Rivalidad (Erron Black y Reptile/D'vorah)
Reptile captó el rojo carmesí de una armadura recién salpicada en sangre antes de ver lo que parecía una sonrisa lasciva bajo el bozal de Erron, y supo instantáneamente que iba a ser una noche muy larga.
El otro hombre ya había comenzado a contar as reservas en las arcas de almacenamiento del palacio y anotar cada cifra en unos pergaminos cuando el saurio se encaminó hacia él, ya lo suficientemente hosco ante la idea de perder preciosas horas de sueño haciendo trabajo con cualquier soldado Osh-Tekk.
Kotal había dicho algo sobre los guerreros que se necesitaban en la arena de entrenamiento para estar preparados para otro ataque de Mileena y sus hordas Tarkatan, siendo que si no se presentaban, reduciría sus raciones por dos semanas como castigo.
Black, por su parte, no reconoció a Reptile en toda su amarga gloria, apenas moviendo sus pies en su dirección.
—Terrano.– Dio su saludo como si una navaja atravesará su lengua bifeda. En circunstancias normales, detestaba incluso estar cerca del alguien tan mundano como un humano, y mas si lo era con un mercenario que trabajo para Kano. —Te ves bastante arreglado y perfumado con la sangre de Tarkatanos para un simple chequeo de inventario.–
El pistolero solo se encogió de hombros en respuesta, manteniendo sus ojos en el objeto en sus manos.
—No hay nada de malo en enorgullecerse de tu apariencia de vez en cuando, tal vez deberías comenzar a considerarlo, sapo.– Solo que ahora su vista se movió hacia arriba y luego hacia abajo en una forma de dejarle mas claro su insulto. —Por supuesto que tú no tendrías ninguna experiencia con eso...–
El Saurio logró rechazar el insulto con solo un ceño fruncido en su expresión. Sacó un trozo de carne de entre los ropajes de Erron y lo estudió con indiferencia.
—No tendrá nada que ver con la reciente reintroducción a la corte real, ¿Verdad?
El mercenario dejó que su mirada permaneciera más tiempo en el esta vez, una ceja se alzó de forma ladeada para igualar la sospecha de Reptile. Los ojos color avellana del humano se movieron hacia arriba momentáneamente, como si no supiera a qué se refería el lagarto.
—¿Qué, te refieres al Kyttin?– Se burló mientras trazaba ciegamente una línea en la hoja. —¿Por qué pensarías eso?– Ahora los ojos de Reptile se elevaron ante lo mal que mentía el mercenario. Era simplemente patético viendo que se sabía mantener firme ante otras cosas.—No hay razón para ello, querido e inmundo animal.
—Aparte de que no pudiste mantener la vista fuera de el cuando finalmente la niña y su bestia lo capturaron para presentarlo a Kotal. – Sin mencionar la larga conversación que Black tuvo con el Prometeo de Shang Tsung después, con NO pocas preguntas sobre el espécimen que había traído, su pasado y mencionado como asesinaría a Mileena por el trato que le dio.
Por supuesto, todos los guerreros de Kotal Kahn habían notado a D'vorh, Reptile incluido. Y había mostrado una rutina de tomar sus raciones de comida por la noche, cuando los pasillos estaban menos llenos y podía estirar las piernas, incluidos sus pedipalpos y qualiceros.
El sol ya se estaba poniendo en algún lugar más allá del palacio, y Reptile estaba seguro de que oiría el constante crujir del cuerpo de macho insectil, así como el golpeteo de sus largas patas chocando contra el piso de piedra acercándose si enfocaba sus tímpanos lo suficiente.
Y Erron Black estaba prestando un poco más de atención a su lista de verificación que a contar las raciones de comida. Reptile frunció el ceño y se acercó un poco más a él.
—Déjame ver ese pergamino.–
Las manos del humano se dispararon instantáneamente y presionaron aquella vitela en su pecho, como si las palabras de Reptile fueran electricidad que bloqueara sus extremidades.
—N-no, no, es aburrido... Son solo cifras, cuentas, nada que te interese...– Por todo lo que el pistolero insistió en su insignificancia y la forma en que empujó a su compalero en su pecho, contaba una historia muy diferente. El Zaterrano gruñó y se estiró salvajemente para intentar agarrar aquel papel.
—Oh, estoy seguro de que habrá algo para mí... ahí- ¡MALDITA SEA, SOLO DEJAM-!
—¡NO!
—¿Ejem?– Los dos hombres se congelaron en su agitada maraña de garras , punta de pistola, y gritos, ante el sonido de una voz curiosa y el brillo de los colmillos sobre los labios sonrientes. —Este no interrumpe algo, ¿Verdad?– La sonrisa de D'vorh solo se ensanchó cuando se separaron el uno del otro y sacudieron sus respectivos trajes, moviéndose a un lado para dejarlo acceder al pequeño espacio de almacenamiento. Pasó unos momentos buscando las raciones decentes de entre la despensa para saciar su hambre, lo que les dio a los dos guerreros un tiempo saludable para apreciar aún más lo que estaban discutiendo, antes de emerger con sus premios aun sangrantes y aparentemente seguir su camino. —Vaya, vaya, ¿Qué es esto?– el Kyttin detuvo su caminata para arrodillarse y levantar un pergamino del suelo. Erron ni siquiera se había dado cuenta de que sus dedos temblorosos estaban vacíos, y por una vez Reptile no se había abalanzado a tomar lo que no le concernía en el momento oportuno.
Ambos observaron las piernas desnudas visibles bajo la capa que las cubría del rey de Arnyek, la tensión gritó en sus extremidades mientras sus ojos se ensanchaba. Luego sonrió mostrando sus elegantes colmillos.
—Te faltan algunos ovopositores, cariño, pero a este le gusta.– Perezosamente se lo devolvió al las manos abiertas más cercanas, en este caso las de Reptile, antes de continuar.
El Saurio todavía estaba tan sorprendido por su repentina aparición que casi se olvidó de mirar hacia abajo antes de que Black recuperara su precioso secreto.
—Salazar... estos son dibujos d-
—Lo sé...
—Le pusiste dos de sus ovopositores en tu-
—¡¡LO SE!!
"¿Readapataste una de tus historias para cubrir el que no hayas escrito nada en un mes?"
Que bueno que lo preguntas, otro yo que deja al aire mi irresponsabilidad, ¡Porque eso es! Y de igual forma, me gusto como quedo jaja
Acostúmbrense a ver a "D'vorh" por aquí, porque hay uas cuantas historias suyas que llevan un buen rato esperando a ser publicadas.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top