Johnny lo intentó.

Intentó ser comprensivo y solidario con Sonya porque sabía lo importante que era la misión que había emprendido. Había luchado a su lado y arriesgó su vida muchas veces para asegurarse de que lo lograran. Él también quería un mundo mejor para que su hija creciera, pero eso no significaba que quisiera extrañarla mientras crecía.
Y él sabía que Sonya tampoco, pero ella sí. Le faltaban tantos hitos; Trató de grabarlos todos, pero en algunos de esos momentos solo había que estar allí para ver. Los primeros pasos de Cassie fueron grabados en la película, pero sus primeras palabras no. Había escuchado la decepción en la voz de Sonya cada vez que le había dicho por teléfono esa noche. Sus primeras palabras fueron "Papá".

Aunque trató de ser todo lo que Cassie necesitaba, sabía que todavía anhelaba a su madre. Las preguntas difíciles llegaron cuando su pequeña niña con nueve.

¿Por qué mamá no se queda en casa con nosotros?

Johnny había tratado de explicar con base a la moral y acciones el por qué Sonya decidió irse, pero se dio cuenta de que Cassie era demasiado joven para comprender que los horrores no eran solo en la televisión. Ella no lo había aceptado.Le había preguntado a Sonya cada vez que volvía a casa después de otra larga misión.

Poco después de eso, la lucha entre ellos había comenzado. Oh, ciertamente no pelearon frente a Cassie. Se aseguraron de que cualquier discusión continuara a puerta cerrada, pero Johnny no era tan tonto como para no ver que Cassie todavía podía oírlos. Sonya no creía que Johnny no hubiera hecho que Cassie hiciera esa pregunta; y Johnny arrojó cosas hirientes como resultado. Sus pensamientos y sentimientos se deterioraban cada vez que Sonya salía por esa puerta, sin ver la expresión abatida en el rostro de su hija, ya que su madre volvería a perderse otro partido de fútbol, todos salieron a la superficie. Lloró mientras ellos gritaba, le rogó que simplemente se tomara un descanso, aunque solo fuera por una semana, para que pudiera conocer a su hija. Una conversación telefónica una vez en una luna azul no fue suficiente. Cassie necesitaba a su madre.

Después de mucho más discutir, Sonya se había derrumbado. Ella solicitaría una semana libre en el trabajo. Johnny felizmente dejó que su hija absorbiera toda la atención de Sonya. La brillante sonrisa de su hija fue suficiente para atenuar el dolor que sentía cada vez que Sonya le daba el hombro frío hasta ese miércoles. Ese miércoles ella se dio la vuelta y le dijo que tenía razón.

Sonya admitió que sabía que Cassie necesitaba a su madre y que Johnny la necesitaba incluso si él nunca lo decía. Sus ojos llevaban bolsas que ninguna cantidad de maquillaje de sus hábiles artistas en el trabajo podía cubrir. Había dejado de tomar giras que lo alejaron por más de dos semanas, incluso si eso significaba una filmación rigurosa que lo dejó muerto de pie. Esa noche, la mano de Sonya en su mejilla se había sentido reconfortante, tan reconfortante que se había fundido con ella.

-Intentaré hacerlo mejor.- Ella lo había prometido.

Por un tiempo, lo hizo. Ella había llamado con más frecuencia y había hablado más tiempo con los dos. Cada vez que no ocurría una crisis, llegaba a casa antes en lugar de quedarse para terminar un informe que podía esperar hasta la mañana. Sonya lo había intentado. Johnny había podido decirlo, sin embargo, que el trabajo realmente nunca abandonó su mente. Se preocupaba constantemente y recibía llamadas telefónicas de ellos sin importar la hora en que llamaran. Peor aún, sabía que Cassie también podía verlo.

Sonya había podido seguir así durante dos meses. Y entonces, entró otra llamada; Esta vez de Raiden. Liu Kang y Kung Lao habían sido vistos. Necesitaba a Sonya y las Special Forces. Sonya se disculpó, se despidió de él y Cassie y se fue. Johnny había perdido el tono de alivio en su voz debajo de sus nervios y rabia.

Esa misión marcó el principio del fin. Sonya dejó de intentarlo. Se lanzó nuevamente a su misión una vez que se curó de tres costillas rotas y quemaduras en la sección media. Lamentablemente, también marcó el comienzo del fin de su matrimonio.

Sonya no le hablaría de lo que sucedió en esa misión. Ni siquiera consideraría tomarse un día libre, mucho menos una semana como antes. Cada vez que volvía a casa, si no optaba por dormir en la base, se derrumbaba en la cama después de un breve beso en la frente a Cassie. Podía sentir la distancia creciendo entre ellos como un dolor físico.

Nunca había cuestionado sus sentimientos por Sonya; pero no pudo evitar cuestionar los de ella. Sabía sin lugar a dudas que ella amaba a Cassie; ¿Pero a el? Él era el telón de fondo de su trabajo. Si hubiera una clasificación de nivel, sentía que estaría en la parte inferior.

Aguantó durante casi un mes antes de darse cuenta de que todos podían presenciar su dolor. Los ojos de Cassie estaban tristes cada vez que lo miraba, se podía distinguir dos lineas en sus mejillas por lo mucho que lloraba; Los labios de Vera se presionarían en una delgada línea mientras le intentaba otorgar a la niña el amor que no podía recibir de su madre; y Jax simplemente anunciaría su enfado en su mirada. Estaba lastimando a las personas que cuidaba. El factor decisivo llegaba cuando escuchaba a Cassie preguntarle a su madre si ella lo amaba.

Sonya había respondido que sí, pero a Johnny le había parecido vacío. Se había ahogado en el valle que ella había creado entre ellos. Saber que ella lo amaba todavía no era suficiente. A veces, el amor no era suficiente. Una relación necesitaba la comunicación de más de una persona para sobrevivir; y Sonya había estado ausente por mucho tiempo. No había visto su dolor, no había escuchado cuando él había tratado de hablar con ella sobre cómo se sentía, y no le había mostrado la más mínima señal de que todavía le importaba. La repentina atención que le mostró después de su conversación con Cassie (una conversación que Cassie de diez años nunca debería haber tenido con su madre) se sintió como lástima.

Pidió el divorcio. Ella firmó los papeles.

Johnny lloró por su hija, por sí mismo y por su matrimonio. Sabía que siempre la amaría. Este no fue como su primer matrimonio. Su amor por Sonya había sido real y más profundo que cualquier cosa que hubiera sentido antes. Rompió su corazón para dejar ir a Sonya; pero no podía dejar que su hija experimentara su miseria, su duda.

Sonya le había dado la casa y se había mudado a un apartamento cercano. Como el trabajo de Sonya era tan peligroso y con frecuencia estaba ausente de su casa, a Johnny se le había otorgado la custodia de Cassie. Sonya tendría visitas cada vez que quisiera. En cuanto a el divorcio, fue tanto el más doloroso como el más fácil que jamás haya experimentado.

Aunque sabía que Sonya estaba herida, tanto en orgullo como en corazón, no había luchado contra él. Una parte de su corazón casi deseaba que ella lo hubiera hecho. Las cosas habían continuado como antes del divorcio. Johnny dejaría a Cassie en la casa de los Briggs cada vez que tuviera una película en la que estaría ausente; él volvería y la recogería, prepararía la cena para dos, y Sonya iría cada vez que estuviera en casa. Ella no se quedó.

Nada había cambiado y, sin embargo, todo era distinto y le dolía aun mas.