Durante la mayor parte de su vida, había escuchado historias y mitos de personas que ansiaban convertirse en dioses. Las leyendas de tales personas han pasado por siglos, y muchos al escucharlas también desean ese destino. Incluso había tenido la desgracia de conocerlos; personas cobardes que mataron y conspiraron de una manera tan desagradable para obtener tal poder e inmortalidad. Le viene a la mente gente como Shang Tsung, que derrotaría y tomaría las almas de aquellos que se le opusieron. Con tales historias siendo ampliamente difundidas y admiradas, sería llevado a creer que ser un Dios sería una gran cosa. La vida perfecta con un poder prácticamente ilimitado y una vida sin fin. Sin embargo, si le preguntaras a Liu Kang, él expresaría solemnemente todo lo contrario.

Desde el momento en que fue elegido para este papel, supo que nada sería igual. Había una vacilación en sus ojos incluso cuando Lord Raiden le había hablado de su nueva vida; La vida de un semidiós y nuevo protector de la tierra. Además de todo, él también sería el único creador del tiempo, tal como lo fue Kronika. Fue todo un peso tan pesado lo que se le impuso, como la mayoría de las cosas en su vida. Entonces, una vez que tuvo la oportunidad y se dio cuenta de que no era una hazaña que podía hacer solo, supo a quién necesitaba a su lado para ayudarlo como un igual en el destino de todos los reinos. Alguien con el conocimiento, la buena voluntad y el coraje para ayudarlo en el camino. Alguien en quien confiaba más que cualquier mentor que haya tenido, alguien en quien confiaba con su vida y alma; su otra mitad, por así decirlo. 

Y allí se sentó frente a él, un brillo celestial azul que la rodeaba como la hermosa Diosa antigua que era; la princesa Kitana. Con uno de sus abanicos en la mano y sus ojos brillando intensamente, el aura la siguió cada pequeño movimiento mientras hablaba sabiamente al joven héroe que tenía delante; la confianza en su orden nunca dejaba de hacer que su corazón se hinchara de orgullo. En el tiempo extra, decidió que Kung Lao, Raiden junto con el maestro Bo 'Rai Cho vinieran con él y Kitana como los nuevos Dioses Antiguos una vez que quedó claro que los primeros ya no existían. Era una situación que nunca dejaba de sorprenderlo constantemente.

Con un suspiro triste, Liu Kang se relajó en su trono y su mente comenzó a correr una vez más. Los reinos estaban nuevamente en crisis, y estaba comenzando a dudar de su capacidad para poder protegerlos adecuadamente a todos. Pudieron reconstruir Edenia y tratar de mantener la mayor paz posible, pero siempre hubo aquellos pocos que de alguna manera lograron romper dicha paz. Si fue un descuido de su parte o un resultado indirecto de cómo tejió el tiempo, siempre logró convertirse en una enorme espina en su costado. Si no fuera por las personas más cercanas a él, no estaba seguro de cómo habría logrado llegar hasta aquí.

Mientras miraba a sus dioses antiguos, sus ojos estaban pegados a Kitana mientras ella hablaba con Raiden sobre la línea de tiempo actual en la que habían trabajado. Las cosas no iban tan bien como habían esperado, fue justo como Kitana dijo al principio; los mortales seguirán tomando sus propias decisiones, todo lo que pueden hacer es darles las herramientas y los recursos y un empujón, pero lo que hacen al final del día es sobre ellos, simplemente pueden guiar y observar. Su corazón se han roto en múltiples ocasiones desde que asumieron sus nuevos roles; Las atrocidades que la humanidad en todos los reinos ha sido capaz, a pesar de una planificación cuidadosa, de dejarlo sin esperanza a veces. Esto fue mucho más difícil de lo que había previsto, incluso con la ayuda de las personas más cercanas a él.

No pudo evitar soñar y anhelar una vida mucho más simple. Uno donde ella no era la princesa de Edenia, o él no era el Elegido; una vida en la que él y Kitana podrían coexistir sin una guerra total entre reinos y sin que se les otorgue el papel de guardianes. Por una vez, deseó que pudieran vivir normalmente y felizmente; ya sea en la tierra, o incluso en la recién restaurada Edenia. Pero todo era un sueño irremediable en este momento.

Era extraño, a pesar de que sus destinos siempre estaban entrelazados, siempre destinados a encontrarse de una forma u otra, uno pensaría que serían más que capaces de hacer que todo sea una realidad permanente, especialmente con el destino en sus propias manos para jugar; fue casi una broma enferma y cruel. Allí se sentó frente a él durante toda la eternidad elegida y trabajó estrechamente con él, sin embargo, nunca pudieron estar realmente juntos de la manera que ambos deseaban profundamente. Nunca podrían ser realmente uno como lo serían la mayoría de los mortales normales. Parecía que tenían más oportunidades de hacerlo antes de convertirse en guardianes.

Es cierto que a veces sería demasiado. Por cada falla en la línea de tiempo y cada situación desesperada que surja, su mente se retira inmediatamente al pequeño lugar feliz en lo profundo de su cerebro que había creado; donde él y su querida Kitana están sentados en la hierba y disfrutan del hermoso clima, el cielo es tan azul como nunca lo han visto y la hierba alta es aún más verde. Un soplo de viento les soplaría, susurrando la tela de sus túnicas ceremoniales. Kitana se veía tan hermosa como el día en que la conoció, si no más. Una sensación de caricias de plumas surgiría en su pecho y no pudo resistir el impulso de colocar un suave beso en su mejilla, haciéndola sonrojarse ligeramente. Ella se presionaría contra él, trayendo una sensación completamente nueva a la que él no estaba acostumbrado. Fue un tiempo maravilloso de paz y armonía; sus manos están unidas fuertemente, sin ganas de soltarlas. Finalmente estuvieron juntos, tal vez como marido y mujer. Sin política, sin guerra, sin roles divinos y ciertamente sin Mortal Kombat .

Pero todo era solo una fachada. Hacer creer. Algo que inventó en su mente para mantenerse cuerdo. Pero ciertamente se sintió mejor que su realidad actual. Con una última mirada a los que lo rodeaban, decidió volver a trabajar con el reloj de arena. No había tiempo para la autocompasión ni el anhelo; Tenía un papel que cumplir y necesitaba ver si había algo que pudiera hacer para ayudar a la situación actual de los plazos. En un abrir y cerrar de ojos estaba frente a las arenas del tiempo, el polvo se movía en un caótico frenesí. Al levantar la mano, las arenas del tiempo comenzaron a girar y girar, permitiéndole ver casi todas las posibilidades para todos los reinos en su estado actual. Por lo general, era abrumador, las infinitas posibilidades aparecían en su mente en un lapso de segundos, pero también tenía que asegurarse de tomar la decisión correcta. Cuando la arena comenzó a formarse, chocar y levantarse nuevamente, una imagen comenzó a formular una imagen que seguía la imaginación de Liu Kang.

Entonces allí estaba, más allá del grano de arena arremolinada, estaba la escena exacta que Liu Kang siempre había imaginado, él y Kitana abrazados en esas túnicas que solo significaban una cosa; Era algo digno de ver, lo que provocaba una sensación punzante en los ojos y un dolor en el corazón. Su cabello fluía maravillosamente de su peinado y se sonrieron el uno al otro de una manera que solo los recién casados ​​podían. Tan encantado como estaba de ver esta imagen fija, en el fondo de todo, realmente no significaba nada. No había forma concebible de que esto ocurriera, por mucho que lo deseara. Exhaló derrotado y cerró los ojos. Un pequeño pensamiento cruzó por su mente, una minúscula muestra de esperanza, algo en lo que decidió no detenerse por el momento. De todos modos, no sería posible en mucho tiempo a partir de ahora. Deslizó su mano hacia la derecha apartando esa visión de su vista.

—Quizás, en otra línea de tiempo.–

Okey, me tarde pero aquí esta. Como dije anteriormente, ando haciendo esto con todo lo que puedo, de hecho una amiga de Facebook me esta ayudando con esto.

Dedicado a @AyumiK_LK-15_08 que para variar, Wattpad no me deje etiquetar o dedicar, así que alguien que le avise que aquí esta su pedido.

Realmente odio el Liutana de MK11, ahí no hay nada de química y el emparejamiento pasa porque si. En MK9 se podia ver chispa pero Liu Kang y Kitana están dispuestos a formar una amistad/alianza que llevase tiempo para que las cosas fluyeran bien. En MKX solo se nota en los diálogos pero mínimo ahí se comprende que ya se lleve al menos un noviazgo puesto que han pasado 22-25 años. A parte de que siempre vi que si Kitana traiciono al hombre que la crió, que podrá ser un tirano y todo pero la crió, y renuncio a la oportunidad de tener su pueblo de vuelta por irse con hombre que apenas conocía, ¿Que no le hará a este mismo? Y si mal no recuerdo creo que se casaron o algo por el estilo en un final de Deception. 

No obstante, estoy consciente que a muchos le sigue gustando y Liutana es Liutana, así que aquí esta ya, espero y lo hayan disfrutado y ya. 

Bye

Pd: No se si alguien lo haya notado, pero Bo 'Rai Cho si sale en el final de Liu Kang como dios antiguo.