La sombra (Noob Saibot/Sareena)
Era medianoche y estaba cansado, no en su cuerpo, sino en su alma. Su mente estaba muy despierta, demasiado despierta, plagada de pensamientos sobre ella, su ángel, su amor. Cómo anhelaba la paz del olvido, un dulce nepente o el agua pura de ese río del olvido. Mientras se siento en su silla, suspiro. Cómo desearía poder ser como las brasas en la chimenea, muriendo sin dolor y sin un sentimiento de nostalgia por aquellos que murieron antes que él. Echó un vistazo a sus libros, apilados en su escritorio. Esos tomos polvorientos no han logrado escapar de sus penas durante mucho tiempo, pero aún así trata de perderse en estas historias de miedo y pánico. Mirando por la ventana, suspiró su bendito nombre, que incluso los Ángeles en lo alto susurran con reverencia.
"Sareena".
Como en respuesta, escuchó un golpe suave, como si fuera un visitante fuera de la puerta de su habitación privada. Lentamente, con miedo, caminó por el suelo. Susurrando una disculpa, levantó los ojos para encontrarse con la aldaba.
Oscuridad ahí, nada más.
Y entonces lo escuchó, como si fuera un eco del nombre que acababa de susurrar:
"Sareena"
Su corazón se aceleró y si pulso se hizo más lento, por imposible que parezca. Un escalofrío le heló hasta el núcleo más primitivo de su ser cuando cerró la puerta y retrocedió, comenzando cuando chocó contra su escritorio. Tan pronto como el terror desapareció de su mente, escuché el golpeteo de nuevo, más cerca esta vez.
En su ventana.
Presa del pánico ciego, agarró las cortinas, casi rompiéndolas en si desesperación por ver qué lo había inculcado tan profundamente este miedo. Casi lloró de alivio cuando el culpable se elevó a su habitación y se encaramó sobre un busto de Pallas.
Fue una sombra.
—Espectro del hombre, reflejo del todo y del nada, ¿Qué noticias me traes del reino de tu amo? – preguntó, un poco inquieto al ver a una criatura así descansando tan tranquilamente frente a él.
Dijo el cuervo "Nunca más".
Al oír estas palabras, se enfureció.
—¡Demonio! – gritó. —¡Cosa del mal! ¿Dónde verá mi amor, Sareena? –
Dijo la sombra "Nunca más".
—Entonces déjame vil espectro. – suplicó. —Déjame estar solo sin ti. –
Y la sombra dijo "Nunca más".
Esta es un reescrito de el poema "El cuervo", lo hice en base a primera noche de Halloween con los Simpsons, y me leí el poema para poder hacerlo bien, si bien no hay mucho cambio aquí, me gusta como quedo. Este sigue siendo parte de los capitulos especiales de Halloween, así que podemos empezar a hacer pedidos. uvu
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