Toma mis pulmones, tómalos y corre

Toma mi lengua, ve a divertirte

Y toma mis orejas , tómalas y vete.

-¡Vete a la mierda!-

-¡No eres nadie!-

-Solo... déjame morir-

Nada más que huesos. Huesos y carne. Nada más que huesos y carne para él . A cualquiera. Algo que no existía no podía lastimar a nadie, no podía lastimarse a sí mismo. Entonces, cuando las delgadas líneas de luz reclamaron la carne de las manos de nadie, no le importó. Siempre se puede culpar al entrenamiento o al descuido ... ¡Ja! Como si alguien preguntara o le importara.

Era todo un universo ... Porque, al final, no importa cuánto le quites al vacío sin fin del espacio, el vacío seguirá creciendo. Porque las estrellas, explosiones mortales de fuego, nunca podrían llenar el vacío negro que era tan frío como poderoso. Porque se le plantaron agujeros negros tan pronto como nació, y se lo comieron hasta que todo lo que conocía se desgarró. La gente lo miraba con miedo y asombro, sin poder acercarse a él por miedo a asfixiarse.

Demasiado. Demasiado poco,

Demasiado rapido. Demasiado frágil ...

Todo se consumía con demasiada frecuencia. Una sensación de caos total dentro del agujero que nadie podría llenar. Se sentía demasiado grande para su cuerpo, un punto negro goteando de los puntos, que mantenía la carne unida, amenazando con destrozarlo. Se sentía demasiado pequeño para su cuerpo, a punto de doblarse en sí mismo, como un colidoscopio inútil de colores brillantes, o una fruta podrida.

Sub-Zero fue mejor. Sub-Zero fue más rápido. Sub-Zero fue alabado y amado por su padre. Pero a pesar de lo mucho que intentó, nunca pudo alcanzar al cryomancer. ¡Y lo intentó! Pero no era lo suficientemente bueno porque sus extremidades no estallaron con hielo, y porque perdió una y otra vez. Su cuerpo golpearía la pared bajo el impacto del implacable golpe del cryomancer, haciéndolo probar una sangre amarga y pegajosa que tanto despreciaba. Y todo lo que le quedaba por hacer, era mirar la insatisfacción de su padre con odio, y una silenciosa esperanza de que algún día se desangrara. Y cuando no quedara líquido, su cadáver pareciera el de un anciano, o una estatua congelada, su padre suspiraría aliviado y nombraría a Sub-Zero como su heredero. Y si lo intentara aún más, aún no sería suficiente, porque su cuerpo era solo huesos y ligamentos, no acero y hielo. No fue suficiente. 'Nada' nunca sería suficiente, al igual que nada fue suficiente en los ojos de su padre.

Toma mis ojos, llévalos a un lado

Toma mi cara y profanala

Mis brazos y piernas se interponen en el camino

-Te estás muriendo - dijo, con genuina preocupación en su rostro -te estás matando -

Y Sektor nunca quiso hacer nada más que borrar la preocupación de la cara del hombre. Entonces lo golpeó. Una vez. Y luego dos veces. Y luego, hasta que su rostro ya no era reconocible, hinchado y negro bajo el impacto de fuertes golpes.

Una débil sonrisa se abrió paso a través del dolor y Sektor lo odió. Pero lo peor fue que la preocupación nunca se fue, solo se convirtió en una emoción más triste y fuerte. Entonces Sektor lo besó, porque era lo razonable. Y luego el hombre dejó escapar un pequeño ruido. Patético. Debajo de él, brillantes ojos marrones llenos de anhelo solitario y desapegado. Las manos del hombre temblaron, pero encontró el coraje para correr por el largo cabello de Sektor, así que que este lo tomó. Enteramente Despiadadamente. Reclamando, devorando, pero lo más importante rompiendo. Demasiado grande. Demasiado poco. Demasiado rapido. Demasiado frágil

Dicen que un agujero negro reclama todo lo que puede alcanzar, y luego cambia la cosa de una manera extraña y torcida. Desgarra lo que posee en átomos, en la información misma, y ​​luego la cosa nunca es la misma. Dicen que el espacio da miedo, pero cuando te enamoras de él, no hay vuelta atrás.

El vacío es tan grande como pequeño.

Odiaba la atención. Odiaba el amor que el otro hombre le dio. Odiaba al otro hombre despiadadamente, casi tanto como él mismo. Y a veces la intensidad del desdén que sentía era casi cálida, casi acogedora, casi ardiente. Casi. Sub-Zero una vez hizo un comentario dramático: "Es el frío lo que más quema". Sektor nunca entendió, hasta ahora.

Toma mis manos, ellas entenderán

Toma mi corazón, sácalo

Y tomar mi cerebro, y destrozalo

A menudo se preguntaba cómo sería ser un código. Un código de números y letras incrustado profundamente en el software microscópico. Solo un delgado camino de electricidad, que fluye como un vaso sanguíneo, pero más seguro, más fiel. Por eso le gustaban las matemáticas. Me gustó porque estaba definido, inflexible y muy frío. Estaba establecido, lógico, podía crear y destruir. Pero principalmente porque no requería sentimientos, no pedía nada a cambio...

A Sektor le gustaban los números negativos. Un estúpido civil una vez preguntó cuál era su número favorito.

Menos doce

Se hizo armas de fuego con matemáticas, ingeniería e ingenio, se las puso, con el riesgo de quemarse las manos, y sorprendió a Sub-Zero en una pelea. ¡Le iba a dar una lección al hijo de puta! Lucharon hasta que se agotó la gasolina, Sub-Zero sonrió con victoria. Sektor juró que su gasolina nunca más se agotaría.

La carne quemada era su olor favorito en el mundo, por lo que se quemaba a menudo. Le encantaba la forma en que la piel se derretía y se desprendía en trozos. Saboreó el dolor. Adoraba la picadura. El fuego era hipnotizante. Fuerte, todo consumidor. Amaba su poder, es bello...

-

mentiroso -

¿O tal vez no? Tal vez solo quería descongelar el entumecimiento que se asentaba profundamente en las líneas blancas de sus muñecas. El dolor era un zumbido, ya nunca más dolía. Entonces, tal vez solo quería sentir algo. Cualquier cosa. El fuego ayudó, realmente lo hizo.

Quemó a Cyrax una vez. Con crueldad. Inesperadamente. Y fue la primera vez que captó la mirada cruda de dolor y traición en los ojos del hombre, en el estremecimiento de sus hombros.

Huele el dolor y quizás puedas sentir lo que yo siento. Siente la forma en que mi lengua fundida sabe a fósforos en tu boca. Y cuando puedas saber lo que sé, te encantará el suave cuidado del infierno en tu piel, ya que te quita el cuerpo. Podemos compartir el dolor

compartir

compartir

t Åke a la basura

comparte mi dolor

Por favor.

Toma mis dientes, rasga mis mejillas

Solo ve a disponer, solo ve a disponer

porque me cansé de este cuerpo

Cuerpo pesado y pesado

Cyrax lo encontró en un charco de sangre, vómitos y tierra, en un callejón vacío entre el edificio y el acantilado. Se congeló en el lugar preguntándose, si ese era el final. Le temblaban las manos, el pecho subía y bajaba rápidamente. Nunca quiso un adiós, nunca esperó un mejor final, pero ahora parecía demasiado real. 'Sektor no merecía esto', pensó Cyrax con pánico, pero aún así se puso de pie, tratando de probarse las palabras. Dicen que a un hombre le toma 2 minutos desangrarse.

Bajó temblorosamente al suelo. El olor a descomposición y enojo lo golpeó en la nariz, ¿era tan tarde? Pero no, él sabía a qué olía la muerte. Y Sektor no olía así, al menos no más de lo que solía hacerlo. Entonces giró el cuerpo, esperando lo mejor, esperando lo peor. E inhaló bruscamente cuando encontró un par de ojos abiertos y negros que lo miraban con fuerza. Pero luego perdieron su enfoque y viajaron más allá de él, hacia el cielo negro sin estrellas y el espacio espacial mismo. Para su horror, estaban huecos, sin sombrero.

Pero tampoco encontró una cuchilla de afeitar de oreja a oreja, ni una de la muñeca al codo. ¿Esperanza? ¿Temor?

-¡Sektor! ¡¡Sektor!! ¿me escuchas? ¡Quédate conmigo!-

Una risa resonó en la noche. Envió una ola de frío por la columna vertebral de Cyrax.

-¿Para qué? - El hombre en sus manos, habló con una voz sorda y extranjera. Cyrax no podía entender de dónde venía la sangre en la oscuridad, y eso aumentó su pánico.

Me cansé de este cuerpo

Desmoronarse sin mí, cuerpo

-Por favor, déjame llevarte a las instalaciones médicas - Cyrax suspiró convulsivamente, el hombre solo se estaba riendo y cada vez más pesado para sostener por el segundo -Te amo -

Cyrax se inclinó para besar al asesino. Sabía a vómito ácido y estaba temblando ligeramente. Cyrax agarró una muñeca, había tres cortes abiertos y llenos de blaches. Profundo. Más profundo de lo habitual.

-Yo no - le siseó el hombre a la cara de Cyrax. No entendía si el hombre quería decir que no lo amaba ni a sí mismo, pero sabía que ambas eran ciertas. Cyrax recogió al hombre que estaba en otro ataque de risa maníaca, que podría confundirse con un llanto histérico si no lo conocía.

-Solo déjame morir-

No quiso morir. De lo contrario, haría que el corte se estirara tanto y tan profundo que se desangraría en menos doce minutos. Solo quería sentir algo. Cualquier cosa.

déjame ser metal vacío

déjame ser metal vacío

déjame estar vacío

Estoy Cansado de este cuerpo.

Estoy Cansado de este cuerpo.

Y bueno eso es todo amigos, lo olviden que aceptamos pedidos y sugerencias.

No olviden que pueden ir al perfil de Dvathebestgamer, tiene grandes historias y escribe muy bien. Recomendable.

Adiós.