Modales Decentes
Kotal se encogió de miedo, sin embargo, sus puños todavía se comprimen con ira cuando Shao Kahn amenaza y humilla a su pueblo y a su padre. El asco lo llena cuando su padre básicamente besa los pies de este hombre. Kotal se sonroja cuando esos ojos blancos se enfocan en él con una emoción que su joven mente no puede aceptar o explicar. La bestia de un hombre envía a todos fuera, a excepción de Kotal K'etz y él mismo.
-Párate niño y acércate -. Shao sonríe cuando Kotal tropieza hacia el trono de su padre. El Kahn se agacha, usando la yema del dedo para levantar lentamente la cara de Kotal. La sonrisa de este se ensancha a medida que el rubor tiñe la vívida piel azul. -¿Cuántos años tienes niño? - Su pulgar se curva para acariciar y presionar un delicioso y delicado labio inferior. No se sorprende cuando está casi mordido, ni se sorprende cuando Kotal no responde; pero su padre sí.
-P-por favor señor, apenas tiene 18 años, todavía es un niño según los estándares de osh-tekk - La voz de K'etz tiembla cuando Shao Kahn agarra la barbilla de su hijo y lo levanta. Aprieta los dientes con disgusto y tristeza mientras ve a Shao Kahn enrollar su lengua alrededor de la cáscara de un tierno lóbulo de la oreja.
Kotal jadea, con el sonrojo cada vez más profundo, se queja sin remedio mientras un pulgar presiona su boca. Su lengua se presiona hacia abajo antes de agarrarlo y sorprendentemente sacarlo suavemente de su boca. Kotal cierra los ojos con fuerza y se retuerce cuando la calidez y la humedad envuelven su lengua. Tímidamente, mete su propia lengua en la boca presionando la suya.
El Kahn gruñe, las pupilas se dilatan cuando el niño se vuelve lo suficientemente valiente como para girar, mover y burlarse de su lengua. Alejándose, mira los jadeos y las lágrimas surcadas de las mejillas del joven príncipe.
-Levántate - Shao Kahn gruñe y entrecierra los ojos. Levanta la mano para golpear al niño. Echando la cabeza hacia atrás, su risa llena la habitación cuando Kotal casi se tropieza mientras se levanta para ponerse de pie. -Bien, ahora déjenme verlos. -
-¿S-señor? - Kotal tiembla, sus manos tiemblorosas mientras se gira lentamente de un lado a otro.
Él se sobresalta e intenta retroceder, maldiciendo y luchando mientras grandes manos agarran y rasgan su trozo de bacalao de cuero. Kotal tiembla de ira y vergüenza, cada vez más avergonzado cuando un pequeño cosquilleo de orina arroja a chorros las sandalias de Shao Kahn. Se estremece por el repentino frío de la habitación. Desnudo como el día en que nació antes de la bestia que invadió su hogar. Él mira a su padre rogándole en silencio por cualquier tipo de ayuda.
Kotal K'etz baja la vista y esconde la mancha de lágrimas y el brillo de la ira. No podía hacer nada más que ver a su hijo aprender el lado aún peor de la humanidad.
-Señor, le ruego que haga cualquier cosa menos esto. Hay docenas de hombres y mujeres que puedo ofrecer - Él sabe que sus palabras caen en oídos sordos cuando Shao Kahn simplemente pasa las yemas de sus dedos por los costados de su hijo para agarrar las caderas delgadas pero fuertes de este. Él mira hacia otro lado avergonzado mientras su hijo estaba temblando para abrir las piernas.
-Kotal K'etz, párate y ven a abrazarte con tu hijo - Se río el Kahn de nuevo cuando los ojos de K'etz se abren horrorizados. -Entonces eres consciente de lo que está sucediendo. Por favor, tú y yo conservaremos tu preciosa piedra portal - el Kahn se agacha y desata su propio lomo de cuero. No se molesta en ocultar su falo grande y tembloroso mientras se curva para untar líquido sobre su estómago. Él gime y sonríe cuando K'etz no necesita más instrucciones. Shao Kahn ríe infinitamente divertido y dolorosamente excitado mientras el padre del niño acaricia el cuerpo virgen de su hijo.
–Lo siento, hijo mío – K'etz enrolla su lengua alrededor del lóbulo sensible de su hijo. Sus dientes muerden este mientras su lengua lame lo que puede hasta que Kotal jadea y tiembla. Sus manos deambulan por su cuerpo, las uñas rasguñaban ligeramente los pezones endurecidos del menor. K'etz cerro los ojos con fuerza mientras su hijo gime en voz baja.
Kotal no puede evitar gemir suavemente. Sus muslos tiemblan cuando se extienden más. Las manos de Shao Kahn acarician sus muslos haciendo que sus caderas presionen el falo hacia adelante balanceándose ligeramente entre sus piernas. Su padre estába susurrando palabras lascivas en su oído. Las palabras le hacían temblar y gemir, al igual que las cuatro manos que le tocaan le sacaban gemidos más fuertes. Las lágrimas caen sin control por sus mejillas por lo que era su violación y más porque su falo se sentía duro y listo para arrojar a chorros su semilla sin que lo toquen.
–P-padre, por favor, para esto –
–Inclínate joven príncipe. Deseo sentir tu boca – Shao Kahn golpea su martillo haciendo que el niño rápidamente intente engullir su grueso falo solo para atragantarse y ahogarse. –No me muerdas muchacho – el titán deja el resto a la imaginación de los príncipes. –Prepáralo, deseo ver si es como esos cortesanos – Gruñe de ira cuando K'etz no se mueve y protesta. –Hazlo a tu manera, su sangre será suficiente para facilitar que entre–
Kotal deja que Shao Kahn guíe su boca, alejándose un momento más tarde para gritar cuando algo mojado lame y presiona entre sus nalgas.
–Dioses ... por favor, no puedo contenerlo–. Kotal se retuerce y sorbe y lame la punta de la erección de Shao. Sus caderas empujaban inusualmente en el aire. Kotal gime cuando su falo gotea, lo suficientemente húmedo como para crear un charco. Temblando de vergüenza mientras Shao Kahn se rió ante la situación y se agacho para atrapar algo del fluido. Él tiene náuseas mientras se extiende a lo largo del gran pene que se balancea frente a sus labios. Retrocedió cuando el conquistador maníaco golpea sus labios y le mancha el líquido caliente contra sus mejillas.
K'etz aprieta su rostro entre las nalgas flexionadas del menor, la lengua trabajaba el músculo virgen de su propio hijo hasta que su saliva gotea y se contrae contra su lengua. Alcanzando, él ahueca y bromea con los testículos suaves mientras se tensan.
–Correte para mí– Murmuro mientras deslizo sus dedos mojados al lado de su lengua. Se alegro de que la entrada de Kotal esté lo suficientemente húmeda como para meter dos dedos. No puede evitar gemir cuando el sedoso calor húmedo y apretado se esparce alrededor de sus dedos. –¿Puede él ...– K'etz se calienta más mientras dobla sus dedos para tocar suavemente la próstata de Kotal. No puede evitar cuán fuerte se mueve su miembro cuando su hijo grita arqueándose. Se siente asqueroso cuando usa a su hijo; y, sin embargo, la forma en que se extendió su muslo mientras intenta enterrar más los dedos de K'etz. La forma en que su voz se rompe cuando pide más en voz amortiguada mientras se ve obligado a volver a caer sobre el enorme trozo de carne.
–Suficiente, quitalo. Dóblalo sobre el brazo de mi trono – el Kahn ignora las palabras que dicen que apenas lo estiró con dos dedos. –Debería haberlo hecho mejor – Shao Kahn gime mientras se burla de la punta de su saliva y el falo liso antes de correrse contra la sorprendentemente caliente entrada azul de Kotal. –Te sugiero que hagas algo para que grite mientras lo rasgo en dos – el titan agarra las caderas musculosas y gruesas, presionando la punta de su falo que sobresalta más allá del espasmo a Kotal. El silbido del Khan maldice que el niño está demasiado apretado, los espasmos amenazan con cortar el flujo sanguíneo. El cuerpo debajo de él actúa como un anillo de gallo vivo. Él gruñe y le da una nalgada como forma de burla cuando Kotal intenta apartarse. El golpeteo y el agarre vicioso contra sus partes íntimas lo hacen gemir de dolor.
El menor parpadea rápidamente para contener las lágrimas.
–Detengase, por favor... me matarás ¡¡PADRE!! ¡¡DILE QUE PARE!! – Suplico el menor dejando que por fin las lágrimas comienzan a caer por sus mejillas.
Comienza a sacudirse, su excitación una vez dolorosa se ha ido. Él grita cuando más de ese grueso miembro se desliza entre sus entrañas. Forzando y casi rasgando su estrecha entrada virgen hasta ahora. Sus ojos se abren antes de cerrarse de golpe mientras el calor de su cuerpo siente como ese sexo duro le esta punzando partes más sensibles. Jadea relajándose en el placer que se creaba en su cuerpo mejor que el intento de antes.
–Mmph no, por favor no lo hagas– Él se atragantó con su propia bilis ya que se ve obligado a gustarle este acto.
Shao Kahn gruñe más fuerte que el principito gime. Su falo penetra profundo, literalmente llenando el estrecho canal lleno. Gimiendo, mece las caderas y echa la cabeza hacia atrás sintiéndose esos fuertes espasmos alrededor del miembro.
–Eso es todo principito ordeña mi miembro. Grita como una cortesana para mí – Él ajusta esas caderas oscilantes hasta que su punta roza el punto dulce de Kotal en cada golpe. Él gime y gruñe cuando el cuerpo se agachó para penetrarlo y embestirlo con fuerza. –Mmmm vamos principe– el Kahn sonríe y acerta otra nalgada a Kotal nuevamente mientras el príncipe intenta patearlo. Recibiendo risas por parte del Titan mientras acelera su ritmo. Kotal estaba sudando y gimiendo, las manos del emperador cubrieron su espalda arqueándose mientras le embestian lo suficientemente fuerte como para casi sacar am Kahn de su equilibrio. –Eso es vente para mí... ¿Dioses!¡Aprieta más mi miembro, muchacho!
El menor grito con fuerza, casi desmayándose mientras se corre lo suficientemente fuerte como para doler. Su propio padre atrapo su semen en su boca mientras su mano acaricia y toma cada gota que caía hasta que gime de dolor por la estimulación excesiva. Él balbucea cuando sus labios se presionan contra los suyos y se ve obligado a tragar todo el semen que entrar en su boca. El Ohs-Tekk menor empieza a tener arcadas y tose mientras traga lo que puede, Kotal tiembla cuando el resto de su semen gotea entre sus nalgas para ser presionado contra su propio cuerpo. Las lágrimas le pican los ojos cuando siente aquel líquido tibio y salado quemandole por dentro.
—Sabes delicioso, mi precioso niño– La voz de K'etz es suave mientras pasa las manos suavemente por cada centímetro que puede tocar. Su mano libre tira y bombea su propio falo. El Osh-Tekk jadea y gime cuando Kotal se lame los labios mientras sus ojos lo miran, pudo notar como sus pupilas se ensanchaban. Puede decir cuán perdido es su hijo cuando no sofoca sus gritos de placer forzado. —Mm, abre la boca– K'etz da un paso adelante solo para detenerse cuando su pie pisa un charco mojado. Arqueando una ceja, se arruga la nariz ante el olor ácido de la orina. Él mira a Kotal tratar de apretar sus piernas juntas, observa como este gira la cabeza por la vergüenza. —Shh mírame mi hermoso niño–
Shao Kahn se ríe mientras estira su mano para presionar con su dedo índice la punta del falo de Kotal cortando la corriente de orina y esperma.
—Asqueroso– gruñó el Kahn, siguiendo con embestidas más fuertes y más rápidas. Sus manos se apretaron lo suficiente como para lastimar las caderas del príncipe. El Kahn sonríe ante la mirada de dolor y tormento que Kotal mantenía por encima del hombro. Aprieta más fuerte, presionando la punta de su dedo con más fuerza contra el miembro de Kotal hasta que siente como su falo palpita. Sonríe mientras la orina gotea en pequeñas gotas alrededor de la punta de su dedo. —Maldita sea, tu trasero es perfecto– El calor en su estómago se cimprime, sacando gemidos fuertes del menor, Shao Kahn se inclina hacia adelante para morder el hombro del niño mientras lo llena. Golpeando lo suficientemente fuerte como para hacer que el niño se mordisquee el miembro de su padre mientras sus dedos se curvan. Al retroceder, separa los muslos de Kotal mientras le quita el dedo. El titán se ríe mientras su semen se escapa entre los muslos del menor —Mm, debería hacerte limpiar el piso con la lengua, pero no lo haré– El titan empuja a Kotal nuevamente a los brazos de su padre. —Una familia tan amorosa... una cogida tan placentera. Ve ahora, principito, tal vez la próxima aprendas a callarte– hablo Shao Kahn, observando al orgulloso Osh-Tekk tomar a su hijo semi-inconsciente mientras él se ríe con su típica soberbia, notar las lágrimas del infante solo le hizo reír ma fuerte.
Ahhhh me siento un enfermo con esta cosa.
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