Sueños profundos
Desde que puede recordar, las pesadillas habían sido una característica constante de su ciclo de vida.
Hubo un tiempo, ahora hace tanto tiempo, en que había sido recién revivido y obligado a servir cuando pudo pararse por sí solo y comprender lo que era Saibot sin llorar del horror que significaba esa cosa, cuando fue capaz de seguir las instrucciones que le gritaban. Había estado atacando a sus objetivos cuando lo empujaron fuera del camino y se dio la vuelta para ver el cuerpo de alguien agonizar cuando una espada atravesó su rostro.
A lo largo de mucho tiempo que lo habían eclipsado desde que era un espectro, había visto morir a muchos otros de sus "hermanos" de diversas formas, aunque todas horribles, en las peleas. Cabezas aplastadas, atrapados debajo de alguna bestia muerta y Quan Chi ordenó seguir con la lista e ignorar los gritos de ayuda, cortados limpiamente por la mitad por las herramientas con las que trabajaban.
Tenía más de cien noches cuando finalmente se le concedió permiso para caminar por otro reino con libertad. El sol de El Mundo Exterior estaba caliente, el aire de Zaa era implacablemente denso, pero estaba muy lejos y era seguro sobre el duro entorno de su pozo. Jamás había notado como era todo cuando estuvo vivo por seguir una rutina casi igual a esta.
—¿Bi-Han? – llegó una voz suave a su lado, sacándolo con éxito de la pesadilla que no sabía que estaba teniendo hasta que la visión de sus aliados del Infierno asesinados injustamente por esa bruja madre de la primera reina desapareció de su campo visual. Abrió sus ojos y soltó un breve jadeo, sus pulmones se contrajeron y luego pudo respirar bien cuando su mente proceso las frías manos roboticas que subían y bajaban por su brazo. Se calmó, le dijo a su corazón que todo estaba bien y a salvo y que no había nada que temer, y giró la cabeza para mirar al robot a su lado.
El robot inclinó la cabeza a un lado y soltó un putido, probablemente semejante a una sonrisa suave que no traicionó la preocupación.
Cómo esos cristales carentes de expresión podrían derretir a Noob Saibot. Suavemente sostuvo la mano metálica en la suya y la acercó a su rostro, besando los nudillos con delicadeza. Noob Saibot se acurrucó alrededor de la pequeña forma de su viejo amigo, sintiendo que un toque calmante de parte de éste se apoderaba del suyo y se mezclaba para que pudiera calmarse. Por primera vez en ese día, sintió que su corazón se apagaba y dejó caer su cabeza para que su barbilla se apoyara en la parte superior del yelmo de LK1V1.
—¿Qué soñaste? – preguntó, su voz era suave mientras buscaba una respuesta. —¿Fue la vez que Kronika te puso en un bucle de agonía para que aceptarás unirte a ella? –
El espectro agitó su yelmo.
—No. – respondió, su voz fue amortiguada por la el metal donde estaba apoyado.
—¿El día que fuiste resucitado? –
El Lin Kuei errante se detuvo un momento y luego asintió brevemente con la cabeza. Estaba agradecido cuando esa afirmación no fue seguida por un comentario burlón sobre cómo debería haberlo superado por mucho tiempo, ya que habían pasado décadas desde que tuvo que salió arrastrándose de ese poso de brea.
—¿Hay algo que pueda hacer? – preguntó Hydro. El robot le acarició la mejilla con delicadeza. —Lamento que todavía tengas problemas con tus sueños.
—Está bien, Shane. – suspiró Noob Saibot, acercando un poco a su pareja. —Tenerte aquí es más que suficiente... Gracias. – Hace años, Bi-Han jamás le agradecería por algo, no importa si fuese por salvar su vida. Noob Saibot no le agradeció porque gracias a Hydro, Kronika acepto dejarlo fuera de ese bucle, pero tras pasar décadas juntos de nuevo, empezó a apreciar más los gestos de su viejo amigo y abrirse más con él.
Por el rabillo del ojo vio a LK1V1 asentarse más profundamente en la calidez que le proporcionaba su abrazo, las luces de los ojos del robot se atenuaron lentamente hasta que se apagaron, probablemente un gesto de disfrute ante el tacto.
Cualquiera que sea la deidad que realmente no lo haya abandonado, Bi-Han tuvo que agradecerle por poner de vuelta a Shane Warren en su camino. Este guerrero perdido en una maquina que compartía sus memorias, aunque se originaron en castas tan diferentes que bien podrían haber sido extraños renacieos en mundos tan diferentes. Casi había hecho a un lado la petición de LK1V1 cuando pudo dar con él, asumiendo que era solo Frost que al menos tenía la cortesía de invitarlo a forma parte de la iniciativa Cyber Lin Kuei. Vaya que era tan lejana la probabilidad de dar con él, que casi se siente estúpido si lo hubiese hecho.
Lentamente sintió que sus párpados volvían a pesarle, las caricias constantes en sus manos y pecho lo hizo sentirse reconfortado. Abrazó al robot contra su pecho, disponiéndose a volver a dormir una vez más, con la diferencia de que está vez sus sueños estaban protegidos por un alma radiante.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top