pequeño hombre se mordía las uñas nerviosamente, con la mirada fija en sus zapatos.
"Pettigrew", susurró Harry junto a ella, que debió recordarse a sí misma que nadie más podía oírlos.
"¿Dónde estamos?", preguntó Hermione.
"No estoy seguro, pero, creo que es alguna parte de la Mansión de los Malfoy", explicó Harry, haciendo un gesto hacia la ornamentada letra "M" que parecía sobresalir de las paredes de piedra.
Hermione comenzó a caminar, lentamente, seguida de su amigo, hasta posicionarse a escasos centímetros de Peter y lo suficientemente cerca de la puerta que había junto a él para percibir el rojo resplandor de la maldición que escapaba por las rendijas y el ruido de golpes y quejidos provenientes del interior.
Pero fue el grito entrecortado que rasgó el aire, contagiando con su angustia la atmósfera, el que hizo a Pettegrew llevar sus temblorosas manos a los oídos y apretar los ojos con fuerza. Hermione, por reflejo, se inclinó hasta la puerta para abrirla, sin que esta respondiera.
"No podrás cambiar nada, Hermione", le susurró Harry. "Es solo un recuerdo".
Un nuevo resplandor, seguido de otro grito, provocó un sobresalto en Peter. Instintivamente, intensificó el agarre sobre sus oídos, pero luego, con temblorosos dedos, hurgó en el interior de su capa hasta extraer una pequeña daga. En el mango, se advertían incrustaciones de rubí.
El arma tembló en sus manos por unos segundos, sin que sus pequeños ojos dejaran de contemplar su filo, en busca de una determinación que no parecía encontrar.
"¿Qué mierda está pasando ahí dentro?", llegó la fría voz a sus espaldas, provocando tal pavor en el hombre, que la daga se resbaló por entre sus dedos, hasta caer en un estridente ruido contra el piso de mármol.
El recién llegado era alto e imponente, con fríos ojos negros y el cabello oscuro, cayendo en grasientas cascadas a cada lado de su rostro. Hermione lo recordaba bien como el verdugo encargado de dar muerte a Buckbeak.
"Ma, Ma... Macnair", titubeó Peter, y su cuerpo pareció encogerse aún más.
Un nuevo grito y el ruido de vidrio al romperse llamó la atención del mortígago, lo suficiente para perder su interés en Peter y empujar la puerta para ingresar a la habitación, donde las limitaciones del recuerdo impidieron a Hermione seguirlo. Y se quedó ahí, impotente y de pie, junto a un hombre que se abrazaba a sí mismo, con el temor pintado en su rostro.
"¡Baja tu puta varita, Rabastan!", oyó gritar al verdugo.
El ruido de cristales rotos, de un cuerpo que golpeaba el piso y las risas de Rabastan, evocaron una sucesión de escenas imaginadas en la mente de Hermione que parecían oscuras diapositivas de un escenario macabro, al que no lograba dar forma. No realmente.
Una patada en la puerta la hizo ceder desde adentro, mientras la figura de un hombre alto y delgado, vestido completamente de negro era arrojada hacia el suelo. Permaneció allí por unos instantes, apenas moviéndose, mientras hacía evidentes esfuerzos por ponerse de pie.
Su rubio cabello, humedecido y ensortijado, se pegaba a su frente a causa del sudor, mientras sus antebrazos intentaban encontrar la fuerza para sostenerlo y apretaba los labios para contener lo que fuera que amenazara con escapar por ellos.
" Eres un puto aguafiestas, Walden", oyó a Rabastan alegar con mofa por detrás de la puerta.
"El chico es de Bella, ¿o lo has olvidado?"
"He tenido cuidado de no estropearlo, ¿sabes? Solo un poco de dolor, para que se vaya acostumbrando a lo que viene".
Malfoy hizo un nuevo intento por incorporarse, pero esta vez, la daga de Peter, que seguía sobre el piso y a pocos centímetros de él mismo, pareció llamar su atención.
"¿Solo dolor?", preguntó Walden Macnair, ganándose una risa entrecortada por parte de Rabastan.
" Ya te he dicho que yo prefiero los coños". Hermione advirtió como los dedos de Malfoy avanzaban hacia la daga, bajo la atenta mirada de Peter, que parecía paralizado por el miedo. "Aunque...", siguió Rabastan, haciendo que los pasos del mortífago volvieran a detenerse. "Si me dejas ensayar un par de hechizos más, te lo puedo dejar un rato, para... jugar con él".
"¿Qué mierda intentas decir?", gritó el otro, con rabia contenida.
"¡Vamos! Te he visto mirarlo, Walden", susurró Rabastan, acercándose al fornido mortífago, que lo contemplaba con furia, inconsciente del modo en que Malfoy llevaba sus dedos hasta la daga. Sus grises ojos estaban fijos en Peter, mientras arrastraba lentamente la hoja hacia sí. El animago parecía tanto incapaz de reaccionar, como sin deseo de hacerlo. "Mientras no dejes marcas, nadie tiene por qué enterarse y esta puede ser tu única oportunidad, porque te aseguro que Bella no va a dejar mucho de él cuando se cobre", sonrió el moreno, lamiéndose los labios en un gesto obsceno, muy cerca de Macnair.
"Vuelve a sugerir algo así", dijo el hombre, con sus gruesas cejas fruncidas y las alas de sus narices muy abiertas, arrinconando a Rabastan contra el marco de la puerta, "y te arrancaré la puta verga".
Rabastan pareció comprender el peligro de provocar al verdugo, pues agachó levemente su cabeza y alzó los brazos en señal de disculpa. Aunque en sus labios se esbozaba una apretada sonrisa.
"Camina, chico", ordenó Macnair, alzando a Malfoy del piso y empujándolo hacia la pared, donde el rubio se detuvo unos segundos a recuperar el equilibrio, antes de echar a andar por el pasillo. Los ojos de Peter Pettegrew no dejaban de mirarlo, con sus labios entreabiertos y el pánico claro en su expresión.
"¡Qué mal, Colagusano!", susurró Rabastan, dándole palmaditas en el hombro con dramatismo, mientras negaba con la cabeza en una expresión de lástima. "Si hubieras custodiado mejor la puerta, te habría dejado tener tu turno con él. Siempre he pensado que las mujeres no son lo tuyo".
Pero Peter Pettigrew no dijo nada. A lo sumo, sus ojos azules dejaron de reflejar tanto miedo mientras se clavaban por última vez en los grises de Malfoy, antes de verlo desaparecer escaleras abajo, y la imagen comenzara a temblar.
****
Hermione salió del recuerdo mareada y confundida. Y asqueada.
La imagen no aclaraba nada respecto a la identidad del espía, como esperaba Harry. En su opinión, tampoco reflejaba un compromiso real por parte de Pettigrew de ayudar a nadie.
A lo sumo, indicaba que en algún momento de la guerra, Malfoy la había pasado realmente mal, aunque nada decía del motivo.
"¿Estás bien?", preguntó Harry, acomodando sus gafas sobre sus ojos y extendiendo a ella una mano para ayudarla a levantarse.
"La verdad...", comenzó, intentando ordenar sus pensamientos.
El cuchillo...
"¿De dónde sacó el cuchillo?"
De pronto, una intensa luz pareció estallar dentro de su cabeza, obligándola a llevar sus manos a sostenerla, por miedo a que pudiera explotar.
"¡Hermione!", oyó gritar a Harry, como si de un eco se tratara, mientras sentía los brazos del chico envolverla para evitar que cayera cuando sus rodillas se flectaron, incapaces de sostenerla, y las imágenes fueron tomando forma en su memoria.
Rabastan, Macnair, el cuchillo... "¿De dónde sacó el cuchillo?", había gritado Ron.
"Hermione", insistió Harry, muy cerca de su oído, pero ella era incapaz de responder.
MacLaggen, Carmichael, Ojos grises... "¿Dónde mierda está Weasley?"
El frío, el miedo, vidrios atravesando la piel de sus pies... Libros acumulados contra el piso.
Theo, Luna... Luna. Un rizo castaño ensortijandose en un dedo pálido. La risa de Luna.
Las ramas rasgándole la cara al correr. Tonks.
La culpa en los ojos de Ron.
El asco, la sangre... "No debiste volver a tocarme".
"Lo que quieras..."
"No seré gentil..."
Ojos grises... "Obliviate"
Ojos verdes. Los ojos de Harry... Harry.
"¡Hermione!", insistió, con la preocupación clara en su rostro, sosteniéndola por los hombros. "¿Qué ocurrió?"
"Fue Malfoy", susurró, convencida que al decirlo, Harry también comprendería todo. Pero la mirada de su amigo solo transmitía confusión. "Malfoy nos ayudó a escapar".
- Fin del Capítulo 6-
En el capítulo anterior dije que esta parte les iba a gustar. Ahora no estoy tan segura.
Más que atenta a sus impresiones.
Alex.
PS: Coincidencias con algunos elementos de "Manacled" de Senlinyu, no fueron intencionales. Pero puede que inspirara algunas partes.
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